Factores Externos que Impactan al Sistema Lechero en México, en un Entorno Globalizado

Francisco Alejandro Alonso Pesado
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural.
FMVZ-UNAM
Correo: [email protected]

Elizabeth Rodríguez de Jesús.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural. FMVZ – UNAM.

El sistema de producción de leche en México no escapa a las turbulencias, volatilidades e incertidumbre del entorno externo en un mundo globalizado.

China la segunda economía del mundo reportó un aumento de su actividad económica de 6.9 por ciento en 2015, su menor tasa de expansión en 25 años, provoca, entre otros aspectos, una menor demanda de mercancías, incluyendo granos básicos oleaginosas, leguminosas, etc. Presionando los precios de estos productos hacia la baja en el mercado internacional y así países como México adquirir del exterior insumos alimenticios a precios competitivos, beneficiando al sistema de producción lechero, en razón a la posibilidad de reducir costos y aumentar ganancias (si el precio de venta unitario es mayor al costo para producir un litro de leche).

Las volatilidades e incertidumbre a nivel mundial se presentan, por varios elementos, uno de ellos es el fortalecimiento que viene presentando el dólar con respecto a otras monedas manifiesta en inflación. La baja del precio en el mercado internacional de las materias primas ha “neutralizado” el impacto inflacionario originado por una devaluación.

Es por esto que la importación de materias primas, bienes intermedios y finales que realiza el sistema lechero del país no ha manifestado, hasta cierto punto, un aumento sustancial de precios.

Otro aspecto que necesariamente se tiene que observar para explicar incertidumbres es el referente a la posible insolvencia económica que pudieran presentar empresas lecheras que contrataron deudas en dólares. Ante una devaluación la deuda en dólares crece cuando se expresa en pesos mexicanos. La insolvencia económica puede llegar a niveles en que las unidades productivas se verían en la necesidad de cerrar y desparecer del mercado.

Factor importante a considerar en la actualidad, y que contribuye a la incertidumbre es el referente a la posible materialización del Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés). Hoy son 12 potenciales socios comerciales, incluyendo a México.

El TPP fue negociado por Australia, Brunei, Canadá, Chile, Estados Unidos, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam (1). La conclusión de las negociaciones se anunciaron el 5 de octubre de 2015, luego de 35 rondas, iniciadas en marzo de 2010 (1). Se requiere que el documento final sea revisado analizado y aprobado por el Congreso de la Unión (1).

Algunos productores de leche de 20 estados de la República solicitaron al Congreso que excluya del Acuerdo a la actividad lechera del país en todas sus acepciones, por un

alto riesgo de competencia ante países con altas productividades y estructuras de costos sumamente competitivos. Estas importaciones lácteas a precios bajos y que la industria láctea mexicana la “ve” con muy buenos ojos ya que les resulta más baratas traerlas del extranjero para procesarlas pudieran afectar a productores vulnerables del país (2).

Existen otros factores del entorno externo que pueden llevar al sistema lechero ubicado en el país a una situación complicada o favorable. Algunos factores macroeconómicos que se deben tomar muy en cuenta son: a) El comportamiento del precio del petróleo en el ámbito internacional, b) El desenvolvimiento de la tasa de interés del banco central norteamericano (Fed-Reserva Federal-), c) La distribución de la riqueza del país, d) El desarrollo del proceso inflacionario, e) El flujo de divisas por remesas y f) El manejo de la política fiscal y otros factores.

Ante este contexto el propósito del trabajo es observar cómo algunos factores externos impactan al sistema productivo lechero del país, en un entorno globalizado.

MATERIAL Y MÉTODOS.

Se recopiló, se seleccionó, ordenó, analizó, resumió y evaluó información proveniente de rotativos. La Tasa Media de Crecimiento Anual (TMCA), se calculó así:

TMCA =

Donde:
VF = Valor Final.
VI = Valor inicial o VP = Valor Presente que son sinónimos. n = Periodos (en este caso años).
1 = Constante.
100 = Expresa la tasa en porcentaje.

Otra fórmula usada para el cálculo de la TMCA es:

TMCA =

DESARROLLO DE TEMA.

En la actualidad es un mundo altamente interrelacionado, donde el flujo de información, conocimientos, valores, cultura, mercancías, fuerza laboral, etc., ha aumentado y se ha trasladado de manera vertiginosa de un país a otro país, de una región a otra región, o de un continente a otro continente, las empresas productoras de leche del país no escapan a esta realidad, misma que las impacta ya sea de forma favorable o desfavorable.

A continuación se describirán algunos factores macroeconómicos que aunque parecen lejanos a las unidades productivas lecheras, están afectándolas, en cierta medida, de manera positiva o negativa.

Depreciación de la moneda mexicana y posibles efectos en el sistema lechero.

En México existe una política de tipo de cambio flexible, que ha permitido, hasta cierto punto que absorba los choques externos. Ha servido como un amortiguador, y no ha tenido todavía efectos en el traslado en los precios de mercancías finales.

Sin embargo, esta situación (la devaluación) no deja de preocupar, y más cuando la depreciación del peso mexicano frente al dólar estadounidense ha sido de 47.5 por ciento en 38 meses de la gestión actual (3). Para dar más idea de qué se trata, la devaluación del peso mexicano frente al dólar resulta muy cercano a la registrada durante todo el sexenio del ex presidente Luis Echeverría Álvarez (52 por ciento de aquel sexenio) (3).

Pero ¿cómo puede afectar la devaluación al sistema lechero del país? La respuesta es relativamente fácil, no resulta nada atractivo para los importadores del país que ahora pagan las compras foráneas de insumos alimenticios para el ganado a más de 19 pesos por dólar, cuando 3 años atrás lo hacían a 13 pesos por dólar (3). En divisa estadounidense se pagan del exterior millones de toneladas de insumos alimenticios (maíz amarillo, sorgo, frijol soya, etc.). Importaciones que necesariamente se tienen que llevar a cabo para satisfacer las necesidades del mercado interno.

El hecho de que el sistema lechero mexicano importe insumos alimenticios para su ganado (sobre todo para el sistema intensivo que produce el 52% del volumen de leche del país) en dólares cada día más caros, puede traducirse en aumento de costos, y si ese aumento de costos no se traslada hacia el producto final (leche, queso, mantequilla, yogurt, etc.), probablemente los productores de leche vean disminuidas sus ganancias o colocarse en zona de pérdidas, pudiendo quebrar y salir del mercado.

Además el trasladar el aumento de costos hacia el precio de las mercancías lácteas finales, provoca un menor poder de compra en la población, sobre todo en aquella de menores recursos (que en México son millones, es decir 55.2 millones de pobres), afectando niveles nutricionales de esta población.

La devaluación afecta en mayor o menor grado a los productores del sistema lechero siendo los ubicados en el sistema tecnificado intensivo los más afectados, pero también los productores del sistema familiar son impactados por la devaluación.

Un pequeño productor del sistema lechero familiar comprará en la forrajería el bulto de alimento balanceado a un precio mayor (por la continua devaluación) que cuan- do lo hacia anteriormente (con un tipo de cambio, de por ejemplo 13 pesos por dólar).

Se explica así el aumento de precio del bulto de alimento. La fábrica de alimentos balanceados ubicada en el país adquiere del exterior insumos alimenticios para procesarlos a un nuevo tipo de cambio (19 pesos por dólar). Este nuevo tipo de cambio hace más caras las importaciones de insumos alimenticios, lo que se traduce en mayores costos de producción del alimento balanceado, la fábrica de alimentos balanceados traslada el aumento del costo de producción del bulto de alimento balanceado al precio de venta del bulto. El proveedor adquiere a un mayor precio el bulto de alimento, este aumento en el precio es trasladado por el proveedor al dueño de la forrajera, éste último traslada el aumento de precio del bulto al productor del sistema de producción familiar.

Nótese como una devaluación también afecta a pequeños productores, se afirma que a todos los productores del sistema lechero les impacta una depreciación del peso.

Pero no solamente el aumento de costos de producción y precios de ventas se presenta en los alimentos balanceados, también en medicamentos, vacunas, equipo y maquinaria, material genético, etc. Todos estos insumos tienen componentes de importación que los encarecen, afectando al sistema lechero ubicado en el país.

La devaluación del peso mexicano frente al dólar le “pega” a las importaciones de leche en polvo, de quesos, de mantequilla, etc. Estos productos importados, son vendidos en el mercado interno a precios elevados, disminuyendo el poder de compra de los consumidores.

Cuando se habla de devaluación hay otra cara de la moneda, las exportaciones aumentan ya que éstas se abaratan y resultan atractivas para los que las compran en el mercado internacional.

Esta ventaja prácticamente no es capitalizada por el sistema lechero mexicano, en virtud a que sus exportaciones son marginales.

La continua baja del precio del petróleo y su posible incidencia en el sistema lechero.

A simple vista podría argumentarse que no tiene nada que ver el comportamiento del precio del barril de petróleo en el mercado internacional y el impacto de éste en el sistema lechero mexicano, sin embargo, sí le afecta de manera indirecta.

El hecho de la consistente baja del precio de la mezcla de crudo de exportación (el miércoles 10 de febrero de 2016, el crudo mexicano cerró en 22.84 dólares por barril para alcanzar un mínimo desde el año 2009)(4).

Las causas que originan esta continua baja en el precio del petróleo son un exceso global de oferta y una menor demanda por parte de países como China que viene presentando una desaceleración de su economía. En 2015 creció a una tasa de 6.9%.

México, exportador del crudo, ha resentido este derrumbe del precio del petróleo, y no solamente le ha afectado a Petróleos Mexicanos (PEMEX), también a mucho otros sectores y ha acentuado la creciente incertidumbre global.

El gobierno mexicano se ha visto en la urgente necesidad de ajustar sus finanzas públicas, por la baja del precio del petróleo en el mercado internacional.

El ajuste ha implicado reducir gasto público y por lo tanto recortes a la inversión pública de fomento productivo, afectando actividades económicas incluyendo, indirectamente a la lechera, los recortes presupuestales impulsan despidos de fuerza de trabajo, mermando el crecimiento del mercado interno, lo que conduce a un estancamiento en la demanda de bienes y servicios contemplando a los productos lácteos.

Los recortes al gasto público resultan en una menor inversión o cancelación de proyectos orientados a mejorar o ampliar infraestructura. El hecho de cancelar carreteras, autopistas o caminos vecinales dificultan la movilidad de insumos y productos de las unidades de producción familiar y de los otros sistemas.

La leche obtenida en la unidad de producción familiar se tiene que vender después de la ordeña, casi inmediatamente, y más cuando no se tienen sistemas de enfriamiento. La construcción de carreteras, autopistas y caminos vecinales asfaltados permite una mayor movilidad del producto, pudiéndose colocar en el mercado en un tiempo oportuno y a mejor precio, propiciando ingresos a los productores. Nótese las ventajas de inversión de fomento productivo vía mayor gasto público, y sus repercusiones en las unidades de producción, sobre todo en las familiares.

Sin embargo la baja en el precio del petróleo en el mercado global, puede traer ventajas al sistema lechero mexicano. Se posibilita la disminución de costos de producción mediante menores gastos de energéticos, como gasolina, luz y diésel, además de disminución de costos por fertilizantes químicos a precios competitivos.

¿De qué manera influye en el sistema lechero del país la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) de EEUU?

Ante el anuncio de la Fed de normalizar la política monetaria en EEUU, el aumento de la tasa de referencia estadounidense se materializó, llevando al Banco Central de México a elevar también su tasa de referencia.

El aumento de la tasa de interés en México, como respuesta al incremento de la tasa de referencia en EEUU, puede afectar al sistema lechero mexicano. Si sube la tasa de referencia las tasas del sistema bancario del país se elevan.

Cuando se elevan las tasas comerciales, los costos financieros se incrementan y por lo tanto los de producción, afectando rentabilidades del sistema lechero del país.
El aumento de las tasas de interés incide disminuyendo la inversión productiva, y es así que comprime la generación de empleos, afectando la expansión del mercado de productos lácteos y de otros productos.

Por otra parte, el aumento de la tasa de interés de la Fed, orienta (capital de corto plazo o de cartera) (5), desplazando capitales hacia EEUU.

Desde principios del siglo XXI, las corrientes internacionales se han dirigido hacia economías emergentes (entre ellas hacia México), en montos considerables, superiores en algunas ocasiones a los 400 mil millones de dólares. Sin embargo, en 2015 y probablemente en 2016, el flujo de recursos se reorienten hacia las economías desarrolladas, sobre todo a EEUU, como respuesta a las expectativas de aumento del crédito y como medidas precautorias (5).

El hecho de posibles salidas de recursos financieros de corto plazo de México hacia países desarrollados, sobre todo hacia EEUU, fortalece al dólar presionando al peso mexicano devaluándolo. Ya se explicó anteriormente en este trabajo cómo la devaluación puede afectar al sistema productivo lechero.

¿Cómo puede el TPP impactar al sistema lechero mexicano?

Uno de los países firmantes del TPP, Nueva Zelanda, tiene en el mercado internacional de lácteos una presencia exportadora ampliamente reconocida. Su estructura de costos de producción altamente competitiva en su sistema lechero le permite participar en el mercado mundial con amplios argumentos.

Esta situación y otras, impulsan a productores nacionales del sistema lechero a solicitarle al Congreso de la Unión que excluya del TPP al sector lechero en todos los productos que ofrece por un alto riesgo de competencia foránea que los podría llevar a la ruina. L
s oferentes ubicados en el país aportarían al mercado interno menores cantidades de mercancía láctea, teniéndose que cubrir la demanda con mayores importaciones de leche y productos procesados como quesos, yogurt, mantequilla, crema y otras mercancías.

Las mayores importaciones de estos productos determinarían salidas de divisas (dólares) del país, menor generación en la actividad de empleos directos e indirectos, disminución del valor agregado en la cadena láctea, inhibición de efectos multiplicadores en la actividad lechera de la nación y un menor dinamismo en desarrollos regionales y locales.

Además los países firmantes del TPP y cualquier otro que se quiera adherir al mismo, saben que tiene que ajustar su estructura productiva interna para cumplir con las disposiciones del tratado (1).

Hay otros factores que pueden impactar desfavorablemente al sistema de producción de leche en el país, siendo: a) crecimiento anémico del Producto Interno Bruto (PIB); b) aumento sustancial de la deuda pública total; c) disminución de empleos formales y remunerativos; d) inseguridad y corrupción en el país.

¿Impacta al sistema lechero del país menor inflación, más empleo, remesas y alzas salariales?

Sería injusto presentar únicamente aquellos elementos que impactan desfavorablemente a la actividad lechera, hay aspectos de la otra cara de la moneda que favorece a los productores de leche en el país.

Los factores (o aspectos) que podrían impulsar la ampliación del mercado interno y aumentar la venta de leche y derivados son: a) una mayor generación de empleos; b) ajustes salariales a la alza, c) incremento en las remesas (que en 2015 fueron del orden de un poco más de 23 mil millones de dólares); d) aumento de divisas por turismo (que en 2015 se ubicaron en 17,547 millones de dólares) (6); c) una menor inflación (en 2015 fue menos del 3%); y f) la perspectiva positiva de la confianza del consumidor para 2016.

Las posibles mayores compras de mercancías, incluyendo leche y derivados, impulsa la producción del sistema económico, y del lechero en el país.

Una baja inflación repercute en un mayor poder de compra cuando los salarios se aceleran más rápidamente que los precios de bienes lácteos finales, estimulándose las compras de estos productos de alto valor nutritivo.

Las remesas fluyen, en su mayoría, hacia estratos sociales de ingresos bajos. Las remesas completan compras de bienes básicos como son las mercancías del sistema lechero y otras.

En el mes de enero de 2016 el empleo formal creció 15.7% al generarse un total de 69,170 nuevos puestos de trabajo en el país (7). Sin embargo el empleo que se creó fue fundamentalmente eventual, acorde con la tendencia de la última década del siglo XXI (7). Así, en enero de 2016, el 86.3% de los empleos formales fueron temporales (7).
Sin embargo, el empleo (aunque sea temporal) paga salarios, mismos que son gastados en satisfactores incluyendo a lácteos, ampliándose el mercado doméstico.

CONCLUSIONES.

Se concluye que ante un entorno internacional altamente complicado que produce incertidumbre, turbulencias y volatilidades, se “exige” de análisis cada vez más profundos no solamente al interior de las unidades de producción lechera del país, además de estudios, macroeconómicos en todos los eslabones de las cadenas de valor de la actividad.

LITERATURA CITADA.

  • El Economista. (2016). Morales R. Cinco países quieren sumarse al TPP. Número 6942. México D.F. 10 de febrero. Pp. 21.
  • El Economista. (2016). Martínez M del P. Lecheros piden quedar fuera del TPP. Número 6942. México D.F. 10 de febrero. Pp. 21.
  • La Jornada. (2016). Fernández VC. México SA. Dólar a 19.17 pesitos. Barril a 22.84 dólares. Buitres sobre el Papa. Año 32. Número. 11326 México, D.F. 11 de febrero. Pp. 28.
  • La Jornada. (2016). De la Redacción y Reuters. Cae 11.23% el precio de la mezcla mexicana; cierra en 22.84 dólares. Año 32. Número. 11326. México, D.F. 11 de febrero. Pp. 26.
  • La Jornada. (2016). Eduardo NJ. En vísperas de otra recesión. Año 32. Número. 11326. México, D.F. 11 de febrero. Pp. 21.
  • El Economista. (2016). Amador O. Turismo hila tres años de récords. Número. 6943. México D.F. 11 de febrero. Pp. 19.
  • El Economista. (2016). Martínez M. del P. Plazas eventuales reinan en creación de empleos en enero. Número.6943. México D.F. 11 de febrero. Pp. 19.

Artículo publicado en Entorno Ganadero

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