Redacción BM Editores.
En el marco del Día Mundial de la Alimentación, la representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en México, Lina Pohl Alfaro, destacó que México, en plena pandemia, sacó a 1.4 millones de personas de la subalimentación y mantuvo el abasto de alimentos a la población, con lo cual, la crisis sanitaria no se convirtió en una crisis alimentaria.
Detalló que, de acuerdo con el último informe de la FAO sobre Seguridad Alimentaria y Nutricional, en 2018 México tenía 7.2 por ciento de su población subalimentada y, para 2021, disminuyó a 6.1 por ciento de la población, lo cual no es una tarea fácil y ninguna de las naciones de América Latina y el Caribe lo ha logrado tan bien como este país.
Pohl Alfaro reconoció los trabajos extraordinarios realizados por el sector privado y productores que ante la crisis global fueron fundamentales para que esta crisis no se sintiera; expuso que, además, México hizo una actuación extraordinaria al no cerrar las fronteras, situación que debe continuar y no pensar en medidas proteccionistas, y señaló que sector privado, productores, organismos internacionales y academia, se podrá salir adelante ante esta crisis que se avecina y que será peor.
Por su parte la presidenta de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Rural del Senado, Nancy Sánchez Arredondo, indicó que, en los últimos años, el sistema agroalimentario ha demostrado su fortaleza frente a las adversidades y ha logrado un crecimiento sostenible; por ello, se debe mantener el fortalecimiento de toda la cadena productiva en beneficio de los trabajadores rurales.
Sostuvo que desde el ámbito legislativo se deben evitar leyes desiguales que afecten el bienestar de los productores y sus familias ante el contexto mundial de carestía y desabasto. “No debemos abonarle a esta difícil situación, no le abonemos más con la implementación de leyes prohibitivas o acciones administrativas y fiscales que dañan severamente al objetivo de alcanzar la autosuficiencia alimentaria”, expresó.
Sánchez Arredondo afirmó que bajo el nuevo esquema de globalización, hay una poderosa interconexión en lo económico, social, en la salud y en el ambiente, por lo cual resulta insoslayable coadyuvar en la protección mínima de la población mundial que no tiene nada o tiene muy poco.
A su vez la directora general para Temas Globales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Camila Zepeda Lizama, resaltó que, en el difícil contexto de la pandemia, México puso el ejemplo y garantizó, gracias al trabajo de sus productores, el funcionamiento de las cadenas de suministro e incluso, puso su granito de arena apoyando desde vuelos humanitarios a través del Programa Mundial de Alimentos.
Expuso que, ante las grandes crisis que se avecinan y amenazan la seguridad alimentaria global con disrupciones masivas en las cadenas de producción y aumentos en la inflación, es necesario seguir apoyando a los pequeños productores y apostar por el multilateralismo, además de que el país mantendrá su apoyo a la región latinoamericana.
También participó la productora de harina de plátano, Zayurit de la Cruz Lombera y señaló que el Día Mundial de la Alimentación es una oportunidad para reconocer los esfuerzos de todos los productores de México, pues desde la parcela más pequeña hasta la más grande, están enfocados en lograr la autosuficiencia alimentaria de sus familias, de las comunidades y de todo México.
Invitó a los agricultores a buscar alternativas de la mano con institutos de investigación para generar productos que satisfagan la demanda de alimentos de las generaciones actuales y futuras, como la harina de plátano, que posee un alto valor nutricional, ya que no contiene conservadores, azúcares, gluten y tiene una vida de anaquel de hasta 24 meses, con la que se pueden preparar un sinfín de alimentos y bebidas.
En el evento, las autoridades del sector, legisladoras y representantes de organismos internacionales entregaron reconocimientos a los Sistemas Producto Maíz, Trigo, Arroz, Café, Tomate, Oleaginosas y Amaranto, así como a productores y productoras de maíz nativo, hortalizas y harina de plátano del país por sus contribuciones de la cadena productiva para que el campo no se detenga y se siga avanzando hacia la autosuficiencia alimentaria de México.
Finalmente, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Víctor Manuel Villalobos Arámbula dijo que la política agroalimentaria del país tiene como sus principales objetivos la búsqueda de la autosuficiencia alimentaria y el fortalecimiento del campo para lograr un nuevo sistema agroalimentario y nutricional justo, saludable y sustentable.
“Una vida mejor inicia por la disponibilidad de alimentos, ya sean agrícolas, pecuarios, pesqueros o acuícolas, por eso insistimos en la importancia de las actividades primarias y el aliento que les puede dar la investigación, la tecnología y la innovación”, expresó.
El funcionario federal dijo que en un escenario de conflictos geopolíticos, emergencia climática, degradación ambiental y pandemia, es necesario incrementar la producción y productividad de cultivos básicos y productos agroalimentarios sanos e innocuos, a través del uso sustentable del suelo y agua.
Subrayó que en los productores de pequeña y mediana escala se encuentra el mayor potencial para aumentar la producción de alimentos y se constituyan en promotores y detonadores del desarrollo en el campo, para lo cual –dijo- Agricultura cuenta con siete programas prioritarios.
