Redacción BM Editores.
En el entorno difícil que vivió la humanidad el año pasado, por el COVID-19, la producción de carne de pollo en México frenó su crecimiento, aseguró el Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE).
Pese a este escenario, en 2020, la producción de pollo alcanzó las 3.6 millones de toneladas, un valor un 2.9% superior al del año anterior y además la carne de pollo fue la única dentro del sector cárnico mexicano que mostró un aumento de la demanda de 1.6% en el periodo que abarca el informe de COMECARNE.
El organismo realizó un análisis de la industria cárnica de este país, donde evaluó su comportamiento en dos balances diferentes, por un lado enfocados al consumo y producción, y por otro en el comercio exterior, considerando importaciones y exportaciones.
Para el primer tema, se informa que el consumo de carne sufrió un poco por la pérdida de poder adquisitivo de las familias, ya que tuvo una caída del -0,02% en comparación con el año anterior, donde de los 8.8 millones de toneladas que México requería, la planta productiva nacional pudo suministrar 83%, cifra 2 puntos porcentuales superior a la de 2019, la mayor participación registrada en los últimos 10 años.
En relación con la producción, se indica que tanto la producción de carne de pollo como de cerdo mostraron una desaceleración en el crecimiento, debido a que presentaron tasas más bajas en comparación con años anteriores. Sin embargo, se explica que los tres subsectores terminaron el año con crecimiento.
Cabe señalar que los datos muestran que hubo una diferencia significativa en el consumo de carne, donde sólo la demanda de carne de pollo aumentó un 1,6%. Por otro lado, la carne de cerdo cayó un -2,7% y la carne de vacuno un -0,2%.
En cuanto al comercio exterior en 2020, COMECARNE informa que hubo una reducción del -46% en las importaciones de carne y, mientras tanto, hubo un aumento del 0,5% en las exportaciones de este rubro en comparación con el año anterior.
En México, las exportaciones de carne de pollo son prácticamente inexistentes. Mientras tanto, las importaciones de pollo se redujeron un -4% durante 2020 en comparación con el año anterior.
Por lo que toca a las exportaciones de carne de cerdo, estas alcanzaron un volumen de 269 mil toneladas, un 47% más que en 2019, donde los principales destinos fueron Japón y China.
Los envíos de carne de vacuno alcanzaron un volumen de 299 mil toneladas por un valor de 1.671 millones de dólares, siendo Estados Unidos el principal comprador, mientras que las importaciones alcanzaron las 166 mil toneladas.
Por último, COMECARNE recuerda que ha puesto fin a un año turbulento en el que la industria cárnica ha logrado sobrevivir con el apoyo del comercio exterior, por haber logrado compensar la caída del consumo interno y, además, ofrece un área de oportunidad para la producción cárnica mexicana, tras encontrar un flujo en los mercados internacionales.
