No pasó mucho tiempo, sólo 12 horas para que China respondiera fulminantemente contra los aranceles que le impuso el gobierno de Donald Trump. Y su arma no pudo ser mejor, pues como es la principal consumidora de carne de cerdo, decidió cancelar una partida de 14 mil 700 toneladas que deberían haberse enviado entre este año y el siguiente.
Al bloquear la carne de cerdo de EU, con lo que hunde sus futuros, China dio un vuelco a las conversaciones que sostenía con Estados Unidos para negociar nuevas compraventas de futuros de carne de cerdo, soya y algodón.
Lo dramático es que China se ha visto en la necesidad de importar un volúmen muy alto de carne de cerdo, como consecuencia de la muerte de millones de animales por un brote de fiebre porcina.
La decisión del dragón asiático de cancelar todas las compras a Estados Unidos, provocó que los futuros de la carne de cerdo estadounidense se hundieran a niveles de hace tres años, lo que llevó a esta materia prima a que fuera negociada un 5% por debajo del precio que venía fijándose.
Y lo anterior es el resultado de que a partir del 1 de septiembre se impondrá un arancel del 10% a bienes chinos por valor de 300 mil millones de dólares, después de que los negociadores de las dos economías más poderosas del mundo no acordaran reiniciar conversaciones comerciales.
