M.V.Z. M.SC. Bernardo Mejía Arango
En una primera parte de este artículo, el autor nos ofreció lo que es la Visión General de los Puntos de Intervención del Patólogo Aviar:
Así, nos explicó que “Literalmente un patólogo aviar, es un Médico Veterinario encargado del estudio de las enfermedades de las aves. De forma más específica, el patólogo aviar se encarga del estudio de los cambios estructurales, bioquímicos y funcionales que en las enfermedades afectan las células, los tejidos, los órganos y los sistemas orgánicos de las aves”.
“La patología aviar, utiliza herramientas moleculares, microbiológicas, inmunológicas y morfológicas para tratar de explicar la etiología y las manifestaciones clínicas (Signos y síntomas) que presentan las aves enfermas, al tiempo que propone las bases racionales para el tratamiento y profilaxis”.
También puso en claro que “No hay un límite definido para el campo de acción de un patólogo aviar”.
Y ya más adelante en el artículo definió lo qué es un patólogo aviar. Indicando que existen tres conceptos, de pronto cuatro, acerca de qué es un patólogo aviar, y los definió como:
1. El profesional de campo.
2. Histopatólogo.
3. Un tercer tipo de patólogo veterinario aviar, es aquel que tiene los dos perfiles anteriores.
4. Los investigadores.
Explicando a detalle cada una las definiciones.
El autor también detalló sobre intervención del patólogo en los procesos de la industria avícola, como en las reproductoras, pollo de engorde, ponedoras comerciales, la planta de incubación y la de alimento, así como de la planta de proceso.
“Es así que en forma directa, el patólogo puede intervenir en la detección de problemas sanitarios en todas las etapas del proceso de producción, tanto de pollo de engorde como de huevos”, puntualizaba el autor.
En esta segunda entrega estudiaremos la:
PATOLOGÍA AVIAR: UNA CARRERA DE OBSERVACIÓN
Independientemente del perfil que tenga el profesional patólogo aviar, el objetivo final cuando se maneja un problema sanitario, es obtener un diagnóstico. Este diagnóstico nos servirá de punto de partida para tomar acciones correctivas cuando se maneja un problema sanitario en avicultura, cualquiera que sea la etapa en el proceso de producción.
Es una carrera de observación o “rompecabezas”, porque el profesional tiene que poner juntas todas las partes, para llegar al diagnóstico:
• Su experiencia en identificar el problema partiendo de los signos o síntomas, o de las lesiones macroscópicas.
• Los resultados de laboratorio, los cuales se ordenan o solicitan de acuerdo con el primer punto: la experiencia en identificar lo que “probablemente” esté sucediendo de acuerdo con lo que se ve macroscópicamente en términos de síntomas y de lesiones macro.
En el manejo de un problema sanitario se puede cubrir uno o varios de los siguientes campos de acción, dependiendo de la enfermedad de que se trate:
• Diagnóstico.
• Control.
• Prevención.
• Erradicación.
El manejo de estos cuatro puntos puede aplicarse tanto a las acciones de campo en forma local o a las políticas de estado para el manejo de enfermedades.
Generalmente, el patólogo aviar, en la atención inmediata del problema en una de las etapas del proceso de producción aviar, interviene en el primero y segundo puntos; quizá pueda intervenir en el tercero. Un país maneja los mismos cuatro puntos pero con la connotación nacional de acuerdo con los intereses (que generalmente tienen que ver con la globalización de la economía) de cada nación.
En términos numéricos, son menos abundantes los Médicos Veterinarios con formación en el campo de la histopatología (Patólogos en el sentido estricto de la palabra), que los profesionales de campo que se especializan en la atención inmediata de estados sanitarios alterados.
De todas maneras para establecer las acciones correctivas, el patólogo debe usar el laboratorio de diagnóstico. Para esto, debe haber una conexión entre lo que sucede en el campo, que es el punto de partida para determinar qué tipo de exámenes (Pruebas complementarias) llevará a cabo el laboratorio. Esta conexión se llama PROTOCOLO DE ENVÍO DE MUESTRAS.
El protocolo de envío de muestras, es la base o plataforma a partir de la cual el laboratorio (por intermedio del PATÓLOGO AVIAR) podrá ejercer algunas acciones y tomar determinaciones una vez recibida una muestra.
Básicamente, el protocolo de envío de muestras contiene toda la información de la granja, de las aves y del profesional responsable del caso:
• Establece un puente de comunicación con el profesional de campo, registra la información que éste le suministra.
• Evalúa la muestra (aves enfermas), observa los síntomas.
• Confronta la información suministrada por el profesional de campo.
• Observa las lesiones macroscópicas.
• Emite un concepto.
• Ordena pruebas complementarias, de conformidad con lo observado en la necropsia: microbiología, histopatología, serología, biología molecular.
• Reúne los resultados de las pruebas complementarias.
• Emite nuevamente un concepto, el cual discute con el profesional de campo.
Con base en lo anterior, se puede afirmar que un LABORATORIO DE DIAGNOSTICO AVIAR, debe tener enfrente o al menos como parte de la nómina que lo compone, a un Médico Veterinario PATÓLOGO AVIAR. De lo contrario no puede llamarse laboratorio de diagnóstico: simplemente se llama laboratorio clínico aviar.
¿Dónde se quedan las acciones en la mayoría de las veces en las cuales los profesionales de campo acuden al laboratorio? En que el laboratorio emite unos resultados y el diagnóstico lo elabora el profesional de campo.
Dado que el diagnóstico histopatológico es un determinante fundamental del diagnóstico y eventual tratamiento de las aves de una granja o de un lote, es útil en casos complejos un contacto previo entre el clínico y patólogo para definir el problema que se desea resolver, la zona de donde se tomará la muestra y las instrucciones para su manejo. Resulta provechoso también analizar en una reunión posterior los hallazgos histopatológicos y su relación con el cuadro clínico.
QUÉ ES LA HISTOPATOLOGÍA
Es un procedimiento de laboratorio en el cual los tejidos se fijan para que posteriormente se sometan a procesos que permitan observarlos al microscopio óptico, es decir permiten hacer una evaluación morfológica. El proceso de fijación es básicamente la obtención de la coagulación de las proteínas el cual evita cambios posteriores; literalmente corresponde a que todo proceso en los tejidos (y por tanto en los órganos) quede estático, se puede comparar como cuando se toma una fotografía: todo queda registrado como estaba sucediendo cuando se disparó la cámara para tomar la foto.
Para visualizar las lesiones en los tejidos, el tipo de componentes de un preparado histológico, es necesario preparar adecuadamente la muestra que corresponde a fragmentos de órganos, partiendo de cortes que generalmente se hacen a cuatro micras de espesor y que posteriormente se colorean; para muchas de las lesiones o aspectos específicos que se desean visualizar se utilizan la Hematoxilina y la Eosina, denominados colorantes normales. Muchos componente y/o agentes etiológicos requieren colorantes especiales. Por ejemplo, los hongos se pueden visualizar utilizando colorantes especiales, por ejemplo PAS (Acido peryódico de Schiff) o Grocott.
El proceso de histotecnia tiene técnicas especiales encaminadas a obtener información no accesible con métodos corrientes.
Dependiendo de lo que se requiera visualizar, existen igualmente líquidos fijadores especiales.
Con los cortes de órganos igualmente se pueden hacer procesos inmunohistoquímicos mediante los cuales una reacción inmunológica permite visualizar agentes etiológicos, por ejemplo el virus de la enfermedad de Gumboro o el virus de bronquitis infecciosa. Estas técnicas no son de uso corriente, no al menos en algunos países, y prácticamente se emplean sólo en casos de investigación.
Todo lo anteriormente expuesto permite suponer que el Médico Veterinario quien toma las muestras, debe tener el suficiente entrenamiento en el reconocimiento de los síntomas y su asociación con una determinada enfermedad, pero igualmente requiere un entrenamiento para la realización adecuada de una necropsia y la identificación de las lesiones macroscópicas o del aspecto irregular que puedan presentar algunos órganos, esto le permitirá la toma adecuada de las muestras para que éstas sean las que se requieren para que la evaluación histopatológica sea de ayuda en el diagnóstico definitivo.
El reporte histopatológico debe contener los datos contenidos en el protocolo de remisión de muestras, el número y clase de órganos procesados, las lesiones histopatológicas y el diagnóstico como tal.
El diagnóstico que se reporta en el informe puede ser de dos formas:
- Diagnóstico etiológico: en el cual se reporta la enfermedad y el agente causante.
- Diagnóstico morfológico: no es definitivo, pero le da al Médico Veterinario de campo una orientación de lo que puede estar sucediendo en sus aves enfermas y orientarlo en la toma de decisiones.
Un reporte histopatológico puede tener más de un diagnóstico definitivo e igualmente más de un diagnóstico morfológico.
Cuando se emite un reporte histopatológico, pueden ocurrir dos situaciones:
a) Que haya correlación entre el diagnóstico clínico-patológico y el diagnóstico histopatológico, bien sea morfológico y/o etiológico.
b) Que no haya correlación entre el diagnóstico clínico-patológico y el diagnóstico histopatológico o que la correlación no sea total. Esto puede suceder porque hay enfermedades que no son identificables macroscópicamente o que dos o más enfermedades concurran, lo que hace que las lesiones observadas no sean convencionales.
¿CUANTO “PESA” EL TRABAJO DEL PATÓLOGO EN EL CONTEXTO GENERAL DE LA INDUSTRIA AVÍCOLA?
No es posible determinar en términos económicos y en forma global cuánto “pesa” o cuál es la contribución del patólogo aviar en la industria avícola. Se debe hablar de situaciones específicas en relación con el tipo de producción y con una situación sanitaria en particular.
Por ejemplo, se puede evaluar en términos económicos cuánto cuesta o cuál es la contribución del patólogo en el desarrollo de un biológico encaminado a controlar determinado problema; generalmente las casas comerciales guardan esta información para ellas mismas, no es de dominio público.
Es más fácil determinar cuál es la contribución del patólogo aviar en el diagnóstico, la prevención, el control e inclusive la erradicación de un determinado problema sanitario avícola, por ejemplo laringotraqueitis viral.
Hay que mirar en forma contextual el entorno desde donde se maneja determinado problema sanitario y relacionado con el estado productivo de las aves que hay en la zona de influencia. No es fácil encontrar, por lo menos en Colombia, una zona avícola dedicada exclusivamente a ponedoras comerciales; generalmente en el área habrá granjas de pollo de engorde y de material genético.
De la misma manera determinar la contribución del patólogo en la industria avícola, depende del trabajo específico del patólogo. Al comenzar el tema se clasificó el trabajo del patólogo en 4 actividades diferentes pero complementarias.
La actividad global de un patólogo de laboratorio puede “evaluarse” en relación con el número de casos atendidos, cuáles de estos casos tenían histopatología como prueba complementaria y cuáles tuvieron diagnósticos determinantes, es decir definitivos.
Un laboratorio del área donde trabajo (que tiene 561 granjas, 350 de las cuales son de pollo de engorde, 175 de ponedoras comerciales y 36 de reproductoras), intervino en situaciones sanitarias específicas en 179 granjas, es decir en el 35.11% de ellas y por lo tanto de sus problemas sanitarios.
En una tercera y última entrega, veremos la contribución del patólogo en cuanto a determinado problema.
Artículo publicado en Los Avicultores y su Entorno