Análisis del Costo y las Ganancias Del Empleo de un Complejo Enzimático en Dietas con Diferentes Aportes de Energía y Fósforo para Cerdas Reproductora

En este artículo

Alfredo Urbina León.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural
UNAM.FMVZ

Francisco Alejandro Alonso Pesado.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural.
UNAM.FMVZ
Correo: [email protected]

Marco Antonio Herradora Lozano.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural.
UNAM.FMVZ

Germán Gómez Tenorio.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural.
UNAM.FMVZ

Elizabeth Rodríguez de Jesús.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural.
UNAM.FMVZ

Introducción

El subsector pecuario presenta características muy particulares, ya que se puede considerar a los animales como sistemas biológicos, que en un medio ambiente adecuado tienen la capacidad de transformar materias primas (agua, forrajes, granos, ensilados, etc.) en productos como leche, huevo, carne, pieles, entre otros satisfactores que el propio subsector genera (Alonso et al. 2007; Dhuyvetter et al. 2011). Alimentos necesarios para el buen desarrollo físico y mental de la población, y como ganancias económicas para los inversionistas de este subsector.

El sector primario o agropecuario aporta aproximadamente el 4% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional; el subsector pecuario contribuye con el 32% al interior del sector agropecuario. La actividad de producción porcina en el subsector pecuario ocupa el tercer lugar en importancia en volúmenes de producción y consumo, por debajo de las actividades avícolas y de ganado bovino (INEGI, 2008).  En razón a la importancia que la producción porcina tiene en la economía nacional y en la población, resulta importante el estudio de las variables externas e internas de las empresas que se dedican a esta actividad. En general un número importante de empresas porcícolas se comportan en el mercado como unidades de precio aceptante, es decir, ellas no fijan el precio sino “toman” aquel precio que está “corriendo” en el mercado. Ante este escenario los empresarios porcícolas (sobre todos los pequeños y medianos) deciden cómo producir y cuánto van a producir, estas decisiones están directamente relacionadas con sus costos de producción, de éstos, el alimento es el insumo con mayor participación en los costos totales.

El costo de alimentación para producir un kg de carne de cerdo está determinado por variables técnicas y económicas, siendo algunas variables, el precio de los alimentos utilizados, la tecnología para elaborarlos, el índice de conversión, la morbilidad y mortalidad, estos factores sumados al manejo de los animales y de las empresas en general, influyen directamente en la eficacia y eficiencia de las empresas para convertir el alimento y los otros insumos en kg de carne de cerdo (Alonso et al. 2007; Dhuyvetter et al. 2011; INEGI 2011).

Una de las medidas que se han adoptado para eficientar el aprovechamiento del alimento, es el uso de enzimas que mejoran la digestión de los nutrientes presentes en las raciones, generando una disminución en la inclusión de los ingredientes, menor impacto ambiental y por consiguiente disminución en los costos de producción (Omobenugun et al. 2004).

Situación de los ingredientes energéticos.

En México los principales ingredientes considerados como fuente de energía en la alimentación porcina son el maíz amarillo y el sorgo. A pesar de la enorme importancia que los granos con alto contenido energético, significan para la alimentación animal, la producción nacional es insuficiente, ya que las importaciones de maíz oscilan en un rango entre 5 y 7 millones de toneladas por año, la mayor parte de estas importaciones son de maíz amarillo (SAGARPA 2009; SNIIM 2012). En el caso del sorgo se repite la misma situación, ya que se ha registrado un volumen de importaciones en un rango de entre 2.5 y 3 millones de toneladas promedio anual, para el período compren- dido del 2005 al 2009 (SAGARPA 2009; SNIIM 2012), cabe mencionar que la mayor parte de las importaciones que lleva a cabo el país provienen de Estado Unidos (EEUU). De acuerdo a informes oficiales de SAGARPA, el precio de maíz destinado al subsector pecuario ha registrado un importante incremento, aproximadamente del 158% en el período comprendido de 2003 a 2012.

Uso de los ingredientes energéticos en la alimentación porcina

Los cerdos presentan alta variabilidad en el aprovechamiento de los ingredientes energéticos, la cual está directamente relacionada con las características nutrimentales de las dietas y la capacidad de los animales para digerirlos. Entre las medidas que se buscan para obtener la mayor cantidad de energía posible de los alimentos y aumentar la capacidad de la especie para digerirlos, están: la selección de líneas genéticas que son más eficientes para aprovechar los nutrientes presentes en la dieta; el uso de ingredientes con alto contenido energético (maíz, sorgo) y mayor digestibilidad (como es el caso de las grasas y aceites); el manejo tecnológico de las partículas de alimento, como el peletizado que pueden incrementar la digestibilidad de la energía; así como la modificación del tamaño de partículas del alimento (Church et al. 2010; Guilbert et al. 2007; Bunter et al. 2010; Noblet et al. 2004;Noblet et al. 1994). Otras medidas, son la incorporación de enzimas exógenas, que aumentan la digestibilidad de los ingredientes vegetales, mediante la descomposición de sus componentes estructurales, ayudando a la escasa habilidad que los cerdos tienen para digerirlos (Partridge et al. 2001; Johnston et al. 2004).

Situación del fósforo.

El fósforo (P) en un componente indispensable en la dieta de todos los mamíferos incluyendo al cerdo, debido a que forma parte de su sistema esquelético, es parte esencial de las moléculas de fosfolípidos, ácidos nucleicos, fosfoproteínas, coenzimas y ligaduras de gran contenido energético. A pesar de ser un componente tan importante para la vida y buen desarrollo de los cerdos, el P es una fuente de contaminación, la cual se genera principalmente por el proceso conocido como eutroficación (Shimada, 2009). En varios países del mundo la legislación en materia de limitar el alto impacto ambiental, ha sido modificada.

Estas modificaciones generalmente aumentan costos de producción y han forzado a la actividad a reducir su producción de desperdicios animales, es así que se ha recurrido a diferentes estrategias de alimentación y así reducir la contaminación ambiental que se genera por la producción de carne de cerdo. Una de estas estrategias es el uso de fitasas de origen bacteriano que pueden hidrolizar los fosfatos de inositol indigestibles que se encuentran en muchos ingredientes de origen vegetal y liberar por tanto el fósforo digestible, complementando la insuficiente actividad fitásica endógena del cerdo y reduciendo la excreción de fósforo sin digerir (Leo y Reinder, 2007).  Fitasas

El fósforo forma parte de los complejos estructurales de las plantas y es pobremente aprovechado por los cerdos. Una parte del almidón y proteína potencialmente útiles, puede escapar a la digestión en el intestino delgado, esta digestión inadecuada es causada por una producción insuficiente de enzimas (Williams et al. 1994; Low et al. 1990; Latimier et al. 1994). En muchos países se ha comprobado que el uso de un complejo enzimático en las dietas de cerdos y aves, pueden generar una disminución en los costos de alimentación, como resultado a su efecto positivo en la digestión de los ingredientes vegetales de la ración y a la liberación de fósforo fítico, por la presencia de fitasas (Jongbloed et al. 1992).  Justificación

Debido a la importancia que la alimentación tiene en los costos en la producción porcina y a la tendencia hacia el aumento de precios de granos como el maíz, el sorgo y las oleaginosas como la soya (aunque en los años 2013 al 2015 los precios de estos ingredientes han mostrado un comportamiento hacia la baja), así como el incremento en el precio del fósforo, aunado a la fuerte escasez de investigaciones que abordan bajo una perspectiva más amplia los factores técnicos y económicos que participan en la producción porcina; el análisis de costos, precios y ganancias con la inclusión de un complejo enzimático en la alimentación porcina se ve justificado.

Material y métodos

La realización del trabajo se llevó a cabo en el mes de enero del año 2011, mediante datos recabados en una empresa porcina de ciclo completo que contaba con una piara de 600 hembras F1 York – Landrace, ubicada en “Elencero”, municipio de Emiliano Zapata, estado de Veracruz, en las coordenadas 20°15’ de latitud Norte y 97°24’ de longitud Oeste, a una altura de 885 metros sobre el nivel del mar. Limita al Noreste con Actopan; al Sureste con Puente Nacional; al Sur con Apazapán y Jalcomulco; al Oeste con Noalinco. Su clima es templado- húmedo- regular, con una precipitación pluvial media anual de 2,779.1 milímetros, con una temperatura promedio de 25.2°C. Para la prueba se emplearon 40 cerdas híbridas F1 York-Landrace (YYXLL) multíparas a partir del momento de la confirmación de la gestación y hasta el siguiente servicio, distribuidas completamente al azar, en un diseño factorial de 2×2, con dos niveles de energía y fósforo en la dieta; así como la inclusión o no del complejo enzimático, es decir, 4 grupos o tratamientos (T1, T2, T3 y T4), cada uno con 10 cerdas. Los 4 tratamientos establecidos: el T1 (dieta baja en fósforo y energía sin enzimas); el T2 (dieta baja en fósforo y energía con enzima); el T3 (dieta convencional sin enzima); y el T4 (dieta convencional con enzimas).

Variables productivas y su cálculo

Las variables productivas que se midieron se calcularon en base a datos obtenidos del programa Pig Champ®, el cual es utilizado en la granja para capturar información productiva generada en cada área.

Con el fin de conocer el comportamiento productivo de las cerdas se midieron las siguientes variables: peso de los animales a los 21 (P1) y 90 días de gestación (P2), al parto (P3) y al final de la lactancia (P4); diferencia de peso de la cerda de los 21 a 90 días de gestación (DP1), diferencia de peso del día 90 de gestación al momento del parto (DP2) y diferencia de peso durante el experimento, es decir, del día 21 de gestación al momento del destete (DPE); kilogramos de lechón producidos al destete (KGD); días del destete al primer estro de la cerda (DDPE); consumo de alimento de gestación (CAG), consumo de alimento lactancia (CAL) y consumo de alimento durante el experimento (CAE).

El cálculo de CAG, se obtuvo multiplicando el consumo diario de alimento en la gestación, el cual fue de 2.5 kg al día (esta cifra es constante debido al manejo propio de la granja), por 90 días. El CAL se obtuvo sumando el consumo diario de alimento de los últimos 24 días de la gestación, los días de la lactancia y los días comprendidos del destete al primer servicio.

El CAE se calculó sumando el CAG más el CAL.

La DP1 se obtuvo mediante la resta del peso de las cerdas a los 90 días, menos el peso de éstas a los 21 días de gestación; la DP2 se calculó por la diferencia de pesos de las cerdas al momento del parto, menos el peso de los animales a los 90 días de gestación; la DP3 se obtuvo mediante la sustración de pesos de las cerdas al destete menos el peso al parto; finalmente la DPE se calculó en razón a la diferencia de peso al momento de destete menos el peso de las cerdas a los 21 días de gestación.

Para la medición de los KGLN, se contempló el peso de la camada al nacimiento; los KGD se calcularon midiendo el peso que los lechones ganaron desde su nacimiento hasta al día del destete.

Cálculo de costos, ingresos y ganancias

Los costos de alimentación se calcularon a través de la información en los registros de la granja, se utilizaron los precios de mercado al momento del estudio (enero 2011). Para el cálculo del precio del alimento formulado para los 4 tratamientos se consideraron los precios de los ingrediente en el momento de las pruebas, éstos se multiplisaron por la cantidad de alimento que se determinó mediante la formulación y se sumaron para obtener el precio por tonelada, y esta cifra se dividió entre mil para así calcular el precio por kg de alimento (cuadro 1 y 2).

CUADRO 1. Costo de tratamiento de gestación con diferentes niveles de fósforo y energía, con y sin complejo enzimático.

T1 T2 T3 T4

Ingredientes

$/ kg

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Sorgo 8%

2.60

762.49

1982.47

762.98

1983.74

732.38

1904.18

731.99

1903.17

Soya pasta 46%

5.10

113.80

580.37

113.74

580.07

118.96

606.68

119.02

607.01

Aceite de soya

5.00

22.52

112.59

22.64

113.22

Trigo salvado

2.23

80.00

178.40

80.00

178.40

80.00

178.40

80.00

178.40

Carbonato de calcio 38%

0.50

18.79

9.40

18.80

9.40

18.32

9.16

18.32

9.16

Fosfato dicálsico

8.00

5.84

46.68

5.83

46.62

11.68

93.47

11.69

93.49

Melaza

2.80

2.84

7.96

2.22

6.21

Aditivos

28.16

14.59

410.98

14.59

410.98

14.59

410.98

14.59

410.98

Lisina

33.67

1.52

51.11

1.52

51.14

1.4

47.10

1.40

47.07

Metionina

68.64

0.14

9.27

0.13

9.20

0.15

10.43

0.15

10.43

Enzima

149.25

0.20

29.85

0.20

29.85

Total

1000.00

3276.63

999.80

3305.60

1000.00

3372.99

999.80

3402.78

Fuente: MMVZ. Alfredo Urbina León.

CUADRO 2. Costo de tratamientos de lactancia con diferentes niveles de fósforo y energía, con y sin complejo enzimático.

T1

T2

T3

T4

Ingredientes

$/ kg

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Inclusión kg

Costo $

Sorgo 8%

2.60

554.61

1441.98

55.21

1443.55

510.03

1326.08

509.64

1325.07

Soya pasta 46%

5.10

263.09

1341.77

263.02

1341.40

264.42

1348.54

264.49

1348.87

Trigo salvado

2.23

60.00

133.80

60.00

133.80

80.00

178.40

80.00

178.40

Melaza

2.80

42.89

120.10

42.18

118.10

40.00

112.00

40.00

112.00

Aceite de soya

7.50

32.98

247.34

32.96

247.22

57.24

429.33

57.37

430.28

Carbonato de calcio 38%

0.50

16.00

8.00

16.00

8.00

18.19

145.48

18.19

145.50

Fosfato dicálsico 18/20

8.00

14.10

112.78

14.10

112.77

13.81

6.91

13.81

6.91

Aditivos

32.65

15.19

495.98

15.19

495.98

15.19

495.98

15.19

495.98

Lisina

33.67

1.40

47.07

1.40

47.10

1.34

45.02

1.34

44.95

Metionina

68.64

0.85

58.00

0.85

58.00

0.88

60.33

0.88

60.33

Enzima

149.25

0.2

29.85

0.2

29.85

Total

1000.0

4006.81

1000.00

4035.77

1000.00

4148.07

1000.00

4178.13

Fuente: MMVZ. Alfredo Urbina León.

Dieta baja en fósforo y energía sin enzimas (T1). Dieta baja en fósforo y energía con enzimas (T2). Dieta convencional sin enzima (T3). Dieta convencional con enzimas (T4). Los aditivos incluidos fueron; toxilex 4 kg, sal 4 kg, vitaminas y minerales 2.5 kg, sulfato de magnesio 2 kg, colina 0.75 kg, carnitina 0.5 kg, oxitetraciclina 0.40 kg, biopower 0.20 kg, zinpro 0.2 kg.

Dieta baja en fósforo y energía sin enzimas (T1). Dieta baja en fósforo y energía con enzimas (T2). Dieta convencional sin enzima (T3). Dieta convencional con enzimas (T4). Los aditivos incluidos fueron: Zeolex 2.5 kg, colina 0.75 kg, carnitina 0.5 kg, oxitetraciclina 0.40 kg, biopower 0.20 kg, procreatin 1 kg, zinpro 0.2 kg.

Los costos calculados fueron los siguientes:

a) Costo generado por la alimentación durante la gestación (CTAG);

b) costo ejercido por alimentar a las cerdas durante la lactancia (CTAL);

c) costo total de alimentación durante el experimento (CTAE).

El cálculo del costo total de alimento de la gestación se obtuvo multiplicando el CAG por el precio del alimento de gestación (PAG), de cada tratamiento.

CTAG = CAG x PAG

La obtención del costo total del alimento de lactancia (CTAL) se determinó multiplicando el CAL por el precio del alimento de lactancia (PAL) de cada tratamiento.

CTAL =CAL x PAL

Con referencia al cálculo del costo total de alimentación durante el experimento (CTAE) se obtuvo sumando CTAE más el CTAL, de cada tratamiento.

CTAE = CTAG + CTAL

Las variables que se contemplaron para obtener los ingresos totales fueron: kilogramos de lechón producidos al destete KGD; precio del kg de lechón destetado (PKGD); diferencias de peso de la cerda durante el experimento (DPE) y precio del kg de cerda eliminada (PKGCE).

El precio del kg de cerdo en pie en enero de 2011 se calculó a partir del promedio de precio en el estado de Veracruz en ese mes, el cual fue de $23.93.

Los ingresos o ventas totales obtenidos por la producción del kg de cerdo al destete (IKGD) por tratamiento, se calculó multiplicando el precio del kg de cerdo en pie en enero del 2011 ($23.93) por el factor 2.5 (método de obtención del precio del kg de lechón) lo que arrojó un precio del kg de lechón al destete (PKGD) de $59.82 (23.93 x 2.5= $59.82), esta cifra se multiplicó por KGD (kilogramos de lechón producidos al destete).

IKGD = PKGD x KGD

También se incluyeron como ingresos totales, los kg que las cerdas ganaron a partir del día 21 de gestación al momento del destete (DPE) por el precio del kg de cerda eliminada establecido en enero de 2011, el cual se obtuvo considerando un precio de castigo del 25%, respecto al precio de cerdo de primera en pie, con lo que se determinó un precio de $17.95 kg ($23.93 x 0.75= $17.95/kg). Se establece que IDPE = DPE x PKGCE, donde IDPE son los ingresos por la diferencia de peso de las cerdas durante el experimento y PKGCE el precio del kg de cerda eliminada.

Las ganancias (G) positivas o negativas, se obtuvieron a través de la suma de los IKGD más IDPE menos el CTAE por tratamiento.

Resultados

Durante el mes de enero de 2011, fecha en que se realizó el trabajo, los precios del lechón al destete y el de cerdo al desecho fueron $59.82 y $17.95 por kg, respectivamente.

En el cuadro 3 se presentan los ingresos o ventas y los costos totales que generaron las cerdas alimentadas en los 4 tratamientos.

Se observa que el costo total del alimento de gesta- ción (CTAG) de los tratamientos T1 ($737.24) y T2 ($743.76) fueron los menos costosos; los tratamientos T3 ($758.90) y T4 ($765.45) los que presentaron costos más altos. En el caso del costo total de alimentación en la lactancia (CTAL), el tratamiento T1 ($778.70) y T2 ($807.83) fueron los de menor costo, no así el tratamiento T4 ($809.28) y T3 ($823.79) los de mayor costo.

Con respecto al CTAE (costo total por alimentación durante el experimento) en los 4 tratamientos se presentó el siguiente escenario: el T3 ($1582.69) fue el mayor costo, seguido de T4 ($1574.73), siendo los tratamiento T2 ($1551.59) y T1 ($1515.94) los menos costosos (cuadro 3).

En razón a los ingresos o ventas totales que gene- raron las cerdas alimentadas con los diferentes tratamientos por concepto de lechones al destete (IKGD), el T1 ($3,493.50) fue el que arrojó el mayor ingreso, seguido de
T4 ($3,287.10), siendo el tratamiento T2 ($3,111.20) y T3 ($3,000.60) los que menos ingresos aportaron (cuadro 3).

Los ingresos obtenidos por la diferencia de pesos de las cerdas contemplando durante el experimento (IDPE), se presentaron así: el tratamiento T1 (-$241.96) y T4 (-$132.65) configuraron ingresos negativos, mientras que T2 ($82.75) y T3 ($173.75) mostraron ingresos positivos, siendo T3 el tratamiento con un mayor nivel de ingresos (cuadro 3).

CUADRO 3. Cálculo de ingresos, costos y ganancias promedio por cerdas alimentadas con tratamientos con diferentes niveles en fósforo y energía con y sin enzimas.

T

IKGD $

IDPE $

CTAG $

CTAL $

CTAE $

G$

T1

3493.50

-241.96

737.24

778.70

1515.94

1735.60

T2

3111.20

82.75

743.76

807.83

1551.59

1642.36

T3

3000.60

173.75

758.90

823.79

1582.69

1591.66

T4

3287.10

-132.65

765.45

809.28

1574.73

1579.72

Fuente: MMVZ. Alfredo Urbina León.

El tratamiento que más ganancias arrojó fue T1 ($1,735.60), seguido de T2 ($1,642.35) y T3 ($1,591.66), siendo el menor T4 ($1,579.72) (cuadro 3).

Dieta baja en fósforo y energía sin enzima (T1). Dieta baja en fósforo y energía con enzima (T2). Dieta convencional sin enzima (T3). Dieta convencional con enzimas (T4). Ingresos generados por kilogramo de lecho- nes destetados (IKGD). Ingresos generados por diferencia de pesos durante el experimento (IDPE). Costo total de alimento de gestación (CTAG). Costo total de alimento de lactancia (CTAL). Costo total de alimento durante el experimento (CTAE). Ganancias promedio generadas por cerda en el experimento (G).

Los ingresos negativos, por la diferencia de peso de las cerdas durante el experimento (IDPE) de los tratamien- tos T1 y T4 observados en el cuadro 3, se explican en razón a la pérdida de peso de los animales en el experimento, afectando las ganancias de la granja.

Destaca que ningún tratamiento se ubicó en zonas de pérdidas.

Discusión

Comportamiento productivo

La dieta que generó un aumento constante de peso desde el inicio de la gestación hasta el final de la lactancia fue el tratamiento T3 (con aportes convencionales de fósforo y energía, sin enzimas) debido a que el aporte de éstos fue adecuado a lo recomendado por el NRC de 1998, situación que coincide con lo reportado por investigadores como Long H.F et al. (2010), quiénes estudiaron lo que sucedió con cerdas alimentadas con diferentes niveles de energía, encontrando que cuando se administraba el nutriente por debajo de lo recomendado por el NRC, las cerdas perdían peso.

En el T2 (dieta baja en fósforo y energía con enzima, las cerdas no perdieron peso. El T3 permitió expresar el máximo potencial productivo de las cerdas ya que se aportó la cantidad de nutrientes que necesitaron.

El tratamiento T2, presentó aumentos de pesos en las cerdas, sin que presentarán diferencia significativa respecto a T3, interpretándose como el efecto que produce el uso de las enzimas como una alternativa para apro- vechar de manera más eficiente la cantidad de fósforo presente en el alimento, lo que pudo compensar el bajo aporte de fósforo y energía con respecto al T3.

Las cerdas del tratamiento que perdieron mayor peso desde la gestación hasta el término del experimento, fueron aquellas que se les agrupó en el T1, situación que se asoció con la baja inclusión de nutrientes. De acuerdo a Pettigrew J. et al. (1993), un menor aporte de energía en las dietas influye directamente en el comportamiento productivo de las cerdas durante la gestación y sobre todo en la lactancia, ya que las reservas de los animales son removidas con el fin de mantener la gestación y producir la leche con la que se alimentan los lechones, por lo que se infiere que el bajo aporte de estos nutrientes (P y E) ocasionó la pérdida de peso confirmada en los resultados, reflejándose en menores ingresos.

Con respecto al aporte de fósforo, se encuentra bien documentada la importancia de dicho elemento (Mahan DC1990; Mahan y Feeter 1982; Harmon et al. 1974), ya que este elemento es necesario para la formación del sistema esquelético del lechón durante la gestación y la producción de leche, por lo que si se presenta su deficiencia en la dieta provoca que tenga que ser removido de las reservas óseas de la cerda, presentándose posibles fracturas en el futuro que conllevan a la eliminación anticipada de las cerdas del hato reproductivo, afectando la rentabilidad económica de las granjas en el corto y mediano plazo.

Con referencias al comportamiento de las cerdas alimentadas con el tratamiento T4, los resultados reflejaron la pérdida de peso de los animales, comportándose como el segundo grupo que más peso perdió después del tratamiento T1.

Weldon et al. (1991) llevaron a cabo una investigación manipulando el consumo de alimento de las cerdas durante la gestación y analizando su efecto en la lactancia, obteniendo resultados que pueden explicar lo observado en la presente investigación, ya que cuando las cerdas presentaron una mayor liberación de insulina durante la gestación provocada por un exceso de nutrientes y energía en su dieta, se afectó su capacidad para liberar dicha hormona durante la lactancia, lo que influyó para que la energía necesaria para el mantenimiento de los lechones fuera removida de las reservas presentes en el organismo de las cerdas, impactando en una mayor pérdida de peso, afectando el nivel de ingresos de la unidad productiva.

Comportamiento económico (costos, ingresos y ganancias)

El costo que representó la alimentación de las cerdas, fue proporcional al precio de las dietas. Con respecto a los ingresos que cada tratamiento significó por ganancia de peso de las cerdas durante el experimento, es decir, el ingreso percibido por la venta de los animales con los kg obtenidos durante el periodo de gestación y lactancia, así como por los kg de cerdos al destete, mostraron diferencias, mismas que se reflejaron en las ganancias.

El tratamiento menos costoso y a la vez que mayores ingresos aportó, y por lo tanto mayores ganancias, fue el T1, debido principalmente a los kg de cerdo destetado producidos y a que la alimentación significó un menor costo por inclusiones bajas de los nutrientes. Sin embargo, vale resaltar que este tratamiento (T1) fue el que presentó mayor pérdida de peso en las cerdas durante el experimento, situación explicada por el desgaste que representó el mantenimiento de más lechones, lo que determinó que sus necesidades en energía fueran más altas, derivado de la necesidad de producir más leche así como mantener sus funciones vitales, situación documentada por Shimada et al. (2009).

Este escenario no repercutió directamente en los costos tangibles e inmediatos del mantenimiento de las cerdas, pero con toda seguridad impacta en un mayor desgaste (depreciación) durante la lactación y por ende, obliga a que este tipo de cerdas sean eliminadas de la unidad productiva de manera prematura y con un tiempo menor a su vida útil, reflejándose en costos y ganancias, afectando la rentabilidad de la empresa.

Los efectos del desgaste acelerado durante la lactancia han sido ampliamente investigados por diversos autores con respecto a la deficiencia de fósforo en la dieta. Hekazi et al. (2009), Kornegay et al. (1973), Harmon et al. (1975) y Mahan et al. (1982) reportaron que cuando los niveles de fósforo y calcio son bajos, las cerdas obtienen el suministro de estos minerales principalmente de las reservas presentes en el sistema esquelético, conduciendo una mayor predisposición a fracturas principalmente de fémur y parálisis posterior, estado que en el corto y mediano plazo puede llevar a la salida de la cerda de la granja, y por lo tanto, pérdidas económicas en la unidad de producción.

Así mismo se encuentra ampliamente estudiado el efecto que un bajo aporte de energía en la dieta genera en el comportamiento reproductivo de las cerdas, Brendhemuhl et al. (1987) y otros autores indican la presencia de pérdida de peso, situación que se presentó en el trabajo. Esto conlleva a un período más largo del intervalo de destete estro, lo cual puede conducir a fallas reproductivas posteriores, como disminución de la fertilidad y camadas pequeñas que puede implicar la necesidad de desechar a las cerdas en un lapso menor a su vida productiva promedio, impactando en un aumento de costos y comprometiendo la permanencia de la empresa en el mercado.

Al analizar el comportamiento de las cerdas en el tratamiento T2 (con niveles bajos de fósforo y energía con enzimas), se puede decir que fueron las más estables en su comportamiento productivo, y por lo tanto el trata- miento que generó el segundo nivel de ganancias (por debajo de las ganancias del tratamiento T1).

Las cerdas manejadas en este tratamiento (T2) presentaron después de las del tratamiento T1, los menores costos por concepto de alimentación, además de ser la tercera en producir kg de lechón al destete y las segundas en ganar más peso.

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