Algunos tips para mejorar las crianzas de los reemplazos lecheros

Ing. Joel Velasco Molina
Artículo Tecnico ABS México

Creo que estamos de acuerdo en que mucho tiempo, dinero e inversión en genética (toros, inseminación artificial y hasta embriones) es depositado en el proyecto de producción de una vaquilla, antes de que llegue a la línea de ordeña de los 24 a los o 28 meses de edad.

Ahora bien, asimismo estaremos de acuerdo de que los costos de producción de un reemplazo desde el nacimiento hasta el primer parto son a veces tan altos, que la opción de comparar la reposición no es una idea descabellada. Pero como se da por descontado de que las cosas deberán hacerse bien y, por tanto, el criar sus propios reemplazos lecheros es, desde muchos puntos de vista, la mejor opción, es casi seguro que quienes crían becerras y vaquillas habrán concluido que la crianza no se reduce solamente a ampolletas (de vitaminas, vacunas o antibióticos) y a una jeringa. Sino a un programa integral de bienestar animal que englobe la sanidad, la alimentación y las buenas prácticas de manejo.

La mayor incidencia de problemas de morboletalidad en las becerras (enfermas y muertas) es mas dable en la etapa perinatal, es decir: al final de la gestación o en la vida temprana de las becerras.

La principal causa de las muertes tempranas en las becerras son las diarreas y neumonías; por añadidura debe centrarse entonces la atención, en aquellas prácticas que optimicen la buena crianza de las becerras y mismas que, necesariamente, deberán abarcar el preparto, el parto y el posparto temprano.

Manejo del Preparto

Aquí la atención estará enfocada en la vaca parturienta (próxima a parir) tanto en su nutrición cuanto en su manejo sanitario. Partiendo del hecho de que la cría adquiere mas del 60% de su crecimiento en los dos últimos meses de la gestación, es fácil comprender el porqué de la exigencia de procurarle a la vaca un adecuado plano nutricional, y, dicho sea de paso, éste deberá estar siendo evaluado mediante la condición de la vaca durante su período seco: dos meses antes del parto (tiempo éste que también es válido para las vaquillas que vienen a su primer parto). Dicha condición, en una escala de l a 5, en el período preparto deberá ser de 3.5 a 4, para evitar problemas metabólicos futuros : partos difíciles, por ejemplarizar, que a su vez ocasionarán problema en la cría recién nacida: debilidad, acidóticas, etc.

Y en lo tocante a la prevención sanitaria habrán de ser enfatizados: la higiene del corral y/o el paridero donde la vaca parirá; la opción de vacunar a la vaca próxima a tener becerra contra la E. Coli (sobre todo en hembras primerizas), para que vía calostro sea transferida cierta inmunidad protectora a la becerra recién nacida, etc.

Parto y Posparto.

Durante el trabajo de parto de la vaca o vaquilla es recomendable la vigilancia discreta para, en su caso, decidir una intervención oportuna; pues de no hacerse, si fuera preciso, ello podría poner en riesgo la vida de la vaca y/o de la becerra.

Por cuanto hace a la becerra, debe ser del conocimiento general de los encargados de la crianza de becerras, que hay por lo menos seis puntos de la mayor importancia a enfocar, a saber:

1.- Protección contra una acidosis respiratoria. A través del proceso del parto, la becerra ha sido sometida a un estrés de consideración. Tal estrés puede estar asociado con la común falta de oxígeno durante el parto, cuando las membranas fetales se rompen y la becerra no está aún capacitada para respirar espontáneamente. Esto conlleva a que la becerra nazca acidótica, situación de la que regularmente se recupera; pero que sería preferible ser tratada por un Médico Veterinario.

2.- Sin embargo cobra sentido que sea señalado, que independientemente de que el parto haya sido normal, cuando la becerra nace debe ser atendida, quitando cualquier membrana o mucosidad que esté adherida a la boca y a la nariz. Y si la becerra no da señales de vida, se pueden activar los pulmones (respiración artificial) por el procedimiento tradicional; comprimiendo y dilatando el pecho alternativamente con las manos; o puede hacerse uso de algún aparato inflador de pulmones (Resucitador animal).

3.- Estructurar el sistema inmune con la mayor prontitud. En este respecto habrá que suministrar a la becerra, cuando nazca, un aporte de calostro de calidad (50 a l40 miligramos por cada mililitro de inmunoglobulinas según en el calostrómetro) en tiempo (2 horas de nacida) y cantidad (por lo menos 2 litros) adecuados. No se olvide que la becerra nace desprovista de anticuerpos (inmunoglobulinas) y los adquiere del calostro; éstos son imprescindibles defensores contra el ataque de gérmenes patógenos de su nuevo entorno.

Proteger a la becerra de temperaturas externas. La neonata, inmediatamente después de nacer, debe hacer ajustes termorreguladores de acuerdo con las fluctuantes condiciones medioambientales.

La becerra recién nacida no está equipada para resistir temperaturas extremas y solamente con el paso de los meses proviene;

  • Un incremento del largo y espesor del pelo.
  • Un incremento del espesor de la piel.

Y un incremento de las reservas de grasa subcutánea.

Por tanto es preciso procurarle a la becerrita, desde recién nacida protección del frío y el calor extremos.

4.- Proveer una alimentación adecuada. Tras la alimentación calostral y de la leche de transición, la becerra comenzará con su dieta líquida de leche o sustituto de leche en una proporción de 8 a l0% de su peso en pie, desde la primera semana de vida, con un concentrado iniciador de alta calidad ofrecido ad libitum.

5.- Dar los tratamientos (hidratación y medicación) adecuados en el tiempo y cantidad oportunos. El enfoque de este último punto engloba a los problemas diarréicos y neumónicos antes citados, que constituyen la problemática número uno en las primeras semanas de vida de las becerras.

6.- Programas de vacunación. Si bien en cierto que poco es usual la vacunación en los 2 primeros meses de vida de una becerra, no debe descartarse el determinar en común acuerdo a su Médico Veterinario cuáles vacunas son las necesarias para una etapa primera de vida, que a veces se centran en las enfermedades respiratorias (IBR; PL3, etc.).

Recapitulando: con el apego a estos tips se puede disminuir la mortalidad; bajar incidencia de enfermedades; tener mayor posibilidad de selección y, consecuentemente ganar más dinero.

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