Artículo proporcionado por el departamento técnico de Mexitube.
Para llevar a cabo una inseminación artificial porcina exitosa el semen del animal debe ser colectado, analizado, diluido y almacenado bajo estrictos procesos de higiene y control de calidad de tal manera que la célula espermática mantenga su capacidad fecundante. Para la etapa de almacenamiento, el descenso de la temperatura del semen es un factor clave y debe realizarse progresivamente: desde la colección entre 38.0°C y 37.0°C hasta su conservación 15.0°C – 17.0°C.
La práctica de conservar semen diluido bajo temperaturas moderadas cumple varios objetivos como disminuir la actividad metabólica, reducir el consumo de energía y evitar la formación de subproductos, detener el crecimiento bacteriano, entre otros.
Es importante ser muy cuidadosos en esta etapa ya que el espermatozoide porcino tiene una particular sensibilidad a temperaturas muy bajas debido a la composición lípida de su membrana plasmática. Esta sensibilidad al choque térmico se manifiesta en una pérdida irreversible de la integridad y permeabilidad selectiva de dicha membrana, así como de pérdida de enzimas, disminución de motilidad y acrosomas alterados teniendo como resultado una afectación en la capacidad fecundante. Asimismo, en el otro extremo, un almacenaje a temperaturas por arriba de 18.0°C tampoco conviene porque afecta la longevidad de las células ya que permanecen activas e hipermóviles, consumiendo nutrientes. Además, mientras la temperatura se incrementa, se proporciona un medio ideal para el crecimiento bacteriano.
Como se puede anotar existen diferentes puntos críticos durante la producción, en el transporte y, sobre todo, en el almacenaje de la dosis porque como se mencionó anteriormente, los cambios de temperatura impactan negativamente, resultando en inseminaciones con semen de baja calidad.
Temperatura durante el transporte
Debe asegurarse que las dosis seminales no salgan del centro de producción a temperaturas arriba de los 24°C. Lo ideal es transportarlas lo más cerca a los 17°C o incluso, se puede considerar que la curva de descenso siga durante el transporte alcanzando los 16 – 17°C.
Es conveniente utilizar cajas termo aisladas o unidades transportadoras para evitar fluctuaciones de temperatura. Se recomienda monitorear la temperatura durante todo el trayecto por medio de loggers.
Entrega de dosis en granja
Es también indispensable tener definido el punto de entrega de las dosis a la granja priorizando siempre la bioseguridad. Deberá llevarse un registro de entrada indicando hora, número de dosis y temperatura al momento de recepción. Se recomienda recibirlas 3 veces por semana para así tener dosis disponibles para inseminar de no más de 3 días.
Características adecuadas de la unidad de conservación
El conservador debe ser diseñado exclusivamente para almacenar dosis seminales, así como estar equipado con un controlador externo, elementos de enfriamiento y de calentamiento. Esto permite mantener una temperatura constante (±1°C) independientemente de la temperatura exterior. Debe contar con un diseño adecuado, con ventilador y estantería abierta, tipo rejilla, que permita una correcta circulación de aire. Se recomienda contar con dos equipos de buena capacidad, en lugar de uno grande para disminuir riesgos por problemas técnicos y permitir un servicio de mantenimiento adecuado.
Tener dos equipos tiene la ventaja de ocuparlos de la siguiente manera:
Uno para las dosis que recién llegan y normalmente no traen una temperatura de 17°C y el otro se usa para las dosis que ya se encuentran en granja y ya están a una temperatura fija de 17°C, de esta manera las dosis que llegan no modificarán la temperatura de las dosis que ya están en granja.
Cabe señalar que, contar con un programa de mantenimiento preventivo por un técnico especializado es muy beneficioso, al menos una vez al año, preferentemente antes del verano.
Disposición de las dosis
La unidad de conservación es única y exclusivamente se utiliza para almacenar las dosis. Las dosis en tubo deberán ser colocadas de manera horizontal, un tubo encima de otro y en dirección contraria, para asegurar el mayor contacto con el diluyente y, así también, permitir una correcta ventilación. La colocación es muy importante ya que si se hace de manera equivocada puede ocasionar una inadecuada sedimentación evitando el contacto con el diluyente.
Rotación de las dosis
Un manejo que se practica en diferentes granjas es rotar manualmente las dosis almacenadas una o dos veces al día con el propósito de evitar la sedimentación. Sin embargo, recientemente se han realizado estudios in vitro que muestran que esta práctica afecta la calidad acelerando la alcalinización y disminuyendo motilidad. Por esto recomendamos no rotar manualmente las dosis durante su conservación.
Aporte continuo de energía eléctrica.
Mantener la temperatura de almacenamiento constante de las dosis durante la estancia en la granja es tan importante que muchas granjas o centros de producción de dosis donde las fallas de luz son constantes tienen una planta generadora de energía eléctrica exclusiva para mantener siempre los conservadores funcionando.
Traslado al área de gestación
Aplicar “primeras entradas – primeras salidas”. Se determina cuántas hembras se van a inseminar y se transporta únicamente las dosis que se van a aplicar en 1 hora. Para transportarlas se debe utilizar una caja o contenedor con aislante térmico acompañado por gel refrigerante atemperado a 17°C para mantener la temperatura. No deberá regresar ni una dosis del área de gestación a la unidad de conservación (o se aplica o se desecha).
Además de estas recomendaciones a seguir, actualmente existen diluyentes a nivel comercial que, gracias a sus fórmulas de combinaciones innovadoras de agentes protectores de membrana, y antioxidantes garantizan una máxima protección de la membrana plasmática contra las 3 T´s; Tiempo, Temperatura y Transporte.
Artículo publicado en Los Porcicultore y su Entorno Marzo Abril 2023
