El ambiente del lechón lactante.

Tips para la evaluación del bienestar animal. V El Ambiente del Lechón Lactante.

PHD. Marilú Alonso-Spilsbury
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco.
DPAA, Área de Investigación:
Ecodesarrollo de la Producción Animal.

La mortalidad neonatal es un problema importante tanto desde el punto de vista productivo como desde el punto de vista del bienestar de los lechones (Manteca, 2008). Una de las principales causas de mortalidad es la hipotermia. Al nacer, los lechones son susceptibles al estrés por frío, a continuación explicamos por qué.

El lechón recién nacido es el ungulado más sensible al frío. Tiene poco aislamiento y pelaje, está desprovisto de grasa subcutánea y de una masa pequeña en relación al área de su superficie corporal. Por otro lado, la cerda, a diferencia de las otras unguladas –yegua, vaca, cabra, oveja– no lame a sus crías recién nacidas ni les proporciona asistencia para encontrar las tetas (Petersen et al., 1990), pero lo que sí hace, si se le da la oportunidad, es construir un nido para mantener a su camada. El nido tiene varias funciones, entre otras, proteger a la camada de los depredadores, de las condiciones climáticas (Algers y Jensen, 1990), y le da protección mecánica (amortiguamiento) evitando el aplastamiento por la cerda. Sin embargo, como esto no ocurre en la producción intensiva de cerdos, se tiene que recurrir al diseño de alojamientos que permitan dicha protección.

No obstante, un porcentaje elevado de las causas de mortalidad en lactancia, se debe en parte, al entorno en el cual vive el lechón. Las principales causas directas e indirectas de mortalidad en la fase de lactancia son: hipotermia, inanición y aplastamiento por la cerda.

La hipotermia altera el metabolismo de los carbohidratos del recién nacido inhibiendo la liberación de insulina, lo que aumenta la secreción de catecolaminas (Herpin y Le Dividich, 1998). El lechón recién nacido manifiesta estrés por frío cuando la temperatura ambiental es inferior a los 34oC (Mount, 1959). Un lechón hipotérmico tiene menor capacidad para mamar, presenta signos de letargia y es presa fácil de ser aplastado por la madre que pesa 100 veces más. La hipotermia puede entonces, predisponer a inanición y aplastamiento (Edwards, 2002). Dependiendo de su intensidad y duración, se considera que la hipotermia es una fuente de sufrimiento en el neonato (Mellor y Stafford, 2004).

Con la finalidad de evaluar de forma práctica el entorno ambiental del lechón lactante, se ofrece al porcicultor la siguiente guía empleando criterios según nuestra experiencia.

Cada indicador viene respaldado por literatura científica al respecto.

Los indicadores que se ofrecen en esta guía tienen una escala de calificación binomial basada en su presencia o ausencia (0 ó 1), donde el 0 significa que el parámetro de medición es apropiado y 1, que es inapropiado. Una vez que se tienen las calificaciones lo ideal es calcular la prevalencia de instalaciones en las distintas condiciones, esto es, se contabiliza el número de instalaciones afectadas en porcentaje, respecto al total observado, lo que permitirá conocer el estado de las instalaciones y tomar decisiones respecto al estado de las condiciones ambientales bajo las cuales son alojados.

Ejemplos: si se contaron 19 bebederos con la altura indicada como ideal de 20 observados en total, se tiene un 95% de prevalencia para ese indicador.

Si se contó que el número de nidos que no cumple con los requerimientos de cama seca fue de 5, de un total de 63 nidos revisados, la prevalencia para este indicador es de 7.9% [(5 entre 63) x 100].

Como punto de referencia, se señalan en el Cuadro 1, las prevalencias que consigna el US Swine Welfare Assurance Program. El SWAPSM, fue lanzado en agosto de 2003 por el National Pork Board, como un programa voluntario para auditar el bienestar animal en granjas porcinas en los EEUU. Este programa está diseñado para evaluar el bienestar animal realizando mediciones de conducta, producción y salud. Cabe señalar que como criterio de calificación, no emplea los valores 0-1, sino los colores de un semáforo. Para fines de la guía que se presenta, se incluyen sólo los indicadores referentes a las instalaciones.
Esperamos que la guía le sea de utilidad.

CUADRO 1. Prevalencia de condiciones relacionadas con las instalaciones en los lechones lactantes.
INDICADOR
Espacio insuficiente <1% 1 a 10% >10%
Disponibilidad inadecuada de agua <0.1% 0.1 a 0.2% >0.2%
Espacio inapropiado en el comedero <1% 1 a 2% >10%
Corrales con daño en pisos <1% 1 a 2% >2%

Escala de Evaluación del Ambiente en Lechones Lactantes

Calificación 0 Fundamento Calificación 1
Mortalidad en lactanciab
≤5% (SWAP, 2003)

 

La hipotermia puede predisponer a inanición y aplastamiento. Las tres constituyen las principales causas de mortalidad en lechones lactantes (Edwards, 2002).
>15% (SWAP, 2003)

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Acceso ad libitum al aguaa
El agua se suministra ad libitum.

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Los lechones deben tener la posibilidad de beber agua limpia y fresca desde los 2 días de nacidos hasta el destete.
Los lechones recién nacidos aprenden a beber por imitación y es más fácil que beban de un tazón (Phillips y Fraser, 1990) que deberá mantenerse limpio
El agua se suministra de forma restringida o no se les provee.
Accesibilidad al bebedero (altura del bebedero tipo chupón)a,b
A 10 cm. del piso si está a 90º con la vertical, y a 15 cm si está a 45º (Breedt, 2005). <0.1% de los corrales (SWAP, 2003) o jaulas.

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El bebedero de los lechones debe ser de 6 mm de diámetro. Los cerdos deberán beber a la altura de su hombro.
El consumo de alimento se incrementa cuando empiezan a beber a edad temprana.
Otros valores; al lechón le cuesta trabajo acceder al bebedero. >0.2% de los corrales sin disponibilidad apropiada (SWAP, 2003).
Flujo del agua del bebederoa
≥0.3 litros / minuto (Carr, 1998).

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Los lechones recién nacidos beben menos de 50 ml/día, por unos cuantos días (Fraser et al., 1988).
Comedero redondoa
Presencia

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Los comederos circulares y de poca altura hacen que el alimento suplementario sea más visible y accesible para los lechones (English et al., 1981).
Ausencia
Presencia de cajón microclimáticoa
Presencia

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Deben tener tapa para evitar la fuga de calor, prevenir las corrientes de aire y evitar fluctuaciones de temperatura >5ºC.
En los nidos cubiertos, la temperatura es de unos 3oC superior a los descubiertos.
Ausencia

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Existe la posibilidad de que no haya cajón microclimático si en su lugar hay un tapete térmico y/o foco, lo que también constituye un nido apropiado para la camada.
Los lechones usarán más el foco que el tapete durante los 2 primeros días de edad (Zhang y Xin, 2001).
Ubicación del nido en la jaula de maternidada
Nido lateral

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Los lechones prefieren los nidos laterales que los frontales; les gusta echarse cerca de las tetas de la madre (Wilkinson y English, 1980). Descansan 3 veces más en los primeros (Pope, 1992).
Nido frontal

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Área de descanso para la camada dentro del nidoa
0.37 m2/camada; 1 m2 a los 21 días y 1.7 m2 a los 33 días (Pope, 1993)

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<0.37 m2/camada

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Presencia de cama limpia y seca en el área microclimáticaa
Presencia

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Los lechones prefieren una cama de aserrín que un tapete de hule espuma (Vasdal et al., 2010).
La cama disminuye la temperatura crítica mínima del lechón por 7-8ºC (Verstegen y van der Hel, 1974).
El uso de cama previene abrasiones y lesiones en la piel (Zoric et al., 2009).
Ausencia

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Presencia de foco en el nido durante los primeros 4 días (a 50 cm del piso)a
Presencia

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El calor por rayos infrarrojos es el método de calefacción más fácil de controlar y más económico; calienta los cuerpos y no el aire.
Suelen ser de 150w-250w y 1,000 horas de vida útil.
Ausencia

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Temperatura del piso en el nidoa
1ª semana, entre 38ºC y 39ºC.
2da semana: entre 33ºC y 36ºC (Meyer et al., 2012).
Al estar en contacto con el suelo frío, el lechón tiene pérdidas de calor por conducción.
1er semana: <38ºC. 2da semana: <33ºC
Temperatura ambiental para el lechóna
Entre 24ºC y 35ºC Primeras 48 horas: 32-36ºC Resto de la semana: 30-32ºC A las 3 semanas: 23-28ºC A la 4ta semana: 24-26ºC
La temperatura crítica mínima (TCM) para los lechones recién nacidos es de 35ºC, 29ºC hasta los 4 kg de peso y 24ºC a los 10 kg (Mount, 1959).
<24ºC
Presencia de lechones amontonados
Lechones dispersos

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El mejor indicador de la temperatura ambiental, es la postura del lechón. Cuando la temperatura ambiental es inferior a la TCM, los lechones intentarán calentarse temblando y amontonándose. De esta forma reducen las pérdidas de calor por termorregulación social (Vasdal et al., 2009).
Lechones amontonados con frío

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Humedad del piso del nidoa
Seco

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Dejar a los lechones en un piso mojado equivale a sustraerles entre 5 y 10ºC de su temperatura ambiental, dependiendo del piso (cemento, con corrientes de aire) (Kavanagh, 1989). En maternidades con niveles elevados de humedad en los pisos, los lechones registran mayor incidencia de diarreas por E. coli.
Húmedo

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Humedad relativa del airea
Entre 50 y 75%.

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La humedad relativa elevada unida a baja temperatura, crea un ambiente frío.
La humedad relativa no debe sobrepasar el 80%.
Ventilación (velocidad de corrientes de aire)a
Entre 0.1 y 0.3 metros
/ segundo (Latorre y Miana, 2008).

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Una corriente leve puede tener el mismo efecto adverso sobre el lechón, que un descenso de 4ºC en la temperatura (English et al., 1981).
>0.4 m/ segundo
Ruidoa
≤60 decibeles (Algers y Jensen, 1985).

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La exposición continua a ruido, interfiere con la comunicación cerda-camada, resultando en bajas ganancias de peso en los lechones (Algers y Jensen, 1985).
>85 decibeles (Algers y Jensen, 1985).
Luminosidada
Un mínimo de 15 pies candela para inspeccionar a los animales (Ewin et al., 1999). ≥50 lux al nivel de los ojos de los cerdos (Rudnov y Jurkov, 1976).
La iluminación inapropiada puede afectar el bienestar. Los lechones de 1 semana de edad sienten miedo al permanecer en la oscuridad (Tanida et al., 1996).
50 lux mejoran la salud y el sistema inmune de los lechones (Rudnov y Jurkov, 1976).
Polvo inhalablea
(medido en total de partículas suspendidas)
≤2.5 mg/m3

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El origen del polvo en la maternidad puede ser por el alimento, las heces y descamación de la piel de los animales (Heber et al., 1988), pero también por el uso de cama para los nidos.
>5 mg/m3
Polvo respirablea
≤0.23 mg/m3 (Donham, 2000).
El polvo acarrea virus y endotoxinas (Donham, 1991), estas últimas, conocidas por su capacidad pro-inflamatoria.
>0.23 mg/m3 (Donham, 2000).
Amoniacob
≤25 ppm (SWAP, 2003).
El amoniaco es un co-factor importante en el desarrollo de rinitis atrófica y neumonía enzoótica (Donham, 1991). En lechones de 4 semanas de edad, 12 horas de exposición son suficientes para elevar el cortisol sérico (von Borell et al., 2007).
>50 ppm (SWAP, 2003).
Concentración de dióxido de carbonoa
≤2,000 ppm (MWPS, 1989).

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>2,000 ppm (MWPS, 1989).
Abertura máxima entre “slats” del piso de rejillaa
Máximo 11 mm (BOE, 2002; PQMAS, 2006).

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Estos pisos no deben cubrir más del 4.0% del total del área del piso de la jaula (Wechsler, 2005).
>11 mm.

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Anchura mínima de los “slats” del piso de rejillaa
Mínimo 50 mm (BOE, 2002; PQMAS, 2006).

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<50 mm.

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Daños en pisob
-<1% de los corrales (SWAP, 2003) o jaulas.
El estado de mantenimiento de las instalaciones, especialmente los pisos con rejillas rotas, puede afectar el bienestar de los animales, ocasionándoles heridas en piel y patas.
>2% de los corrales (SWAP, 2003) o jaulas.
aIndicadores propios a partir de diferentes autores consultados en la literatura.
bIndicadores de SWAP (2003).

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Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno

Fernando Puga
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Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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