Productividad de por vida en cerdas con diferentes razones de remoción

Omar Olvera de la Cruz
Roberto G. Martínez Gamba
Marco A. Herradora Lozano
Yasmin G. De Loera Ortega
José L. Pablos Hach.

Resumen

Las tasas de remoción impactan la distribución de paridad e influyen en la productividad de las cerdas. Conocer la productividad de por vida por razón de remoción puede ayudar a implementar programas de retiro más precisos. El objetivo de este trabajo fue describir las razones de retiro y comparar las medidas de productividad de por vida de cerdas removidas por distintos motivos. Se analizaron 6,652 registros de cerdas retiradas en una granja comercial, mediante un modelo lineal generalizado. Las variables estudiadas fueron: nacidos totales por año, destetados por año, nacidos totales de por vida, partos a la remoción, días de vida, días en granja y % de días no productivos de por vida. Las razones de remoción se agruparon en: baja producción, edad, enfermedad, falla reproductiva, misceláneos y problemas locomotores. Las principales causas de descarte fueron baja producción, falla reproductiva y edad; la mayor proporción de los retiros fue en cerdas de paridades ^1-3. Las hembras removidas por edad tuvieron el mejor desempeño, mientras que aquellas retiradas por baja producción y falla reproductiva presentaron una productividad de por vida deficiente. Estos resultados abren la oportunidad de optimizar la productividad de la granja si se disminuyen las remociones por razones específicas.

Introducción

En la porcicultura actual, las tasas de remoción y reemplazo oscilan entre el 35 y 60% con la finalidad de mantener una producción constante y una alta eficiencia reproductiva, ya que es a través de la introducción de hembras nuevas que se obtiene una parte del avance genético en las granjas ^1–3. Debido a que las cerdas son retiradas de la piara por diversas razones, algunas de éstas pueden no haber recuperado sus costos de inversión si su remoción se dio a edades tempranas ⁴. Esto impacta de manera directa la distribución de paridad, en la cual es deseable evitar proporciones altas de cerdas con más de seis partos, en las que se puede apreciar un declive de su productividad, o de cerdas muy jóvenes, con poco potencial para conferir un correcto estado sanitario a su progenie ^4–7.

Dentro de las políticas de remoción y reemplazo, los retiros planificados se realizan con base en decisiones y estándares preestablecidos, mientras que los no planificados suceden sin un criterio claro ^8,9. En ese sentido, el reemplazo no planificado de las hembras puede reducir la eficiencia reproductiva de la piara debido a las variaciones en el número de cerdas primerizas que ingresan a la granja y a que la duración de su vida productiva disminuye⁴. Es por esto, que la productividad de por vida de las cerdas y de la piara dependen, en parte, de las tasas de remoción en la granja y varía de acuerdo con las causas de los retiros ^3,4,9,10.

La productividad de por vida de las cerdas puede ser medida a través de diferentes variables de acuerdo con la información que se registra en cada uno de sus eventos productivos, y comprende cuatro elementos: prolificidad, longevidad, fertilidad y eficiencia de por vida11. La prolificidad se mide con los lechones nacidos totales (LNT) que la cerda produjo a lo largo de su vida productiva; la longevidad puede cuantificarse a través del número de partos a la remoción, los días de vida de la cerda y sus días en granja; la fertilidad se puede calcular por medio de la acumulación de días no productivos (DNP) de por vida; y la eficiencia a través de los lechones destetados (LD) por año y los LNT por año ^3,11.

Debido a que las razones de remoción pueden variar en el tiempo y entre países, granjas e, incluso, entre paridades, es importante analizar los motivos de retiro y conocer la productividad de por vida de las cerdas de acuerdo con estos motivos, de tal manera que dicho conocimiento pueda dirigir a la toma de decisiones en relación con la productividad y economía de la granja mediante la implementación de programas de remoción y reemplazo más precisos ^4,8,12. El objetivo de este trabajo fue describir las razones de remoción en una granja comercial y comparar la productividad de por vida de las cerdas removidas por distintas causas.

Metodología

Se utilizó la información retrospectiva de una granja porcina comercial ubicada en el suroeste de México, que contempló los registros de por vida de 6,652 cerdas retiradas de la piara entre 2018 y 2021, y de los cuales se excluyeron registros que evidenciaron errores en su información y datos que fueran mayores a tres desviaciones estándar de la media para cada variable estudiada, así como los de aquellas cerdas que tuvieron una edad a primer servicio mayor o igual a 400 días ^5,13. La información general de la granja, así como sus programas de operación no fueron contemplados, ya que la participación de la empresa fue limitada al uso de los registros antes mencionados.

Se encontraron 29 motivos de remoción registrados en la granja, los cuales fueron agrupados en seis categorías de acuerdo con su naturaleza, tal y como se muestra en el Cuadro 112. Por otra parte, la productividad de por vida de las cerdas fue analizada de acuerdo con las siguientes variables: LNT de por vida, número de partos al momento de la remoción, días de vida de la cerda, días de vida de la cerda en la granja, porcentaje (%) de DNP de por vida, LNT por año y LD por año ^3,11.

Se utilizaron cuadros de tabulación cruzada y distribuciones de frecuencia para describir la ocurrencia de las razones de remoción y las paridades en que fueron removidas las cerdas. Por la naturaleza de los datos, las variables de estudio se analizaron mediante un Modelo Lineal Generalizado, para exponer diferencias entre las estimaciones de productividad de por vida de las cerdas en función de su razón de remoción. Dicho modelo consideró el efecto del mes de ingreso de la cerda y del intervalo destete-primer servicio en la primera paridad. Todos los análisis estadísticos se realizaron con el uso del software IBM SPSS® Statistics 25.

Resultados y discusión

Los retiros atribuidos a la baja producción representaron la mayor proporción de todas las remociones en la granja (48.2%), mientras que la menor proporción fue debida a problemas locomotores (1.6%; Cuadro 2). Al respecto, la ‘improductividad’ fue el principal motivo de remoción relacionado con la baja producción, y el motivo ‘cerda caída’ fue la causa principal relacionada con problemas locomotores (Cuadro 3). Algunos trabajos realizados han reportado porcentajes entre 11 y 36% para los retiros por baja producción de las cerdas, considerando un tamaño de camada reducido o producción láctea baja; sin embargo, los resultados de este trabajo pueden referir que las decisiones de retiros parecen basarse en criterios altamente rigurosos para mantener una serie de metas y objetivos que garanticen la rentabilidad de la granja, ya que la mayoría de las remociones por baja producción fueron de cerdas entre las paridades 1 y 23,4,8,9,12. Por otra parte, la literatura refiere que los descartes debido a problemas locomotores oscilan entre 10 y 26%, pero en este trabajo, los retiros asociados a dichos motivos no fueron notables (1.6%)^3,4,12,14.

La segunda razón de remoción en orden de importancia fue la falla reproductiva (23.3%), la cual se derivó de cerdas descartadas por ‘días abiertos’ (34.09%) y problemas de ‘metritis’ (24.16%; Cuadro 3). Esto concuerda con lo reportado para granjas comerciales en el sureste de México (26.9%) y en lo informado por Boripun et al.9 en Tailandia (29.3%), aunque ligeramente superior a granjas del sureste asiático y africano (16-18%)^4,12,14. Las remociones derivadas de fallas reproductivas puede sugerir que dichos retiros son realizados con el fin de disminuir los DNP por falta de fertilidad en esas cerdas; por ello, resulta fundamental el monitoreo minucioso de la presentación de celo en las hembras durante las primeras seis semanas a partir que son servidas y comienzan un periodo de gestación, con el fin de reducir el número de DNP y el riesgo asociado al retiro por falla reproductiva ^8,15.

La razón edad solo tuvo un motivo registrado, ‘edad avanzada’, el cual explicó el 15.86% de todas las remociones y se constituyó como la tercera razón de retiro en la granja (Cuadro 3). Esto concuerda con lo reportado por Segura-Correa et al.12, en granjas mexicanas, donde observaron que los retiros por edad están dentro de las principales causas de descarte; y en otros estudios se ha reportado que dicha razón ocupa entre el 8 y 11% del total de remociones en granjas porcinas ^3,4,14.

En la categoría misceláneos, el 68.26% de los descartes no registraron un motivo especifico de remoción (‘no definido’) y el 16.57% fueron por ‘sacrificio’; y en la categoría enfermedad, las remociones se debieron, en su mayoría, a ‘úlcera gástrica’ y ‘problemas respiratorios’ (53.48% y 27.39%, respectivamente; Cuadro 3). Diversos autores han informado acerca de la gran cantidad de cerdas que son retiradas de las granjas sin una razón especifica, lo cual puede ocultar causas adyacentes a esos descartes que disminuyan las posibilidades de mejora ^3,12.

Aproximadamente, el 58% de las remociones en la piara ocurrieron en cerdas con tres partos o menos, de las cuales las cerdas de paridad 1 aportaron la mayor proporción; por el contrario, la paridad con el menor porcentaje de remociones se presentó en las cerdas de paridad 8 (0.56%; Cuadro 2). Estos resultados coinciden con lo reportado en otros escenarios, donde se ha determinado que aproximadamente la mitad de todos los retiros son efectuados en cerdas jóvenes, con menos de cuatro partos ^3,12,14.

Además, las interacciones con mayor porcentaje de remociones fueron las cerdas retiradas en su primera y segunda paridad por baja producción, así como cerdas removidas por falla reproductiva en su paridad 1 (22.87%, 12.52% y 9.34%, respectivamente; Cuadro 2). Las prácticas zootécnicas reproductivas deficientes, la mala nutrición y alimentación, altas temperaturas ambientales y operarios con poca experiencia han sido considerados como factores que contribuyen a la improductividad y a la falla reproductiva, con lo cual deben ser motivo de análisis superior estos aspectos, más aún en cerdas jóvenes sin experiencias previas⁹.

En el Cuadro 4 se muestran las estadísticas descriptivas de las variables de productividad de por vida de las cerdas analizadas, donde se aprecia la gran dispersión en los conjuntos de datos de estas variables, especialmente en el % de DNP de por vida, LNT de por vida y en los partos al momento de la remoción. Se observó una vida media de las cerdas de 667 días, de los cuales 452 fueron en la granja, con casi tres partos al momento de su retiro; además, las cerdas tuvieron, en promedio, alrededor de 21 LNT por año y 17 LD por año (Cuadro 4). Al respecto, en granjas norteamericanas se ha reportado una vida media de las cerdas en la granja de 583 días, con 3.3 partos al momento de la remoción y 18.7 LD por año; mientras que en granjas mexicanas se han informado, en promedio, 496 días de vida en granja, 3.3 partos a la remoción y 21 LD por año ^3,10,16.

De acuerdo con los resultados del modelo empleado, el número de partos a la remoción, los días de vida de la cerda y los días de vida en granja fueron significativamente superiores en las cerdas removidas por edad (P<0.05), en comparación con el resto de las razones de remoción; por el contrario, las cerdas retiradas por baja producción tuvieron los valores más bajos con respecto a dichas variables (Cuadro 5). Al respecto, la información reportada por Lucia et al3, concuerda con los resultados de este trabajo en relación a una longevidad superior de cerdas retiradas por la edad, en comparación con cerdas removidas por otras causas; sin embargo, difieren en cuanto a las razones de retiro con menor estancia en granja y producción de partos, ya que en su estudio encontraron que las cerdas descartadas por fallas reproductivas fueron las que menos partos producían y menos tiempo permanecían en la granja.

El número de partos a la remoción no difirió significativamente entre las razones problemas locomotores y enfermedad, ni entre las razones falla reproductiva y misceláneos (P>0.05), pero estos últimos tuvieron valores más bajos (3.08 y 2.89, respectivamente). Bondoc e Isubol4, en Filipinas, informaron que las cerdas retiradas por fallas reproductivas tuvieron una media de 3.26 partos al retiro y permanecieron, en promedio, 369.6 días en la granja, un aproximado de 125 días menos en comparación con la granja estudiada en este trabajo. De igual forma, se ha notificado medias de 2.1 partos al momento de la remoción y 441.4 días en granja para cerdas removidas por fallas reproductivas en granjas norteamericanas, es decir, una menor longevidad en este tipo de cerdas; sin embargo, hay que mencionar que en este estudio la permanencia en la granja se tomó en cuenta desde el ingreso de la cerda a la piara reproductora y no desde su primer servicio3.

Las cerdas retiradas por la edad produjeron la mayor cantidad de lechones a lo largo de su vida productiva, con una estimación de 104.5 LNT de por vida; mientras que las removidas por baja producción, problemas misceláneos y falla reproductiva tuvieron las menores producciones (33.3, 42.3 y 47.0, respectivamente; Cuadro 5). Lucia et al.3 reportaron números ligeramente menores para las cerdas retiradas por fallas en la reproducción, con 35.5 LNT de por vida, y similares para las descartadas por situaciones misceláneas (41.1 LNT de por vida); aunque ambas se encontraron entre los motivos con menor producción de lechones. El número de LNT que produce una cerda a lo largo de su vida productiva es una muestra de su valor genético en cuanto a su eficiencia, prolificidad y longevidad, razones que reducen el riesgo de ser eliminadas prematuramente ^4,11. Como se mencionó anteriormente, los datos de esta granja demostraron que las cerdas retiradas por motivo de edad avanzada tuvieron la mejor producción de LNT de por vida, poco más del doble en comparación con los motivos antes mencionados, lo que estimula a promover mejores prácticas zootécnicas relacionadas con los eventos reproductivos de una cerda y, así, reducir los problemas y remociones asociados a dichos eventos.

Respecto a la acumulación de DNP de por vida expresada en porcentaje, las cerdas retiradas por falla reproductiva tuvieron los valores más altos (17.5%), en comparación con las demás razones de remoción (P<0.05; Cuadro 6). No se encontraron diferencias significativas entre las remociones por enfermedad, problemas misceláneos y problemas locomotores (P>0.05); además, estas causas se observaron entre los valores medios en relación con el resto de las razones. Por otra parte, las cerdas que se removieron por edad solo acumularon un 4.9% de DNP a lo largo de su vida (Cuadro 6). En relación a esto, se ha observado que las cerdas retiradas por problemas reproductivos y problemas misceláneos pueden pasar más de una cuarta parte de su vida sin participar en actividades que generen utilidades a la granja, lo cual también impacta en los parámetros a nivel de la piara³. (Lucia.).

Los principales motivos de retiro relacionados con las bajas por problemas reproductivos en esta granja pueden explicar las discrepancias con otros trabajos con respecto a los días de las cerdas en la granja, ya que más del 30% de estos retiros tuvieron relación con la acumulación de DNP, los cuales se han relacionado significativamente con ineficiencia reproductiva³. Wang et al.8 mencionaron que las cerdas destetadas y gestantes eran, en su mayoría, removidas a causa de enfermedades del tracto reproductivo, y por falso diagnóstico de preñez, repeticiones y abortos, respectivamente; por lo que debe prestarse más atención a este tipo de cerdas, al administrar tratamientos oportunos y optimizar los protocolos de detección de estro a lo largo de un ciclo de gestación.

Al medir los DNP a lo largo de la vida de las cerdas, su asociación con la eficiencia reproductiva se caracteriza de mejor forma cuando los DNP son expresados en porcentajes o proporciones en lugar de recuentos acumulativos, para conocer qué tanto de la vida de una cerda se ‘desperdicia’ en actividades no productivas; esto, debido a que las cerdas más longevas pueden acumular una mayor cantidad de DNP por una larga estadía en la granja, en comparación con cerdas que tienen una vida productiva muy corta³.

La productividad anual fue significativamente más alta en las hembras descartadas por la edad (P<0.05), mientras que la más baja fue para aquellas retiradas por baja producción, problemas misceláneos y falla reproductiva, entre las cuales no se encontraron diferencias estadísticamente significativas para los LD por año (P>0.05; Cuadro 6). Estas últimas dos razones de remoción son de naturaleza involuntaria o no planificada, ya que se suscitan sin aparente aviso, y se han relacionado en la literatura a cerdas con las peores medidas de eficiencia productiva ^3,4,10,14. Ek-Mex et al.10 informaron, en granjas mexicanas, valores de 19.5 LNV por año y 17.83 LD por año para las cerdas retiradas por causas reproductivas, y Bondoc e Isubol⁴, reportaron valores medios de 11.95 LNV por año y 10.64 LD por año para el mismo tipo de cerdas descartadas en granjas asiáticas.

En adición, una adecuada manutención de la condición corporal es vital en el comportamiento reproductivo de la cerda, ya que los niveles bajos de reservas corporales grasas impactan en el reclutamiento y desarrollo folicular en los ovarios de la cerda; esto, a su vez, incrementa el tiempo de presentación de un celo subsecuente y el riesgo de una inseminación subóptima, lo que se traduce en tasas de ovulación y concepción bajas¹¹. Lo anterior, podría explicar el rendimiento de por vida inferior en las cerdas que son removidas debido a problemas reproductivos, con lo cual, el monitoreo de la condición corporal y otras prácticas relacionadas con su preservación deben ser rigurosamente implementadas.

La baja producción fue la razón de retiro con los peores parámetros de productividad de por vida, pero al ser un descarte planificado, se espera que haya sido realizado con pleno conocimiento de una serie de criterios establecidos; sin embargo, es preocupante que más del 80% de los retiros por esta causa sean de cerdas con tres paridades o menos, lo cual puede referir condiciones perjudiciales para las cerdas de bajas paridades y que no permiten la expresión de su potencial al máximo. También, puede existir una superposición entre la decisión de retirar a una cerda con edad avanzada, pero improductiva, y una cerda con bajo rendimiento en un parto determinado o durante su lactancia, ya que solo se registra un motivo de retiro; sin embargo, la cantidad de cerdas retiradas por baja producción a partir de la sexta paridad fue casi nula, lo cual refiere que dicha superposición no existió o que se tiene un criterio establecido de retiro de las cerdas hacia paridades determinadas¹².

Los resultados generados en este trabajo apuntan, igual que diversos autores, a la importancia de conocer los patrones de remoción en las granjas porcinas, ya que solo a través del conocimiento generado por esta información es que se pueden plantear estrategias específicas para controlar cierto tipo de descartes. También, los resultados señalan el valor de reducir el porcentaje de descartes involuntarios, principalmente aquellos relacionados con las fallas reproductivas, ya que constituyeron la segunda causa de remoción en este trabajo, y una de las causas involuntarias con menor rendimiento ^3,4,8,10,12. En general, este tipo de retiros disminuye la productividad de por vida de las cerdas y, por tanto, afecta la economía de las granjas; por ello, es posible inferir que la reducción de las remociones por fallas reproductivas, y los motivos causantes de éstas, es esencial para optimizar la eficiencia productiva de por vida y en las granjas.

Referencias

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Artículo publicado en “Los Porcicultores y su Entorno Marzo- Abril 2023“