Descripción general de algunos factores de la oferta de huevo en México

Francisco Alejandro Alonso Pesado
[email protected]

Elizabeth Rodríguez De Jesús
[email protected]

INTRODUCCIÓN

El huevo es un bien de consumo perecedero de alto valor nutritivo por su contenido en proteína y otros nutrientes. Se consume de forma amplia como alimento principal y como complemento de otros platillos, además el huevo es un insumo en la elaboración de pasteles, galletas, pan, mayonesa, pastas y otros, es decir, el huevo se industrializa(1) .

La producción de huevo en el país está altamente influida en función de la demanda estimada, usando como referencia el comportamiento de los precios de periodos anteriores al mayoreo y el precio del bien final, además la producción de huevo está influida por el comportamiento de los costos históricos de los insumos, sobre todo de los insumos alimenticios(1).

El insumo que tiene un mayor peso porcentual en el costo de producción de un kilogramo de huevo es el alimento concentrado suministrado a las aves de postura que va de un rango de 60 al 70 por ciento. Las materias primas para elaborar los concentrados son maíz y pasta de soya que en un porcentaje muy alto son importados, es por esto que estos insumos comprados del exterior se ven impactados en sus precios por la oferta y la demanda en el mercado mundial de estos commodities y por el tipo de cambio(1). Es así, cuando se devalúa el peso mexicano con respecto al dólar norteamericano, se encarecen estos commodities, adquiriéndose de Estados Unidos (EU) en dólares y ya en el país bajo el esquema de un tipo de cambio a favor del dólar estadounidense, los precios en pesos mexicanos se elevan, mismos que se reflejan en un incremento de precios en los alimentos balanceados, y así se explica un aumento en el precio del huevo al consumidor.

La oferta de huevo presenta una elasticidad precio inelástica en el corto plazo(1), es decir, si se incrementa el precio del huevo, por ejemplo, en 1 por ciento, la cantidad ofrecida del producto aumenta en apenas 0.2 por ciento. Se observa la escasa respuesta productiva ante el aumento del precio. Este comportamiento se explica a que la producción de huevo de las gallinas ponedoras está dada por curvas de producción y ciclos productivos(1), además ampliar el stock de aves ponedoras requiere cuando menos de 12 meses(1), por lo que ante una mayor o menor demanda del producto los oferentes no pueden a la misma velocidad aumentar o reducir su oferta, lo que influye directamente en el precio del producto. El siguiente ejemplo presentado de forma figurada podría ser ilustrativo para entender esta categoría teórica. Un productor no le puede “decir” a una gallina productora de en huevo “produce más de un huevo al día” ya que el precio de éste, se ubica como un precio muy alto y remunerativo (es importante aclarar que una gallina produce como máximo un aproximado de 310 a 315 huevos al año), o “decirle” a la gallina deja de producir en virtud de que el precio se desplomó brutalmente. La producción está dada por curvas de producción, de maquinitas biológicas (las ponedoras).

Además, la estacionalidad de la demanda de huevo hace variar los precios de este satisfactor a lo largo del año. La demanda de huevo fresco aumenta en los meses de agosto y septiembre, en festividades de semana santa y día de muertos(1). El aumento de la demanda, en ocasiones, no va acompañado de un aumento de la oferta, lo que provoca aumento sustancial de los precios(1). Por el contrario, una disminución de la demanda no se acompaña de una disminución de la oferta, sino que cuando disminuye la demanda, la oferta se incrementa (por factores biológicos y otros) configurándose precios hacia la baja.

Otro elemento a considerar en la inelasticidad precio de la oferta de huevo es el referente a la expansión de la capacidad productiva(1). Es decir, un incremento en la demanda de gallinas ponedoras, está sujeto a que las empresas proveedoras del material genético ultraespecializado lleven a cabo la planeación de los ciclos biológicos con el propósito de atender la expansión, es así que la producción de huevo presenta acotamientos (barreras) a la expansión, al menos en el corto y mediano plazo(1). Véase, supóngase que el precio del producto (huevo) en el mercado, se encuentra en ese momento en un nivel alto (se elevó en un 2 por ciento con respecto a un periodo anterior), la respuesta productiva es muy pequeña en ese mismo periodo (apenas se elevó en un 0.1 por ciento), la causa de este pequeño aumento en la oferta obedece a que las empresas proveedoras de material genético ultraespecializado ofertaron cantidades relativamente pequeñas de reproductoras ligeras y semipesadas. Asimismo, cuando se presentan episodios de enfermedades como Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP) el abasto de gallinas a pequeños y medianos productores de huevo para plato es pequeño o nulo(1), y cuando este abasto de animales se realiza, se hace a precios más altos(1), escenario que para algunos productores (sobre todo los pequeños) es desfavorable llegando al extremo de que quiebran y salen del mercado, dejando de ofertar al mercado. Un factor más a considerar en la inelasticidad precio de la oferta, es el referente a la presencia de posibles barreras regulatorias que entorpecen el comercio interregional e interestatal(1), con fundamento en el argumento de que la zona geográfica del estado que impone la barrera está certificada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA) como libre de alguna enfermedad(1).

La oferta de huevo en el país está altamente concentrada, es así que el 65 por ciento se ubica en dos estados de la República Mexicana, Jalisco y Puebla, específicamente en 8 municipios, 6 en Jalisco y 2 en Puebla(1), lo que sitúa al país en una situación relativamente vulnerable, bajo la perspectiva de riesgo zoosanitario, en razón a que un brote, por ejemplo, de IAAP en alguno de estos 8 municipio podría reducir notablemente la oferta de huevo para plato en el país y elevar el precio de la mercancía(1) afectando el poder de compra de los consumidores. Una acción para contrarrestar este escenario desfavorable para el consumidor, es llevar a cabo importaciones, y así presionar hacia la baja del precio(1).

La localización de las granjas avícolas productoras de huevo para plato en el país no obedece necesariamente a la cercanía de los principales centros de consumo y se observa que los costos de transportación no son significativamente elevados de las zonas de producción a las zonas de comercialización. La ubicación de las plantas productivas de huevo para plato ha respondido a una tradición histórica(1) que posiblemente, en la actualidad esta ubicación no sea adecuada con las necesidades económicas(1). La disponibilidad en la calidad y cantidad de recursos y servicios son de vital importancia para responder a integraciones verticales y horizontes y así traducirse en economías de escala con costos variables medios de largo plazo descendentes configurándose una mayor concentración de granjas en determinadas áreas geográficas(1).

Se observa que la posible relocalización de las granjas productoras de huevo para plato para contrarrestar el problema de salud animal ante potenciales brotes de influenza aviar, se ve acotada por problemas en el acceso a servicios básicos como luz, agua y drenaje(1), además por problemas de tenencia de la tierra y de infraestructura necesaria para la transportación de insumos(1), como por ejemplo el alimento, además para la distribución del huevo a los centros de consumo(1).

Ante este panorama el fin del trabajo es describir algunos factores de la oferta de huevo en el país

MATERIAL Y MÉTODOS

Para la realización del trabajo descripción de algunos factores de la oferta de huevo en México, se recurrió a fuentes secundarias, obteniéndose algunos datos, mismos que se ordenaron y se analizaron.

La fórmula utilizada para calcular la Tasa Media de Crecimiento Anual es:

Siendo:

Descripción general de algunos factores de la oferta de huevo en México oferta huevo alonso

TMCA = Tasa Media de Crecimiento Anual
VF = Valor Final o Futuro
VI = Valor Inicial
N = Periodos (años)
1 = Constante
100 = Valor expresado en porcentaje.

DESARROLLO DEL TEMA

El huevo es un alimento básico para la población mexicana y contribuye con el 7 por ciento de la ingesta de energía diaria de una persona adulta(1), en los niños y niñas el huevo aporta nutriente de forma muy importante para cubrir en esta población sus necesidades nutritivas(1).

Por otro lado, este producto es utilizado como materia prima para elaborar satisfactores en las industrias de la panificación. Además con el huevo se fabrican galletas, mayonesas, pasteles, pastas para sopa y otros productos(1).

El huevo que se consume directamente por la población se denomina generalmente como “huevo para plato”, mientras que aquel que se utiliza como insumo para la elaboración de otras mercancías se le conoce como huevo industrial(1). El trabajo se orienta hacia la oferta de huevo para plato

Caracterización de la oferta

En términos de producción de huevo, el país es uno de los de mayor importancia a nivel mundial, colocándose en el quinto lugar(1) con una participación de la producción mundial con un 3.5 por ciento(1), siendo superado por China con un 36.9 por ciento (ocupa este país el primer lugar a nivel mundial), Estados Unidos (EU) con 8.3 por ciento, India 5.4 por ciento y Japón con un 3.8 por ciento(1).

Una empresa mexicana productora de huevo es muy importante en el mundo, ya que ocupa el segundo lugar en el planeta, y es la primera en América Latina. En el contexto latinoamericano 7 enormes consorcios mexicanos se encuentran ubicados entre los 10 primeros lugares.

Elasticidad precio de la oferta

El Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE) realizó un estudio referente a elasticidad precio de la oferta. El resultado fue de una oferta inelástica de 0.32(1), es decir, ante un aumento en el precio de 1 por ciento la cantidad que se ofreció solo fue de 0.32 por ciento(1). Esta oferta inelástica se explica en razón a las restricciones a las que se enfrentan los oferentes de huevo para aumentar la producción en el corto plato, ya que se “exige” ampliar el tamaño de escala y la infraestructura para las granjas con aves productoras de huevo para plato, además se requiere de un periodo de crianza de las pollitas de reemplazo de un día de edad(1), hasta aproximadamente 22 semanas de edad cuando rompen postura (se establece que cuando el 5 por ciento de la parvada se encuentra poniendo, la parvada rompe postura

Principales estados y municipios productores de huevo

La actividad avícola nacional productora de huevo para plato está constituida por 139 empresas, de las cuales 10 son grandes empresas avícolas, 8 medianas y 121 chicas(1, 2). Aportando respectivamente el 51, 41 y 8 por ciento de la oferta nacional. Se aprecia una fuerte concentración, acumulación y reproducción ampliada del capital, configurando un mercado imperfecto.

A nivel estatal, Jalisco es el principal productor de la mercancía con 55 por ciento de la producción nacional, le sigue el estado de Puebla con 15 por ciento, Sonora 8 por ciento, la región de la Comarca Lagunera con 5 por ciento, Yucatán 4 por ciento, Sinaloa y Nuevo León cada uno con 3 por ciento y Guanajuato 2 por ciento. En estos estados y la región lagunera se concentra el 95 por ciento de la oferta nacional de huevo(1).

Con referencia al valor de la producción de huevo, se presenta el mismo fenómeno, Jalisco viene aportando el 53 por ciento del valor de la producción, le sigue Puebla con 16 por ciento. Sonora, Nuevo León, Guanajuato, Yucatán, Durango, Coahuila y Sinaloa, en conjunto aportan el 25 por ciento del valor de la producción(1) y los estados restantes solamente el 5 por ciento, es decir 9 estados del país aportan el 95 por ciento del valor de la producción nacional de huevo.

Asimismo, las tasas medias de crecimiento anual (TMCA) del valor de la producción son de acuerdo a los aumentos de la producción, a excepción de 2012, en donde el estado de Jalisco incrementó el valor de su producción en casi un 9 por ciento(1), a pesar de que su oferta disminuyó en aproximadamente un 10 por ciento con referencia al año 2011, lo que significó que los aumentos en el precio del huevo contrarrestó la caída de la producción(1).

En el periodo 2003-2015 solo Jalisco (5.32 por ciento) y Sinaloa (3.95 por ciento) presentaron una TMCA por arriba a la media nacional (2.7 por ciento) en la producción de huevo. Puebla presentó en dicho periodo una tasa de crecimiento raquítico de 1.23 por ciento(1).

CUADRO 1. Número de granjas por tamaño y su participación en la producción, 1996 – 2015.

GRANJAS DE GALLINAS
Clasificación Número de empresas Participación de la oferta
1996 2015 1996 2015
Grandes 6 10 29% 52%
Medianas 34 8 50% 41%
Chicas 170 121 21% 8%
Total 210 139 100% 100%

Fuente: Compendio de Indicadores Económicos del Sector Avícola, Edición 2016, Unión Nacional de Avicultores.

Si este mismo comportamiento se sigue presentando en 5 años, el estado de Jalisco concentrará el 62 por ciento de la oferta nacional(1) y en 10 año casi el 70 por ciento(1), lo que se traduce en una mucho mayor concentración de la producción de huevo en este estado configurando un país con una alta vulnerabilidad en materia de seguridad alimentaria frente a episodios de epidemias como la acontecida en 2012 cuando se presentó en Jalisco y otros estados Influenza Aviar de Alta Patogenicidad, por lo que se deben implementar estrategias de diversidad geográfica e implementar mejores prácticas en la producción de huevo(1).

A nivel municipal, la producción de huevo se concentra en Tepatitlán de Morelos y San Juan de los Lagos, municipios pertenecientes al estado de Jalisco, estos dos municipios representan el 50 por ciento de la producción estatal y 26 por ciento de la oferta nacional de huevo(1), una concentración sumamente significativa. Junto con Acatic (otro municipio del estado de Jalisco) concentraron en 2013 el 32 por ciento de la producción nacional de huevo(1). Tehuacán, municipio del estado de Puebla, ocupa el tercer lugar a nivel nacional y en 2013 aportó para el país el 7 por ciento y 37 por ciento para su estado(1). Solamente 5 municipios del país aportan el 44 por ciento del huevo a nivel nacional(1), esto demuestra claramente una enorme concentración productiva, lo que provoca alta vulnerabilidad zoosanitaria, que incrementa el riesgo de epidemias como IAAP afectando sustancialmente la disminución de huevo en el país, elevando el precio de la mercancía y obligando al gobierno a importar el producto, con la consecuente salida de divisas, y caída del precio.

El 81 por ciento de la producción de huevo en Jalisco se concentra en seis municipios, mientras que el 44 por ciento de la producción de Puebla se ubicó en solamente dos municipios(1).

Estructura de la planta avícola productora de huevo

La estructura productiva de huevo para plato se ha modificado en los últimos 20 años(1), como se aprecia en el Cuadro 1, el número de empresas productoras de huevo en el país se ha reducido pasando de 2010 a 139 en el periodo de 1996 a 2015(1, 2). La reducción de empresas se hace más notable en las pequeñas y medianas pasando de 204 a 129, así como su participación en el volumen de producción de un 71 por ciento a 49 por ciento en ese mismo periodo(1, 2).

Asimismo, en 1995 la oferta de las grandes empresas se ubicaba en 29 por ciento de la producción(1, 2), y en 2015, éstas aportaron el 52 por ciento(1, 2). El cambio más significativo es que en 1996 las granjas avícolas productoras de huevo (19 por ciento del total de empresas) ofertaron el 79 por ciento de la producción nacional(1, 2) ya para 2015, el 93 por ciento de la oferta fue suministrado por 18 empresas, que equivalió al 15 por ciento del total de las granjas(1, 2). Es decir, la estructura de la producción de huevo en términos de número de empresas y su aporte a la producción se ha concentrado(1), configurando un mercado imperfecto.

En el periodo 2012-2015 el número de gallinas productoras de huevo que poseían los principales productores de la actividad creció a una tasa media anual del 8.5 por ciento(1). El número de aves productoras de huevo que tenía cada productor indicó el volumen de producción de huevos de cada empresa(1). Dicho de otra manera, el número de aves de postura es un indicador de la escala de planta de producción de cada empresa(1).

En el 2015, la empresa de huevo más importante participó con un 21.5 por ciento de capacidad de producción nacional(1), la segunda, con un 5.4 por ciento, la tercera con 5.3 por ciento y la cuarta empresa con un 4 por ciento. Es decir, las 4 empresa usaron el 36.2 por ciento de la capacidad instalada para la producción de huevo, con un número de gallinas en producción en 2015 de 50’670,000(1).

CONCLUSIONES

I) Un poco más del 50 por ciento de la producción nacional de huevo se localiza en tan solo 8 municipios de la República mexicana, 6 en Jalisco y 3 en Puebla(1), lo que determina alta vulnerabilidad zoosanitaria, favoreciendo el contagio de las aves de enfermedades como IAAP, que aumenta el riesgo de epizootias, e impacta a la oferta de huevo disminuyéndola, elevando el precio del producto(1), lo que determina una disminución del poder de compra del consumidor final, además se incrementa el costo de las primas por cobertura(1).
Esto “exige” de una estrategia de cómo realizar la producción de huevo en el país, además implementar esquemas de vacunación, sin embargo, no se deja de reconocer que estos esquemas aumentan los costos de producción y retrasan las declaraciones de “Zona Libre” lo que impide la expansión de zonas locales y de exportación(1).

II) A nivel nacional, el oferente de huevo con mayor capacidad alcanza el 20 por ciento del mercado, mientras que el productor que ocupa el segundo lugar solo tiene el 5 por ciento del mercado(1). Esta fuerte asimetría entre los dos más importantes productores de huevo enlazada a una producción que presenta una oferta inelástica, puede configurar un escenario donde la empresa más importante del país llegue a ser un referente en la formación de precios en el mercado(1).
Por otro lado, los pequeños productores avícolas no llevan a cabo presiones competitivas, ya que no tienen la capacidad de integrarse en varios eslabones de la cadena productiva, y por lo tanto no tener economías de escala, a través de tecnificación de las granjas, ni compras de alimentos en volúmenes importantes que les permitan adquirir los insumos alimenticios a precios competitivos(1).
Ante este panorama, podría implementarse una serie de estrategias como la posibilidad de que los pequeños productores de huevo adopten esquemas de inversiones conjuntas, en: producción de insumos; tecnificación de sus empresas; equipo de transporte; equipo para elaborar ovoproductos, etc.(1). Además, la realización de posibles compras consolidadas(1).
Por otra parte, implementar un esquema de política fiscal que incentive a los pequeños y medianos productores mediante posibles reducciones al impuesto sobre la renta (ISR).

LITERATURA CITADA

  1. Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), del Manual de Exámenes de Mercado. Manual de Secretariado de la OCDE, en la cadena de valor del huevo. Estudio de la producción, distribución y comercialización de huevo en México. México, 2018
  2. Compendio de Indicadores Económicos del Sector Avícola, Edición 2016. Unión Nacional de Avicultores. México, 2016

Francisco Alejandro Alonso Pesado
Depto. Economía, Administración y Desarrollo Rural. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Nacional Autónoma de México.
Correo: [email protected]

Elizabeth Rodríguez De Jesús Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia Universidad Nacional Autónoma de México.

Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno Diciembre-Enero 2019

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