Redacción BM Editores.
El 6 de marzo de 2016 se instituyó, por decreto Presidencial el Día Nacional de la Ganadería, una actividad que dignamente da sustento a miles de familias mexicanas; también se reconoce a los productoras y productores de todas las especies y razas que conforman el rico abanico de diversidad en la ganadería
Es por ello que cada 6 de marzo de cada año se festeja a las ganaderas, ganaderos de organizaciones y empresas del sector, de profesionistas y académicos, que trabajan incansablemente para poner en la mesa de 130 millones de mexicanos, la proteína animal para su sana, inocua y accesible alimentación.
En el marco de esta celebración, el presidente de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), Ing. Homero García de la Llata expresó el gran esfuerzo de la ganadería nacional que, pasa por temas de coyuntura que frenan su máxima expresión y que merecen ser atendidas conjuntamente por autoridades, productores e industria.
La inseguridad en muchas regiones del país, el cambio climático y la sequía recurrente en México; la amenaza de plagas y enfermedades exóticas; las desmedidas importaciones y la apertura a países sin tratado con el riesgo zoosanitario latente; la satanización de la actividad y la comercialización de productos alternativos que provocan competencia desleal; las restricciones sanitarias a varias de nuestras exportaciones y posibles represalias comerciales por controversias internacionales.
La intermediación en la comercialización. la falta de financiamiento y capacitación a pequeños productores, la escasa productividad en los mismos, derivado de su atomización, el relevo generacional y la amenaza de leyes ambientales y de bienestar animal radicales que no toman en cuenta la realidad y márgenes de rentabilidad de la ganadería, son temas torales.
Estos problemas no nos amedrentan, dijo, obligan a todos los representantes de las organizaciones del sector a buscar juntos la solución a los mismos.
Por otro lado, el presidente de la CNOG, dijo que, el sector pecuario Nacional produce anualmente en promedio 3.8 millones de toneladas de pollo, 3.1 millones de toneladas de huevo, 2.3 millones de toneladas de carne de res, 1.7 millones de toneladas de puerco, 13 mil 500 millones de litros de leche, 107 mil toneladas de ovinocaprinos y 60 mil toneladas de miel; que en su conjunto tienen un valor de producción de 950 mil millones de pesos, que significa el 3% del PIB nacional.
García de la Llata expresó que estamos ante una gran oportunidad derivado de la próxima renovación de los poderes ejecutivo y legislativo federales; con una gran institucionalidad, con mucho respeto, pero con la experiencia que nos da la problemática real del día a día, “debemos realizar planteamientos de política pública con visión de corto mediano y largo plazo, de lo que pensamos podamos realizar juntos, productores, industria y el próximo gobierno federal, por el engrandecimiento de la ganadería nacional”, afirmó.
Señaló que, indudablemente las propuestas deberán priorizar la actividad de más de un millón de pequeños y medianos ganaderos quienes necesitan urgentemente rentabilidad para garantizar su permanencia en el sector.
Luego explicó que el Día Nacional de la Ganadería fue instituido por decreto presidencial el 6 de marzo de cada año, “remembranza de esta gran actividad productiva que tanto apasiona; dentro de la misma celebración, se instituyó también el otorgar reconocimientos anualmente a lo más destacado de la actividad; en las vertientes de institución educativa o de investigación, organismos del sector y desde luego, a productores o empresas”, añadió De la Llata.
Cabe recordar que, el decretar este día se basa en el hecho, de que el 6 de Marzo de 1935 por convocatoria del entonces secretario de Agricultura y Ganadería, Don Tomas Garrido Canabal y bajo la directriz del presidente de la República, Lázaro Cárdenas Del Río, inició la celebración de la primera Convención Nacional Ganadera, cuyo propósito fundamental era crear el marco jurídico para la constitución y funcionamiento de organismos de productores pecuarios (ganaderos), para trabajar con visión y articulación nacional, en un ámbito de colaboración institucional por el desarrollo de las actividades de este sector.
El principal acuerdo tomado ahí, fue el solicitar al presidente la expedición de la Ley de Asociaciones Ganaderas, lo cual sucedió el 30 de diciembre de 1935.
Lo trascendente de esta acción, más allá de la fundación de la Confederación Nacional Ganadera es que se estableció un modelo de trabajo que ha servido de referencia para la actuación coordinada que es premisa, incluso en organismos modernos.
Sin duda, el principio de igualdad de derechos para los productores, sin importar su tamaño de producción, régimen de tenencia de tierra o creencias políticas o de otra naturaleza, demuestra una intención de inclusión para privilegiar el esfuerzo hacia el desarrollo; pero el que le otorga a su funcionamiento el reconocimiento de interés público, lleva implícita la misma categoría para la actividad a la que sirve, es decir, “la ganadería es interés de la Nación”.
Esa decisión significó el parteaguas para el nacimiento de la ganadería contemporánea, que tiene una interesantísima historia a partir de entonces, con crisis y dificultades, pero también con avances, que, sobre todo, a la luz de los años, se aprecian mejor.
