Redacción BM Editores.
México debe buscar un tratamiento especial o diferenciado en razón del gran déficit comercial que ha mantenido con China a partir de su adhesión a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y que le ha permitido beneficiarse ampliamente de los diversos Acuerdos Comerciales celebrados con varios países desde 1993.
En este sentido, se tienen en gestión nuevas autorizaciones de plantas procesadoras para exportar carne de cerdo y redoblar los esfuerzos, para mantener y ampliar la capacidad de venta a China de esta proteína animal.
Esto, debido a que China revocó el permiso para exportar carne de porcino de seis rastros de España, entre ellos, Grup Baucells Alimentación, Carne Selectas, de Campofrío, The Pink Pig, del Grupo Jorge, Matadero Comarcal del Bages, Corporación Alimentaria Guissona y Costa Food Meat; también, poco antes del verano se había retirado el permiso a Mafresa.
Las razones esgrimidas son diversas, entre ellas, disconformidades documentales en mercancías llegadas a China o incluso no superar auditorías online con argumentos muy técnicos.
Estas medidas producen también con plantas de producción de otros países y se enmarca en una previsible estrategia del gobierno chino de ir reduciendo su dependencia del exterior en porcino a medida que recuperan su producción.
