Redacción BM Editores.
En un afán por controlar la inflación en México, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el pasado 10 de octubre que se suspenderá la revisión de toda regulación que impida o encarezca la importación de alimentos y su movilidad en el país, y transferirá a las empresas la responsabilidad de que las mercancías cumplan con las normas sanitarias de inocuidad y calidad.
Señaló que mediante el Acuerdo de Apertura contra la Inflación y la Carestía, signado por 15 empresas, obtendrán la Licencia Única Universal (LUU), que las exime de todo trámite o permiso, incluidos los del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA), que encabeza su director en Jefe, Javier Trujillo Arriaga y de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), cuyo titular es Alejandro Svarch Pérez.
Denunció que estos dos organismos, el primero adscrito a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, y el segundo a la Secretaría de Salud, se usaban como obstáculos y puso como ejemplo, que si alguien quería importar pavos para este año, no se lo autorizaban, querían que solo se consumiera pollo, es todo un trámite, que autorizaban en enero del próximo año; por ello, dijo, se está quitando burocracia para que no se utilicen a estos dos organismos como algo para mantener aranceles e impedir la importación, “son partidarios del libre mercado nada más en los bueyes del compadre”, remató.
Acusó a los productores de carne de tener cautivo el mercado, por lo que defendió la libre importación de ese producto y dijo que ponen como pretexto los controles de importación para no bajar el precio de esta proteína.
Lo que se está planteando, dijo, es conseguir carne más barata para que la gente pueda tener acceso a ella, por ello, no se cerrarán las fronteras.
Después comentó que el titular de SENASICA, está protegido por los “grandes productores”, cuyo organismo tiene más de 40 años y su actual director en Jefe más de 30 años de trabajar en el organismo; cabe señalar que Trujillo Arriaga fue designado como Director General de Sanidad Vegetal de 1995 a 1998; participó en la elaboración del texto de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable, la cual dio origen al SENASICA en 2002, del cual fue director en jefe hasta el 2006, retomado nuevamente la dirección general de Sanidad Vegetal hasta 2018.
