Redacción BM Editores.
En una medida a todas luces discriminatoria y que atiza más al resentimiento en una sociedad dividida como la norteamericana, particularmente entre los grupos de inmigrantes que laboran en esa nación, el gobernador republicano de Nebraska, Pete Ricketts anunció que los indocumentados que trabajen en los frigoríficos del estado sólo recibirán las vacunas contra el coronavirus una vez que los ciudadanos y los residentes legales las hayan recibido, inclusive no serían incluidos en absoluto.
Más allá de esta decisión discriminatoria, la misma pone en riesgo el abastecimiento de cárnicos a la población del estado y de otras entidades que suministran los frigoríficos de la entidad, pues el gobernador de este estado aseguró que no espera “que los inmigrantes ilegales sean parte de las vacunas”.
La declaración ha suscitado una ola de rechazo de organizaciones civiles y congresistas, por el alto número de contagios registrados en esas instalaciones cárnicas, en donde la mayoría de sus trabajadores son latinos.
Por su parte, la congresista Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata por Nueva York, calificó de “racista” a Ricketts y puntualizó “Imagínense ser tan racista que alguien se esfuerza para asegurarse de que las persona que le preparan ‘su’ comida no sean vacunadas”, señaló la legisladora en su cuenta de Twitter.
Ricketts calificó a la congresista de “activista de izquierda” y dijo que a ella “no le importa Nebraska ni el pueblo de Nebraska”.
Aludió así al llamado al proyecto del “Nuevo Acuerdo Verde” impulsado entre otros por Ocasio-Cortez y que, en opinión de Ricketts, de haber sido implementado “hubiese destruido la industria del ganado” local.
Ricketts matizó hoy que el personal sanitario de Nebraska no verificará la situación migratoria de quienes vayan a recibir la vacuna en las plantas cárnicas, porque “eso ya se debe haber verificado en el momento del empleo”.
Las declaraciones del gobernador han merecido también el rechazo de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos Unidos (LULAC), cuyo presidente, Domingo García, le recordó a Ricketts que la covid-19 “no pregunta sobre el estatus legal y no le importa la política de un estado”.
“La vacuna debe contemplar a todos los residentes, a todas y cada una de las personas en una planta empacadora de carne para que sean vacunadas y también a sus familias. Es lo cristiano y, desde el punto de vista médico, lo correcto”, agregó.