Un hombre sólo es ético, cuando la vida como tal, sea sagrada para él, tanto de las plantas y animales como la de sus hermanos los hombres y cuando se esfuerce por ayudar a toda vida que lo necesite.
Albert Schweitzer
MVZ. René César Frappé Muciño, Dr. HC
Nuestro amor por los animales es evidente y sincero. De no ser así, hubiéramos elegido otra profesión.
Tratar a un animal enfermo nos provoca un sentimiento de compasión, aun sin atender los reclamos de su dueño, nos damos cuenta del grado de sufrimiento, dolor o malestar del enfermo y no nos quedamos inertes o sólo contemplativos, aumentado así, la gravedad de la situación, actuamos para remediar el problema y evitar el contagio y difusión entre otros animales o a la especie humana.
Nuestra profesión, atendiendo también a su base económica, nos obliga a considerar el valor económico de los animales y el de su producción. No solamente nos interesa mantener animales sanos, sino que deben ser productivos también.
Tampoco cometemos el error (que algunos cometen) de que, por proteger a los animales, nos ponemos en contra de las personas. El maltratar a los animales innecesario o por placer es una situación digna de la intervención de un psiquiatra. Hay quien proyecta sus frustraciones o fracasos, o bien su ignorancia sobre los animales o en otros seres débiles e indefensos, lo que es una abominable cobardía.
Otra situación que se presenta a menudo, es la de quien acaricia a todo animal con el que se topa, sin considerar, no solamente que pueden ser agredidos por el mismo, sino que el contacto con la piel, las secreciones o excreciones pueden contagiar con bacterias, parásitos, hongos o alérgenos (personalmente he observado a un joven que acarició al oso que exhibe un gitano por las calles de varias ciudades del país).
1. Uso otra vez solamente este término que nos describe.
2. Este tema es también sugerido por el Director General de esta Revista.
3. Copio estos fragmentos de mi libro “Ecología Zootécnica”.
Nosotros los profesionales, cuando manejamos a los animales lo hacemos conscientemente y con las técnicas adecuadas. Hay potros de contención o “shuts”, jaulas de paredes móviles, etc., para animales peligrosos.
Ante todo, debe tomarse en cuenta que el Médico Veterinario Zootecnista es un profesional con bases científicas y más hace por los animales efectuando diagnósticos certeros, aplicando tratamientos adecuados y medidas preventivas oportunas, que acariciar a los animales.
En ocasiones es necesario “hacer de tripas corazón”, es decir, que los sentimientos deben ceder ante la razón, para sacrificar individuos peligrosos para la especie humana o para el resto de la parvada, el rebaño, hato, piara, recua, o jauría, como sucede en las enfermedades contagiosas con la fauna nociva.
Hay un aspecto muy delicado y sensible en nuestro medio, y es el de la tauromaquia porque hay muchas personas adictas a este espectáculo: hay médicos, escritores, poetas, otros intelectuales y hasta veterinarios y villamelones que la defienden.
Otros temas donde se maltrata a los animales son las peleas de gallos, de perros, y se discute que los rodeos y jaripeos están en la misma situación, como lo afirman las sociedades protectoras de los animales (Human Societies).
Como zootecnistas, el veterinario orienta su trabajo a la producción de insumos a partir de los animales y sus productos como carne, leche, huevos, miel, pieles, lana, pelo, seda, etc. Todos para cubrir las necesidades de la especie humana y de sus industrias.
Como ya se ha dicho en esta revista, la importancia del Médico Veterinario Zootecnista como inspector de los animales de abasto y de productos en los rastros municipales, plantas TIF y otras empresas donde se procesan los productos de los animales.
Se insiste en que el sacrificio o matanza de los animales que nos proporcionan su carne, vísceras, etc., deber ser rápido e incruento, lo que además mejora la calidad de la carne.
Ya sea para conservar la salud humana previniendo las enfermedades zoonóticas o por la producción de alimentos sanos y los servicios que prestan, la intervención del Médico Veterinario Zootecnista, hoy por hoy es determinante.
¿Habrá alguna otra actividad profesional más benéfica para la humanidad que proporcionar gran parte de sus alimentos?
Recapitulando: Por cualquier lado que se le vea, el MVZ está al servicio de la humanidad.
Artículo Publicado en Los Avicultores y su EntornoDiciembre-Enero 2010
