Redacción BM Editores.
El patógeno de la gripe aviar encontrado en América del Sur parece revelar que el virus H5N1 se está adaptando mejor a los mamíferos, pero los casos que se han presentado en humanos aún son pocos, por lo que no hay motivo de alarma, aseguró Sylvie Briand, directora de Preparación de Pandemias de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Explicó que, el virus localizado en humanos hasta ahora en Ecuador y Chile, tiene “pequeñas diferencias genéticas”, pero ahora es solo un problema de salud animal.
La experta comentó que la OMS, con la colaboración de otras agencias, sigue de cerca los casos para encontrar posibles signos de que el virus se ha vuelto más peligroso, pero por ahora no es el momento de que la ciudadanía se preocupe o entre en pánico.
Briand señaló que el virus sí se está expandiendo geográficamente a través de las aves migratorias, con casos ya en todo el mundo, y también están registrándose brotes en otras especies como delfines o leones marinos que preocupan a la OMS.
La especialista destacó que inquieta a la organización especialmente el paso del virus a poblaciones de mamíferos de pequeño tamaño, como los visones, “ya que su tracto respiratorio contiene receptores similares a los humanos”, agregó.
Cabe destacar que en dos décadas se han registrado cerca de 900 casos de gripe aviar H5N1 en seres humanos, con un índice de mortalidad de más del 50 por ciento, principalmente en Asia Oriental y Oriente Medio.
Otro virus que siguen de cerca los expertos de la OMS y otras instituciones es el de la viruela del mono, después de que el año pasado un brote, el primero fuera de su zona endémica de África, causara 8 mil contagios y 130 muertes en más de un centenar de países.
En su informe la OMS añadió también que sigue de cerca la evolución de arbovirus (virus transmitidos por insectos) tales como los de la fiebre amarilla, el dengue, el zika o la chikunguña.
El cambio climático aumenta la extensión geográfica de insectos transmisores de estos arbovirus, como el mosquito Aedes, lo que dificulta la lucha contra brotes asociados, que a menudo son de varias de estas enfermedades a la vez, lo que hace más difícil la lucha y prevención.
