La Anorexia Post-destete del lechón II

Francisco Gil Rueda

Las reglas básicas para desarrollar con éxito un programa nutricional para el lechón destetado pueden resumirse en tres puntos: (i) comenzar con el mayor peso posible del lechón, (ii) emplear las dietas más sencillas (de bajo costo) y (iii) desarrollar un buen manejo.

En esta segunda parte del artículo, aportaremos posibles estrategias desde el punto de vista nutricional para superar la anorexia post-destete.

El lechón destetado no come el pienso suficiente para maximizar su potencial de deposición proteica. Por tanto, cualquier incremento en la ingesta tendrá como resultado un incremento adicional del índice de crecimiento, siempre y cuando se mantenga la relación entre energía y nutrientes adecuados. Con el fin de maximizar la ingesta energética, los ingredientes deben ser de alta palatabilidad y digestibilidad, conteniendo a su vez, una elevada concentración de energía neta. Además las dietas post-destete deben contener ingredientes compatibles con el sistema digestivo del lechón lactante. Si bien de cara al destete, y con el objetivo de alcanzar un mayor peso del lechón y una mejor adaptación a la alimentación seca, se pueden emplear dietas sólidas (creep- feeding) durante la lactancia, a base de cereales preparados o en copos, aceites, diversos productos de origen lácteo y otros concentrados proteicos de elevada digestibilidad.

A la hora de formular piensos post-destete hay que tener en cuenta tres aspectos: (i) el factor económico, (ii) la enorme dependencia que tiene el lechón recién destetado de la ingesta de energía y (iii) la fisiología digestiva y el estatus enzimático del lechón destetado. De ahí que la selección de los ingredientes del pienso y su procesamiento deba basarse, además de en el costo, en factores como la digestibilidad de los nutrientes, la densidad de aminoácidos, la concentración energética y los factores estimulantes del crecimiento y/o del consumo de pienso.

ASPECTOS NUTRITIVOS

Fuentes de energía

• Cereales

En las dietas que contienen niveles relativamente altos de fuentes proteicas o de lactosa, el maíz puede sustituirse parcial o totalmente por otros cereales crudos (cebada, arroz, avena desnuda o trigo); de esta manera se estimulará el desarrollo enzimático del lechón (principalmente amilasas, glucanasas y xilanasas) y lo preparará para las siguientes fases, donde los piensos son menos complejos y más económicos (Figura 1).

FIGURA 1. Evolución del sistema enzimático del lechón en función de la edad.

La Anorexia Post-destete del lechón II Anorexia Post destete lechonc 1

El procesamiento térmico de los cereales (extrusión) ayudará a mejorar su digestibilidad y apetencia.

•Grasas y aceites

La utilización de la grasa es limitada en el lechón antes de los 35 días de edad, por lo que en la dieta postdestete, el déficit energético requiere el uso de proteínas como fuente de energía. A medida que aumente la actividad de la lipasa con la edad, mejorara la capacidad para utilizar la grasa de forma eficiente, lo que posibilita el aumento de la densidad energética mediante la adición de grasa.

Los aceites vegetales (maíz, soya, coco) son más digestibles que las grasas de origen animal (manteca o sebo).

En cualquier caso, siempre que se añada grasa a la dieta de arranque, debe emplearse una fuente de grasa estabilizada y de alta calidad.

Por otra parte, se deben asegurar niveles de un 3% a un 5% de grasa añadida en las dietas con un elevado contenido en productos lácteos para mejorar la eficiencia de la granulación cuando proceda.

Las cantidades de calcio y cobre influyen sobre la digestibilidad de la grasa. En este sentido, niveles altos de calcio pueden reducir la absorción de grasa, a nivel intestinal, al incrementar la formación de jabones de ácidos grasos. Y a la inversa, niveles elevados de sulfato de cobre mejoran la utilización de la grasa.

• Productos lácteos.

A medida que se incrementan los niveles de lactosa, se observa una mejora lineal en la productividad del lechón hasta aproximadamente los 14-21 días post-destete (10-13 kg) en granjas de excelente estatus sanitario; de lo contario, pueden exacerbarse ciertos trastornos digestivos. Después de este periodo, se puede sustituir la lactosa por otras fuentes más baratas de carbohidratos, como los cereales.

La principal fuente de lactosa es el suero desecado (dulce o ácido), aunque pueden emplearse otras fuentes más baratas, como la L-lactosa, los sueros parcialmente desproteinizados o los permeatos, etc.; si bien su incorporación está condicionada por la calidad final, según el proceso de secado y la necesidad de incorporar una fuente proteica de alta calidad para sustituir a la fracción proteica del suero.

El empleo actual de la leche descremada spray, cuando la dieta contiene niveles adecuados de plasma, lactosa u otros concentrados lácteos y proteicos, está muy limitado, debido a su alto costo y, por otro lado, a que su fracción de caseína puede disminuir la ingesta de alimento.

Más interesante es el uso de sueros reengrasados con distintas fuentes grasas (manteca, aceite de coco, etc.), ya que mejoran la digestibilidad de la fracción grasa, la apetencia y, por tanto, la ingesta de energía neta.

Fuentes de proteína

Los piensos deben formularse en función de la relación entre aminoácidos y energía, recomendándose una relación de lisina:energía de 5,0 a 5,2 g de lisina digestible ileal/Mcal EN. Como la utilización de la grasa añadida es limitada en el lechón destetado, es posible que se infravalore esta relación. Las óptimas proporciones mínimas de otros aminoácidos con relación a la lisina y en términos de digestibilidad real son las siguientes: metionina (30%), metionina y cisteína (60%), isoleucina (55%), triptofano (18-22%), valina (68-70%) y treonina (62-64%) de la lisina. Particular importancia tienen el triptofano como precursor del complejo melatonina-serotonina (regulación de la secreción pancreática y motilidad gastrointestinal) y como regulador de la hormona del apetito −grelina− y la treonina, esencial en el crecimiento intestinal y la producción de moco.

• Productos derivados de la soya

Es sumamente importante incorporar niveles de entre un 10% a un 15% de harina de soya en la dieta inicial tras el destete, de manera que el lechón pueda desarrollar una tolerancia inmune oral frente a los antígenos proteicos de la soya (conglicinina y la β-conglicinina) y le permita superar de la forma más rápida la hipersensibilidad a la fracción de la soja. El hecho de retrasar la exposición a la harina de soya hasta los 14 días post-destete únicamente pospone los efectos de las reacciones de hipersensibilidad, además de ser un planteamiento más caro. La exposición temprana permite la inclusión de niveles más altos de harina de soya en las dietas posteriores sin que se vea reducido el índice de crecimiento.

En el caso de no emplear harina de haba de soya en las dietas inmediatamente posteriores al destete, la proteína de soya extrusionada es una excelente fuente proteica en combinación con otras fuentes proteicas.

• Harinas de origen animal

Plasma porcino es una materia cara pero muy recomendable para fomentar el consumo de alimento en el periodo post-destete. Debido a su costo, es fundamental determinar el nivel óptimo de plasma a incluir en las dietas y su posible sustitución parcial por otras fuentes proteicas o por combinaciones de fuentes de proteína y carbohidratos (harina de pescado o huevo entero deshidratado).

A la hora de formular hay que tener en cuenta que aunque el plasma contiene niveles elevados decisteína, es pobre en metionina, por lo que es necesario formular según las necesidades de metionina en adición al total de aminoácidos azufrados.

El plasma tiene el inconveniente de presentar un efecto retardado en los lechones, por lo que se recomienda adoptar un método de sustitución gradual, eliminando poco a poco el plasma de la dieta (pasar de un 2.5-5% en el iniciador a un 1-2.5% en el pienso pre estarter).

HARINAS DE PESCADO constituye una excelente fuente proteica para los lechones (además de su fracción grasa y mineral); aunque no llega a sustituir directamente al plasma en las dietas de arranque. Las harinas de pescado de alta calidad se incluyen en niveles de un 2.5% a un 7.5% en piensos post-destete.

GLÓBULOS ROJOS Y HEMOGLOBINA DESHIDRATADOS presentan un elevado contenido proteico (85 al 95%). Pueden oscurecer el pienso y las heces.

SOLUBLES DE PORCINO DESECADOS, aunque con un contenido proteico entre un 30% y un 65%, su nivel de lisina es relativamente bajo y presentan un elevado contenido en cenizas, principalmente sodio.

HUEVO ENTERO DESHIDRATADO dispone de una fracción proteica y grasa de muy buena digestibilidad sumado a su elevado contenido en inmunoglobulinas.

Puede sustituir total o parcialmente al plasma.

• Otras proteínas de origen vegetal

PROTEÍNAS DE PATATA contienen un 70-85% de proteína, por lo que es una fuente proteica a tener muy en cuenta en las dietas post-destete, aunque la mayor limitación para su empleo es el costo de eliminación de los alcaloides (las saponinas provocan rechazo por parte del lechón) y su limitada disponibilidad comercial.

GLUTEN DE TRIGO DESHIDRATADO es una fuente de alto contenido proteico pero es extremadamente deficiente en lisina.

Minerales y otros aditivos

Las dietas post-destete deben suplementarse con los macrominerales: calcio, fósforo, sodio y cloro; y con los microminerales: cobre, iodo, hierro, manganeso, selenio y zinc. En el caso de los macrominerales, debido a su relativa abundancia y disponibilidad en la leche y en otras fuentes proteicas, no es difícil ni costoso mantener un amplio margen de seguridad sobre las necesidades reales del lechón. Debido a la importancia del crecimiento óseo en las primeras etapas de la vida del cerdo, las concentraciones de calcio y de fosforo disponible deberían oscilar entre 0,5 a 0,75% y entre 0,44 a 0,36% desde el destete hasta los 20 kg, respectivamente. Los otros macrominerales que parecen mejorar los índices de crecimiento del cerdo son el sodio y el cloro, ya que estimulan el consumo de agua, aunque vigilando niveles máximos, sobre todo cuando se incorporan a las dietas suero en polvo, harinas de pescado y plasma porcino.

La suplementación de las dietas con 3.000 ppm de zinc en forma de óxido de zinc (ZnO), tiene efectos beneficiosos en el control de la diarrea post-destete causada por E. coli sin afectar al número de E. coli excretado en las heces. No obstante, los aspectos medioambientales asociados al empleo de zinc en la alimentación son importantes, por lo que hay que subrayar la restricción de incluir 3.000 ppm de ZnO en las primeras dos semanas posteriores al destete, cuando el consumo de alimento es el más bajo y se obtiene el mayor beneficio, y siempre asegurando niveles adecuados de fósforo digestible cuando se utilizan fitasas al mismo tiempo.

El NRC (1998) proporciono una excelente recopilación sobre muchos de los aditivos alimentarios no nutricionales que se han empleado en las dietas de destete, como son los probióticos, prebióticos, enzimas, acidificantes, extractos vegetales, etc.

A pesar de que se ha observado que los probióticos mejoran la productividad en determinadas condiciones de campo, la mayoría de los experimentos controlados no han conseguido demostrar respuestas beneficiosas constantes.

Los prebióticos como los fructooligosacáridos y los monooligosácaridos, también se ha observado que mejoran el rendimiento de los lechones en algunos experimentos.

Otros aditivos, como diversos extractos vegetales y especias, han sido propuestos como sustitutos de los antibióticos, aunque los datos que hay referentes a su empleo son limitados y variables.

Las enzimas provocan un incremento de la digestibilidad de los nutrientes (energía, proteína y minerales) y una reducción de los problemas digestivos (diarreas, viscosidad).

Por otra parte, son capaces de reducir el impacto medio ambiental de los purines, ya que reducen la excreción de nutrientes, potencialmente contaminantes, como el nitrógeno y el fósforo (fitasas).

La suplementación de las dietas de destete con ácidos orgánicos (fórmico, acético, propiónico, fumárico, cítrico, n-butírico, láctico, etc., o sus sales), han demostrado que son capaces de estimular la actividadenzimática endógena, reducir el pH de la dieta para mejorar su calidad higiénica, acidificar el estómago y el primer tramo del intestino delgado, tener efecto antimicrobiano, reducir la capacidad tampón de la dieta y mejorar los rendimientos productivos del lechón. La respuesta es mayor cuando se formulan dietas simples que en el caso de dietas más complejas. Recientemente se ha recurrido a la encapsulación de los ácidos orgánicos, ya que es una técnica relativamente sencilla y efectiva la hora de retrasar la completa disociación de los mismos en el intestino delgado y evitar la aparición de úlceras gástricas.

Los ácidos inorgánicos como el ácido orto-fosfórico y el ácido propiónico, también se ha comprobado que mejoran el rendimiento del cerdo durante las dos primeras semanas posteriores al destete, aunque la respuesta a acidificación del pienso disminuye rápidamente a medida que aumenta la edad del cerdo tras el destete.

También se añaden saborizantes, edulcorantes y aromas a las dietas para lechones con el objetivo de aumentar la palatabilidad y la ingestión del pienso aunque, si a los lechones se les da a elegir, es mayor el consumo de la dieta que los contiene, pero si no tienen elección, la mayor parte de las pruebas de investigación demuestran que los beneficios de estos aditivos son muy variables.

El uso de estos aditivos enmascara los ingredientes de mala palatabilidad, por lo que en la mayoría de los casos los efectos positivos de los saborizantes suelen ser consecuencia más del enmascaramiento de una sapidez negativa que de la sapidez positiva.

En definitiva, todos estos aditivos ayudan al desarrollo y morfología funcional del tracto gastrointestinal y manipulan las poblaciones bacterianas para optimizar la salud intestinal, aunque la implantación de prácticas competentes de producción, como pueden ser la mejora de la higiene, el manejo y el medio ambiente, constituyen una inversión más rentable que la de emplear muchos de estos aditivos.

La Anorexia Post-destete del lechón II Anorexia Post destete lechonc 2PROPIEDADES FÍSICAS DEL PIENSO

La presentación del pienso (granulo, migajas o harina) puede influir en el consumo del mismo. Generalmente, la granulación reduce el consumo de pienso pero mejora el crecimiento y el índice de los lechones debido a una mejora de la digestibilidad de los nutrientes, aunque durante la fase post-destete, el lechón aprende a comer mucho mejor cuando el pienso se presenta en harina o migajas.

Se ha observado que las dietas post-destete con un fino tamaño de partículas (tamiz de 1.5 mm) aumentan la acidez de estómago y la actividad de la pepsina en la región esofágica del estómago, incrementándose la velocidad de paso de la dieta. En efecto, a medida que aumenta la molienda del pienso se incrementa la secreción gástrica (HCl y enzimas) existiendo un mayor contacto del contenido gástrico con la mucosa glandular del estómago, lo que favorece su digestibilidad y absorción.

Por su parte, la alimentación húmeda mejora la ingesta con respecto a la alimentación seca, tanto en su presentación granulada como en harina, particularmente en los lechones más jóvenes y menos pesados, pero conlleva unas pautas de manejo más exigentes (cambios frecuentes de pienso para evitar fermentaciones y deterioro del mismo).

Finalmente y en un tercer capítulo, abordaremos ciertas pautas de manejo y de control ambiental que nos ayudarán a completar la visión de esta fase crítica del lechón y tomar las decisiones adecuadas para superarla.

Artículo publicado en Los Porcicultores y su entorno

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