Dr. Juan Luis Ubeda
Director Técnico
MAGAPOR
La inseminación artificial consiste en la aplicación de dosis seminales en el sistema reproductivo de la hembra con el fin de obtener la mayor tasa de fecundación.
Dicha inseminación puede ser tradicional (si depositamos el semen en el cérvix) post cervical (deposición en el cuerpo del útero) o intrauterina profunda (se depositan los espermatozoides en el cuerno uterino).
Para estas 2 últimas será necesario el uso de una sonda complementaria.
La pauta de inseminación consiste en diseñar un sistema en el que se determine el momento en el que se realiza la primera inseminación, así como con qué periodicidad y hasta cuándo se repiten éstas a lo largo de la duración del celo de la cerda, siendo el fin último de la inseminación, garantizar el máximo número de espermatozoides fecundantes en el oviducto en el momento de la ovulación que permitan la fecundación del 100% de ovocitos. La misma pauta de inseminación no tiene por qué ser aplicada de forma generalizada, sino adaptada a las condiciones de cada granja o empresa.
Todas las variables que puedan afectar a la fecundación y prolificidad de la cerda deberán ser tenidas en cuenta:
- Inicio del celo/ momento de la ovulación.
- Momento de la primera inseminación.
- Intervalo entre inseminaciones.
- Número total de inseminaciones y/o final del celo.
- Calidad seminal y concentración.
- La cerda:
a. Estado sanitario.
b. Estado fisiológico.
c. Ciclo.
d. Genética.
e. Grado de estrés.
Una vez conocidas las variables que inciden en la presentación, la duración del celo y momento de ovulación, debemos determinar cuál es la pauta de inseminación que más se adecua a nuestras condiciones de trabajo.
Abordamos el tema desde un punto de vista técnico, buscando soluciones para cada circunstancia.
Detección de celos:
La detección de celos se realizará siempre en presencia del verraco. La recela debe ser realizada, a ser posible, por al menos dos personas: una dirigiendo al verraco y dedicando el tiempo necesario a cada hembra y otra observando, tocando e identificando las cerdas en celo. La recela se puede realizar 1 ó 2 veces al día.
Primera dosis:
La primera dosis se puede aplicar de forma inmediata al inicio de celo (momento 0) o retardada (12 h, 24 h, etc.). La decisión del momento de la primera inseminación debe ser tomada con criterio técnico. El único factor que sabemos que con certeza afecta a la duración del celo es el intervalo destete-cubrición, por lo que será el principal elemento de decisión en este punto. Cuanto menor es el IDC, mayor tiende a ser la duración del celo, por lo que la ovulación será más tardía con respecto al momento 0.
Siguientes inseminaciones:
Puesto que sabemos que la ovulación se produce en un momento próximo al 70% de la duración del celo, la cerda debe ser inseminada mientras se encuentra en celo. También hemos de tener en cuenta que la duración de los espermatozoides con capacidad fecundante en el reservorio de la cerda supera las 24 h.
Las dosis se pueden repetir con una periodicidad de entre 12 y 24 horas. Si inseminamos las cerdas cada 12 horas y empezamos a las 8 de la mañana, las 12 h son difíciles de cumplir en las condiciones laborales estándar. La inseminación doble diaria incrementa el costo en dosis de semen y mano de obra, y no hay evidencia científica que se mejoren los resultados por inseminar cada 12 horas.
Si tenemos en cuenta que la inseminación genera una respuesta inmune aguda en el útero debido a la presencia de los espermatozoides, podemos suponer que cuanto más lejana se produzca esta respuesta del momento de ovulación, mejores serán las condiciones para la fecundación. Por ello se incluye como patrón de calidad el número de inseminaciones por celo: cuantas menos dosis se utilicen, mejor es la valoración.
Para finalizar, y siguiendo el razonamiento anterior, la pauta de inseminación más lógica sería la de inseminar cada 24 h, ligada también a una recela diaria. El retraso de la primera inseminación 12/24 es igualmente aconsejable, pero no existe un patrón genérico de duración de celos o del momento de ovulación, por lo que podemos encontrar variaciones importantes entre granjas, incluso dentro de la misma empresa y genética; además, también es posible encontrar variaciones según la época del año.
Informes: M.V.Z. Ernesto Gonzalez Villasante MAGAPOR MEXICO direcció[email protected]
Artículos publicado en Los porcicultores y su entorno Noviembre- Diciembre 2013
