Redacción BM Editores.
El Sistema Nacional de Identificación Individual de Ganado (SINIIGA), es la plataforma de lo que es y será el sistema de trazabilidad o rastreabilidad completo en todo lo que es la cadena de bovinos de carne y otras especies como son ovinos, caprinos, abejas, y eventualmente alguna vertiente de lo que es la especie equina.
Este sistema se diseñó a partir de la necesidad que tenía la ganadería mexicana de tomar competitividad en el contexto de los mercados globalizados; se tuvo una época en los años 94 y 95, donde las importaciones eran indiscriminadas, las exportaciones de carne de bovino eran incipientes alrededor de 20 o 30 mil toneladas, se concurría como productores a los foros internacionales de comercio y realmente por el interés que tenían otras naciones por la conquista del mercado nacional; esa era la importancia que nos daban; realmente era una situación muy desequilibrada para el productor mexicano, donde la mayoría son pequeños productores.
De tal manera que en aquel tiempo la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), en su papel de colaboración con el Estado Mexicano, promovió el SINIIGA, también otras certificaciones y acreditaciones que se dan en toda la cadena productiva, incluyendo plantas de proceso.
Por ello se diseñó un programa piloto de apoyo a los productores, que existía, que era el PROGAN, desafortunadamente este esquema ya no existe, pero con esos recursos se fue construyendo y operando el SINIIGA de común acuerdo con el gobierno federal, a través de la estructura de los ganaderos, afiliados a las Uniones Ganaderas Regionales del país, Asociaciones Ganaderas Locales y de los organismos especializados que existen.
Hoy en día se tiene una cobertura de alrededor de dos mil agrupaciones en el nivel local, y de ventanillas de atención para este sistema, que son alrededor de 900 en todo el país; a 15 años de haberse diseñado el SINIIGA se debe revisar y adecuar que sea eficiente para la ganadería y los productores.
Todo este trabajo realizado conjuntamente entre autoridades y productores ha traído como beneficio en México que se produzcan más de dos millones de toneladas de carne de bovino, se exporten un promedio de un millón 300 mil cabezas anualmente, con un superávit, en la balanza comercial de la carne de bovino de mil 382 millones de dólares en el 2019.
La utilidad de este sistema garantiza la rastreabilidad de los animales, permite que haya una certificación o reconocimiento de los mercados internacionales, principalmente el de Estados Unidos y también a otras naciones, por lo que le da valor al ganado mexicano, además porque el precio internacional es referencia para la comercialización en el mercado nacional.
El ganado que no se exporta va a las engordas nacionales para abastecer el mercado nacional, pero también una parte de esa producción se dedica a la exportación de carne, que hace años era de 30 mil toneladas y hoy es de alrededor de 300 mil toneladas anuales en promedio.
Cabe mencionar que también las plantas donde se sacrifican los animales tienen un sistema de acreditación, al igual que los corrales y como consecuencia la identificación individual del ganado.
Es importante mencionar que el arete que se le pone al ganado para identificarlo, aparte de darle confianza al consumidor final de que adquiere un producto sano, también sirve para el pago de los seguros de los ganaderos en caso de que sus animales sufran algún siniestro.
Adicionalmente para el aseguramiento genético, prácticas de inseminación, transferencia de embriones, vacunación desparasitaciones, o demás prácticas ganaderas, donde México tiene un lugar sobresaliente; también permite el libre tránsito de los bovinos de los ranchos a las engordas o algún otro lugar.
