Suplementación Estratégica en sistemas de producción Ovina, bajo Pastoreo.

MVZ. Humberto Troncoso A.
Depto. de Nutrición Animal y Bioquímica. FMVZ. UNAM
Correo. [email protected].

La producción ovina en nuestro país, ocupa el tercer lugar en lo que respecta a la explotación de animales rumiantes de interés económico; la superan los bovinos y los caprinos, en ese orden.

La explotación de los ovinos ha sido una actividad poco productiva, como lo muestran los censos de población animal recientes. Esto ha permitido que la demanda sea cubierta por la importación de animales, ya sea en pie (particularmente animales de desecho), o en canal (tan lejos como Australia y Nueva Zelanda). La baja productividad se debe a la pobre calidad genética de los animales y, a que no se han hecho sistemas de producción pastoril específicos para estos animales. Por lo tanto, se destinan zonas de agostadero pobres, áreas de trashumancia (tanto en terrenos de cultivo ya cosechados o en las zonas silvícolas del país), y en menor proporción se usan otros terrenos, como lo son los cultivos de frutales y otros.

Nuestro país tiene una gran variedad de provincias fisiográficas (características geográficas y climatológicas muy diversas) y, dentro de cada una de éstas pueden existir una variedad amplia de ecosistemas que en ocasiones se usan para la actividad ovina. Lo anterior trae como resultado que la calidad de los forrajes que pueden consumir los animales va a ser muy variable. Quizá este sea el factor más detrimental en la producción ovina, no asegurar una alimentación que cubra los requerimientos de materia seca y mucho menos que cubra sus requerimientos nutricionales.

Por otro lado, aunque los animales tengan la oportunidad de pastorear una pradera específica, los forrajes no logran cubrir, normalmente sus necesidades.
Esto es así, por que el hombre trata de explotar a los animales a su máxima expresión fisiológica (más carne, más leche, más crías, más lana, etc.); por lo tanto no hay algún forraje que pueda cubrir esas exigencias.

Por lo anterior, la producción de ovinos en nuestro país se ve sometida al uso de suplementos que permitan cubrir las necesidades de alimentación y de nutrición. Es por esto que la suplementación debe comprenderse como el adicionar un extra a la alimentación de los animales.

¿Cuándo suplementar?

Debe comprenderse que cualquier tipo de suplementación incrementa los costos de producción, por lo que deberá hacerse Muchos un análisis de cuándo suplementar.
Existen varias razones para suplementar a los animales; he aquí algunas de ellas:

No existe suficiente forraje para alimentar a los animales. Este quizá sea el factor más frecuente e importante. Lo que se busca aquí es que los animales cubran, cuando menos sus necesidades de materia seca a consumir; y no así sus necesidades de nutrientes.

Para este caso se utilizan los esquilmos agrícolas, que en nuestro país suelen ser abundantes, dependiendo de la región en donde se hallen los animales; baste mencionar la abundancia de rastrojos de maíz y, de otros cereales y de leguminosas en menor importancia (puede consultar la Bromatología Animal de Jorge A. Flores Menéndez. Ed. Limusa Noriega, 1990, México).

Adicional a lo anterior, si se pretende cubrir con el máximo de sus exigencias nutricionales, la suplementación deberá formularse adecuadamente. Existe en la literatura un gran volúmen de fórmulas y técnicas de suplementación, para diversas actividades de los animales, entre las que se pueden destacar:

a) La época previa al empadre de los vientres, donde una suplementación (flushing) puede permitir una mayor actividad ovárica o el reinicio temprano de ésta.

El destete precoz de las crías, puede involucrar varios aspectos a considerar, como son: el destete precoz para llevar a una engorda intensiva a los corderos; cuando ha habido un parto gemelar o de más productos; puede ser que el destete se necesite para que las madres no pierdan peso corporal significativamente y con esto se permita que se manifieste la actividad ovárica en forma adelantada, aunque esto en los ovinos parece ser bien estacional. A la alimentación predestete se le conoce en inglés como ̈creep feeding ̈.

Una alternativa poco usada es el suplementar a los animales en épocas de escasez y, aquí se retomaría lo mencionado anteriormente, el uso de los esquilmos agrícolas que pueden complementarse con otros elementos para mejorar el valor nutricional del alimento.

Como elementos que se pueden adicionar a los esquilmos están: los derivados de la caña de azúcar (como edulcorantes y saborizantes), la urea como fuente de nitrógeno no proteínico, que las bacterias del rumen utilizan eficientemente; adicionar más materia orgánica al suplemento, con el uso de excretas de aves (principalmente), aunque últimamente se está utilizando, con buenos resultados, las excretas de cerdo: estas excretas pueden ser utilizadas directamente en el suplemento a elaborar o bien, adicionarse a los forrajes que se vayan a ensilar.

En este mismo orden de ideas, se ha usado, desde hace mucho tiempo, el follaje de árboles y arbustos, en particular los de origen leguminoso, para complementar la parte proteínica del suplemento. Existen otros tipos de alimentos que, por su valor nutricional efectivo, resultan ser más caros y, sólo en casos especiales deben ser utilizados, como sería el caso de mejorar la alimentación de las borregas lactantes, máxime si se van a ordeñar para una mayor producción; sin embargo, parece ser que este factor está ligado a la calidad genética de los animales.

Si se tienen praderas establecidas, son de preferencia las constituidas por gramíneas, ya que resisten más el pastoreo (el pisoteo). El manejo de estas praderas está en relación a la región donde se localicen, esto es si están en zonas tropicales, zonas templadas y, en zonas áridas. Lo ideal sería desarrollar un sistema de manejo de la pradera o pastizal, como el que está de moda ahora: el pastoreo holístico, que no es más que utilizar racionalmente el recurso forrajero. En términos generales son más nutritivas las praderas o pastizales de zonas templadas y áridas, que las de zonas tropicales (por razones fenológicas), por lo que, en éstas últimas se puede ver afectado el consumo voluntario.

Un sistema que han implementado los británicos, en el pastoreo de ovinos, es que entren primero los corderos a una pradera nueva o recuperada, ya que sus necesidades son mayores y se permita un crecimiento más acelerado, o también se puede tener, adicional, un potrero para uso exclusivo de los corderos.

Otro punto de importancia, para el uso de los suplementos, es en aquellos animales que sufrieron un retraso en su crecimiento y, dependiendo de la gravedad de este retraso, será la capacidad que tengan los animales para mostrar un crecimiento compensatorio

La suplementación, como una estrategia de producción, en los ovinos, no es una práctica común, por los resultados poco favorables que se tienen. Debe recordarse que no todas las razas ovinas responden de la misma manera a la suplementación alimentaria y nutricional. Se sabe que las razas ovinas europeas son más eficientes que las razas africanas, que es lo más tradicional que se tiene en el trópico mexicano; por lo que el uso de razas puras europeas y los híbridos entre razas europeas y razas africanas (Suffolk X Pelibuey, por ejemplo), muestran mejores resultados a la suplementación, que el uso puro de las razas africanas.

Por otro lado, se ha dicho que la suplementación es una práctica costosa y que deberá analizarse bien, cuál va a ser su uso y qué resultados se buscan. La experiencia ha mostrado que la suplementación de un alimento rico en nutrientes es mucho más efectiva que uno no tan rico en nutrientes; además, el suplementar un alimento rico, permite reducir el uso de éstos a volúmenes pequeños y, por otro lado esto es más eficiente en su uso por parte del animal. Todo esto puede llevar a que la suplementación sea más rentable.

El uso de los minerales, en la alimentación, es fundamental para el pie de cría (hembras básicamente); una de las funciones más notables de los minerales es sobre la fertilidad de las hembras. Esta es una manifestación muy evidente, sobre todo en animales que se hallan en condiciones de pastoreo. Debe de recordarse que los pastos son carentes de minerales y no pueden cubrir la demanda total de los animales. Del adecuado rendimiento de las crías, dependerá el futuro crecimiento de estos animales. En ganado productor de carne, el peso al destete está fuertemente correlacionado con el peso al sacrificio.

En el último tercio de la gestación de los mamíferos, el aporte de los minerales en la dieta resulta ser importante, ya que esto apoyará el normal crecimiento del feto o de los fetos, y posteriormente durante la lactación de las madres.

Las necesidades de elementos minerales de los rumiantes, y de los animales en general, puede variar de acuerdo a la talla o peso de los animales, a la edad, y al estado fisiológico en curso.

Muchos ganaderos ignoran la importancia del suministro de los minerales en la alimentación de sus animales; algunos no creen en ellos, otros los consideran muy caros, y otros desconfían de la calidad de las sales minerales comerciales.

Algunos ganaderos ofrecen ocasionalmente los minerales; esto provoca que los animales muestren un consumo desmesurado de las sales minerales, y esto les parece muy caro. Sin embargo el ganadero debe recordar que en la mesa de su casa hay un salero, y que cuando siente que a la comida le falta sal, busca de inmediato el salero. En otras ocasiones que se sienta a comer y la comida tiene suficiente sal, ni se acuerda del salero. Así también sucede con los animales; si en el potrero o en el corral pone un saladero con sal mineral, los animales consumirán constantemente la necesaria. Ningún animal, incluyendo al hombre, consume sal por gula.

Una sal mineralizada para consumo para rumiantes en general, debe tener ciertas cualidades; a saber, que contenga los principales elementos minerales que necesitan estos animales, en particular los más deficitarios en los forrajes, como fósforo, calcio y magnesio, dentro de los macrominerales; y selenio, manganeso, iodo, hierro y cobre dentro de los microminerales. De acuerdo con los expertos en el área, una sal mineralizada para rumiantes debe de cubrir, cuando menos, con el 50% de los requerimientos de los microminerales o minerales traza. Los compuestos minerales a usar en una sal mineralizada deben ser de una elevada biodisponibilidad; es decir, que biológicamente puedan ser digeridos y absorbidos a través del intestino delgado principalmente. Otro aspecto importante, es que la mezcla de minerales debe tener una adecuada cantidad de sal común (cloruro de sodio), ya que los diferentes compuestos minerales que la constituyen no son de sabor agradable; en este caso, la sal común es el atractivo para los animales.

Bibliografía disponible en BME

Artículo publicado en Entorno Ganadero Diciembre-Enero 2012

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