Redacción BM Editores.
El cambio climático presenta amenazas reales para la producción agrícola, los recursos forestales y las economías rurales de Estados Unidos. Los productores, ganaderos y administradores de tierras de Estados Unidos están experimentando impactos climáticos en sus operaciones a través de patrones cambiantes y tormentas, inundaciones, sequías e incendios forestales cada vez más frecuentes y severos.
De acuerdo con un análisis del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el sector agrícola estadounidense tiene un potencial increíble para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), secuestrar carbono y ofrecer soluciones duraderas a la crisis climática.
Los productores de este país ya están liderando el camino; en los últimos años, el carbono almacenado en los suelos de las tierras de cultivo aumentó en más de 8,8 millones de toneladas anuales, gracias a sus esfuerzos voluntarios de conservación; los agricultores, ganaderos y propietarios de tierras forestales están listos, y el USDA ofrece recursos para ayudar.
El USDA está invirtiendo hasta $2.8 mil millones en 70 proyectos seleccionados bajo el primer grupo de la oportunidad de financiamiento de Alianzas para Productos Básicos Climáticamente Inteligentes, con proyectos del segundo grupo de financiamiento que se anunciarán a finales de este año.
Este esfuerzo aumentará la ventaja competitiva de la agricultura de los Estados Unidos tanto a nivel nacional como internacional, generará riqueza que se quedará en las comunidades rurales y apoyará a una amplia gama de productores y tipos de operaciones.
Desde enero de 2021, el USDA ha anunciado una serie de actualizaciones de los programas del Departamento, posicionando a los agricultores, ganaderos, propietarios de tierras forestales y comunidades rurales para que sean líderes en la reducción de emisiones y el secuestro de carbono y apoyándolos en la gestión de los impactos del cambio climático.
También ofrece una variedad de recursos y herramientas para apoyar a los agricultores, ganaderos, propietarios de tierras forestales, socios y comunidades rurales en la toma de decisiones informadas y basadas en la ciencia para apoyar la mitigación del cambio climático y desarrollar la resiliencia climática.
