Redacción BM Editores.
La ganadería mundial cuenta actualmente con tecnología avanzada para hacer frente a la generación de metano (CH4) de rumiantes, el que se deriva de manera natural del proceso digestivo de estos animales, que por un lado le representa pérdida de energía, pero por el otro, contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, aseguró el Dr. Gonzalo Martínez Fernández, científico investigador de la Organización en Investigación Científica e Industrial del Commonwealth, en Australia (CSIRO, por sus siglas en inglés).
Al participar en el Webinar “La Ganadería Bovina de Carne Australiana y los Gases de Efecto Invernadero, Carbono Neutro, Tecnologías e Investigación”, organizado por el Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE) y la Embajada de Australia en México, Martínez Fernández abordó la manera en que se produce el metano en la ganadería y las tecnologías con las que ya se cuenta en el mundo para reducir su impacto al ambiente.
“Aunque se ha extendido que los rumiantes contribuyen al calentamiento global y al deterioro de la capa de ozono, no se puede ni se debe soslayar que estos animales tienen una extraordinaria importancia económica y social, pues poseen la capacidad de transformar alimentos fibrosos en alimentos para los humanos”, afirmó Martínez Fernández.
El científico precisó que no es correcto comparar los sistemas de producción monogástricos, como el que tienen los cerdos y aves, con el de los rumiantes, pues el de éstos últimos es mucho más complejo por el proceso alimenticio de estos animales en su rumen, saco musculoso que se extiende desde el diafragma hasta la pelvis y en el que los rumiantes tienen poblaciones de bacterias que convierten a los materiales vegetales en ácidos grasos de bajo peso molecular dióxido de carbono y metano.
El científico puntualizó que en el ecosistema microbiano del rumen hay además de bacterias, hongos y virus, todos ellos responsables en conjunto de degradar el componente fibroso y de convertirlo en carbohidratos y en ácidos grasos volátiles para el animal y que es la principal fuente de proteína para éste.
Martínez Fernández comentó que una reducción de la producción de metano por parte de estos animales, permitiría optimizar su eficiencia energética y reducir el impacto de la ganadería sobre las emisiones de gases de efecto invernadero.
Dijo que actualmente, ya hay diversas estrategias y tecnologías para reducir el metano del ganado, que van desde las dirigidas a acciones en la dieta de los animales, hasta los suplementos que se les dan, la manipulación ruminal, el manejo mismo de los animales e inclusive el impacto genético que producen los mismos.
El especialista destacó, que entre las tecnologías que ya se aplican en el mundo para hacer frente a la generación de metano, se encuentran el uso de asparagópsis o alga roja, la cual ya está científicamente comprobada que reduce la generación de este gas de un 40 hasta un 90 por ciento, pero que también no hay efecto adverso en la fermentación ruminal.
