Por Simone SCHAUMBERGER,
Gerente de Producto, Gestión de Riesgos de Micotoxinas
www.biomin.net
La experiencia reciente del propietario de una explotación lechera demuestra el riesgo de la aplicación ocasional y destaca cómo las micotoxinas pueden afectar los hatos lecheros y las ganancias.
Al igual que la mayoría de los productores lecheros, el propietario de una explotación lechera de 1000 cabezas al noroeste de Pekín, China, era plenamente consciente de los peligros que representa el alimento contaminado con aflotoxinas para las vacas También era consiente del riesgo de arrastre de las aflotoxinas ingeridas hacia la leche a una tasa que varía entre uno y seis por ciento y que podría poner en peligro a los consumidores humanos.
Con esta información a disposición, decidió introducir un aditivo para la desactivación de micotoxinas a razón de 20 – 25 gramos por vaca por día. Transcurrieron algunos meses sin problemas. Los planes para construir un nuevo establo se obstaculizaron al caer el precio de la leche e incrementarse las presiones sobre los costos de producción, haciendo que el propietario de la explotación lechera interrumpiera el programa de gestión de riesgos de las micotoxinas. En solo unos pocos días, la tasa de abortos del hato creció significativamente. La ración mixta total (TMR, por sus siglas en inglés) solo tenía trazas de micotoxinas, indicando que el ensilado de alfalfa era la fuente probable de contaminación por micotoxinas. El propietario reintrodujo la aplicación de Mycofix® a una dosis similar a la de antes y en pocos días todo había vuelto a la normalidad. Este caso revela una serie de hechos importantes acerca de cómo las micotoxinas afectan la producción lechera.
La aflatoxina no es el único peligro
Los problemas reproductivos observados en este caso fueron probablemente resultado de la zearalenona, una potente micotoxina estrogénica vinculada a una serie de problemas reproductivos. Las micotoxinas mejor conocidas, los umbrales de riesgo recomendados y los efectos se enumeran en el Cuadro 1. Según el estudio anual sobre micotoxinas de BIOMIN, varias de las principales micotoxinas presentan alta prevalencia en los componentes comunes del alimento para vacas lecheras. La Figura 1 muestra la incidencia y las concentraciones de aflatoxinas (Afla), zearalenona (ZEN), deoxinivalenol (DON), toxina T-2 (T-2), fumonisinas (FUM) y ocratoxina A (OTA) en muestras de maíz, ensilado de maíz y alimento balanceado terminado analizadas en todo el mundo entre enero y junio de 2015.
| Cuadro 1. Principales micotoxinas y los peligros para las vacas. | ||
| Micotoxina | Umbral de riesgo recomendado (ppb) | Efectos |
| Aflatoxina | 2 |
|
| Zearalenona | 100 | • Infertilidad, disminución en las tasas de concepción • Agrandamiento de los pezones • Agrandamiento de las glándulas mamarias en terneras vírgenes • Infecciones del tracto reproductivo |
| Deoxinivalenol | 300 | • Función ruminal alterada • Diarrea • Trastornos metabólicos, mastitis, metritis • Cojera |
| T-2 | 100 | • Pérdida del apetito • Gastroenteritis • Reducción en la producción de leche • Respuesta inmunitaria reducida |
| Fumonisinas | 2000 | • Reducción en la producción de leche y aumento de los niveles de las enzimas hepáticas |
| Ocratoxina A | 80 | • La ocratoxina A (OTA) es una micotoxina nefrotóxica y los rumiantes son mucho menos sensibles a la ocratoxina A en comparación con los no rumiantes |
Un concepto erróneo común es que la gestión de riesgos de micotoxinas es optativa o solo necesaria en respuesta a un desafío de micotoxinas grave.
La micotoxina más prevalente en los componentes del alimento para vacas lecheras fue el deoxinivalenol, presente en un 81% de las muestras de maíz y ensilado de maíz, así como en un 93% de las muestras de alimento terminado. Si bien los niveles promedio de deoxinivalenol en maíz y ensilado de maíz superaron las 2,000 ppb, las muestras individuales mostraron niveles por encima de 16,000 ppb, lo que claramente excede los niveles guía y recomendados para el ganado lechero impuestos tanto por la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos, por sus siglas en inglés) de EE.UU. como por la UE.
Los niveles promedio de zearalenona detectados en maíz, ensilado de maíz y alimento terminado (todos por encima de 300 ppb) representan una amenaza potencial para la salud de las vacas lecheras debido a sus efectos estrogénicos.
Implementar nuevamente, suspender nuevamente
Un concepto erróneo común es suponer que porque las vacas son menos sensibles a los efectos de las micotoxinas que otras especies animales, la gestión de riesgos de micotoxinas es optativa o solo necesaria en respuesta a un desafío de micotoxinas grave. Tal como lo demuestran el estudio de caso en China y el Cuadro 1, la realidad derriba este mito. Muchos productores lecheros en todo el mundo han tenido experiencias similares cuando, enfrentados a los bajos precios de la leche o la presión sobre los costos, abandonaron un programa de gestión de riesgos de las micotoxinas solo para sufrir problemas repentinos con relación a las tasas de insem- inación, menor producción de leche, diarrea, recuentos elevados de células somáticas, mayor incidencia de enfer- medades como la enfermedad de la pezuña o la mastitis y falla reproductiva. (Para más estudios de caso, véase “Las micotoxinas en la producción lechera” en Science & Solutions, número 13).
| El Cuadro 2 presenta una serie de factores que pueden conducir a una menor desactivación de micotoxinas en el rumen. | |
| Factor | Description |
| Alta productividad | Mayor producción reduce el tiempo para la desintoxicación |
| Degradación parcial/desfavorable | Metabolitos de mayor toxicidad liberados en el rumen |
| Micotoxinas enmascaradas | Mayor biodisponibilidad de la micotoxina de origen |
| Múltiples micotoxinas en el rumen | Los microorganismos tienen menor capacidad de degradación |
| Acidosis | La disbiosis produce una menor capacidad de degradación |
Degradación no es protección
La menor sensibilidad de las vacas a las micotoxinas (en comparación con otras especies) se debe a su degradación en el rumen. La biodegradación ruminal de diversas micotoxinas ocurre a través de algunos microorganismos (p. ej. protozoarios) que tienen cierta capacidad para metabolizar micotoxinas particulares. Si bien algunos investigadores han postulado que la degradación de toxinas puede alcanzar hasta un 90% para algunas micotoxinas, las estimaciones varían ampliamente y difieren para cada micotoxina. Varios estudios han demostrado que en presencia de algunas micotoxinas, los microorganismos del rumen se alteran y no presentan la capacidad de desintoxicación esperada.
Alta producción, consecuencias no deseadas
La transformación ruminal no siempre vuelve inocuas a las micotoxinas. En el caso de la zearalenona, metabolizada a través de protozoarios en α- y ß-zearalenol, se ha demostrado que la forma beta es un metabolito menos tóxico, mientras que el metabolito alfa conduce a un compuesto aún más estrogénico en comparación con la propia zearalenona (Jouary et al., 2009, Dänicke et al., 2005). El nivel de degradación de la zearalenona en el rumen parece estar fuertemente vinculado al nivel de consumo de alimento y al tiempo de retención resultante del alimento. Por ejemplo, las vacas lecheras de alta producción con un consumo diario de alimento de 26 kg de materia seca presentan una mayor producción, lo que reduce el tiempo asignado a la desintoxicación.
Invasores no detectados
Las micotoxinas enmascaradas (formas conjugadas unidas a proteínas o azúcares) no pueden detectarse por métodos analíticos convencionales (HPLC, ELISA). Durante la digestión, las enzimas intestinales pueden escindir las micotoxinas enmascaradas, liberándose las micotoxinas de origen. Luego de la liberación, pueden volverse nuevamente tóxicas para el animal.
Acidosis
Un problema bien conocido en los rumiantes es la acidosis ruminal subclínica o aguda (SARA/ARA). Este síndrome de bajo pH ruminal a menudo ocurre en explotaciones lecheras de alta producción, especial- mente cuando el régimen de alimentación se ve afectado o cuando las situaciones de estrés perjudican la flora ruminal causando disbiosis.
Se supone que durante la acidosis el número de protozoarios disminuye y, siendo uno de los más importantes agentes de degradación de micotoxinas, esto conduce a una menor degradación. Por lo tanto, mayores niveles de micotoxinas pueden pasar al intestino y ejercer efectos tóxicos.
Amenazas múltiples
Varios mohos comunes presentes en el campo producen diferentes micotoxinas perjudiciales que afectan la salud y el desempeño productivo de las vacas lecheras. Los métodos de detección de micotoxinas más avanzados disponibles comercialmente pueden identificar más de 380 diferentes micotoxinas y metabolitos (Spectrum 380®). Los diferentes grupos de micotoxinas difieren estructuralmente uno de otro. Si bien en este caso el propietario de la explotación lechera implementó inicialmente un programa de gestión de riesgos de las micotoxinas para contrarrestar las aflatoxinas, cualquier programa sólido debe combinar varias estrategias, o modos de acción, para contrarrestar un amplio espectro de micotoxinas.
Solución integral
Una gestión de riesgos de las micotoxinas sólida comprende varios pasos: detección, prevención y mitigación. El análisis periódico de los componentes del alimento y los ensilados puede ayudar a descubrir amenazas potenciales para los animales. El buen manejo de los ensilados es fundamental para evitar un mayor crecimiento de moho y prevenir así la producción de micotoxinas. La aplicación regular de un desactivador de micotoxinas no puede pasarse por alto. Una gestión de riesgos de las micotoxinas adecuada es fundamental para evitar pérdidas impredecibles y mantener un hato lechero de alta producción.
Fuente: Science&Solutions 25
