Algunos aspectos generales de los precios en el sistema porcícola nacional

Francisco Alejandro Alonso Pesado.
Departamento de Economía, Administración y Desarrollo Rural. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Nacional Autónoma de México. Teléfono.56225905. Fax. 56225937. [email protected]

Araceli Maqueda Sánchez.
Departamento de Economía,
Administración y Desarrollo Rural.
Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Nacional Autónoma de México.  [email protected]

INTRODUCCIÓN.

El precio es una variable de suma importancia en las actividades productivas, incluyendo a la producción de carne de cerdo. El precio es una variable que se incluye en las fórmulas para calcular ingresos totales o ventas totales, estos ingresos totales se comparan con los costos totales para determinar si las empresas porcinas se encuentran bajo tres escenarios, es decir, ganando, en equilibrio o perdiendo.

Uno, entre varios objetivos, que persiguen los productores de carne de cerdo, es colocar su producto al mayor precio posible, buscando el canal de comercialización que más les pague en la venta de la mercancía.

Hay productores de traspatio que son “tomadores de precios”, es decir, que tienen la desventaja de vender su producto al precio que fijan los intermediarios, en frecuentes ocasiones estos precios son castigados, lo que obliga al productor a vender la mercancía a un precio por debajo de su costo de producción, colocándolo en zona de pérdidas.

Cuando el precio de venta del producto a pie de granja es igual o menor al costo variable unitario se indica que el productor primario se coloca en “punto de cierre”, si esta situación se prolonga por un periodo largo, es posible que el productor quiebre y salga del mercado, despidiendo fuerza de trabajo que labora en la granja, incluyendo a los médicos veterinarios zootecnistas, además se dejan de crear empleos en ramas conexas con la porcicultura, y se debilita el mercado interno, demandando una menor cantidad de carne de cerdo.

La fijación de precios es el resultado del comportamiento de varios factores. Así, por ejemplo por la concurrencia al mercado de la oferta y demanda. De acuerdo a los clásicos, el precio se fija en un mercado de competencia perfecta, cuando la curva de demanda se intercepta con la curva de oferta, configurando el precio en equilibrio, precio donde se lleva a cabo el mayor número de transacciones económicas (compras – ventas). El modelo de fijación de precios en un mercado de competencia perfecta, contempla lo siguiente; cuando la oferta de carne de cerdo “excede” a la demanda por este producto el precio se desploma, y cuando la demanda por la mercancía es mayor a lo ofrecido el precio se eleva.

El precio de la carne de cerdo se ve impactado por el fenómeno inflacionario, si los precios de los insumos que son utilizados para llevar a cabo el proceso productivo se elevan, los costos de producción aumentan, este aumento de costos se traslada hacia el producto final (carne de cerdo) haciéndolo más caro para los consumidores finales, lo que determina un menor poder de compra para los demandantes del producto.

Además, el fenómeno devaluatorio afecta los precios, es una variable que incide sobre los precios de la carne de cerdo. Recuérdese que un proceso continuo de devaluación como el que sufre México con respecto a Estados Unidos (EU), hace más caras las compras foráneas. Por ejemplo, si el proceso devaluatorio se mantiene, la compra de maíz amarillo proveniente de EU se encarece (en pesos mexicanos), es por eso que los costos aumentan, este aumento de costos por alimentación (recuérdese que es el costo de mayor peso en costos de producción), este aumento de costos por alimentación se traslada al precio de venta del producto, con el fin de que el productor mantenga su margen de ganancia, pero el consumidor se desalienta por el precio más alto del producto, contrayéndose el mercado interno, es decir, consumiendo menor cantidad de carne de cerdo.

Los precios “administrados”, son precios que fija el gobierno con el fin de estimular la oferta, por ejemplo los precios de garantía tienen como finalidad aumentar la producción, depender en menor medida de las importaciones y conseguir una menor dependencia alimentaria y lograr la autosuficiencia de esos productos y ser un país con cierta soberanía. Los precios de garantía, son precios mínimos (precio piso), de ahí para arriba se fijan precios y así ser un estímulo para los productores.

Otros precios “administrados” son los precios tope, estos precios son enfocados a proteger a los consumidores, se les considera precios “techo”, es decir el precio oficial máximo al que se vende el producto, no hay la posibilidad de vender por “encima” de ese precio.
Si el precio de venta del producto porcícola se coloca en un nivel alto y el número de unidades vendidas (kilogramos de carne de cerdo) se incrementan los ingresos o ventas totales se elevan, presentando mejores condiciones para que los productores de carne de cerdo obtengan ganancias.

Existen mercados imperfectos donde los oferentes “fijan” los precios de su mercancía, estos productores son fijadores de precios, normalmente estos productores se posicionan en el mercado por razones de poderío económico, son productores que manejan economías de escala y volúmenes de venta importantes para mercados de grandes poblaciones.

Ante este contexto el propósito del trabajo es describir el comportamiento de los precios del sistema de producción de carne de cerdo.

MATERIAL Y MÉTODOS.

Se capturó información de fuentes secundarias, esta información se analizó, de la información obtenida se incorporaron algunos datos a la fórmula:

a) YT = Pvu (Q)
b) VT = Pvu (Q)

Siendo:
YT = Ingresos Totales.
VT = Ventas Totales.
Pvu = Precio de venta unitario.
Q = Cantidades producidas y vendidas.

DESARROLLO DEL TEMA.

La ley fundamental de la demanda indica que el precio de la mercancía y la cantidad demandada de ésta varían en razón indirecta, permaneciendo las demás variables constantes, o sin cambio alguno, es decir, a mayor precio de venta menor cantidad demandada, cuando las demás variables permanecen constantes, y a menor precio de venta mayor cantidad demandada.

Los precios de los bienes sustitutos de la carne de cerdo, como el precio de la carne de res, de pollo y de huevo, también afectan el consumo de carne de cerdo.

Si el precio de la carne de pollo es más caro que el de la carne de cerdo, y los otros precios de las otras carnes y huevo permanecen constantes, es posible un mayor consumo de carne de cerdo.

Sin embargo, si el precio de la carne de pollo es más barato que el precio de la carne de cerdo, y los otros precios de las carnes y el de huevo no se modifican, existe la posibilidad de un mayor consumo de carne de pollo.

Precios nacionales de la carne de cerdo.

Los precios de la carne de porcino en el país presentaron un comportamiento ligeramente hacia la alza durante 2016. Los precios promedio pagados al productor en dicho año aumentaron en 0.8% con referencia a los precios promedio del año de 2015, siendo un aumento de precios relativamente bajo(1).

El precio de cerdos vivos pagado a los productores a pie de su sistema de producción alcanzó su nivel más alto en febrero de 2017, con un valor de $26.95 por kilogramo; lo que significó un aumento anual del 14.4%, cifra relevante que puede permitir una mayor capitalización de las empresas o ranchos porcinos(1).

Por otro lado, el precio de la carne de porcino al mayoreo en rastros o plantas de procesamiento de México, presentó un comportamiento volátil, registró en el año 2016 un promedio de 12% mayor en referencia al precio promedio del año de 2015. El precio al mayoreo se colocó en $66.40 por kilogramo en febrero de 2017, es decir, registró un aumento anual de 9%(1).

El precio promedio que se fijó al consumidor final en 2016, presentó un aumento de 2.6% con respecto al precio promedio al consumidor en 2015. En febrero de 2017 el precio se colocó en $85.10 por kilogramo, es decir, presentó un incremento anual de 9.3%(1).

Han sido algunas variables que han incidido en el precio de la carne de cerdo hacia la alza en 2017. Entre estas variables se encuentra el repunte de los precios en los EU (recuérdese que somos importantes importadores de productos porcinos del vecino del norte), además la depreciación del peso mexicano con respecto al dólar norteamericano, así como un aumento en los costos de producción.

El tema del incremento sostenido (aunque a menor velocidad que en otras ocasiones) de los precios de los combustibles, es una preocupación de los productores del sector agropecuario, incluyendo a los productores de carne de cerdo. Este aumento en el precio de los combustibles encarece la transportación de los insumos utilizados en la granja y de los productos porcícolas que son trasladados a los centros de consumo.

La devaluación del peso mexicano con respecto al dólar estadounidense proporciona un efecto positivo en las exportaciones mexicanas, pero sí uno negativo en las importaciones(1). La mayoría de los insumos alimenticios que son ingredientes de los alimentos balanceados para los cerdos, se importan de EU en volúmenes importantes, y aunque últimamente sus precios han sido relativamente bajos y estables, las variaciones en el tipo de cambio peso mexicano – dólar estadounidense son motivo de preocupación para la cadena de valor del sistema de producción porcícola(1).

Sin embargo, la tendencia de importaciones de los insumos alimenticios para la elaboración de alimentos balanceados, no cambia de forma dramática, ni afecta sustancialmente el aumento de costos para producir un kilogramo de carne de cerdo en el corto y mediano plazo(1,2).

Es importante establecer que durante 2016 y los primeros meses de 2017, el precio de la carne de cerdo en los EU presentó un comportamiento errático. Durante octubre de 2016 su precio se colocó en un nivel míni- mo desde noviembre de 2002(1). El repunte en la producción porcícola en EU, misma que en 2016 se colocó en un nivel máximo histórico, fue una variable que favoreció su disminución de precio. En 2016, el precio promedio de carne de cerdo en EU se ubicó en 1,453 dólares por tonelada, lo que indicó una reducción de 5.1% con respecto al precio promedio registrado en 2015(1). Sin embargo, los precios a futuro en los mercados de carne de cerdo anticipan una tendencia hacia la alza para la mitad de 2017, como resultado de una mayor demanda(1).

Esta tendencia alcista en el precio de la carne de cerdo podría alimentar un aumento de precios en el sistema de producción porcícola del país.

CONCLUSIONES.

Se proyecta que los precios de la carne de cerdo en el país registren un comportamiento creciente de 2017 a 2025, periodo en el cual no se ubicaría en un nivel de recuperación con respecto al nivel de precios registrados en 2014.

En la medida que los precios de los bienes porcícolas se incrementan el consumo doméstico (interno) se contrae, afectando empleo, desarrollos locales y regionales, impuestos y efectos multiplicadores.

Por otra parte, es relevante que los productores de carne de cerdo estén atentos al comportamiento de los precios de bienes sustitutos como son los precios de la carne de pollo, res y de huevo. Así como al comportamiento de la demanda por el producto.

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