Redacción BM Editores.
China experimentó el año pasado un aumento considerable en el consumo de leche líquida, con lo que se han creado oportunidades de exportación para los productores lácteos, pues importó más de un millón de toneladas de leche líquida en el 2020, informó el analista especializado en leche de Rabobank, Michael Harvey.
Harvey dio a conocer lo anterior en un podcast de RaboResearch publicado por EDN, quien señala que a pesar de la pandemia provocada por el COVID-19 se registró una fuerte demanda de los consumidores de leche líquida o “blanca” en el gigante asiático durante el 2020.
Dijo que la demanda puede seguir creciendo, pues tiene amplios márgenes, sobre todo por el bajo consumo per cápita y la fuerte inversión pública y privada en el sector, y como consecuencia de que a la leche se le otorguen beneficios para la salud.
Empresas como Yili y Mengnui han dado a conocer un crecimiento de dos dígitos en las ventas de leche UHT y las compañías señalan que estos incrementos se deben a que los chinos cada vez más asocian beneficios para la salud por consumir lácteos.
Harvey dijo que la leche líquida había sido un mercado de crecimiento para muchos exportadores de lácteos de todo el mundo en la última década, siendo principalmente beneficiadas empresas lácteas de Australia, Nueva Zelanda y varias naciones de la Unión Europea.
Aseguró que las importaciones de leche líquida en China marcaron dos acontecimientos significativos, que en septiembre del año pasado fuera la primera vez que se importaron más de 100 mil toneladas en un mes calendario.
Pero también, el año pasado fue la primera vez que China importó más de un millón de toneladas de leche líquida en un año calendario, cuando en 2008 solo se importaron 8 mil toneladas de leche líquida a China.
