Redacción BM Editores.
Los mercados de aves vivas en Estados Unidos son los responsables de la difusión de muchos casos de Influenza Aviar de Baja Patogenicidad (IABP), señaló Mario Salem, de la farmacéutica especializada en medicamentos para animales, Elanco, durante su plática “Situación actual de la Influenza Aviar en Norteamérica”.
El especialista participó en el XXXI Congreso de la Asociación de Veterinarios Especialistas en Ciencias Avícolas de Occidente (AVECAO) 2023 “Revolucionando la Avicultura”, celebrado del 16 al 18 de agosto en el Centro de Convenciones Olimpo, en Tepatitlán, Jalisco; Durante su ponencia puntualizó que en estos establecimientos reciben todo tipo de aves vivas, patos, gansos, codornices, pavos, pollos de piel negra y blanca, procedentes de muchos estados, generalmente de criadores pequeños o de traspatio con nula bioseguridad.
Esta actividad la empezaron a ejercer en los años 80s y principios de los 90s, principalmente en los estados de Virginia y Delmarva; ante esta situación, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estableció programas de muestreo obligatorio contra la Influenza Aviar (IA) de aves antes de salir al mercado.
Recalcó que se muestreaban los puestos y aves, también dentro del mercado, cuando se encontraban muestras positivas, se cerraba el establecimiento, se hacia la limpieza y desinfección, y se abría hasta encontrar un muestreo negativo.
Por otro lado, expresó que, en esos años se manejó para controlar la IABP, con algunos sacrificios, otros con vacunación con autovacunas inactivadas en forma preventiva; muchos casos clínicos se trataron manteniendo a las parvadas en granjas, esperando que pasara el brote y mandando a sacrificio, después del peligro de difusión; la mayoría de las granjas afectadas eran por explotación al pastoreo.
Subrayó que la IAAP en este país, inició con una circulación de H5N2; previo a este aislamiento, se hicieron estudios serológicos de circulación de H5N3 en pavos y patos en el mercado de aves vivas y de H5N2 en patos, en ese mismo lugar en 1999; en el 2002 se dio un aislamiento por presencia H5N3 de Baja Patogenicidad (BP) en aves criadas en el mercado de aves vivas.
Posteriormente explicó que el primer artículo que se escribió sobre el brote de Influenza Aviar de Alta Patogenicidad (IAAP), fue en los años de 1983 a1984, en Pennsylvania, Estados Unidos; los primeros casos se presentaron en 1923 – 1924, casos que incluyeron a Pennsylvania; cabe mencionar que varios de los casos se enviaron a la Universidad de esta misma entidad, y se erradicó el virus con limpieza y desinfección.
Finalmente hizo la pregunta de vacunar o no vacunar, a lo que dijo que el sistema de erradicación sin vacuna, es muy caro e insostenible, las vacunas pueden ser una herramienta más en el proceso de control; las aves inmunizadas resisten más la infección y se reduce la excreción viral al medioambiente y a otras más susceptibles; la vacunación previene la mortalidad y signos de la enfermedad, pero no previene la infección; las aves vacunadas pero infectadas, tendrán que ser sacrificadas.
Dejó en claro que no hay vacunas aprobadas que sean específicas para el virus circulando durante 2022 y 2023; se están desarrollando vacunas específicas, pero se tiene que considerar que tienen que pasar por procesos de aprobación de todos los sectores, sobre todo, de países importadores, estos tendrían que aprobar recibir aves y productos de aves vacunadas.
Por otro lado, comentó que el negocio y la exportación de productos avícolas de Estados Unidos, representa un valor de 6 mil millones de dólares; se considera que tendrán que pasar 2 o 3 años antes que una vacuna contra la IABP.
En el caso de la Unión Europea, dijo se harmonizan los reglamentos para poder utilizar una vacuna, siguiendo las indicaciones de la Organización Mundial de Salud Animal, para poder mover y exportar aves vacunadas.
Recordó que en el Foro de la Organización Mundial de la Salud Animal se informó que: “la vacunación no es el fin, es tan sólo el comienzo; la aplicación de la vacuna debe ser manejada a lo largo de la cadena de suministro, incluyendo un programa de vigilancia que sea capaz de detectar infección activa en aves vacunadas”.
