Ing. Rafael Ángel Castillo Castillo.
Asesor Nutricional.
Ganaderos Asociados de Querétaro.
Por la proporción que el ensilado de maíz ocupa en las raciones del ganado lechero podríamos decir que es el nuevo rey de los forrajes al desplazar a la alfalfa.
Cuando un ingrediente utilizado en la alimentación animal, en este caso el ensilado de maíz, representa una cantidad importante de la dieta del ganado, la calidad de ingrediente definirá en mayor medida la productividad y eficiencia económica de la explotación. Hoy en día no es extraño encontrar establos bien manejados que utilizan hasta diez kilogramos de ensilado de maíz por vaca por día, y más interesante aún: con buenos resultados.
Utilizar una cantidad tan importante de ensilado de maíz en las raciones de ganado productor de leche era IMPENSABLE hace 20 años. La principal razón era la muy mala calidad disponible. Dentro de los atributos negativos de entonces destaco los siguientes: +híbridos de maíz de gran tamaño con un porcentaje pequeño de grano (mazorca), cultivos con gran cantidad de maleza, máquinas ensiladoras que picaban mal el forraje además de otorgar muy poco tonelaje de cosecha diaria, deficientes prácticas de compactación y de sellado.
Hoy en día muchos de los puntos anteriores se han resuelto con dinero y trabajo. El ganadero ha logrado la producción de ensilado de maíz de gran calidad en general.
Hoy, con meses por venir antes de la nueva cosecha de maíz para ensilar dos cuestiones fundamentales se debe de conocer en los establos que quieren sostener o incrementar su rentabilidad:
1. ¿Para cuántos meses tiene disponible ensilado de maíz, qué plan de acción implementará?
La planeación forrajera es una acción de administración que debería de estudiarse y de efectuarse en todo establo lechero que trabaje de manera cuidadosa. Los cambios súbitos de tipo de forraje pueden no hacer bien al desempeño del ganado ni a la economía del establo.
No se deben de tomar decisiones precipitadas sobre el uso del ensilaje de maíz en los establos, el objetivo de una planeación forrajera exitosa es la de contar con ensilaje de maíz suficiente para los meses de septiembre / octubre que es cuando la nueva cosecha estará disponible.
Es muy sencillo el planteamiento, sencillamente es estimar la disponibilidad de ensilado dividiendo el inventario disponible entre el gasto diario de éste en el establo.
¿Si no alcanza? Sustituir ensilado de maíz con ensilados de invierno (avena, triticale) o rastrojo en la crianza de vaquillas; sustituir ensilado de maíz con alfalfa (ahora que es temporada) en vacas en leche.
El peor escenario, repito es no tener forraje de calidad para ofrecer al ganado durante todo el año.
2. ¿Cuál es la calidad del ensilado de maíz disponible? No hay cómo saber además de la cantidad, la calidad del ensilaje de maíz que está guardado en el establo.
Todos los días tomamos decisiones acerca de la manera de alimentar al ganado con los claros objetivos de: garantizar su salud, no ser lastre para el desempeño reproductivo y producir leche de manera más rentable posible.
Una de la decisión clave dentro de las lecherías es la de complementar con “concentrados” la proteína y la energía que es aportada por los forrajes para ofrecer raciones bien balanceadas al ganado.
Y es aquí en donde radica el principal problema ¿En qué magnitud está aportando energía, proteína y fibras el ensilado de maíz? ¿De acuerdo a las proporciones de ácidos grasos y digestibilidad de fibras, qué expectativa de consumo tendrán las vacas de ese ensilado de maíz?
La precisión de formulación del nutriólogo crecerá en la medida de que información como la de ANÁLISIS BROMATOLÓGICO del Ensilado de Maíz, esté en su escritorio de forma CONFIABLE y ACTUALIZADA.
Las explotaciones económicamente exitosas envían ensilado de maíz de muestras bien obtenidas a hacer ANALISIS bromatológico al menos una vez al mes o cuando se cambia de silo.
Epílogo: entonces las discusiones y decisiones importantes son como siempre basadas en INFORMACIÓN NÚMERICA : DISPONIBILIDAD DE ENSILADO DE MAÍZ Y LA DEFINICIÓN DE SU CALIDAD CON ANÁLISIS BROMATOLÓGICOS.
Artículo publicado en “Entorno Ganadero Junio- Julio 2023“
