Bienestar del Cerdo Durante el Traslado al Rastro

Daniel Mota–Rojas Departamento de Producción Agrícola y Animal UAM–Xochimilco. Correo: [email protected]

Marcelino Becerril–Herrera benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Isabel Guerrero Legarreta Departamento de biotecnología, UAM–Iztapalapa.

Aline Schunemann de Aluja FMVZ – UNAM

Ramiro Ramírez–Necoechea Departamento de Producción Agrícola y Animal, UAM–Xochimilco.

Lectura recomendada para la asignatura de BIENESTAR ANIMAL

La calidad de vida del animal aumenta al incrementarse o ampliarse la oportunidad de expresar sus comportamientos naturales, lo que implica más que satisfacer sus necesidades fisiológicas y conductuales, y va más allá de la definición negativa de bienestar, como la de Dawkins5, quien considera el bienestar animal como la ausencia de sufrimiento. Esto último representa una serie de estados emocionales no placenteros que incluyen miedo, frustración y dolor. Sin embargo, estas emociones son difíciles de cuantificar, de ahí que se les identifica como subjetivas y se prefieran otros métodos de medición.

Hughes6 define el bienestar como un estado de completa salud, física y mental donde el animal se encuentra en armonía con su ambiente. De acuerdo con Broom7, el bienestar animal representa el estado de un individuo en relación con sus intentos por afrontar o sobrellevar su ambiente.

Esta definición toma en cuenta no sólo cómo el animal puede competir, sino también su esfuerzo en el intento. Para Webster8, el bienestar animal constituye el estado determinado por su capacidad para evadir estados de sufrimiento y mantener su habilidad inclusiva. Como se aprecia, hay definiciones que conciben el bienestar como un término absoluto, “existente o ausente”, y quienes lo definen como un término relativo, “estado”. Actualmente, para el gremio veterinario en México, “bienestar animal” se entiende como “el estado en que un animal tiene satisfechas sus necesidades fisiológicas básicas, de salud y de comportamiento, frente a los cambios en su ambiente”.

Independientemente de la definición que se adopte, es esencial que el concepto “bienestar animal” sea definido de manera que permita su medición9. Las mediciones son generalmente de tipo fisiológico o conductual. Por ejemplo, el análisis de los niveles de glucocorticoides en plasma representa un indicador útil del bienestar animal de individuos sometidos a procedimientos de corto plazo, como el manejo y transporte10. La evaluación del estrés durante el transporte requiere de métodos no invasivos; éstos, contrario a los análisis tradicionales, se basan en la recolección de la muestra con baja interferencia humana (por ejemplo, recolección de sangre y vigilancia del ritmo cardiaco); sin embargo, estos métodos pueden alterar indirectamente la respuesta del estrés.

Los dispositivos telemétricos para medir frecuencia respiratoria y cardiaca, temperatura corporal y presión arterial, son herramientas útiles para obtener respuestas imperturbadas. Recientemente se han desarrollado y validado medidas no invasivas del estrés, a través de los metabolitos en saliva, heces u orina11.

El bienestar animal durante el transporte y sacrificio debe medirse usando una variedad de parámetros que incluyan tasa de mortalidad, heridas, cambios en el comportamiento, valores fisiológicos, así como actividad del encéfalo (en caso de aturdimiento) y calidad de la carne12.

Broom13 profundiza el concepto anterior de bienestar animal considerando el grado de fracaso en una competencia y su facilidad o dificultad. Considera que la salud es un componente importante del bienestar, mientras que las emociones, como dolor, miedo y varias formas de placer, son componentes de los mecanismos para competir, por ello deben considerarse, cuando sea posible, en una evaluación del bienestar.

El bienestar de los animales es importante también desde el punto de vista económico. El manejo cuidadoso y tranquilo de los animales, por personas entrenadas, con el uso de instalaciones adecuadas, reduce los golpes y ayuda a mantener la calidad de la carne14. Esto último resulta importante no sólo desde el enfoque del bienestar animal, sino desde el aspecto económico; la industria porcícola en Estados Unidos de América pierde 0.34 dólares por cerdo debido a la carne tipo pálida, suave y exudativa (PSE), y 0.08 dólares por cerdo, como consecuencia de los golpes15,16, los aspectos anteriores propician pérdidas por decomiso de animales traumatizados, de 12.50 dólares por cada animal17. Asimismo, se ha señalado que la muerte en tránsito, para el caso del Reino Unido, representa 10,500 cerdos al año18. Es importante que se considere mejorar las condiciones de los animales durante el transporte; al mejorar el bienestar animal, ello repercutirá en la seguridad de los empleados debido a que el ganado que es tranquilo no lesionará a los operarios16.

Tanto las leyes como los códigos de práctica pueden tener gran impacto en la forma en que la gente maneja a los animales y, por ende, sobre su bienestar durante el transporte. Para generar guías que prevengan o minimicen el bienestar deficiente en animales durante el transporte, es necesario conocer el funcionamiento fisiológico y psicológico de los animales, así como las actitudes o acciones de las personas involucradas en el proceso; con ese propósito, Broom13 ha creado una guía completa para las personas involucradas y los procecimientos aplicables para el bienestar de los animales durante el transporte.

El transporte constituye un factor de estrés importante para los animales de granja, pues propicia efectos que afectan la salud, el bienestar y la calidad de la carne11. La comercialización del ganado y su bienestar, hoy día, representan problemáticas globales que afectan a los sectores de la industria del ganado, en especial al comercio internacional y a la demanda de un alimento de óptima calidad19.

Durante el transporte, los cerdos están expuestos a factores que comprometen su bienestar20, debido a que se conjugan factores de trastorno, éstos son de dos tipos: físicos y psicológicos. El primero resulta de lesiones, temperaturas extremas, vibraciones y cambios en la aceleración del vehículo; ruido, confinamiento y hacinamiento. El segundo surge como producto de la restricción en los movimientos de los animales, olores nocivos o no familiares, novedades en el ambiente, presencia de animales desconocidos, hambre, sed y fatiga21.

Se ha observado que el manejo y el transporte causan deshidratación22,24. Esto último constituye un resultado lógico de factores como privación del agua, pérdidas de líquido en forma de orina, excesiva sudoración con incremento en la frecuencia respiratoria. Un buen manejo durante estas etapas disminuye la incidencia de tales problemas2,25,26. Existe interacción clara entre los factores de estrés asociados con la fatiga del transporte, y la privación del alimento y del agua, así como del tiempo para la recuperación después de un viaje11.

En este contexto, el tiempo de transporte varía desde pocos a varios cientos de kilómetros; durante la carga, transporte y descarga de los animales; es común que éstos presenten traumatismos, pérdidas de peso e incluso la muerte27,29, como consecuencia de problemas de bien estar animal. Las nuevas iniciativas en regulaciones del bienestar sugieren que los animales deben descansar después de viajes prolongados mientras permanezcan en el vehículo o luego del proceso de descarga, en los corrales de descanso11.

La vigilancia del bienestar animal durante el transporte evita su sufrimiento innecesario, que incluye la carga y la descarga4. Al respecto, en el marco de la globalización actual, el interés por el bienestar animal ha aumentado en años recientes, debido a que los consumidores, principalmente del hemisferio norte, demandan que los animales de abasto sean criados, transportados y sacrificados en forma humanitaria. Más aún, se señala que el bienestar animal podría ser utilizado como barrera comercial no arancelaria para la importación de productos pecuarios o de animales que no fueron criados, manejados o sacrificados de acuerdo con estándares apropiados de bienestar30. Con el propósito de lograr avances en esta área, el bienestar animal deberá ser definido y medido en forma objetiva12. Asimismo, es necesario que se adopte un concepto de bienestar claramente definido, que sea útil en mediciones científicas y que sea aplicable en documentos legales y discusiones públicas13.

Bienestar durante el transporte

Durante el transporte pueden registrarse notables mermas en el peso final de la canal32. Las alteraciones en el trans- porte, carga y descarga ocasionan pérdidas de peso del animal, entre 2% y 7%, ello determina la reducción de las ganancias del producto final. Schaefer et al.22 determinaron que la carencia de alimento y agua reduce el peso vivo en los animales, y que tal pérdida se debe a las heces del llenado en tracto gastrointestinal, orina y deshidratación, que también causan reducción en el peso de la canal. Sin embargo, estas pérdidas de peso por razones fisiológicas (orina + heces) deben distinguirse de otras que ocasiona el estrés (innecesarias).

Debido a su temperamento, el cerdo constituye una especie susceptible al estrés, incluso por un problema leve19. Los problemas del bienestar durante el transporte se relacionan con la naturaleza del estrés agudo y crónico. Webster33 resume las causas de estrés durante el transporte en: a) miedo y dolor asociado al manejo y mezcla de animales, b) temperatura o movimiento por exceso de velocidad durante el viaje, c) hambre, sed y agotamiento, y d) malestar causado por procesos infecciosos.

Asimismo, la experiencia práctica demuestra que las causas más comunes de lesiones, muertes y golpes durante el transporte las ocasionan el manejo brusco y la sobrecarga de los camiones14. En este contexto, la forma como se maneja un vehículo repercute en el bienestar de los animales que son transportados. Cuando los operarios se suben a un vehículo, por lo regular van sentados o asidos de un pasamanos; en los animales sucede algo similar, los animales que se sostienen sobre sus cuatro patas son menos capaces de enfrentar problemas como los que causan el balanceo alrededor de las esquinas o freno repentino13. Si un camión se sobrecarga y un animal cae, puede resultar imposible para éste volverse a levantar14.

La presencia de golpes en los cerdos indica que los animales fueron sometidos a procesos de estrés en algún punto a lo largo del transporte, lo que sugiere que el bienestar estuvo comprometido.

Comportamiento durante el transporte

El conocimiento del comportamiento básico y fisiológico de los animales durante el transporte es necesario para definir los requisitos mínimos de espacio y ambiente. La mayoría de los países centrales han publicado pautas y leyes para los requisitos mínimos, incluyendo guías sobre el cuidado para los animales de granja11,41,42.

Existe evidencia de que el viaje en un vehículo provoca mayor estrés que el hecho de permanecer el mismo tiempo a bordo, pero estacionado. Geverink et al43 informaron que, después de un viaje de 25 minutos o de una espera con el camión estacionado, al ser desembarcados, los cerdos que viajaron estaban menos activos y emplearon menos tiempo explorando su ambiente. El cortisol en la saliva fue significativamente más alto en el grupo que fue transportado. De igual manera, los valores de vasopresinalisina han sido relacionados con malestar durante el transporte, ello posibilita su inclusión como un indicador de bienestar en cerdos transportados44.

Respecto de las posturas de los animales, el porcentaje de cerdos que permanecen de pie durante el transporte es menor cuando se manejan densidades bajas (0.39 m2/100 kg PV), que en altas o medianas (densidad de carga: alta, 0.31 m2/100 kg PV; mediana, 0.35 m2); lo opuesto se observa en la posición de “sentado”39.

Grandin12 señala que hacia el final de un viaje largo por carretera, los animales tienden a echarse durante las últimas horas de viaje bajo cualquier densidad de carga, ello coincide con resultados recientes de Mota–Rojas et al.45, quienes evaluaron la posición de llegada de tres grupos de cerdos que habían sido transportados durante periodos de ocho, 16 y 24 h, observaron que a mayor tiempo de traslado se aumentó el número de animales que llegaron en posición decúbito ventral, e incluso el número de machos que arribaron en dicha posición fue diferente estadísticamente (P < 0.001) al compararse con las hembras transportadas en un mismo periodo. Asimismo, Gallo et al.4 señalan que al aumentar las horas de viaje, los animales se cansan y tienden a echarse o están más predispuestos a sufrir caídas.

De ahí la importancia de realizar observaciones del comportamiento, detalladas por videograbación durante el viaje, que combinadas con parámetros fisiológicos del estrés, faciliten la interpretación del resultado para las condiciones específicas de transporte de animales
Duración del trasporte y periodo de reposo La duración del transporte también afecta el bienestar de los cerdos56. Animales que fueron transportados a menos de 100 km de distancia exhibieron más contusiones, en comparación con los que se transportó >100 km; a pesar de esta observación, la anomalía se atribuye a las diferencias en el manejo de los cerdos en las diversas granjas19.

Como ya se ha señalado, el estrés durante el transporte afecta la calidad de la canal de los cerdos, de ahí que las concentraciones de glucosa en sangre, creatinquinasa (CK) y lactado deshidrogenasa (LDH), son buenos indicadores del estrés por transporte39 en comparación con animales sin estrés, estos metabolitos son liberados como producto de un cambio en la permeabilidad de membranas celulares y la llegada a la circulación desde el tejido muscular provoca aumento en su actividad plasmática.

Abraham et al.57 analizaron los niveles de cortisol plasmático de cerdos libres del gen halotano, y hallaron que aumentó significativamente (P < 0.001) como resultado del transporte. También se incrementaron los valores de ácidos grasos no esterificados (P < 0.001), glucosa (P < 0.001) y ácido láctico (P<0.01).En ambos grupos de 1 h y 16 h de espeara,los cerdos aumentaron sus niveles de ácido láctico, glucosa y ácido ascórbico. Con respecto a la calidad, encontraron diferencias significativas en el pH 45 (P < 0.001) y temperatera interna (P < 0.05). Hambrecht et al.56 indican que el transporte corto (50 min) incrementa el cortisol en cerdos libres del gen halotano, cuando le sigue un periodo corto (< 45 min) en los corrales de espera al rastro (transporte x corrales de espera, P < 0.01). El estrés agudo del transporte corto disminuyó (P < 0.001) el potencial glicolítico del músculo y aumentó (P < 0.001) el lactato en plasma, cortisol, temperatura del músculo, en tanto que hubo disminución de los niveles de pH. Asimismo, el color de la carne no se afectó (P > 0.4) por el estrés agudo.

Bradshaw et al.58 transportaron 50 cerdos en un camión de chásis rígido durante 4.5 h, los animales tenían peso promedio de 80 kg en un espacio de 0.49 m2, y observaron que 26% de los cerdos vomitaron, 52% presentaron espuma y en 64% se observó combinación de ambos signos; 13 se clasificaron como pertenecientes a cada uno de los grupos de niveles bajos o altos de hormonas (cortisol, beta– endorfina y lisina vasopresina). No hubo relación significativa entre la incidencia del estrés causado durante el transporte y las concentraciones altas o bajas de hormonas. En este contexto, 34% de los cerdos mostraron carne PSE en el músculo Longissimus dorsi, 24% con DFD en uno o más músculos (m. Longissimus dorsi, m. semimembranoso, m. abductor), y cuatro de ellos presentaron DFD en más de un músculo. No hubo correlación significativa entre la calidad y la concentración de cortisol en plasma.

De acuerdo con Hambrecht et al.56, el transporte prolongado (3 h) incrementa el potencial glicolítico del músculo (P = 0.06), así como la conductividad eléctrica (P = 0.08). Las concentraciones de CK y LDH fueron mayores en los grupos de transporte de 3 h vs 1 h39. Leheska et al.59 concluyeron que los tiempos de transporte prolongado reducen la presencia de PSE y mejoran la calidad de la carne, al compararlos con viajes cortos de 30 minutos. También encontraron que ayunos de 48 horas mejoran la calidad de la carne de cerdo.

Bradshaw et al.34 utilizaron cerdos de 80 kg que fueron transportados en un tráiler para equinos, durante un periodo de 1,640 min (ocho horas por camino áspero y ocho horas por camino suave) y una distancia de 761 km durante el viaje. En dicho estudio se registraron los niveles de cortisol al principio y al final de cada viaje, siendo: 14.6 (mmol/L), la media para los cerdos que viajaron por el camino áspero, el cerdo con mayor nivel de cortisol presentó 21.4 (mmol/L) y el menor 9 (mmol/L). La media para los que viajaron por el camino suave fue de 8.5 (mmol/L). La mayor parte del tiempo los cerdos permanecieron echados. Durante el periodo de viaje sinuoso, 67.8% de los animales permanecieron echados, 26% parados y 6% estuvieron caminando.

Durante el periodo de viaje suave hubo más cerdos que permanecieron echados (79.6%), le siguieron los que estuvieron parados (15.2%) y 4.4% caminaron, todos los animales que viajaron por el camino sinuoso vomitaron.

Regulaciones mexicanas para el transporte del cerdo

Las leyes y los estatutos pueden tener gran impacto en el manejo animal y, por tanto, en el bienestar animal duran- te el transporte. Para publicar las pautas que mejoren el bienestar animal durante el transporte, deben entenderse las funciones biológicas de la especie, así como las actitudes y los hábitos de la gente implicada en el proceso del manejo y del transporte.

Actualmente, el transporte representa un factor de estrés importante para los animales de granja y ocasiona efectos negativos en la salud, bienestar y en la calidad del producto11. La legislación actual de la Unión Europea colocó en las reglas generales de las guías de buenas prácticas para el transporte internacional de los animales domésticos, al ganado porcino, entre otros42. La mayoría de los países periféricos, incluyendo México, insisten en que se publiquen leyes de aplicaciones en materia del transporte animal. En México, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), a través de su Dirección General Jurídica, publicó nuevas regulaciones sobre el transporte animal en la Norma Oficial Mexicana NOM–024–ZOO–1995, “Especificaciones y características zoosanitarias para el transporte de animales, sus productos y subproductos, productos químicos, farmacéuticos, biológicos y alimenticios para uso en animales o consumos por éstos”, así como en la NOM–051–ZOO–1995, “Trato humanitario en la movilización de animales”.

Las autoridades mexicanas tienen interés en asegurar el transporte apropiado. Hay también esfuerzos de investigadores mexicanos e instituciones educativas, como la Universidad de Sinaloa, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Universidad Autónoma Metropolitana, la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, la Universidad Autónoma de Yucatán, el Instituto Tecnológico de Sonora, algunas clínicas de salud y otros centros e instituciones de educación u oficiales, en desarrollar y crear acceso a la información que asista en la creación de procedimientos y condiciones apropiadas para el transporte animal. No se debe olvidar la capacitación y sensibilización del personal directamente vinculado con el trato con animales.

El cuidado animal y su manejo deben ser considerados en los reglamentos mexicanos. Las autoridades que publican la ley deben entender que el transporte del ganado y de las aves de corral durante periodos prolongados, implica malestar para el animal y detrimento de la calidad y de la cantidad de la carne. Otro aspecto fundamental es el “sacrificio de emergencia” para animales en agonía, politraumatizados o fracturados al término del traslado.

Los cambios en los sistemas de producción animal intensivos también deben abordarse. En México las iniciativas para el bienestar animal están en camino con una Ley General de Bienestar Animal. Esta ley pretende lograr el bienestar óptimo de los animales; se diseñó para regular el alojamiento, mantenimiento, manejo, uso, explotación, comercialización, transporte, matanza y eutanasia, de los animales vertebrados domésticos y silvestres, independientemente de su especie o función30. Una vez que sea aprobada por el Senado mexicano, se espera que ayude a sensibilizar y concientizar al público, a los productores y a las autoridades, acerca del bienestar animal en México45.

Conclusiones

Los animales trasladados en un vehículo y descargados en el rastro deben ser manejados con cuidado, el personal estará familiarizado con los requisitos mínimos para conseguir el bienestar animal, conocer las bases del comportamiento y la fisiología animal. Por razones de bienestar y de calidad, los cerdos serán transportados en ambientes que no excedan los 30°C, de preferencia que no excedan las ocho horas de jornada. Con el propósito de mantener altos estándares del bienestar de los cerdos durante el transporte y su manejo, se requiere de equipo apropiado, así como la supervisión del empleado. La buena administración del transporte y seguimiento de los estándares evitan la pérdida total y reducen al mínimo las pérdidas de peso y daños a la canal, así como anormalidades en la calidad de la carne. Es importante evaluar, previamente al transporte, el estado de salud de los animales para evitar cargar cerdos enfermos o lastimados.

BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA POR LOS AUTORES:

1. Becerril-Herrera, M., Mota-Rojas, D., Guerrero Legarreta, I., González-Lozano, M., Sánchez-Aparicio, P., Lemus-Flores, C., Flores-Peinado, et al. (2007b). Effect of additional space during transport on pre-slaughter traits of pigs. Journal of Biological Sciences, 7, 1112-1120.

2. Becerril-Herrera, M., Alonso-Spilsbury, M., Lemus-Flores, C., Guerrero-Legarreta, I., Olmos-Hernández, A., Ramírez-Necoechea, R., et al. (2009a). CO2 stunning may compromise swine welfare compared with electrical stunning. Meat Science, 81, 233-237.

3. Becerril-Herrera, M., Mota-Rojas, D., Guerrero-Legarreta, I., Schunemann A. A., Lemus-Flores, C., González-Lozano, M., et al. (2009b). Relevant aspects of swine welfare in transit. Veterinaria Mexico, 40, 315-329.

4. Becerril-Herrera,M.,Alonso-Spilsbury,M.,Trujillo-Ortega, M., Guerrero Legarreta, I., Ramírez-Necoechea, R., Roldan- Santiago, P., et al. (2010). Changes in blood constituents of swine transported for 8 or 16 h to an abattoir. Meat Science, 86, 945-948.

5. Mota-Rojas, D.; Becerril, M.; Lemus, C.; Gay, J., F.; González, M.; Ramírez, N., R. & Alonso-Spilsbury, M. (2005). Factores que afectan la calidad de la carne. En: Calidad de la carne de cerdo, salud pública e inocuidad alimentaría. Ed. Cuadernos de CBS. No. 52. Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. México. 353 pp.

6. Mota-Rojas,D.,Becerril,M.,Lemus,C.,González,L.,Olmos,R., Ramírez, N.R., et al. (2006). Effects of mid-summer transport duration on pre- and post-slaughter performance and pork quality in Mexico. Meat Science, 73, 404-412.

7. Mota-Rojas, D., Orozco-Gregorio, H., González-Lozano, M., Roldan-Santiago, P., Martínez-Rodríguez, R., Sánchez-Hernández M., et al. (2011a). Therapeutic approaches in animals to reduce the impact of stress during transport to the slaughterhouse: A review. International Journal of Pharmacology, 7: 568-578.

8. Mota-Rojas D, Becerril-Herrera M, Roldan-Santiago P, et al. Effects of long distance transportation and CO2 stunning on crtitical blood values. Meat Sci 2012;90:893-898.

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno 88

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