Redacción BM Editores.
Actualmente el consumidor está más atento a los productos que lleva a su mesa, interesándose cada vez más no solo en la nutrición y salud intestinal animal, sino en los aspectos de su bienestar y la sustentabilidad y todo dentro de un marco de un producto más económico, aseguró el Dr. Carlos López Coello.
Al introducir el Octavo Seminario de la Industria-NUPROXA, organizado por la Asociación Mexicana de Especialistas en Nutrición Animal (AMENA) y esta compañía líder en el renglón de la nutrición y salud animal y el uso de aditivos poliherbales, en América Latina, López Coello señaló que la salud intestinal y las demandas del consumidor ha llevado a la industria avícola a desarrollar nuevos sistemas de producción, sobre todo regresar a los conceptos básicos no atendidos, como los asuntos legales y la respuesta a los nuevos mercados.
Especialista en producción animal en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y maestro en ciencias avícolas de la Universidad de California, el especialista López Coello puntualizó que esas exigencias se han convertido hoy en leyes, y las demandas de los consumidores han llegado a tal grado que los gobiernos han tenido que emitir legislaciones al respecto.
Debe quedar claro, dijo, que los sistemas de producción los está dictando el consumidor, y no hay vuelta para atrás, cada vez más se tendrá que oír la voz del consumidor y atenderla.
Al presentar su ponencia “Aditivos Poliherbales, más que una Opción, una Realidad”, el Maestro en Ciencias y director de NUPROXA, Homero Borin, señaló que el mundo está cambiando muy rápido, con una presión pública por la reducción o prohibición de antibióticos, promotores del crecimiento, coccidiostatos y otros aditivos sintéticos.
El especialista en nutrición animal en NUPROXA, empresa suiza que administra soluciones basadas en tecnología creada por la naturaleza, expresó que hoy hay regulaciones ambientales más estrictas, una mayor conciencia y preocupación por el bienestar de los animales, con una seguridad alimentaria animal y humana, pero también con la necesidad de asegurar la sostenibilidad de la producción animal.
“Cabe resaltar que la pandemia del coronavirus ciertamente está acelerando este proceso, misma que hoy ya se ve en muchas compañías alrededor del mundo que están respondiendo a estas exigencias del mercado”, señaló.
Explicó que en la década de los 50 se comenzaron a usar antibióticos, y fue hasta el 2005 ante la resistencia a éstos, que culmina con la prohibición de todos los productos químicos, comenzando la industria a buscar sustancias naturales que podrían reemplazar los efectos de los antibióticos como promotores del crecimiento.
Hoy, dijo, varios aditivos como enzimas, ácidos orgánicos, entre otros, son utilizados a más de tres décadas en la nutrición animal y actualmente ya se está con la cuarta generación de ellos.
En este contexto de romper con paradigmas, añadió, “más adelante vinieron los probióticos, prebióticos y recientemente el enfoque pasó a los principios activos encontrados en las plantas, con lo que la investigación llevó a productos con base en plantas, sus extractos y aceites esenciales”.
El especialista destacó que la naturaleza es una fuente interminable de principios activos, en donde las mezclas y extractos de plantas son usadas para la regulación de varias enfermedades metabólicas, resultados que hoy se publican en revistas científicas.
Actualmente NUPROXA tiene 12 productos probados en todas las especies de interés zootécnico, con fórmulas únicas y protegidas, con las más importantes certificaciones de calidad y operación en 20 países de América Latina y Europa.
NUPROXA tiene vendidas hoy en día 30 mil toneladas de productos, habiendo impactado con éstos en 300 mil millones de toneladas de alimentos producidos, y destacan en este contexto los 40 mil millones de pollos que ha consumido productos de esta compañía.
En la parte final de las exposiciones, el especialista Fabricio Delgado, director de NutriQuest hizo una amplia exposición de cómo enfrenta la avicultura de Brasil la prohibición del uso de antibióticos.
Planteó que un alimento de calidad no es solamente un producto que tiene buena apariencia, buen sabor y es seguro, sino que el alimento también debe ser provisto por una cadena productiva que atienda lo sostenible y la transparencia.
“Hoy hay un objetivo, crear una condición sostenible para la reducción o eliminación de los antibióticos de la cadena de pollos de engorde, sobre todo porque las cadenas del sector alimentario y las empresas de producción animal establecieron políticas relacionadas al uso de ellos y les pidieron a proveedores adaptarse a las nuevas reglas del mercado”, concluyó.
