Redacción BM Editores.
El T-MEC es un acuerdo balanceado que moderniza el TLCAN y mantiene el libre comercio en América del Norte; los nuevos capítulos que no existían en 1992 son: ampliación de cobertura para incluir temas de corte social pero que impactan a la economía; eliminación de propuestas inaceptables de comercio administrado en agricultura y otros sectores y barreras permitidas en caso de déficit comercial; cláusula de muerte súbita y solución de controversias.
Kenneth Smith Ramos, socio de la Firma Agon Consultores comentó lo anterior al ofrecer la conferencia “Implementación del T-MEC en el sector agropecuario y principales retos en la relación bilateral”; en el caso del capítulo agro en el T-MEC, dijo que se tiene prohibido los subsidios a la exportación, restricciones a las ventas al exterior por cuestiones de seguridad alimentaria ayuda interna que no distorsione el comercio y el establecimiento del Comité de Agricultura y Consejos Consultivos.
Durante su ponencia, ofrecida en el marco de la LXXXVII Convención Nacional Ganadera 2023, celebrada del 20 al 24 de mayo en el Centro de Convenciones de Chihuahua y en las instalaciones de la Unión Ganadera Regional de la misma entidad (UGRCH), encabezada por su presidente, Lic. Álvaro Bustillos y con el apoyo de la gobernadora María Eugenia Campos, el conferencista señaló que en la sección de biotecnología se le dio reconocimiento a la importancia de la innovación agrícola y facilitación de la biotecnología, respetando objetivos legítimos; también, no existe obligación de aceptar o autorizar productos biotecnológicos de cualquiera de las partes, mecanismos transparentes de intercambios de información; cooperación para enfrentar casos de presencia de OGMs en bajos niveles y establecimiento de un Grupo de Trabajo de Cooperación de Biotecnología Agrícola.
Esta convención fue organizada por la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), encabezada por su presidente, Ing. Homero García de la Llata; tesorero, Noel Ramírez Mejía y tesorero, Ernestino Mazariegos Zenteno, quienes estuvieron presentes en la plática, además del director de Asuntos Económicos de la misma organización, Fernando Mayer, quien destacó que el pasado 6 de marzo se publicado una propuesta de regulación para un nuevo etiquetado de producto de Estados Unidos para carne de res, pollo y cerdo que vengan de animales nacidos y criados en ese país.
Smith Ramos señaló en su plática que la balanza comercial agroalimentaria de México con Estados Unidos registró un superávit de 15 mil 918 millones de dólares, la mayor en los últimos cinco años; el comercio total agroalimentario entre estas dos naciones alcanzó los 72 mil 470 millones de dólares.
En el caso de la evolución de comercio de cárnicos, las exportaciones mexicanas de carne de res a Estados Unidos se han incrementado significativamente hasta alcanzar casi los dos mil millones de dólares; las importaciones de carne de puerco y sus derivados aumentó en 2021 y 2022 aunque también se observa un incremento de las exportaciones a Estados Unidos y las ventas de carne de pollo y huevo son mínimas en comparación con las importaciones desde ese país, principalmente de pollo.
Por lo que se refiere al ganado en pie, en el 2022 se exportaron más de 870 mil cabezas de bovinos, mientras que se importaron 102 mil; en cerdo, se compraron poco más de 13 mil cerdos y no se registraron ventas a esa nación y en el caso de pollo, se importaron más de 5 millones de aves con un valor de 28.4 millones de dólares y no se registraron ventas a Estados Unidos.
Por otro lado, comentó los temas prioritarios de México con Estados Unidos en el tema agrícola y expresó que se vaticinan nubarrones en ambas direcciones; los principales retos son el proteccionismo de ese país y el decreto del maíz de POGMs.
Otro tema que abordó el consultor fue la apertura a carne brasileña, principal exportador mundial de carne de res congelada con un valor de 6 mil 971 millones de dólares en el 2022; los principales destinos son China, Hong Kong, Estados Unidos, Egipto y Filipinas; en carne de res fresca o refrigerada ocupa el 10º lugar como principal exportador y el 7º en cerdo.
El conferencista también abordó el riesgo sanitario que significaría para México las compras a ese país y los argumentos que ofrece el gobierno mexicano que justifica esa media, como es la oferta de carne de res y reducción del precio en el mercado interno, mientras que la preocupación de la industria y los consumidores nacionales son la incidencia en costos, riesgo de contraer la Fiebre Aftosa y la liberalización de carne de res procedente de Argentina.
Por otro lado, se ciernen sobre las exportaciones de carne de res, cerdo y pollo, y ganado en pie de México, una propuesta del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) de regulación sobre etiquetado de país de origen que hacen más estrictas las reglas para etiquetas de cárnicos y huevo; sólo animales nacidos, criados, sacrificados y procesados en territorio de Estados Unidos; el objetivo es crear confusión en el consumidor; esto afecta las exportaciones mexicanas, porque comparan el proceso con el de los productos completamente elaborados en Estados Unidos
