Bienestar Animal, Temas Controversiales y Preguntas Frecuentes. II

Dr. Daniel Mota Rojas.
Editor en Jefe del Libro Bienestar Animal, una visión global en Iberoamérica.
Editorial ELSEVIER-España.
Línea de investigación: Fisiopatología
del Estrés y Bienestar de los Animales Domésticos, DPAA.
Profesor del Módulo Preservación del Bienestar Animal.
Universidad Autónoma Metropolitana, (UAM), Ciudad de México.
[email protected]

Dr. Agustín Orihuela Trujillo.
Posdoctorado en Etología en la Universidad de California,
Davis en E.U. Co-autor del Libro Bienestar Animal.
Editorial Elsevier, Barcelona-España.
Profesor Investigador en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, México.
Es el Investigador Mexicano con más artículos científicos publicados en el ámbito de “Comportamiento y Bienestar Animal”.

M. Sc. MVZ. Luis de la Cruz-Cruz
Posgrado en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal,
FMVZ-Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Programa de Bienestar Animal.-
Doctorando en Ciencias Biológicas y de la Salud,
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). Ciudad de México.
Profesor Licenciatura en MVZ.
Universidad del Valle de México.
UVM-Coyoacán. Ciudad de México.

Dr. Ramiro Ramírez-Necoechea.
Fisiopatología del Estrés y Bienestar de los Animales Domésticos,
Departamento de Producción Agrícola y Animal,
Universidad Autónoma Metropolitana,
Campus Xochimilco (UAM), Ciudad de México.

M. Sc. MVZ. Patricia Roldan-Santiago.
Posgraduada en la Maestría en Ciencias de la Producción y de la Salud Animal,
FMVZ- Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Profesora Programa de Bienestar Animal, Licenciatura en MVZ.
Universidad del Valle de México.
UVM-Coyoacán. Ciudad de México.
Profesora del Módulo Preservación del Bienestar Animal, UAM. México.

INTRODUCCIÓN

En la primera parte de BIENESTAR ANIMAL, TEMAS CONTROVERSIALES Y PREGUNTAS FRECUENTES dimos respuestas a las primeras 5 preguntas con temas controversiales relacionados con “Bienestar Animal” y tratamos de proporcionar a los lectores elementos de juicio que permitan al ganadero, veterinario, dirigentes de asociaciones protectoras de animales, estudiantes de medicina veterinaria, así como de estudiosos e interesados sobre el tema; formar criterio y tener una opinión informada dejando de lado los juicios morales y la pasión que por los animales sentimos. Las 5 primeras preguntas planteadas en la primera parte fueron:

  • ¿Los términos Bienestar animal, trato humanitario y proteccionismo, son iguales?
  • ¿Por qué el estudiante de Medicina Veterinaria y Zootecnia debe cursar contenidos relativos a la ciencia del Bienestar Animal en los planes y programas de estudio?
  • ¿Qué ganadería ofrece mayor nivel de Bienestar animal, la intensiva o extensiva?
  • ¿Por qué se prohíbe la exhibición de los animales en los circos y se siguen manteniendo las corridas de toros?
  • ¿Se deben seguir usando los animales con fines de experimentación?

Podrás consultar el artículo completo en su primera parte (1) en la siguiente dirección electrónica:

Bienestar Animal, Temas Controversiales y Preguntas Frecuentes.

O en la Sección “Aprendamos Juntos de Bienestar Animal” del portal bmeditores.mx, en el apartado Secciones Especiales.

Ahora en esta segunda entrega abordamos las preguntas siguientes:

  • ¿Cuál es el nivel de bienestar en animales de compra-venta en mercados ganaderos?
  • ¿Cuál es el nivel de bienestar en los animales cautivos en los zoológicos? ¿El bienestar animal es tomado dentro de las instituciones zoológicas como la base del manejo de los ejemplares mantenidos en cautiverio?
  • Las peleas de perros son uno de los muchos ejemplos de violación a los principios éticos. ¿El maltrato animal se debe asociar a la ignorancia, a una enfermedad mental, a la estupidez o a la codicia?
  • ¿Cuáles son las prácticas dolorosas que se llevan a cabo rutinariamente en animales de granja? ¿Realmente ocasionan dolor y pobre nivel de bienestar a los animales?
  • ¿El sacrificio con fines religiosos justifica el dolor en los animales que proporcionan alimento?

Esperamos estos temas controversiales sean del interés de los lectores y sigamos aprendiendo juntos de bienestar animal.

  1. ¿Cuál es el nivel de bienestar en animales de compra-venta en mercados ganaderos?

Alrededor del mundo la existencia de mercados ganaderos empieza a ser cuestionada no sólo por las malas condiciones de bienestar que son inherentes, sino también por la parte sanitaria. Además, el bienestar de los animales en los mercados ganaderos es un área de estudio poco explorada y donde existen muchos vacíos en el conocimiento. Si bien, son muchos factores estresantes a los cuales los animales son sometidos, también son múltiples las especies que son vendidas en estos lugares (Figura 1), por lo cual se vuelven aún más difíciles de estudiar (Roldan-Santiago et al., 2016). Durante la permanencia de los animales en el mercado, el ayuno prolongado, grados de deshidratación intensos y el hacinamiento son factores principalmente asociados a la pérdida de peso y desbalances fisiológicos y metabólicos (Corrales-Hernández, 2015).

Los mercados de ganado también llamados subastas o ferias de ganado han sido un escenario tradicional para la compra y venta de animales en muchos países, en Latinoamérica, los mercados de ganado al igual que en Europa, E.U.A, Canadá y Australia, ofrecen la posibilidad a los pequeños productores de vender sus animales para crianza o matanza. No obstante, la comercialización de animales en los mercados tiene efectos negativos sobre su bienestar, debido al escaso entrenamiento y capacitación que tiene el personal encargado de su manejo, especialmente, cuando los animales deben ser cargados y descargados.

Asimismo, por el incremento en los tiempos de traslado de éstos, lo que les produce alteraciones en el comportamiento, deshidratación y fatiga. La mezcla de animales de diferentes especies resulta ser común, ocasionando agresión, miedo, lesiones y aumento del riesgo de transmisión de enfermedades. Algunos estudios realizados por Roldan-Santiago y colaboradores (2015), y Mota-Rojas y colaboradores (2015), en la zona centro de México evaluando el bienestar animal en mercados de ganado mostraron que los animales presentaron graves desajustes fisiológicos, metabólicos y de comportamiento. Se evidenció también que existe una falta notable de sensibilidad y conocimientos sobre el bienestar animal por parte de los dueños y/o tenedores; en el marco legislativo, trasgreden la normatividad, no tienen permiso para operar y ninguno de ellos es sancionado; además operan de manera informal y descoordinada (Jerlström, 2013; Roldan-Santiago et al., 2015).

Figura 1. ¿Cuál es el nivel de bienestar en animales de compra-venta en mercados ganaderos? Las inadecuadas condiciones en las que permanecen los animales dentro de los mercados ganaderos pueden generar diversos problemas de bienestar. Por un lado la falta de alimentación o sitio adecuado de descanso que permita la recuperación del estrés que genera el traslado de los animales de su granja de producción al mercado ganadero puede causar deshidratación o insolación (A y B). Así mismo, someter a los animales durante largos periodos evita que puedan desarrollar las conductas propias de su especie, generando estrés e incomodidad (C, D y F). Adicionalmente, la falta de un ambiente adecuado y el aislamiento de los individuos que son considerados gregarios genera miedo y ansiedad en los animales (E).

Gallo y Tadich (2008), mencionan que la introducción de los animales a los mercados ganaderos implica estrés adicional de tipo físico y conductual, así como, riesgo epidemiológico por la mezcla o cercanía con animales de diversos orígenes, causando incluso problemas de salud pública. También se sabe que en los mercados, los animales son expuestos a tiempos más largos de transporte, carga y descarga, así como a múltiples procedimientos de manejo (Romero et al., 2013). Por otro lado, Gregory (2008) menciona que para reducir la diversidad de problemas que implica la venta de animales en los mercados ganaderos, deben tenerse en cuenta cuatro aspectos importantes: a) dificultad para identificar la granja de procedencia de los animales; b) transmisión de enfermedades entre las diferentes especies; c) limpieza de los animales que pueden contener bacterias patógenas y d) disminución del bienestar de los animales vendidos en comparación con el bienestar de los transportados directamente a las plantas de faenado.

Por ello, es importante prestar atención a cada uno de los factores estresantes a los cuales son sometidos los animales durante su venta en estos lugares a través de evaluaciones científicas con la finalidad de incrementar su bienestar. Si deseas conocer el efecto del transporte, embarque, desembarque y tiempo de permanencia entre otros factores en el grado de lesiones corporales y respuestas fisiológicas en los animales de compra-venta en mercados ganaderos consulta el capítulo 12 “Bienestar animal en mercados ganaderos” de Roldan-Santiago y colaboradores en el libro “Bienestar animal”. Editorial Elsevier. 3ra. Edición. Barcelona, España. 155-168. (Figura 2).

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Figura 2. Portada del Libro Bienestar Animal. El libro ha sido editado nuevamente por la prestigiosa editorial Holandesa ELSEVIER y la tercera edición está ya disponible como libro impreso y electrónico (eBook), desde el mes de abril del 2016 para toda Iberoamérica. Los editores: Daniel Mota Rojas (México), Antonio Velarde Calvo (España), Stella Maris Huertas (Uruguay) y María Nelly Cajiao (Colombia). ©Elsevier España -2016. Ya está disponible. Para formato impreso: http://tienda.elsevier.es/bienestar-animal-studentconsult-en-espanol-pb-9788491130260.html. Para formato digital (eBook): http://store.elsevier.com/product.jsp?isbn=9788491130642&_requestid=2815833

  1. ¿Cuál es el nivel de bienestar en los animales cautivos en los zoológicos? ¿El bienestar animal es tomado dentro de las instituciones zoológicas como la base del manejo de los ejemplares mantenidos en cautiverio?

Las personas que vistan los zoológicos los ven como destinos recreativos, aunque también puede ser explicado mediante la hipótesis de la biofilia, que se centra en el vínculo instintivo entre los seres humanos y otros organismos vivos (Lee, 2015). Los zoológicos contemporáneos tienen diversos objetivos sumamente importantes entre los que destacan la investigación, educación, entretenimiento y sobre todo la conservación de fauna silvestre y sus ecosistemas; en la actualidad, el bienestar animal es tomado dentro de las instituciones zoológicas como la base del manejo de los ejemplares mantenidos en cautiverio, además de ser una de las herramientas fundamentales del concepto de la “Conservación Integrada”. Aunque algunos autores consideran que el bienestar no se toma en cuenta dentro del contexto general de la conservación (Arias, 2011).

Por ello, se ha dado lugar a múltiples conflictos entre protectores de animales y conservacionistas, ya que la mayoría de
os defensores de los derechos de los animales se resistirán ante cualquier concepto de conservación, argumentando que privar a un animal de la libertad es algo incorrecto, la otra parte, menciona que es posible aceptar reducciones en el bienestar de los animales cuando la supervivencia de poblaciones enteras de una especie están en alto riesgo, siempre y cuando se realice, considerando los diversos aspectos biológicos de cada especie animal (Keulartz, 2015).

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Figura 3. Los zoológicos actuales se están estableciendo como instituciones que desarrollan verdaderos programas educativos y de conservación de especies lo que ha promovido un esfuerzo por ambientar a los animales en grandes espacios sin barrotes y sin pisos de concreto, entre otras acciones directas sobre el entorno de los animales silvestres en cautiverio. Estas instituciones cuentan con equipos de profesionales que se dedican a evaluar y monitorear las condiciones de los animales alojados y además buscan nuevas alternativas para enriquecer los ambientes y la dieta.

En el caso del comportamiento animal dentro de los zoológicos, se debe tener especial consideración con el desarrollo neurobiológico de la especie en cuestión. Como se ha mencionado previamente, no son en nada similares los requerimientos ambientales y de crianza de una especie utilizada como animal doméstico en ciertas regiones del planeta, que de un felino silvestre o de un primate. Los esfuerzos de conservación presentados por los zoológicos pueden ser obstaculizados si se presentan cambios de comportamiento, como las estereotipias, que son conductas invariantes realizadas repetidamente que no tienen una función aparente (Keulartz, 2015; Kelly et al., 2015) y las mismas sirven de mala publicidad para los zoológicos aunque no siempre están presentes (Keulartz, 2015).

El número de personas puede tener impactos negativos, exhibiendo respuestas de comportamiento aversivos que incluye; pasar menos tiempo visible para el público, disminución de las conductas de afiliación, el aumento de la agresión y el comportamiento estereotipado (Sherwen et al., 2014).

El mantenimiento de los animales en zoológicos es difícil y costoso, el principal reto es la llamada “naturalización” que consiste en simular el medio natural de los animales silvestres para favorecer el comportamiento específico de las diferentes especies (Keulartz, 2015). La intención es muy buena, y en algunos zoológicos tanto el mantenimiento, instalaciones y expertos médicos veterinarios hacen un gran equipo; sin embargo, la realidad en muchos zoológicos públicos y algunos privados es que aún se mantienen las condiciones ambientales de principios del siglo XX, con los animales en instalaciones obsoletas e inadecuadas que tienen diversos factores que ocasionan estrés, por ejemplo, jaulas con barrotes y pisos de cemento, a causa de los insuficientes recursos económicos destinados para la mejora de las instalaciones.

En otros casos, no se toman en cuenta los aspectos biológicos básicos de los animales y por ejemplo, se albergan especies nocturnas en recintos que no cuentan con el ciclo de luz-oscuridad invertida (Ladeia et al., 2015). Otro problema es que los verdaderos hábitats cubren extensiones de territorio amplias, por lo que es prácticamente imposible realizar simulaciones en los zoológicos, además, en el caso de los felinos es imposible permitir su comportamiento depredador, como perseguir y matar a su presa en cautiverio, como ocurría en la década de los 70´s donde se les alimentaba con ovejas, cabras, conejos o aves. Esta práctica fue prohibida ya que el público visitante lo describía como algo inaceptable (Keulartz, 2015). Todos estos factores conllevan a una mayor susceptibilidad de exposición a diversos factores estresantes tanto agudos como crónicos (Majchrzak, 2015).

En este sentido, es necesario preguntarse, ¿Sí, son los zoológicos, instituciones viables para el mantenimiento y cuidado de los animales, desde una perspectiva bioética? Para responder a esta pregunta y profundizar más sobre el tema, te invitamos consultes el capítulo 8 titulado: Bienestar en animales de zoológicos, delfinarios, deportes y eventos tradicionales o culturales en el libro “BIENESTAR ANIMAL”. 3ra. edición. Editorial Elsevier. 2016. Barcelona, España. pp. 93-114. (Figura 2).

  1. Las peleas de perros son uno de los muchos ejemplos de violación a los principios éticos. ¿El maltrato animal se debe asociar a la ignorancia, a una enfermedad mental, a la estupidez o a la codicia?

La valoración de los conflictos que se presentan en la actualidad, en relación con el bienestar animal, a partir de la tenencia de animales domésticos, conduce a la necesaria reflexión sobre ciertas prácticas que resultan incompatibles con los principios morales que han de guiar a los seres humanos en su responsabilidad con respecto a la preservación de la vida en el planeta (Pérez-García et al., 2011). El maltrato animal en cualesquiera de sus formas es producto de la ignorancia, la codicia o la estupidez (Rollin, 2006). Resulta irónico que en los Estados Unidos, las leyes contra la crueldad de los animales fueran promulgadas con anterioridad a las leyes que prohibían la crueldad hacia los niños. De hecho el primer caso de maltrato infantil en este país se resolvió utilizando las leyes de crueldad animal. Por ello conceptualmente no es difícil especular sobre la conexión entre maltrato animal y maltrato infantil. Para mayor detalle consulte: Arkow, 1994. Child abuse, animal abuse and the veterinarian. Journal of the American Veterinary Medical Association 204: 1004-1006.

En la actualidad, algunos animales han sido y siguen siendo utilizados para combatir, este tipo de prácticas se centran dentro de una parte de la población, fundamentalmente en los sectores más jóvenes, o bien se atribuye que son usualmente realizadas por personas con problemas mentales y desajustes emocionales graves (Yilmaz et al., 2015), ya que sin sensibilidad alguna afectan el bienestar de los animales; entre estas actividades encontramos las peleas de perros, gallos y de algunos tipos de peces ya sea con fines comerciales (lucrativos) o simplemente por diversión, las cuales generan estrés y afectaciones físicas y fisiológicas en los animales (Johnson, 2014). Algunos países han sido terminantes en estos aspectos y han prohibido por ley las peleas de animales, como por ejemplo Argentina que desde el año 1954 cuenta con la Ley nacional 14.346 incluida en el código penal que castiga con prisión efectiva a quienes incurran en el maltrato o crueldad hacia los animales.

Los perros han sido involucrados en “deportes” sangrientos desde tiempos de los antiguos romanos cuando se establecían peleas de perros contra otros animales, como toros y osos. Estas prácticas continuaron desarrollándose a través de la Edad Media en Inglaterra hasta que fue prohibido por el Parlamento en la Ley Protectora de Animales de 1835. No obstante, aunque las peleas de perros se han convertido en un evento ilegal en la mayoría de los países desde la década de 1860, existen algunos lugares en los cuales aún se establecen clandestinamente a pesar del pleno conocimiento del intenso dolor que exhibe un animal lesionado (Gibson, 2005). En tales prácticas, están implicadas personas que desde el inicio de la crianza destinan a los animales para estos fines. Regularmente, los entrenadores de estos animales justifican su proceder ilícito, antiético e inhumano planteando que este tipo de animales “están hechos para eso”, o que “están codificados genéticamente para eso” y sólo importándoles los ingresos económicos que se generan durante estas prácticas.

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Figura 4. En este tipo de práctica, los perros son criados, comprados o robados para los combates. A menudo son descuidados y tratados incorrectamente desde que son sometidos a estas prácticas inapropiadas (Yilmaz et al., 2015). La mayoría de ellos pasan toda su vida encadenados o en jaulas y sólo conocen la atención de un ser humano cuando están siendo entrenados para luchar o la compañía de otros animales en el contexto de que deben de ser entrenados para matar.

El nivel de bienestar es extremadamente pobre en estos animales ya que la mayoría de los perros pasan toda su vida sin una alimentación adecuada, agua o refugio (Gibson, 2005) y regularmente sin apoyo de un médico veterinario que mitigue el dolor y cure las heridas ocasionadas durante la pelea; ya que sin duda ningún dueño se expondrá a ser denunciado por maltrato animal.

Los veterinarios estamos obligados a denunciar la crueldad y el maltrato de los animales. La confidencialidad no debe proteger una inmoralidad flagrante (Rollin, 2006).

Adicionalmente se ha reportado que cuando un perro no tiene éxito en una pelea, su entrenador muchas veces lo sacrifica utilizando una variedad de técnicas incorrectas como el ahogamiento, estrangulación, colgado, tiro de arma, electrocución o algún otro método (Johnson, 2014). El maltrato animal aparte de su valor intrínseco respecto a los animales, representa un indicador de riesgo social y de alteración de la salud pública (Volant et al., 2008).

Para mayor profundidad sobre el contexto del bienestar animal en las peleas de perros y gallos, consulta el capítulo 8 titulado: Bienestar en animales de zoológicos, delfinarios, deportes y eventos tradicionales o culturales en el libro “BIENESTAR ANIMAL”. 3ra. edición. Editorial Elsevier. 2016. Barcelona, España. pp. 93-114. (Figura 2).

  1. ¿Cuáles son las prácticas dolorosas que se llevan a cabo rutinariamente en animales de granja? ¿Realmente ocasionan dolor y pobre nivel de bienestar a los animales?

Los animales que son mantenidos en unidades de producción intensivas comerciales en Latinoamérica, son frecuentemente sometidos a diversas prácticas invasivas de rutina, tales como el realizar muescas para identificar al individuo (cortes en las orejas en forma de V) o pulido de caninos (colmillos), corte de cola en los corderos (por medio de anillos de goma) y lechones (mediante el uso de instrumentos de corte), corte de pico en las aves, castración quirúrgica sin anestesia; así como descornado en el ganado bovino y caprino (Probst et al., 2012; Sutherland, 2015).

A pesar de que se ha demostrado que todos estos procedimientos son dolorosos, el ganadero asume que proporcionan algún beneficio concreto ya sea para el propio animal o para su manejador; sin embargo, las evidencias científicas sobre dichas prácticas nos dan información de que varios de estos procedimientos como el despique, descolmillado, corte de cola y muesqueo deben evitarse, ya que no son necesarios y algunos se realizan partiendo de supuestos no probados. En otros casos existen alternativas de enriquecimiento ambiental basadas en estudios serios de etología aplicada que permiten prevenir y/o evitar conductas como el picoteo y canibalismo en las aves o la caudafagia en cerdos (Beattie et al., 2000; van der Weerd y Day, 2009). Mientras que para otras prácticas como el descornado y la castración quirúrgica también existen alternativas, como son el uso de animales acornes, o la castración química, y en caso de que no puedan aplicarse estos métodos alternativos, es necesario siempre considerar el uso de anestesia por un veterinario. [Para mayor profundidad consulte: Weary DM et al. 2006. Identifying and preventing pain in animals. Appl Anim Behav Sci. 100:64-76].

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Figura 5. La castración quirúrgica sin anestesia (En la imagen se aprecia un testículo de perro). No existe evidencia científica que señale que el procedimiento es menos doloroso conforme edad del animal se reduce (Heid y Hamm, 2013), castrar cerdos muy jóvenes, entre 1 y 3 d de edad, puede ocasionar disminución en el crecimiento, debido a que la castración puede influir con el establecimiento del orden de la teta el cual se presenta durante las primeras 48 horas de vida, adicionalmente, la capacidad de termorregulación del lechón es poco eficiente durante la primera semana lo que implica para un cerdo castrado encontrarse en desventaja al competir por las tetas más productivas, así mismo, la castración puede ocasionar anorexia, adinamia, temblores y espasmos de miembros posteriores, aislamiento y disminución de la interacción social (Hay et al., 2003; von Borell et al., 2008). Para profundizar puede consultar: Prunier et al. 2006. A review of the welfare consequences of surgical castration in piglets and the evaluation of non-surgical methods. Animal Welfare. 15: 277-289.

La pregunta clave para médicos veterinarios, así como para los legisladores de las actividades agropecuarias y ganaderos, es: ¿podremos producir en Latinoamérica alimentos de origen animal de forma más ética y respetando las necesidades de los animales mientras están bajo nuestro cuidado y responsabilidad? Para responder a esta pregunta y para profundizar sobre las prácticas dolorosas en pollos, cerdos, ovinos y bovinos y su efecto en el nivel de bienestar, consulte el capítulo 11. ”Prácticas dolorosas en animales de granja” en el libro “BIENESTAR ANIMAL”. 3ra. edición. Editorial Elsevier. 2016.
arcelona, España. pp. 137-154.

  1. ¿El sacrificio con fines religiosos justifica el dolor en los animales que proporcionan alimento?

Desde el punto de vista de bienestar animal, el sacrificio de los animales por métodos religiosos (sin previo aturdimiento) sigue siendo un tema polémico a nivel mundial (Grandin, 2013). En el mundo existen diversos métodos de sacrificio que las religiones y las diferentes culturas han adoptado. Sin embargo, los dos métodos comercialmente más importantes en animales son los métodos Halal y Kosher, practicados por la comunidad musulmana y judía, respectivamente, en los cuales, tradicionalmente no se realiza ningún tipo de aturdimiento y el animal está consciente mientras está desangrándose. Sin embargo, muchas autoridades musulmanas han aceptado que los sistemas de aturdimiento eléctrico y de perno cautivo de acción no penetrante sean compatibles con la carne Halal (Fuseini et al., 2016). Para estos grupos que basan su método de sacrificio en su fe, reconocen que los animales que hayan sido sacrificados bajo estos métodos adquieren el término de “calidad espiritual” (Farouk et al., 2014). Las normas relativas al sacrificio Halal se basan en la interpretación del Corán (Qur´an), la Sunna y el Hadiz. Por otro lado, el shechita o sacrificio religioso es un paso crucial en la producción de carne kosher, la cual sigue las normas de la Halacha, la ley religiosa judía escrita en el Talmud.

Aunque en ambos tipos de sacrificio existen condiciones y diferencias importantes de acuerdo a la religión, el sacrificio de animales implica que sean inmovilizados y posteriormente se provoque el corte profundo en el cuello del animal provocando la sección de las dos arterias carótidas y venas yugulares, además de la sección de la tráquea y esófago con el uso de un cuchillo afilado. En relación a lo anterior, se ha mencionado que el procedimiento de sacrificio no debe causar sufrimiento innecesario en los animales y debe hacerse respetando el bienestar animal (Dalmau et al., 2016). Incluso se ha concluido que estos métodos son indoloros y eficaces para sacrificar a los animales (Rosen, 2004).

Lo anterior ha generado diversas preguntas entre muchos investigadores, tales como: ¿El corte del cuello es doloroso? ¿Cuál es el nivel de dolor que experimenta un animal mientras se desangra y antes de que pierda la consciencia?, ¿La aspiración de sangre en los pulmones, es dolorosa? No obstante, el principal tema de discusión en el sacrificio religioso se encuentra en que los animales deben estar insensibles previo al desangrado (Farouk et al., 2014). La “consciencia” en términos generales se asocia con el estado de vigilia y la capacidad para percibir y experimentar sensaciones externas (Gibson et al. 2015), por el contrario la “inconsciencia” tiene que ver con una alteración temporal o permanente de la función cerebral, aunque en animales para no generar controversia el término “insensibilidad” puede ser también usado (Verhoeven et al. 2015).

Como se mencionó anteriormente, el sacrificio por lo general implica la rotura de los vasos sanguíneos con el fin de que se declare la muerte clínica por una pérdida grave del volumen de sangre, se ha propuesto que los animales experimentan dolor en el periodo comprendido entre la incisión del cuello y el inicio de la insensibilidad, puesto que la piel, músculos, arterias, venas y tejido conectivo, están provistos de sensores fisiológicos conocidos como nociceptores, que generan impulsos eléctricos que, a su vez, se transforman en señales al sistema nervioso central donde se pueden interpretar como dolor (Merskey, 1979). Otras investigaciones han señalado que el dolor asociado al corte es comparable con el descornado de un ternero (Gibson et al. 2009).

Bienestar Animal, Temas Controversiales y Preguntas Frecuentes. II preguntas frecuentes b5Figura 6. Sacrificio religioso. Los dos métodos comercialmente más importantes en animales son los métodos Halal y Kosher, practicados por la comunidad musulmana y judía, respectivamente. En éstos tradicionalmente no se realiza ningún tipo de aturdimiento y el animal está consciente mientras está desangrándose. Para llevar a cabo el sacrificio, los animales deben ser inmovilizados, aunque no existen normas específicas sobre los métodos que pueden utilizarse. Una vez inmovilizados, el sacrificio se lleva a cabo realizando un corte profundo a nivel del cuello del animal con el uso de un cuchillo afilado, provocando la sección de las dos arterias carótidas y venas yugulares. La persona que lleva a cabo el sacrificio Halal, deberá ser un musulmán que goce de plenas facultades mentales y comprenda a cabalidad las normas fundamentales y las condiciones relacionadas con el sacrificio de los animales. Además, deberá tener un certificado expedido por una autoridad competente que supervise los asuntos relacionados con la salud, la higiene, el saneamiento y las normas de sacrificio Halal

Otro de los problemas relacionados a este tipo de sacrificio es el tiempo necesario para que los animales colapsen o pierdan la sensibilidad. Cuando se emplea una técnica correcta estos signos sobrevienen en promedio a los 30 s (Grandin, 2013). Sin embargo, el tiempo de sensibilidad se puede prolongar hasta los 75 s (Gregory et al., 2010) mismo que está asociado al deterioro del bienestar animal (Rodríguez et al., 2012), esto es ocasionado principalmente que los animales sacrificados religiosamente sean propensos a la formación de falsos aneurismas en los extremos de las arterias seccionadas hasta de 3 cm de diámetro (Gregory et al., 2012b). Los falsos aneurismas se forman cuando las arterias son seccionadas, las cuales se retraen dentro del tejido conectivo circundante y ocasionan la oclusión del flujo sanguíneo, sosteniendo el flujo de sangre a través del plexo que conectan las arterias vertebrales (Gregory et al., 2012a).

Otro de los problemas post mortem encontrados es que los animales aspiran sangre (Pozzi et al., 2015), en relación a ello, se ha encontrado espuma y sangre en la cara interna de la tráquea (incidencia; 19% en los animales Kosher y 58% en los animales Halal). Es bien sabido que el líquido en el tracto respiratorio en animales conscientes conduce a la estimulación de receptores sensoriales que recubren las vías respiratorias. En circunstancias normales, la irritación de las vías respiratorias superiores activa el nervio craneal laríngeo (superior) junto con el nervio craneal X, provocando el reflejo de expulsión. Sin embargo, en los animales sacrificados por el método religioso esto es impedido por la sección del nervio vago (Gregory et al., 2009). En otro estudio se encontró que los bovinos sacrificados por el método shechita presentaron respuestas a la estimulación nasal, pellizco en la lengua, parpadeo espontáneo y respiración rítmica en un 7, 4, 10 y 100%, respectivamente, comparados con los bovinos sacrificados por método Halal aturdidos previamente con perno cautivo de acción no penetrante y el aturdimiento con perno cautivo de acción penetrante, donde se encontró que los animales presentaron un nivel profundo de conmoción cerebral, evidenciado por la pérdida de reflejos físicos, así como, de las respuestas dependientes de los nervios craneales (Neves et al., 2016).

Si bien, la legislación vigente en muchos países establece de manera obligatoria que todos los animales deberán ser aturdidos previamente al desangrado y aunque en la Unión Europea se encuentre la mayor cantidad de países con la legislación más estricta en materia de bienestar animal (Dalmau et al., 2016) y de igual manera, la OIE desde hace años haya identificado el bienestar animal como una de las prioridades del Plan Estratégico en el periodo 2001-2005, se menciona que es posible que los animales sean sacrificados sin aturdimiento previo siempre y cuando sea con fines religiosos. Sin embargo, aunque se permite este tipo de sacrificio, no debemos olvidar que un requisito importante es que los animales se mantengan insensibles previo al desangrado, con la finalidad de evitar el dolor y sufrimiento innecesario. Para mayor profundidad sobre el contexto del bienestar animal durante el sacrificio religioso, consulte el capítulo 32 titulado: Sacrificio religioso en animales para consumo, en el libro “BIENESTAR ANIMAL”. 3ra. edición. Editorial Elsevier. 2016. Barcelona, España. pp. 427-441.

CONCLUSIONES

El bienestar de los animales vendidos en los mercados ganaderos es un tema en el que existe información limitada. Sin embargo, son diversos los factores estresantes que los animales experimentan durante su venta en estos lugares, principalmente poque se obsevan transportes inadecuados, exposición a temperaturas extremas y mezcla de diferentes especies. El reto es identificar los puntos críticos que generan mayor severidad en los animales e implementar prácticas de manejo adecuadas con el fin de mejorar el bienestar de los aniamales en estos lugares. Por otro lado, en relación a los animales cautivos en los zoológicos es indispensable que se sigan considerando los requerimientos neurobiológicos y sociales de cada especie, ya que, aunque resulte costoso su mantenimiento, es indispensable tratar de evitar las conductas indeseables que puedan afectar su bienestar.

En cuanto a someter a los perros a prácticas ilegales sabemos que ocasiona diversas modificaciones de su propio comportamiento que pueden provocarles lesiones profundas, fatiga o incluso la muerte sin justificación alguna. Por ello este tipo de prácticas deben evitarse. Por otro lado, las evidencias científicas sobre algunas prácticas de rutina, como: el despique, descolmillado, corte de cola y muesqueo señalan que dichos procedimientos deben evitarse, ya que en muchos casos no son necesarias, y de serlo, deberán utilizarse alternativas zootécnicas o procedimientos indoloros.

Finalmente, en cuanto al sacrificio religioso de los animales domésticos que sigue permitiéndose a pesar de los avances científicos y de la legislación internacional, lo más apropiado seria actuar como las autoridades musulmanes, permitiendo el uso del aturdimiento reversible previo al desangrado, lo cual podría disminuir el estrés y dolor ocasionado en los animales. Además, aunque los animales sean aturdidos cuando son sacrificados por métodos convencionales es necesario auditar la efectividad del aturdimiento con el objetivo de asegurar que los animales están insensibles (aturdidos) durante el desangrado.

Esta es la segunda entrega de “Temas controversiales y preguntas frecuentes en bienestar animal” de un total de 5, estaremos haciendo contacto contigo en breve con la tercera entrega.

REFERENCIAS DE CONSULTA

  1. Arias BF. 2011. El bienestar animal, un principio bioético a tener en cuenta en la conservación de fauna en los zoológicos. En: Escobar TJ. Propuestas y Reflexiones para fundamentar la educación en Bioética. Colección Bios y Ethos. Ediciones del Bosque. 235-263.
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