Redacción BM Editores.
En el día a día de la porcicultura mexicana, se tiene muy claro, por un lado, el concepto de un sistema global de crecimiento de la oferta de carne de cerdo que está teniendo un impacto en los precios, en términos generales, coincidieron en señalar el presidente y el presidente Ejecutivo de la Organización de Porcicultores Mexicanos (OPORMEX), Heriberto Hernández y Jorge Iván Espinoza Vázquez, respectivamente, durante su participación en el Comité de Crisis del programa Agroeducación.
Heriberto Hernández señaló que la fortaleza del peso le quita competitividad al sector porcícola en el tema de las exportaciones, debido a que se reducen las ventas al exterior, principalmente a Japón.
Por ello, dijo, se están enfocando las baterías al mercado mexicano, en términos de cerdo en pie; por otro lado, las importaciones que se hacen de Estados Unidos siguen siendo un enorme reto para el mercado nacional.
Otro desafío que se tiene es en la parte de productividad y en las enfermedades, ante ello, señaló que, se tiene que ser más competitivo a través de una estrategia fuerte en términos de la salud, puesto que las enfermedades impactan la disponibilidad de cerdos, generando altos impactos económicos y si bien, de alguna forma se observan precios muy altos, muchos de los porcicultores no tuvieron cerdo para ofertar, ya que se presentaron en sus piaras enfermedades muy fuertes el fin de año, en los meses de noviembre, diciembre y enero.
Ello, subrayó el dirigente ganadero, hizo que los productores dejaran de percibir recursos, además de que sus egresos nunca pararon.
Explicó que hoy en día en el sector se ha encontrado un techo en el precio, sin embargo, se continúa con los huecos sanitarios, aunado a esto, productores e industria siguen trabajando para contar con un sector sustentable lo cual también es un enorme reto.
Por otro lado, informó que el 70 por ciento de la producción nacional de cerdo se concentra en las granjas tecnificadas y el 30 por ciento restante proviene de los pequeños y medianos productores, que también son altamente competitivos, por lo que estos dos tipos de porcicultores tienen el mercado diferenciado al cual atender.
Por su parte, Jorge Iván Espinoza Vázquez, señaló que recientemente se vivió una escalada de precios muy agresiva, como sucede en cualquier mercado, regido por oferta y demanda, hubo un déficit muy importante que hizo que el precio subiera a niveles récord que nunca se habían visto, con una agilidad mayor a la que se vivió en el 2014, después de haber tenido el brote de diarrea epidémica porcina, enfermedad que desafortunadamente llegó a México y causó estragos en el sector.
Adicional a este problema, se sumaron otras enfermedades que a finales del año pasado impactaron muy fuertemente, sobre todo en el tema de la reproducción con el virus del síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS), que provocó que se perdieran muchas gestaciones en los meses de noviembre, diciembre y enero del 2023, y de este año.
Así mismo, mencionó que, los porcicultores han tenido accesibilidad al abasto de maíz en un precio accesible, lo cual fue importante porque se tenía varios años con niveles muy distintos para ese insumo en el alimento de los animales.
Explicó que hoy en día la OPORMEX trabaja muy de la mano con la Asociación Mexicana de Veterinarios Especialistas en Cerdos (AMVEC) con quien se desarrollará un borrador de lo que se pretende sea el plan nacional de bioseguridad, que ayude a mejorar las condiciones de protección contra el impacto de las enfermedades, en particular las endémicas, ya que el gobierno federal se enfoca en las exóticas como son la fiebre porcina clásica y Aujeszky, entre otras.
Sobre este tema, informó que han tenido reuniones de trabajo con funcionarios del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica) para sensibilizarlos de la importancia que tiene también enfocar sus acciones en las enfermedades endémicas y no nada más en las exóticas.
Reconoció que desafortunadamente los productores no son muy compartidos con la información y viven los problemas de manera interna, sin darse cuenta que el impacto de las enfermedades tiene grandes alcances porque no conocen linderos ni fronteras.