Redacción BM Editores.
Para proveer alimentación adecuada en tiempo y forma al ganado, los productores pecuarios cuentan con tres tipos o sistemas de comedero para el ganado, aseguró el ingeniero agrónomo Julián Soriano Bouissou, consultor técnico de bovinos de carne de Provimi Argentina, Cargill Animal Nutrition, quien recientemente efectuó una exposición sobre este tema en el evento Expovenado Digital 2020.
Indicó que en lo que se refiere a la alimentación o manejo de comedores, se pueden dividir en tres tipos, el primero de ellos es a través de la alimentación convencional, y que parte de cuando se arrancó el sistema de encierro a corral y la alimentación es ad ibitum (a voluntad).
En este sistema, dijo, siempre hay comida en el comedero. “Su mayor ventaja es la facilidad de manejo, pero también se corre el riesgo de que la comida se acumule y se reduzca el consumo voluntario”.
El segundo sistema es la alimentación restringida, que surgió luego de hacer pruebas para mejorar la eficiencia de conversión. A través de este método, se encontró que haciendo una restricción del 5 por ciento del consumo voluntario se obtenían mejores resultados.
Es la dieta más común en dietas de recría. Si se logra el 5 por ciento de restricción, se obtiene una muy buena conversión. La desventaja es que este porcentaje debe ser fijo, por lo cual se deben pesar los animales regularmente, así como el alimento disponible todos los días.
“Al tercer sistema se le llama comedero limpio, que no se basa en una restricción del consumo, sino que se basa en darle al animal lo máximo que pueda comer”, destacó.
De acuerdo con el ingeniero agrónomo argentino, con este sistema se busca cubrir todas las necesidades potenciales de alimentación del bovino. Sin embargo, a diferencia del primer sistema, se retira la comida y se deja el comedero limpio o casi limpio.
Soriano aseguró que se ha demostrado que no es necesario que el animal tenga acceso al alimento las 24 horas para llegar al máximo consumo. Esto significa que no es necesario dejar el establo con comida, sino que se puede guardar para una siguiente ocasión.
Con el tercer sistema se logran muy buenas conversiones, pero obliga a los operarios o ganaderos a hacer una lectura periódica de comederos para vigilar que estén limpios.
Soriano concluyó que “el comedero limpio es factible de implementar, no es difícil. Se logran excelentes conversiones, pero requiere de cierto trabajo comparado con el primer sistema. Se va a necesitar seguramente algún software para ir controlando la alimentación y siendo ágiles en los cambios de comida. De todas formas, éste es el sistema más recomendable”.
