Miguel Ángel Blanco Ochoa
Jefe del Departamento de Rumiantes
FMVZ-UNAM
Las becerras experimentan un cambio sorprendente desde que nacen hasta que son adultas. Uno de los cambios más extremos es el desarrollo del aparato digestivo que en forma anatómica, fisiológica y metabólica madura gradualmente, pasa de una digestión monogástrica a rumiante.
La sobrevivencia y crecimiento de las becerras depende tanto de la alimentación como de las practicas de manejo, una buena alimentación es un factor critico para proveer buenos y saludables reemplazos del rebaño lechero.
Es por ello que el objetivo del presente trabajo es describir los principales cambios anatomo-fisiológicos de cada una de las fases de desarrollo gastrointestinal en las becerras, con el fin de seleccionar sistemas de alimentación adecuados para cada etapa.
El desarrollo gastrointestinal y más específicamente el rumian, depende fundamentalmente del tiempo en que la becerra es alimentada con dieta líquida y cuán pronto se suministra una dieta sólida.
El desarrollo del sistema digestivo de los bovinos puede ser dividido en forma lógica para su mejor comprensión, de acuerdo al tipo de digestión predominante en tres fases:
- Pre rumiante
- Fase de transición
- Fase de Rumiante
Se puede mencionar una cuarta fase, está se situaría antes de la fase de pre rumiante y sería la de absorción de inmunoglobulinas, el fundamento para proponer esto, es el hecho de que la mayoría de los autores se basan en el tipo de digestión para clasificar el desarrollo gastrointestinal del bovino, mientras que durante la absorción de inmunoglobulinas no hay digestión presente.
Absorción de Inmunoglobulinas
Esta etapa tiene una duración máxima de 24 horas, durante las cuales el calostro ingerido por la becerra llegará directamente al abocaos y posteriormente al intestino donde serán absorbidas las Ig’s gracias a la presencia de la gotera esofágica.
Durante este corto periodo de tiempo el aparato digestivo de la becerra presenta condiciones muy particulares que favorecen la absorción de Ig’s y el comienzo de la lactancia en la tabla 1.
La gotera esofágica es una estructura formada por 2 pliegues musculares, cuando se estimula, se observa la contracción de los músculos del surco lo que produce su acortamiento y retorcimiento, causando a su vez, que los labios del surco se junten, formando así un canal que va desde el cardias hasta el canal omasal, canal que lleva el calostro ingerido hasta el abomaso.
De acuerdo con lo publicado por varios autores el control y funcionamiento de la gotera esofágica depende de los siguientes factores:
- El reflejo creado desde la boca y faringe cuando el animal mama voluntariamente y en posición natural.
- Control psíquico, la simple vista del cuidador preparando la rutina de alimentación.
En cambio, se ha demostrado, que si los animales son forzados a deglutir líquido o beben para saciar su sed, la gotera no se cierra y el líquido deglutido entra a rumen.
En algunos tratados de farmacología se recomienda que para la administración de medicamentos como antibióticos o antiparasitarios se debe realiza una solución que contenga 5% de sulfato de cobre, 5% de sulfato de zinc y 10% de bicarbonato junto con el medicamento a administrar, aunque es mucho más práctico si se administra en el sustituto de leche.
Debido a la presencia de la gotera esofágica, el calostro no llega al rumen. Durante las primeras horas de vida, el rumen es completamente estéril, es a partir de las 12 a 24 horas cuando se comienza a poblar por microorganismos (principalmente bacterias aerobias). En cuanto al tamaño, durante toda la lactancia el rumen es proporcionalmente más pequeño que el abomaso, esto debido a que la becerra se comporta como un animal monogástrico, tanto metabólica como anatómicamente.
Una vez que el calostro ha llegado al abomaso, éste es enviado al intestino delgado sin alteración alguna, esto gracias a que durante las primeras horas de vida, las glándulas secretoras de ácido clorhídrico (HCl) no son funcionales, mientras que la secreción de renina y pepsinógeno (enzimas proteolíticas) por parte de las glándulas fúndicas de la mucosa abomasal es mínima, cabe mencionar que la renina y la pepsina son secretadas en forma inactiva hacia la luz del abomaso y son activadas gracias al pH bajo que proporciona el HCl y sin la presencia de éste, dichas enzimas proteolíticas no tienen efecto degradatorio sobre las inmunoglobulinas del calostro.
En el intestino también hay condiciones muy particulares que favorecen la buena absorción de inmunoglobulinas, entre las que podemos mencionar:
- Poca o nula presencia en duodeno de proteasas pancreáticas (tripsina), es importante mencionar que el calostro cuenta con factores inhibidores de tripsina con el fin de inhibir la actividad de esta enzima.
- Presencia de entericitos fetales recubriendo la mucosa intestinal, los cuales tienen una permeabilidad no selectiva para las inmunoglobulinas por lo que se absorben los tres tipos de Ig’s presentes en el calostro (IgG, IgA e IgM).
Las Ig’s se une a un receptor de FC de membrana presente en los enterocitos fetales, este receptor llamado FcRn es una molécula MCH y una vez unidas son absorbidas por medio de un mecanismo de transporte celular activo (pinocitosis), es decir, formación de invaginaciones de la membrana celular que atrapa las macromoléculas de las inmunoglobulinas y permite que atraviesen las células de la mucosa intestinal sin modificación. De allí pasan al torrente linfático y por vía del conducto torácico ingresan a la sangre. Otra vía de distribución, es el paso de Ig ́s desde los enterocitos hacia los capilares intestinales, difundiéndose así hacia la circulación sistémica.
La cantidad de Ig’s que pasen al torrente sanguíneo del becerro dependerá principalmente de dos factores:
a) Tiempo de ingesta del calostro.
El nivel de absorción de inmunoglobulinas provenientes del calostro ingerido depende directamente del tiempo en el que le es suministrado el calostro al becerro, ya que la permeabilidad intestinal a los anticuerpos va disminuyendo con el paso del tiempo, esto gracias al cambio celular paulatino que sufre la mucosa intestinal, debido al recubrimiento del intestino con entericitos maduros en sustitución de los enterocitos fetales, se ha reportado que este proceso toma de12-24 horas.
b) Calidad y cantidad de calostro suministrado.
La calidad del calostro es otro factor muy importante relacionado con la cantidad de Ig’s absorbidas, ya que de la concentración de anticuerpos en el calostro dependerá la cantidad de inmunidad transferida a la becerra.
En la actualidad existen varios métodos para determinar la calidad y por ende la concentración de anticuerpos en éste, como por ejemplo: la prueba de turbidez de sulfato de zinc, prueba de refractometría y la calostrometría, siendo ésta última la más utilizada por su practicidad y grado de confiabilidad.
Es importante mencionar que un mes antes del parto se inicia la transferencia IgG e IgM de la sangre al tejido mamario de la vaca gestante, alcanzando el máximo nivel al momento del parto gracias a la gran vasodilatación existente. El contenido de inmunoglobulinas del calostro depende de varios factores como:
- Edad. Las becerras de primer parto poseen menor concentración de Ig’s que las vacas adultas, esto debido a que las vacas han recibido una estimulación antigénica continua durante más tiempo, y además poseen una glándula mamaria con una capacidad secretora superior y un mecanismo activo de trasporte de anticuerpos más efectivo.
- Raza. Según estudios realizados por Muller y Elliunger en vacas Holstein y Jersey en las mismas condiciones, encontraron mayores niveles de anticuerpos en vacas Jersey.
- Tipo de Parto. Los partos inducidos tanto por glucocorticoides como por prostaglandinas reducen en general los niveles de Ig’s y en específicamente de IgG.
Está demostrado que la administración de calostro de calidad superior durante las primeras horas de vida de la becerra, junto con la cantidad suministrada influye en los siguientes parámetros:
- Duración de diarreas.
- Duración de padecimientos respiratorios.
- Mortalidad.
- Ganancias de peso.
Métodos de Alimentación.
La cantidad de calostro ingerido por una becerra se controla mejor cuando se utiliza una botella equipada con chupón, este método de alimentación ha demostrado gran efectividad en la absorción de inmunoglobulinas por parte de la becerra. Se recomienda limpiar perfectamente tanto la botella como el chupón después de cada uso con el fin de minimizar el riesgo de crecimiento bacteriano y con ello convertir el equipo de alimentación en vector transmisor de enfermedades.
El suministrar calostro insertando la cabeza de la becerra en una cubeta abierta no es recomendable, ya que puede propiciar algunos desordenes digestivo, siendo el más importante el mal cierre de la gotera esofágica, provocando la llegada de calostro hacia el rumen y disminuyendo con esto el nivel de inmunidad transferida.
El uso de sondas esofágicas sólo se recomienda bajo los siguientes términos:
- Cuando se tienen becerras muy débiles o que no pueden mamar, esto garantiza la ingesta y absorción de Ig’s salvando así la vida de la becerra.
- Cuando se requiere dar grandes cantidades de calostro, por ejemplo calostro de calidad inferior.
El calostro administrado por sonda esofágica llega al rumen antes de pasar al abomaso y al intestino. Por lo tanto, se tarda de 2 a 4 horas en salir del rumen y tal vez este intervalo sea la razón de que disminuya la citada eficiencia en la absorción de IgG, pues el intestino puede madurar durante este tiempo, reduciendo así su número de células absorbentes activas. No obstante, muchos veterinarios recomiendan administrar 4 litros de calostro inmediatamente después del nacimiento para asegurar que todo se consuma.
Es de especial importancia que esta técnica sea aplicada sólo por personal debidamente capacitado, de lo contrario se puede ocasionar daño o muerte.
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El calostro debe ser administrado a temperatura corporal (39°C), el calostro frío debe ser calentado a baño María antes de ser ofrecido a la becerra. Como recomendación, el calostro debe mantenerse en recipientes limpios, con tapa hermética y en un medio ambiente frío.
En caso de administrar calostro congelado, éste deberá ser descongelado en un baño de agua caliente (40-45°C), es importante cuidar la temperatura de descongelamiento para evitar la destrucción de anticuerpos y el riesgo de causar daños por quemaduras a las becerras.
Se recomienda no administrar calostro a becerras mayores de 4 días, esto por que puede provocarles diarrea, debido a su alto contenido en sales de magnesio.
Bibliografía disponible en BM Editores
Artículo publicado en Entorno Ganadero
