Redacción BM Editores.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) se pronunció por no limitar al sector a importar maíz de menor calidad ya que conlleva riesgos sanitarios para las aves, porque ese cereal es más propenso a bacterias y hongos. Adicionalmente, dificulta el proceso de digestión y la adecuada absorción de los nutrientes, afectando así a la producción.
De igual modo, un grano de menor calidad imposibilita su certificación, dado que su manejo acarrea una considerable complejidad logística para transportarlo, almacenarlo y para usarlo como alimento para las aves.
Esto representaría, a su vez, un significativo aumento en los costos de producción, previéndolo desde ahora de un 15% a 20%. No es conveniente obligar al sector a importar un grano de menor calidad, por sus riesgos para la producción de huevo y carne de pollo, alimentos de la canasta básica por su alto valor nutrimental y accesibilidad económica.
Restringir la importación de maíz entero invariablemente afectará a la seguridad alimentaria de nuestra población, recordando que 6 de cada 10 kilogramos de la proteína animal que se consumen son de origen avícola.
El maíz que importa el sector avícola es de alta calidad, estimando que entre 8 y 9 millones se destina al consumo avícola; es un alimento fundamental para el óptimo desarrollo de las aves por su valor nutrimental y energético, lo cual se traduce en productos avícolas inocuos y de alta calidad.
Cabe señalar que en México se consumen anualmente cerca de 47 millones de toneladas de maíz, de las cuales únicamente se producen alrededor de 27 millones. De éstas, un 88% corresponden a maíz blanco y un 12% a maíz amarillo, debiéndose importar aproximadamente 20 millones de toneladas.