Puntos a Tomar en Cuenta para tener Éxito con IA en Bovinos.

DR. ALEJANDRO CÓRDOVA IZQUIERDO
Departamento de Producción Agrícola y Animal.
Universidad Autónoma Metropolitana Unidad. Xochimilco, CDMX.
Correo: [email protected]

ADRIAN E. IGLESIAS REYES
Departamento de Producción Agrícola y Animal.
UAM-Xochimilco, CDMX.

GUSTAVO RUIZ LANG
Departamento de Producción Agrícola y Animal.
UAM-Xochimilco, CDMX.

JUAN EULOGIO GUERRA LIERA
Facultad de Agronomía. Universidad Autónoma de Sinaloa, México.

RUBÉN HUERTA CRISPÍN
Facultad de Veterinaria. Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México.

ABEL E. VILLA MANCERA
Facultad de Veterinaria. Benemérita Universidad
Autónoma de Puebla, México.

SILVIA D. PEÑA BETANCOURT
Departamento de Producción Agrícola y Animal. UAM-Xochimilco, CDMX.

RAÚL SÁNCHEZ SÁNCHEZ
Departamento de Reproducción. INIA-Madrid, España.

RESUMEN

La Inseminación Artificial (IA) en bovinos, es una biotecnología de reproducción animal que ha mostrado grandes bondades para mejorar y optimizar el rendimiento del potencial biológico de los animales, expresado en su desempeño reproductivo y productivo en las Unidades de Producción Animal (UPAS). En este trabajo, se describen algunos puntos que el ganadero debe tomar en cuenta para tener éxito, cuando se decide implementar la IA en su Unidad de Producción Animal (UPA).

DETECCIÓN DE CELOS

Uno de los principales problemas al que se enfrenta la IA en bovinos, principalmente en los productores de carne y doble propósito, es la falla durante el proceso de detección de celos (vacas que no son detectadas y/o detectadas erróneamente), significa que solamente es detectado un bajo porcentaje del total de hembras que están en estro, celo o calor y que deberían ser servidas, lo que comúnmente se le llamada porcentaje de tasa de servicio, de esta manera se quedan muchas hembras sin servicio por ciclo, cuyo resultado es mayor número de días abiertos para la UPA y por lo tanto, pérdidas económicas para el ganadero por una inadecuada detección de calores (Giraldo, 2017). Es por esto que se ha optado por implementar programas de manejo integral reproductivo que incluya el procedimiento de sincronización de estros y la IA a tiempo fijo (IATF) en donde la detección de estros no es necesario, principalmente en las UPAS de ganado para carne y doble propósito, evitando de esta manera la falla en la detección de calores en este tipo de ganado (Huanca, 2016)

CALIDAD DEL SEMEN

Un factor de suma importancia para el éxito de la implementación de IA es la calidad del semen que se utiliza. Es frecuente detectar que en programas de IA se da por hecho que el semen procesado es de buena calidad, esto únicamente está garantizado si el semen es manufacturado por una empresa con altos controles de calidad y si el mismo fue manejado de manera adecuada hasta el momento de su aplicación; sin embargo, es muy común encontrar disponible en el mercado semen regional del cual no se tiene ningún tipo de información genética y del control de calidad que se ha seguido en el proceso de preparación de las dosis (Duarte, 2016). Es por eso que durante el proceso de IA se recomienda hacer evaluaciones rápidas (mínimamente evaluar motilidad individual progresiva) del semen que se utilizará, esto permite dar una calificación a dicho semen y poder tomar decisiones oportunas para su uso en la IA, asegurando que el semen utilizado tenga las características idóneas para su uso, permitiendo así aumentar la tasa de concepción (% de hembras diagnosticadas gestantes de un lote de hembras que fueron servidas) (Giraldo, 2017).

BUENAS PRÁCTICAS DE MANEJO DURANTE LA IA

Para obtener los mejores resultados en la IA, existen puntos clave que se deben seguir para realizar el trabajo con éxito (Duarte, 2016):

  • Cuidado y manejo del termo o tanque de nitrógeno líquido. El tanque de nitrógeno líquido debe permanecer en condiciones óptimas se seguridad y el nivel de nitrógeno líquido debe ser revisado constante- mente para que la calidad del semen almacenado en este tanque se mantenga en buenas condiciones, el nivel de nitrógeno no debe bajar de 10 cm. Es recomendable etiquetar bien el contenido del tanque, identificando cada una de las canastillas con el tipo de semental al cual pertenece el semen, que está almacenado en pajillas plásticas que pueden ser de 05 ml o 0.25 ml.
  • Cada vez que se retire una pajilla para llevar a cabo la IA, la canastilla no debe superar la línea de congelación que se detecta en el cuello del termo, cuya temperatura es de -80°C, la canastilla no debe permanecer en esta zona por más de 6 segundos.
  • El retiro de la pajilla del bastón, se debe hacer en menos o alrededor de 3 segundos. Esto se debe hacer con ayuda de una pinza, ya que usar los dedos, aumenta la temperatura en la pajilla y daña a los espermatozoides.
  • El descongelado de la pajilla deber hacerse con agua caliente entre 35°C y 37°C durante un mínimo de 40 segundos.
  • Al cortar la pajilla es más higiénico el uso de tijeras, ya que éstas se pueden limpiar y/o desinfectar perfectamente entre corte y corte, evitando la contaminación del extremo de la pajilla por donde sale el semen.
  • Se coloca la funda para el aplicador, siempre hay que mantener el aplicador con la dosis lista para su uso en un lugar tibio y sin exposición a luz solar, de este modo se protege a los espermatozoides.
  • Previo a la introducción del aplicador, es recomen- dable dar una limpieza a la región vulvar de la vaca, de este modo se eliminará el excremento de la zona y se asegurará una inseminación más higiénica.
  • Una vez introducido el aplicador al llegar al fondo vaginal e introducirlo al cérvix, al llegar al sitio de inseminación (cuerpo del útero) es importante que el depósito del semen se haga de manera lenta, tomando por lo menos 5 segundos en el proceso y de este modo evitar la muerte espermática por daños físicos debido a un arrastre mecánico violento.
  • Es recomendable realizar la evaluación seminal previamente y durante el procedimiento de IA, para determinar si es un semen viable para su uso, debi- do a que en muchas de las ocasiones los fracasos en la IA son a causa del uso de semen de dudosa procedencia o dañado por un mal manejo, el cual no cumple con las características mínimas necesarias y por lo tanto esto se traduce en la falla de la IA y como resultado repetición del estro, que significa que la vaca está vacía (Villarreal et al., 2018).

MEJORAMIENTO GENÉTICO

Con la implementación de las biotecnologías de la IA y de la IATFE, implica mejoramiento genético para rescatar el potencial reproductivo y productivo de los animales, garantizando una cría por año y de esta manera mantener las características productivas en el tiempo de generación en generación con el uso de reproductores superiores, tanto hembras como machos a partir de los cruzamientos interraciales y selección genética (Carvajal y Kerr, 2016).

La IA, a través del uso del semen de toros altamente productivos resalta las características del padre, las cuales han sido evaluadas en varias generaciones ya sea en producción láctea y/o cárnica (Gasque, 2016). El uso del semen de toros altamente productivos en vacas con características raciales ya perdidas y con un nivel productivo promedio, concluye en una gestación que se desarrollará con las mejores características de sus padres, las cuales se verán reflejadas en el tiempo con nuevos cruzamientos y brindando mayor productividad (Villarreal et al., 2018).

Al emplearse semen de toros “probados” cuya calidad genética ha sido comprobada por medio de pruebas de progenie o descendencia, se espera un mejoramiento y una mayor producción de leche y carne. Los toros utilizados en monta natural dejan unas 300 crías durante su vida reproductiva, pero si se usan en IA, su descendencia puede llegar a ser cientos de veces mayor. Además, si el toro muere se cuenta con el semen que se tiene congelado y almacenado (Ferreira et al., 2016).

Carvajal y Kerr en 2016, confirmaron a través de estudios que la composición de la leche es regulada por varios factores siendo uno de los más importantes la genética, y para el ganado de carne en cuanto a la ganancia de peso a través de la IA, se pueden hacer los cruzamientos precisos para proveer tasa de crecimiento y musculatura a las crías con el uso del semen seleccionado, generando un animal para el mercado, producido en forma rentable. En estudios genéticos, se ha establecido como manejo principal la identificación de los mejores animales, los cuales deben ser seleccionados y usados como los padres de la próxima generación y por lo tanto, para tener un mejor avance genético de los animales, se debe tomar en cuenta la siguiente fórmula: Producción o reproducción = G + A; en donde G representa la genética o sea la calidad biológica de los animales obtenida a través de los cruzamientos y A, el ambiente o medioambiente en donde se encuentran los animales, llámese nutrición, manejo, infraestructura física, etc. (Ferreira et al., 2016; Ruiz et al., 2016).

La aplicación de un programa de mejora genética por selección se lleva a cabo en un núcleo de selección, este núcleo, facilita la concentración de la mejora genética a un grupo de ganaderías que pueden manejarse de forma eficaz, desde el punto de vista genético, permitiendo así un mayor progreso. El núcleo de selección está formado por las ganaderías con mayor nivel genético y que están más comprometidas con el desarrollo del programa (Paez, 2016). No todas las ganaderías asociadas o del árbol genealógico están en buenas disposiciones para llevar a cabo todas las actividades asociadas a los programas de selección. En el núcleo de selección se concentran los animales mejor valorados, se obtienen los candidatos a sementales mejorados y que mejorarán su ascendencia y se irradia la mejora genética hacia la población de los estratos inferiores (Carvajal y Kerr, 2016).

Los programas de selección, tanto de aptitud láctea como de aptitud cárnica, utilizan la selección por ascendencia, individual y por descendencia. La elección de los machos a prueba es el primer eslabón del proceso de selección, es la selección por ascendencia. En el esquema ideal de selección los machos son elegidos de los apareamientos programados entre los sementales élite y las hembras mejor valoradas genéticamente (el 1-2% superior). Estos jóvenes machos pasarán a una estación de control individual donde estarán en control de rendimientos (selección individual) hasta que son adultos, para pasar a continuación a un centro de inseminación. A partir de los 12-14 meses, machos adultos, se inicia la recogida y distribución de dosis seminales con el fin de desarrollar las pruebas de descendencia (selección por descendencia) (Giraldo, 2017).

El número y la distribución de las inseminaciones debe estar programado para conseguir un número de descendientes suficiente para realizar la valoración genética con precisión. Teniendo en cuenta que la fertilidad de la IA oscila según la técnica, la raza, el sistema de producción, etc. las necesidades mínimas son entre 125-150 inseminaciones por macho en prueba (Carvajal & Kerr, 2016).

Las inseminaciones con machos en prueba han de hacerse en las ganaderías en control de rendimientos. Respecto al manejo de los reproductores ya valorados genéticamente es necesario hacer una serie de grupos o categorías que determinen su destino, además es necesario difundir esta valoración entre los ganaderos con la publicación de los catálogos de sementales (Giraldo, 2017).

La valoración de reproductores, machos y hembras, se lleva a cabo a través de métodos estadísticos basados en la resolución de ecuaciones donde las incógnitas son los valores genéticos, desconocidos a priori, a partir de la información productiva proporcionada por todos los animales emparentados con el macho o la hembra objeto de valoración (Carvajal y Kerr, 2016). En el modelo genéticoestadístico utilizado para la valoración genética deben de incluirse aquellos factores de variación ambiental que son controlados y que contribuyen a la obtención de estimaciones más correctas, por estar ajustadas a estos factores de variación no genéticos. Para los caracteres de producción láctea los factores de variación ambientales más importantes son: rebaño o grupo de manejo, época o estación de parto, número de parto o edad al parto y tipo de parto. Para los caracteres reproductivos los factores de variación ambiental comúnmente utilizados son: rebaño o grupo de manejo, estación de parto, no de parto, tipo de parto/cría, edad al 1o parto e intervalo entre partos (Huanca, 2016).

Los esquemas de selección de las razas lecheras y de las razas de aptitud cárnica en la organización general son similares; sin embargo, existen diferencias importantes. En las razas lecheras las pruebas de rendimientos de los machos en la estación de control no tienen gran importancia, esta fase no existe en el programa de selección de algunas razas lecheras, en tanto que son importantes en los esquemas de las razas cárnicas, pues se valoran individualmente los caracteres de cebo (Giraldo, 2017). Otra diferencia importante es que en las pruebas de descendencia de las razas lecheras la producción láctea solamente se expresa en las hembras y es necesario esperar a que éstas sean adultas, sean fértiles, se produzca el parto y termine la lactación. Por el contrario, en los programas de selección de las razas de aptitud cárnica las pruebas de descendencia miden los caracteres de cebo en los dos sexos y a edad temprana, a los seis meses como máximo, lo que supone una gran ventaja en la organización del programa, por el menor intervalo generacional (Montero, 2017).

Los instrumentos o herramientas que se consideran necesarios para un programa de selección son (
uarte, 2016):

  • Control genealógico.
  • Control de rendimientos (Control lechero/cárnico).
  • Centro de coordinación y dirección del programa.
  • Centro de machos y centro de IA.
  • Técnica de IA.
  • Método de valoración genética.

El control genealógico es una acción asociada a la llevanza del libro genealógico y por lo tanto organizada por la Asociación de criadores de cada raza, que son las entidades que gestionan los libros genealógicos (Paez, 2016). El control genealógico es un requisito imprescindible en todas las ganaderías inscritas en el Libro genealógico. La finalidad es obvia, conocer la genealogía de la población con certeza pues es necesario para la valoración genética. El asentamiento de un nuevo individuo en el registro de nacimientos del libro genealógico va precedido de una declaración de inseminación artificial o cubrición en monta natural controlada (Villarreal et al., 2018). En los actuales sistemas de producción de ganado el control de la monta natural es una acción todavía no bien resuelta en la generalidad de los rebaños, sin embargo, la cubrición por inseminación artificial garantiza este control y representa una gran ventaja a la hora de realizar los programas de selección (Ferreira et al., 2016).

El control de rendimientos (control lechero o control de los caracteres de crecimiento y cebo) es otra de las actividades asociadas al Libro genealógico, consiste en conocer, registrar y certificar la producción de cada animal inscrito en el Libro genealógico; tiene por finalidad, junto con el control genea- lógico, desarrollar la mejora genética de la raza en cuestión. El control de rendimientos es sin duda un pilar de la mejora, pues la valoración genética utiliza, no la producción real de los animales, sino la producción registrada y solamente de los animales controlados. Sin duda el progreso genético está relacionado al número de animales en control de rendimientos y a la precisión de estas mediciones (Roa, 2016).

La utilización de la IA es una herramienta esencial para el desarrollo de los programas de selección, como se ha comentado, de hecho, el gran avance en los programas de selección se ha producido cuando se ha desarrollado la inseminación artificial que ha permitido la valoración de machos por descendencia con gran precisión. La inseminación incrementa el número de descendientes por macho y permite una distribución del uso del semen en el espacio y en el tiempo. La IA frente a la cubrición por monta natural tiene ventajas genéticas, sanitarias y reproductivas. De hecho, con mayor o menor divulgación y al margen de las ventajas genéticas, la IA se utiliza junto con la sincronización de celos como sistema reproductivo (Giraldo, 2017).

Las ventajas de la IA en los programas de selección, desde el punto de vista genético (Duarte, 2016):

  • La conexión genética entre rebaños, con las venta- jas asociadas para la valoración genética de los reproductores.
  • Gran difusión de los machos con alto valor gené- tico, tanto en núcleo de selección como en la población base.
  • Control genealógico, facilita el control de la cubri- ción a través del certificado de inseminación.

El diseño y distribución de las inseminaciones tiene gran influencia sobre la estructura de la población de los descendientes de los machos en prueba. El diseño o planificación de las inseminaciones debe de cumplir dos finalidades básicas: 1) que cada semental en prueba tenga un número suficiente de descendientes para estimar su valor genético con buena fiabilidad y 2) asegurar la conexión genética entre rebaños participantes en el programa de selección (Villarreal et al., 2018). La valoración genética está basada en el control de rendimientos del propio animal y de sus parientes, fundamentalmente descendientes (Montero, 2017).

La inseminación permite tener un elevado número de medias hermanas en varios rebaños y en distintos años, lo que permite una conexión genética entre rebaños y facilita la estimación del valor genético de los machos y de las hembras con gran precisión, dependiendo del número de descendientes. Respecto al número de inseminaciones con cada macho en prueba depende de varios factores, la fertilidad de las inseminaciones y de los caracteres objeto de valoración genética (Paez, 2016).

Finalmente, los programas de selección de las razas e IA consideran una estructura piramidal del valor genético de los animales, donde las explotaciones están estratifi- cadas en núcleo de selección y población base. Por otra parte, el esquema está basado en la prueba de machos por descendencia, desarrollados en los rebaños que estén en control de rendimientos; es decir, en cada genera- ción se eligen un conjunto de jóvenes machos como candidatos a sementales mejorantes. Obviamente, para conocer con precisión el valor genético de estos machos es necesario que tengan descendientes productivos en varias explotaciones (Roa, 2016). Es por esta circunstan- cia, tener múltiples descendientes en varias unidades de producción animal, junto con otras de índole sanitaria y genética, lo que determina la necesidad de recurrir a la IA como método de reproducción en los programas de mejoramiento genético (Huanca, 2016).

PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Para tener éxito en la implementación de la IA en bovinos, es necesario que la UPA esté libre de enfermedades de origen bacteriano como brucelosis, leptospirosis, tricomoniasis y campilobateriosis; virales como complejo viral bovino, diarrea viral bovina y rinotraqueítis viral bovina; así como de origen micótico y protozoárico; de origen parasitario, tanto interno como externo (Paez, 2016; Montero, 2017). Si se cuenta con buenos programas de prevención de enfermedades en los animales, la IA, tendrá mejor éxito.

ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN

Otro punto importante a tener en cuenta para el éxito de la implementación de la IA en bovinos es el cuidado sin escatimar esfuerzos en la alimentación y la nutrición correcta en hembras y machos, desde el nacimiento hasta la pubertad, ya que de ello depende el desempeño reproductivo y productivo de los futuros reproductores. Otro aspecto de mucho valor que se tiene que cuidar es el periodo posparto, cuyo cuidado debe ser atendido con esmero, dado que de ese periodo depende mucho el desempeño reproductivo y productivo de las hembras en la UPA, se debe cuidar que las hembras no presenten balance energético negativo, comúnmente llamado BEN, principalmente en vacas altas productoras de leche.

Bibliografía

Carvajal & Kerr, 2016. La evaluación de la habilidad reproductiva en las vacas Cebú: una nueva técnica para resolver un viejo problema genético. Venezuela Bovina. Córdoba, España, 2016. 276 p. Tesis. Universidad de Córdoba.

Duarte, O. A. 2016. Manual de inseminación artificial de ganado. Sitio Argentino de Producción Animal.

Ferreira O, Mujica F, Uribe H, Lanuza F, Quintero G, Concha C. 2016. El control lechero bovino en Chile y su importancia en el mejoramiento genético del rebaño nacional.

Gasque B. J. A. 2016. Manual de inseminación artificial en bovinos. Universidad Autónoma de Nayarit. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia.

Giraldo J. 2017. Una mirada al uso de inseminación artificial en bovinos. Revista Lasallista de Investigación.

Huanca, L. W. 2016. Inseminación artificial a tiempo fijo en vacas lecheras. Rev Inv Vet Perú. 12 (2): 161 – 163.

Montero J. 2017. 46 p.p Manual de Inseminación Artificial en Bovinos. [Trabajo Práctico Educativo]. Universidad Veracruzana. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootécnica.

Paez, B. E. M. 2016. Universidad Nacional Abierta y a Distancia. Escuela de Ciencias Agrícolas, Pecuarias y del Medio Ambiente. CEAD TUNJA. Tesis Doctoral. Pp. 150.

Roa N. 2016. Método y aplicación de la inseminación artificial en bovinos. Manual de ganadería doble propósito: 510-514.

Ruíz, H. H; León, V. H; Ruíz, M. A y Villalobos, E. A. 2016. Manual de inseminación en el ganado bovino. Chiapas, México. Pp. 98.

Villarreal-Andrade JC, Medina AL, Vielma-Guevara JR. 2018. Propuesta de creación de un Centro de Investigaciones Agrícolas. 1 edición. Editorial Académica Española: 65.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Febrero-Marzo 2019

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