Celebra la Asociación Tauromaquia Mexicana su última asamblea del año

Redacción BM Editores.

La Asociación Tauromaquia Mexicana (TMX), la cual encabeza su presiente, Manuel Sescosse Varela realizó su última Asamblea Ordinaria del año, donde se abordaron diversos temas, entre ellos, la defensa a la continuidad de la tradición taurina en el país.

Los asistentes de esta Asociación se reunieron en el salón presidentes de la Confederación Nacional de Organizaciones Ganaderas (CNOG), a la cual también asistieron los integrantes del Consejo Directivo, Homero García de la Llata, presidente; Noel Ramírez Mejía, tesorero y Ernestino Mazariegos Zenteno, secretario.

Durante su Asamblea se informó que la tauromaquia se practica anualmente en por lo menos mil 10 localidades en México; se realizan al menos 4 mil 412 festejos taurinos; en mil 526 de ellos, se llevó a cabo el primer festejo taurino al año; se utilizan 170 mil hectáreas de en perfecto equilibrio ecológico gracias a la crianza de toros de lidia.

En México asisten a las celebraciones taurinas más de 6 millones de personas al año; además la tauromaquia ha sido declarada en 8 estados y en más de cien municipios como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI).

En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su artículo segundo, se reconoce y se garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y su autonomía para preservar su cultura e identidad; en el artículo cuarto, toda persona tiene derecho de acceso a la cultura y al ejercicio de sus derechos culturales.

Dentro de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) el Estado Mexicano se compromete a tomar medidas que promuevan la plena efectividad de los derechos sociales, económicos y culturales de dichos pueblos, respetando su identidad social y cultural, sus costumbres y tradiciones.

Por otro lado, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) indicó que no se puede menoscabar los derechos de los padres y de los menores de edad para asistir a eventos o espectáculos que son parte de su cultura, sus tradiciones o costumbres.

Reconoce el derecho al libre desarrollo de la personalidad, de acuerdo con sus valores, ideas, expectativas, gustos o aficiones.

La tauromaquia como actividad cultural es de interés nacional, en virtud de ser una práctica compartida en diversos estados.

A su vez, la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial establece que el Estado está obligado a garantizar la viabilidad del patrimonio cultural inmaterial, preservación, protección, promoción y valoración de éste.

La tauromaquia en México tiene una rica y larga historia que se remonta al siglo XVI. Desde hace casi 500 años, los toros han sido parte fundamental de las festividades y celebraciones de diversas culturas de lo que hoy es México, y con el tiempo se ha desarrollado no solo una vigorosa tradición, sino en un ciclo ceremonial en miles de comunidades en todo el país, involucrando a millones entre organizadores, protagonistas y asistentes cada año.

La antropología taurina permite entender y reflexionar sobre la complejidad de la relación entre el ser humano y los animales desde tiempos inmemorables y, sobre todo, en el siglo XXI: la tauromaquia mexicana trasciende al espectáculo y a lo meramente económico, y nos invita a explorar las dimensiones simbólicas, culturales y emocionales que se encuentran presentes en esta práctica de origen ancestral.

La economía taurina en México se ha sustentado en lo más profundo de la sociedad: la familia. Durante el año, miles de familias aportan recursos y trabajo a su comunidad para, llegada la fecha, organizar su feria en honor al Santo patrono, o para conmemorar, fechas, cívicas, como lo son aniversarios de la independencia, revolución, efemérides históricas, carnavales, Año Nuevo, fiestas regionales, entre otros eventos.

En la realización de festejos taurinos participan también, municipios y patronatos, quienes además se involucran en la realización de semanas y jornadas culturales. Esto sucede año tras año invariablemente, mostrándose como una tradición mestiza que rebase el gusto por la tauromaquia.

Es una manera de vivir y asumir las creencias culturales, incluso de los propios pueblos originarios, a lo largo y ancho de la República mexicana.

La tauromaquia sea ha consolidado, como una de las principales expresiones culturales de México, producto del sincretismo cultural y festivo, logró integrarse a la estructura social de muchos pueblos y pequeñas comunidades.

En la actualidad es la actividad con público más asistida en la nación, siendo México uno de los países con mayor movimiento taurino en el mundo, que convoca millones de mexicanos de todos los estratos sociales, dejando una huella profunda en la cultura mexicana, a través de su sentido de identidad y pertenencia.

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