¿Cuál es la Mejor Edad Productiva en la Cerda? Efecto del peso y la grasa dorsal al parto.

Yasmin González Mendoza,
Mestría en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal. FMVZ. UNAM

Daniel Mota-Rojas,
Departamento de Producción Agrícola y Animal, Fisiología del Estrés y Bienestar de los Animales de Granja. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco (UAM). México, D.F.

Roberto Martinez-Rodriguez,
Programa de Doctorado en Ciencias Biológicas y de la Salud. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. México, D.F.

María Elena Trujillo,
Departamento de Cerdos. FMVZ, UNAM.

Mónica Sánchez-Hernández
Asesora Privada de Empresas Porcinas

Uno de los problemas que se presenta en las granjas porcinas, es determinar con la mayor exactitud posible la eficiencia reproductiva y productiva de las hembras, la cual se ve afectada por una gran gama de factores externos[10, 20]. Por otro lado, desde el punto de vista de la cerda, existen factores genéticos, de comportamiento y sobre todo surge la pregunta de ¿cuál es la mejor edad productiva en la cerda? En este sentido es importante determinar en las empresas porcícolas ¿cuál es la eficiencia productiva de la cerda por número de parto? o ¿cuál es el peso y grasa dorsal que puede perder una cerda durante la lactancia? Se toma como base la premisa que cuando una cerda incrementa el número de parto, la productividad se incrementa. Esto pudiera ser debido a que la cerda alcanza su madurez física y su mayor producción alrededor del cuarto y quinto parto después de los cuales su productividad empieza a descender. El estudiar la eficiencia reproductiva de la cerda por número de parto, nos permite tomar decisiones más acertadas sobre el sistema de desechos y reemplazos dentro de la piara reproductora[15]. Por lo anterior, el presente estudio pretende evaluar el efecto del peso y la grasa dorsal al parto sobre la eficiencia reproductiva en cerdas con diferente número de parto.

FASE EXPERIMENTAL

El estudio se realizó en el Centro de Enseñanza, Investigación y Extensión en Producción Porcina, ubicado en el Estado de México, el cual se encuentra en los 99º 31′ 45″ de longitud oeste del Meridiano de Greenwich, su latitud norte es de 19º 57′ 13″, y a una altura de 2,250 metros sobre el nivel del mar. El clima de la región es templado en verano y extremoso en invierno, la temperatura media es de 18º C y varía entre los 12º C y los 24º C, el promedio de precipitación pluvial es de 608 mm.

Se utilizaron los registros de 1241 partos del programa Pig CHAMP©durante el periodo 2006-2010, el estudio involucró el análisis de los indicadores reproductivos:

Peso y medición de grasa dorsal de la cerda antes del parto y al destete, intervalo destete estro, el número de lechones totales y lechones nacidos vivos, el peso de la camada al nacimiento y al destete.

El pesaje de las cerdas se realizó, el día que ingresaron a la maternidad, al mismo momento se tomó la medición de grasa dorsal en el punto P2, el cual está situado a 5 cm de la línea media sobre la 10° costilla[13,17]. Utilizando un aparato ultrasónico (Medata Systems Limited U2, Riverside Ind. Est Little Hampton. BN175DF, England).

Intervalo destete-estro, es considerado el tiempo transcurrido medido por días desde que la cerda es destetada hasta que manifiesta el reflejo de cabalgue (estro).

Animales

Se utilizaron 450 hembras reproductoras F1 (Yorkshire x Landrace) y F1 (Duroc x Pietrain/Hampshire). El manejo que tuvieron las cerdas involucradas en este estudio es el siguiente: Todas las hembras recibieron un alimento para reproductoras a base de sorgo, pasta de soya, salvado de trigo, grasa de pollo, minerales y vitaminas, los aportes nutricionales se describen en la Tabla I.

Área de Lactancia Las cerdas que cumplieron 112 días de gestación, se les aplicó una dosis de 1-2 ml de prostaglandina sintética para inducir el inicio del parto con fines de sincronización. Estas fueron alojadas en la sala de maternidad. Fueron alimentadas diariamente con 3 kg de dieta de lactancia (DTL) (Tabla I). Desde un día antes de la fecha programada del parto, se revisó la glándula mamaria buscando la presencia de calostro en tetas. El día en el que el calostro fluía abundantemente, se dejó de alimentar a la cerda y se retiró cualquier cantidad existente en el comedero. Después del alumbramiento, se ofreció un máximo de 0,5 kg de DTL. Durante la primera semana de lactancia se dieron cantidades ascendentes de DTL comenzando por el día posterior al parto, así el día 2, 3, 4, 5, 6 y 7 consumieron diariamente 1, 2, 3, 4, 5 y 6 kilos, respectivamente, divididos en 4 horarios. A partir de la segunda semana de lactancia, las cerdas comieron DTL a libre acceso.

Área de cerdas destetadas. Una vez terminado su periodo de lactancia, las cerdas fueron enviadas a corrales. Todos los días, se introdujo un macho en el corral de las cerdas, 4-8 animales, para realizar diariamente y dos veces al día, la rutina de estimulación de cerdas-detección de estro, el horario para esta rutina fue en la mañana de 07:00 a 08:00 h y en la tarde de 18:00 a 19:00 h. Una vez que una cerda destetada entra en estro, se calculó el intervalo destete-estro, el cual se obtuvo contando los días que estuvo vacía sin manifestar el estro posdestete.Cada hembra recibió una ración diaria de 4 kg de DTL mientras presentó el reflejo de cabalgue (RC)[24].

Área de Servicios. Todas las cerdas fueron servidas artificialmente por medio de la técnica de inseminación cervical con catéteres de punta de esponja (foam tip), Cada dosis de semen tuvo una concentración de 3,000 x 106 de espermatozoides en 100 ml totales y fueron aplicadas a cada cerda hasta que terminó su reflejo de cabalgue y considerando un intervalo entre dosis de 12 h.Las cerdas fueron alimentadas diariamente con dos ofrecimientos, desde que una cerda manifestó el RC, hasta el día 16 de gestación, recibieron 2 kg diarios de Dieta de Gestación (DG) (véase Tabla I). Del día 17 – 55 de gestación recibieron diariamente 2.0 – 4.0 kg de DG, según su condición física, del día 55 – 99 de gestación, recibieron diariamente 2 kg de DG. Del día 100 hasta que se envió a la sala de maternidad, recibieron diariamente 3 kg de DG.

TABLA I

Aporte nutricional del alimento para cerdas

Elemento

Gestación aporte por kg

Lactancia aporte por kg

Energía metabolizable (Kcal/kg)

3,400

3,260,02

Proteína cruda %

13,00

17,50

Lisina %

,56

,97

Calcio %

,75

,75

Fósforo %

,60

,61

Fibra cruda %

4,0

5,0

Análisis estadístico

De la base de datos obtenida 1,241 partos, se realizo un muestreo estratificado, que consiste en una división previa de la población del estudio en grupos o clases que se suponen homogéneos respecto a las características que se quieren estudiar. A cada uno de estos estratos se les asignó una cuota que determinó el número de miembros del mismo que compondrán la muestra[5].En este estudio los estratos los componen el número de parto que serán 9 y la cuota fue de 50 obtenida aleatoriamente. El grupo 9º lo comprenden cerdas que son de 9º, 10º y 11º parto.

Para analizar si existen diferencias significativas en los grupos divididos por número de parto se realizó un análisis de varianza mediante el procedimiento One Way (ANOVA). La prueba de comparación múltiple de medias se realizó mediante el procedimiento de Tukey. Para todas las pruebas el nivel de probabilidad fue de P < 0,05. El análisis se realizó mediante el programa SPSS © 19.0 paquete estadístico (SPSS Inc., Chicago, EE.UU.).

RESULTADOS

Indicadores reproductivos dependiendo del número de parto

En la Tabla II se muestran el número de LT, LNV y NLD. El análisis estadístico muestra diferencias significativas (P < 0,0041) entre el número de lechones totales y el número de parto siendo el octavo parto el cual muestra un menor número de LT con 10,34 ± 0,54 en comparación de los demás partos. En el número de LNV se observan diferencias altamente significativas (P < 0,0001) siendo las cerdas de cuarto parto las que presentan un mayor número de lechones nacidos vivos 11,06 ± 0,45 y significativamente diferente del octavo parto con 8,62 ± 0,52 LNV. En relación al NLD sólo se encontraron significativamente diferentes (P < 0,0072) en las cerdas de primer parto con 6,44 ± 0,47 lechones destetados versus 8,46 ± 0,35 las cerdas de segundo parto (véase Tabla II).

TABLA II.

Indicadores reproductivos: lechones totales (LT), lechones nacidos vivos (LNV) y lechones destetados (LD) en cerdas de acuerdo al número de parto (media±error estándar).

Número de parto

Lechones Totales (LT) Media ± EE

Lechones Vivos (LNV) Media ± EE

Lechones destetados (LD) Media ± EE

1

11,44 ± 0,53ab

10,22 ± 0,51abc

6,44 ± 0,47b

2

11,28 ± 0,46ab

10,06 ± 0,43abc

8,46 ± 0,35a

3

11,98 ± 0,36ab

10,84 ± 0,39ab

8,14 ± 0,31ab

4

12,56 ± 0,50a

11,06 ± 0,45a

7,90 ± 0,41ab

5

12,60 ±0,49a

10,78 ± 0,45ab

7,36 ± 0,44ab

6

10,98 ± 0,48ab

9,46 ± 0,46abc

7,45 ± 0,39ab

7

10,60 ± 0,51ab

8,85 ± 0,44bc

6,72 ± 0,41ab

8

10,34 ± 0,54b

8,62 ± 0,52c

6,95 ± 0,42ab

9-11

10,80 ± 0,45ab

9,06 ± 2,96abc

7,06 ± 0,43ab

a, b, Columna LTcon diferentes literales son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,0041).

a, b, c, Columna LNV con diferentes literales son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,0001) .

a, b, Columna NLD con diferentes literales no son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,0072).

*La comparación de medias se realizó entre los nueve grupos n= 50 mediante la prueba de Tukey.

Efecto de la duración de la lactancia, pérdida de peso y pérdida de grasa dorsal sobre el intervalo destete-estro.

En la duración de la lactancia no se encontraron diferencias estadísticamente significativas

(P ˂ 0,1070) en relación del número de parto. Igualmente no se encontraron estadísticamente diferencias significativas (P ˂ 0,2124) entre la pérdida de peso por número de parto. Respecto a la pérdida de grasa dorsal, se encontraron diferencias notablemente significativas estadísticamente (P ˂ 0,0410) el desgate de la grasa dorsal en las cerdas de quinto fue 0,38 ± 0,77 mm vs las de noveno a onceavo parto las cuales tuvieron un mayor desgate de la grasa dorsal con 4,00 ± ,80 mm. En el intervalo destete- estro se encontraron diferencias estadísticamente significativas (P ˂ 0,0173), sólo entre las primíparas 9,59 ± 1,67 días y las de quinto parto de 4,53 ± 0,47 días (Tabla III).

TABLA III.

Efecto de las variables duración de la lactancia (DL), pérdida de peso (PEP) y pérdida de grasa dorsal (PGD), sobre el intervalo destete-estro (IDE), dependiendo del número de parto en cerdas (media±error estándar).

Número de parto

Pérdida de peso (PEP) kg Media ± EE

Pérdida de Grasa Dorsal (PGD) mm Media ± EE

Días de Lactancia (DL) días Media ± EE

Intervalo Destete-Estro (IDE) días Media ± EE

1

26,64 ± 2,43a

3,42 ± 0,76 ab

18,18 ± 0,88a

9,59 ± 1,67a

2

21,77 ± 2,93a

2,61 ± 0,97 ab

21,00 ± 0,64a

8,12 ± 1,25ab

3

19,32 ±2,85a

1,83 ± 0,63 ab

21,02 ± 0,62a

6,60 ± 0,87ab

4

18,51 ±2,53a

2,56 ± 0,58 ab

21,12 ± 0,63a

6,46 ± 0,87ab

5

15,38 ±2,08a

0,38 ± 0,77 b

20,66 ± 0,69a

4,53 ± 0,47b

6

18,17 ±2,81a

4,12 ± 0,59 ab

19,79 ± 0,89a

7,60 ± 1,52ab

7

18,27 ±2,63a

2,95 ± 0,88 ab

19,58 ± 0,78a

4,82 ± 0,60ab

8

19,80 ±3,51a

3,63 ± 0,89 ab

19,27 ± 0,78a

5,13 ± 0,66ab

9 -11

16,39 ±2,81a

4,00 ± 0,80 a

20,32 ± 0,90a

6,57 ± 1,21ab

a Columna PEPno son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,2124).
a, b, Columna PGDcon diferentes literales son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,0410).
a, Columna DL no son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,1070).
a, b, Columna IDE con diferentes literales son estadísticamente diferentes (P ˂ 0,0173).
*La comparación de medias se realizó entre los nueve grupos n=50 mediante la prueba de Tukey.

Efecto del peso y grasa dorsal al parto, sobre peso de la camada al nacimiento y el peso de la camada al destete dependiendo del número de parto.

FIG. 1A. Peso al parto en kg (media) en relación al número de parto en cerdas/Birthweight in kg (mean) in relation to parity number in sows.

En razón al peso de la cerda al parto se encontraron altas diferencias estadísticamente significativas (P ˂ 0,0001) entre las cerdas de primero, segundo, tercero y cuarto parto, presentándose las cerdas de sexto, séptimo, octavo y las de noveno a onceavo más pesadas pero sin diferencias significativas entre ellas (Fig. 1A). Respecto a la grasa dorsal al parto igualmente se encontraron altas diferencias estadísticamente significativas (P ˂ 0,0041) entre las cerdas de segundo, tercero, cuarto parto y las cerdas de sexto séptimo, octavo y noveno a onceavo parto, siendo éstas últimas las de mayor espesor de grasa dorsal como se observa en la Fig. 1B.

Sin embargo, son las cerdas de noveno a onceavo parto las que obtuvieron un menor peso de la camada al nacimiento 12,80 ± 0,53 kg vs las cerdas de tercer parto que obtuvieron menor peso al parto y un mayor peso de la camada al nacimiento 17,72 ± 0,61 kg, éstas altas diferencias se observan estadísticamente significativas (P ˂0,0001) (Fig. 1B).

a, b, Literales diferentes muestran diferencias significativas (P ˂ 0,0025) en PCD. La comparación de medias se realizó entre los nueve grupos n= 50 mediante la prueba de Tukey.

FIG.1B. Efecto de la grasa dorsal (mm) al parto en la cerda sobre el peso de la camada al nacimiento (kg), (media y error estándar) en relación al número de parto en cerdas/ Effect of backfat (mm) at birth in sows on the weight of the litter at birth (kg), (mean ± standard error) in relation to the parity number in sows. Peso de la camada al destete kg (media y error estándar) en relación al número de parto en cerdas// Effect of backfat (mm) at birth in sows on the weight of the litter at birth (kg), (mean ± standard error) in relation to the parity number in sows.

a,b literales diferentes en barras muestran diferencias significativas (P ˂ 0,0001) en GDP. a,b literales diferentes en línea muestran diferencias significativas ( P ˂ 0,0001) en PCN. La comparación de medias se realizó entre los nueve grupos n= 50 mediante la prueba de Tukey.

En lo que respecta al peso de la camada al destete se muestran diferencias estadísticamente significativas (P ˂ 0,0025) y son las primíparas las que alcanzaron un menor peso de la camada con un 39,38 ± 3,17 en comparación de las cerdas de segundo, tercero y cuarto parto con 56.58 ± 2.53, 54.56 ± 2.32, 53,68 ± 2,76, respectivamente (Fig. 1C).

DISCUSIÓN

En este estudio no se encontraron diferencias entre primíparas y multíparas en relación al LT y LNV, lo cual contrasta con otros autores[10, 15,13, 19] que señalan que el número de parto de la hembra ejerce un efecto significativo sobre LT y LNV, los cuales aumentan conforme incrementa el número de parto. Esto se debe que a medida
que la cerda va madurando, utiliza menos nutrientes en su crecimiento y los utiliza más en la reproducción y lactancia. Sin embargo algunos autores[10], reportan un decremento en tamaño de la camada y el número de lechones nacidos vivos a partir del quinto y sexto parto y lo atribuyen a que el anabolismo disminuyó en estos animales, lo cual contrasta con nuestros resultados ya que sólo encontramos diferencias entre las cerdas de cuarto y quinto parto que obtuvieron un número mayor de lechones nacidos vivos 11.06 y 10.78 lechones respectivamente, en contra de las cerdas de octavo parto que obtuvieron 8.62 lechones nacidos vivos.

FIG. 1C. Peso de la camada al destete en kg (media y error estándar) en relación al número de parto en cerdas/Weight of litter in kg (mean ± standard error) in relation to parity number in sows.

Además que el tamaño de la camada no sólo está en función de la edad de la cerda sino también del peso y condición corporal de la cerda al parto[6, 21]. Igualmente encontramos que las cerdas de segundo parto no manifiestan “el síndrome del segundo parto” en el cual el número de nacidos vivos es inferior al de las cerdas primíparas[26] ya que no encontramos diferencias entre éstas. Lo cual se atribuye al manejo escrupuloso en la alimentación de las cerdas en esta explotación. Sin embargo no coincide con lo expresado por otros autores[25] los cuales afirman que una alimentación constante durante la gestación no influye en el número de lechones totales ni de los lechones nacidos vivos. No se encontraron diferencias en el peso de la camada al nacimiento entre primíparas y multíparas, esto puede ser explicado a que el peso de la camada al nacimiento es afectado por el número de lechones nacidos vivos. Sin embargo encontramos diferencias entre las cerdas de tercer parto y las de noveno a onceavo parto con un peso de 17,72 y 12,80 kg, respectivamente.

En relación al peso al parto las primíparas tuvieron menor peso al parto 203,68 kg, no obstante el peso de la camada al nacimiento no se mostró diferente al de las multíparas. Paralelamente las cerdas de sexto, séptimo y octavo parto mostraron mayor peso al parto que las primíparas, pero el peso de la camada al destete no es diferente. Por lo que se deduce que el peso al parto no afecta directamente el peso de la camada al nacimiento, ni el peso de la camada al destete. Así mismo se observó que las cerdas a partir del quinto parto no mostraron diferencias en relación al peso al parto en los partos subsecuentes por lo que deducimos que desde este parto la cerda cesa su crecimiento, lo cual concuerda con otros autores[10].

Con relación a la grasa dorsal al parto las primíparas tuvieron el mismo espesor de grasa dorsal que las multíparas. Pero un peso de la camada al destete menor 39.38 kg, lo cual contrasta con estudios de otros autores[23] que mencionan que las cerdas con un espesor de grasa dorsal de 20 mm al parto tenían mayores tasa de crecimiento en los lechones. Sin embargo esto puede estar explicado por otro autor que menciona que un aumento de 17,9 – 24,3 mm de grasa dorsal al parto disminuye el consumo del alimento durante la lactancia de 1.6 kg/d. No obstante las cerdas son capaces de compensar el bajo consumo de alimento mediante el aumento en la movilización de reservas corporales[16]. Y sugiere que estos animales aportan menos nutrientes a la leche afectando el crecimiento de los lechones.La movilización de toda la energía o gran parte de ella durante la lactancia depende fundamentalmente de las reservas acumuladas durante la gestación[8,12, 19].

En este estudio no se encontraron diferencias entre la duración de la lactancia entre partos y la pérdida de peso. La pérdida de peso vivo está compuesta de tejido adiposo y proteico. Un estudio señala que una pérdida de 10 a 15% de masa corporal reduce la producción láctea[4]. Durante la etapa de la lactancia se induce la secreción de las hormonas implicadas en la lactogénesis (prolactina, hormona del crecimiento, cortisol) y de la eyección de la leche (oxitocina), las adaptaciones metabólicas se muestran a favor preferencial de los nutrientes hacia las glándulas mamarias, la movilización de los lípidos de la cerda es probable que sea estimulado por GH que inhibe la lipogénesis y el cortisol que estimula la lipólisis[14].

En lo que respecta la pérdida de grasa dorsal se mostró notablemente diferente entre las cerdas de quinto parto y octavo parto con 0,38 mm y 4,00 mm, respectivamente, notándose que el intervalo destete-estro en este parto fue menos prolongado.Investigaciones realizadas indican que el número de parto también tiene un efecto entre el intervalo destete estro ya que la cerdas primíparas tienen un intervalo más largo 6.7 días en comparación a las cerdas de tercer y cuarto parto con 5.6 días[19]. Lo cual contrasta notablemente con los datos que aquí reportamos con 9.59 y 4.53 para primíparas y cerdas de quinto parto, sin embargo concuerda con otros estudios que reportan una diferencia mayor 9.5 días en cerdas primíparas y 6.2 días para las cerdas de quinto parto[18]. El incremento del intervalo destete estro ocasiona una disminución en la duración del estro y una disminución en el tiempo de ovulación, cuya consecuencia es la disminución en la tasa de partos[22].

Actualmente las líneas modernas de cerdas tienen suficiente desarrollo corporal para concebir y producir una primera camada normal en su primer parto, pero si las reservas grasas no son las adecuadas difícilmente logran mantener un nivel productivo óptimo en los siguientes partos. Esto puede ocasionar una extensión de los intervalos destete-estro al inicio del segundo ciclo productivo de 5.55 días en primíparas en contraste con las multíparas 4.22 días[7] y una reducción del tamaño de camada en el segundo parto[10, 25], estos caracteres reproductivos están afectados por la nutrición de la cerda a través de su estado fisiológico, composición corporal y en muchas ocasiones a través de su sistema[14, 24]. Otros investigadores reportan que una restricción de alimento y en la ingesta de proteínas durante la lactanciareduce la secreción pulsátil de LH en las cerdas después del destete, debido a que existe una inhibición del eje hipotálamo-hipófisis provocado por una disminución de los pulsos generadores de GnRH por parte del hipotálamo,inhibiendo directamente la función ovárica, el crecimiento del folículo y su desarrollo, así como la calidad de los folículos y ovocitos[4,3].

La eliminación prevista de las cerdas en las explotaciones obedece a una baja producción y a la edad de la cerda, haciéndose visible conforme rebasa el octavo parto. Una investigación menciona que las cerdas de primer parto y el octavo tienen un mayor riesgo de ser eliminadas en las granjas obedeciendo las de primer parto a razones de problemas reproductivos, mastitis, agalactia, artritis y claudicaciones crónicas. Y las de octavo parto a artritis, claudicaciones, mortalidad y disminuye la tasa de lechones nacidos[6].Lo cual lo observamos también en este estudio ya que son las cerdas de octavo parto las que encontramos un número menor de lechones totales y lechones nacidos vivos en relación de las cerdas de cuarto parto (Tabla II). Así mismo otro autor[10]enuncia que límite máximo de número de parto es el sexto, ya que el rendimiento de las cerdas declina en forma importante, este hecho biológico es lo que justifica que en la mayoría de los casos se recomiende evitar la presencia de cerdas de más de seis partos en las explotaciones porcinas. Lo cual contrasta con nuestros resultados haciendo esto más visible para el octavo parto.

CONCLUSIONES

Con nuestros resultados encontramos que en una lactación de 18 a 22 días las cerdas de nuestro estudio perdieron la misma cantidad de peso. Además que no se aprecia una relación del peso al parto y el peso de la camada al nacimiento y al destete se precisan de estudios más específicos en relación a la pérdida de peso al parto y a la lactancia. Se observó que las cerdas de segundo parto no manifestaron “el síndrome de segundo parto”, se requiere de estudios más específicos en relación a la alimentación de las cerdas durante la gestación y la lactancia.

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