Gnatostomiasis una zoonosis poco conocida por los médico

OSCAR RIVERA GARCÍA *
El autor es M.V.Z de la Universidad de Caldas egresado en el año, 1957.
Decano de la Asociación Colombiana de Médicos Veterinarios y Zootecnistas Especialistas en Avicultura (AMEVEA)
Gestor y Coordinador del Primer Congreso Colombiano e Internacional de Zoonosis. Manizales-Caldas-Colombia-Septiembre-2008.

Miembro Corporación RED Salud Pública Veterinaria (SPVet).
Miembro Asociación Veterinarios Vida Silvestre (VVS).
Derechos reservados de autor.
Correo. [email protected]

La Gnatostomiasis Humana es causada por la larva de algunas especies de nemátodos del género Gnathostoma, principalmente Gnathostoma spinigerum, G. hispidum y G. doloresi en Asia y Gnathostoma binucleatum en México y Ecuador, y en América Latina.

Es una parasitosis que cada vez adquiere gran importancia entre habitantes de zonas costeras y turistas que en forma masiva se desplazan a pasar sus vacaciones a la orilla del mar.

Se diagnostica en personas que acostumbran comer pescados crudos o semicrudos, ceviche, cangrejos, mariscos, ostras, cada vez más populares en su consumo

Cuando el médico interroga con fines diagnósticos a un enfermo, con frecuencia deja al margen la ingesta que el paciente ha consumido en un viaje de vacaciones a la costa o en un restaurante especializado en comidas de mar, sin llegar a pensar que puede estar parasitado por Gnatostoma spinigerum, G. hispidum, G. doloresi en Asia, o G. binucleatum en México o Ecuador.

La Gnatostomiasis es parasitosis de tejidos internos, una zoonosis de animales carnívoros silvestres, que involucra a perros y gatos cercanos al hombre, son gusanos del Orden Spirurida, Suborden Spirurina, que se hospedan de manera natural en animales, ocasionalmente en el hombre que se comporta como esos animales; es decir, que comen mariscos crudos.

El parásito fue visto por primera vez por Owen, en 1836, en tumores gástricos de un tigre que diseccionaba, después se reportó en león, gato montés, leopardo, visón y, finalmente, en gatos y perros de Malasia, China, Japón y Australia.

Es una enfermedad endémica de Asia, donde se conoce hace mucho tiempo.

En América se reportó por primera vez en México infectando humanos, en 1970, en el laboratorio de parasitología del Instituto Politécnico Nacional y se han descrito más de 9 mil casos humanos en los últimos 20 años, la mayoría como Gnatostomiasis cutánea y algunos oculares.

El ciclo biológico del parásito señala animales carnívoros como hospederos definitivos con parásitos en su pared gástrica, gusanos adultos que ponen huevos, los cuales salen por las heces fecales al suelo, de donde llegan al agua para madurar dando una larva de primer estadio en siete días.

El huevo ya larvado libera la larva que crece a segundo estadio en el agua, la larva 2 liberada sirve de alimento a “pulgas de agua”, pequeños crustáceos sin exoesqueleto denominados copépodos del género Cyclops, al ingerirlos cruzan su pared gástrica, llegan al espacio virtual de su cuerpo para transformarse en larva 3.

Los copépodos parasitados son alimento de camarones, acociles, ostras, almejas, acamayas, peces, ranas, serpientes, aves, en ellos migran a sus músculos para formar larvas 3 infectantes.

Si un carnívoro ingiere larvas 3 infectantes se desenquistan en la digestión gástrica, penetran por la pared, alcanzan la circulación, llegan a hígado, circulan cinco a seis semanas, regresan a la pared gástrica para constituirse en adultos formando granulomas o quistes en la pared del estómago, el tumor se abre a la luz gástrica por un conducto que arrojará huevos.

El tiempo que ocurre en este proceso de maduración es de ocho a 12 meses. En el hombre que ingiere crustáceos parasitados ocurre el mismo proceso, pero las larvas 3 no maduran en la pared gástrica, permanecen en la circulación migrando a órganos de perfusión, vísceras, piel, ojos, migración que puede causar problemas renales, hepáticos, pulmonares, oculares, cutáneos o del sistema nervioso periférico o central.

La Gnatostomiasis es un reto clínico, en especial cuando los pacientes que la sufren no son sospechados, se les coloca en el síndrome de fiebres de origen a determinar.

Los síntomas principales se manifiestan casi siempre como una larva migrans subcutánea, produciendo 2 ó 3 semanas después de la ingestión de la larva, una inflamación migratoria o edema, acompañado de dolor, prurito

y eritema; posteriormente, la larva puede emigrar a otros órganos, como el hígado, pulmones, aparato urinario, sistema nervioso o a los ojos. Por lo general, los pacientes rara vez muestran temperaturas o una eosinofilia elevadas.

Las preguntas debieran ser:

¿Cuántas veces los médicos, en especial los internistas, la sospechan?

¿Cuánta población es adicta a comer ceviches o pescado crudo, cuando es ya una moda también la comida japonesa a base de pescado crudo?

La recomendación es evidente, comer crustáceos o peces crudos es un riesgo, evítelo porque los ceviches son una amenaza a la salud

Artículo publicado en Entorno Gnadadero Agosto-Septiembre 2011

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