Criando becerras eficientemente para maximizar las ganancias sobre la inversión

PH.D. Drew A. Vermeire, ,
PAS, DIPL. ACAN.

Lecciones para Llevar a Casa.

1.El valor de administrar el calostro para el desempeño durante toda la vida de la vaca no puede ser subestimado.

2.La vida en la producción de leche se incrementa en las becerras con alta tasa de crecimiento por las primeras 6 a 8 semanas de vida. La vaca produce 937 kg más de leche en cada lactancia por cada kg promedio de ganancia diaria del día 1 al 56.

3.Las becerras necesitan leche o un sustituto de leche para proveer la energía y proteína necesarias para crecer. El consumo diario de 680 a 1020 gramos de sustituto de leche o leche de descarte + balanceador pueden apoyar la eficiencia de crecimiento.

4.El desarrollo del rumen se debe al consumo de almidón fermentable, así que alimentar con un iniciador de alta-calidad con una alta proporción de maíz y fibra al mínimo es esencial. El destete temprano es económico y reduce el estrés post-destete y la baja del crecimiento. El destete se puede iniciar en becerras que consuman 500 g/día del alimento iniciador de alta-calidad.

5.La leche entera o de descarte necesita ser suplementada con un balanceador alto en proteína/ bajo en grasa para proveer una nutrición balanceada a las becerras. La leche entera carece de las vitaminas y minerales esenciales, y es excesivamente alta en grasa para las becerras. Idealmente, las becerras reciben leche o sustituto de leche a una proporción de proteína a grasa de 2:1.

6.El alimentar a las becerras con una producción máxima de leche no requiere una inversión mayor en su crianza, en vez de una distribución diferente de los recursos con una inversión igual o menor total, pero con una ganancia mayor de las vaquillas en forma de una producción mayor de leche.

Introducción

Los productores de leche saben que hoy día las vaquillas son el futuro de su empresa lechera porque las vaquillas jóvenes en destete hoy producirán leche en la sala en dos años. La cría de vaquillas de reemplazo requiere una inversión monetaria alta antes que estas vaquillas inicien la producción de leche.

Durante los pasados veinte años, hemos re-descubierto que las prácticas de manejo empleadas durante los primeros 60 días de vida resultan en un incremento o decremento de la producción de leche en 500-1500 kg en cada lactancia a través de la vida productiva de la vaca. Los primeros meses de vida es un tiempo donde las becerras tienen la mayor eficiencia y ganancia potencial. Mientras que hace veinte años las becerras eran manejadas con el menor costo diario, hoy las becerras son manejadas con prácticas diseñadas para un máximo de producción y la mayor ganancia sobre la inversión. Las prácticas específicas de manejo en la crianza de becerras afectan la tasa de ganancia, mortalidad, morbilidad, requerimientos laborales, costo de las instalaciones, y finalmente la reproducción y la producción de leche cuando las becerras se vuelven vacas en la línea de ordeño.

El objetivo de este artículo no es una revisión de toda la literatura científica sobre la crianza de becerras, sino presentar algunos conceptos de la nutrición de becerras y el manejo de la producción y proveer algunos datos para ilustrar esos conceptos. Como consultar nutriólogos para los fabricantes de sustitutos de leche, compañías de alimentos, productores de becerras y establos grandes, la meta constante es la cría de becerras con el máximo desempeño y mínimos costos de producción. La clave es utilizar los recursos disponibles para minimizar costos e implementar prácticas de manejo para maximizar la salud y desempeño de la becerra.

La cría de becerras no debe ser complicada o difícil. Las becerras se benefician de una rutina precisa de un día tras otro. Las becerras deben de ser alimentadas a la misma hora cada día, con el mismo sustituto de leche, el mismo contenido de sólidos, la misma temperatura, y mezclado por la misma cantidad de tiempo cada día. Esta rutina aburrida minimiza los problemas digestivos los cuales son causados por la variación en la rutina o alimentos del día a día.

Cuidado Neonatal

El valor del calostro para la salud y bienestar de la becerra no puede ser subestimado. El calostro es rico en inmunoglobulinas la cuales forman parte de la inmunidad de la becerra neonata a aquellas enfermedades a las cuales la vaca ha sido expuesta, ya sean desafíos por enfermedad o vacunación. Más allá de las inmunoglobulinas, el calostro es una fuente rica de muchas moléculas bio-activas, como la relaxina, prolactina, insulina, factores de crecimiento tipo insulina 1 y 2, y leptina (Van Amburgh et al. 2014).

Mortalidad

En 1840, el Conde de Spencer determinó que el período de gestación de la vaca fue, en promedio, de 284 días con un rango de 220 a 313 días. Se reportó que los becerros nacidos antes de los 242 días de gestación no sobrevivían (Savage y McCay, 1942). Generalmente, la mortalidad es atribuida a diarrea, neumonía, y otros procesos de enfermedad. Probablemente una causa subyacente en algunas becerras es la inmadurez del sistema inmune u otras insuficiencias debido a la corta duración gestacional.

¿Qué causa que la becerra muera? Las becerras experimentan diarrea durante los primeros 14 días de vida, luego se presentan las enfermedades respiratorias, usualmente iniciando cerca del día 21. Hansen et al. (2003), examinaron los componentes genéticos de la mortalidad de becerras usando los registros de 764,511 becerras en Dinamarca. El reporte nacional inicia en 1997 lo que provee de un muy buen estimado de la mortalidad por un periodo de tiempo. La mayoría de las becerras que murieron durante los primeros 60 días de vida son aproximadamente 41% de muertes en los primeros 14 días, el 28% murieron entre los días 15 y 60, y el 31% murió entre los 2 y 6 meses de edad (Cuadro 1).

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Las pérdidas por muertes en los Estados Unidos son más altas que en Dinamarca. Los estándares de las prácticas de manejo en los Estados Unidos generalmente aceptan una mortalidad alta debido a que consideran a la diarrea como “normal” y como resultado se tienen números más altos de becerras muertas por deshidratación y por enfermedades respiratorias (la observación del autor). Un tratamiento diligente de la diarrea con una terapia de electrolitos es la mejor práctica de manejo para reducir la mortalidad de becerras. En la experiencia del autor, los productores de becerras generalmente dan dosis inadecuadas de la solución de electrolitos y el inicio muy tardío del tratamiento para mantener a las becerras vivas.

Morbilidad

En el curso normal de la cría de becerras, la diarrea es el desafío primario durante los primeros 10 a 14 días, seguido de las enfermedades respiratorias lo cual típicamente inicia cuando las becerras están cerca de los 21 días de edad. El antiguo protocolo contra la diarrea de retirar la leche y darles la solución de electrolitos resulta en una menor supervivencia porque las becerras necesitan la energía y la proteína provista por la leche o el sustituto de leche, por lo tanto, necesitan fluidos adicionales y la nutrición de los electrolitos provisto por la solución de electrolitos.

La recomendación actual es continuar ofreciendo a la leche y dar la solución de electrolitos basados en la condición de la becerra. Si la becerra tiene diarrea, pero si hay otro signo externo, proporcione 2 botellas de leche por día además de 1 botella de la solución de electrolitos. Las becerras que tengan signos de deshidratación como ojos hundidos, orejas caídas, o piel que se mantenga alzada de 1-3 segundos se deben dar 2 botellas de leche por día más 2 botellas de la solución de electrolitos. Las becerras que muestren síntomas severos como la inhabilidad de pararse, inhabilidad de mamar, ojos muy hundidos, o piel que se mantenga alzada más de 4 segundos necesita terapia IV con solución de Ringer-lactato (6 litros/día) o 3 botellas de electrolitos de Generación III más 2 botellas de leche. Los productores que dan la solución de electrolitos a las becerras con los primeros signos de diarrea más leche tendrán una muy baja pérdida por muertes porque previnieron que las becerras estuvieran severamente deshidratadas.

¿Cuál es el costo de las enfermedades en las becerras? Es más que el costo de la medicación y la mano de obra. Las becerras con diarrea a menudo se vuelven becerras con enfermedades respiratorias porque se vuelven más susceptibles con un sistema inmune debilitado por la diarrea. Van Amburgh et al (2014), reportaron que, por un periodo de ocho años, aproximadamente el 59% de las vaquillas tuvieron diarrea y/o tratamientos de antibióticos. La diarrea en las becerras no afectó significativamente la producción de leche, sin embargo, las becerras tratadas con antibióticos produjeron 492.6 kg menos de leche en su primera lactancia que aquellas becerras que nunca fueron tratadas (P<.01). La pérdida de la futura producción de leche y la alimentación son el mayor costo de la enfermedad en becerras y la salud tiene un impacto enorme en la productividad y ganancia de la leche.

El Desarrollo del Rumen es el Objetivo Primario para la Cría de Becerras

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FIGURA 1. Tracto Gastrointestinal del Becerro al Nacimiento (Dr. Akira Saito).

Las becerras nacen con todos los componentes del tracto gastrointestinal pero las tres primeras cámaras, el rumen, retículo, y omaso, están inmaduros en el nacimiento. Cuando la becerra mama de la vaca o de una botella, la estructura llamada “canaladura esofágica” se cierra y dirige la leche directamente del esófago al abomaso donde la digestión de las proteínas se inicia. Cuando una becerra bebe agua del bebedero, la canaladura esofágica no se cierra y el agua cae en el rumen donde es necesaria para desarrollar y mantener la fermentación microbiana. Esta fermentación microbiana es la que causa que el rumen crezca y se desarrolle (figuras 1 y 2).

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FIGURA 2. Tracto Gastrointestinal de la Becerra a los 30 días de edad (Dr. Akira Saito).

El objetivo primario en la cría de becerras es maximizar el desarrollo del rumen y la tasa de crecimiento de las becerras. Hace setenta y cinco años, se creía ampliamente que el rumen se desarrollaba por el consumo de fibra por los becerros jóvenes, pero se demostró que esta creencia errónea era falsa en los tardíos 1950’s y a principio de los 1960’s por investigaciones que demostraron definitivamente que el rumen se desarrolla debido a la fermentación del almidón y los resultantes ácidos grasos volátiles. Lógicamente, uno podría pensar, ya que el bovino es un rumiante, y los rumiantes pueden digerir fibra, alimentar con fibra beneficiaría a los becerros, pero, de hecho, el consumo de fibra por los becerros jóvenes es detrimental y contribuye a la ulceración del abomaso. Alimentar con heno u otros alimentos fibrosos no está recomendado hasta que los becerros tengan de 4-5 meses de edad cuando el desarrollo del rumen haya progresado hasta el punto donde ellos puedan digerir fibra en el rumen.

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FIGURA 3. Rumen de la Becerra, a las 6 semanas de edad alimentada sólo con Leche (Heinrichs et al.)

Dr. A.J. Heinrichs et al., han publicado fotografías (figuras 3, 4, y 5) del tejido del rumen en becerras alimentadas con varias dietas en una recreación de la investigación clásica de Tamate et al. (1962). Estas imágenes muestran claramente que el desarrollo del rumen está llevado por el almidón fermentable en la dieta (granos) y no es llevado por el consumo de leche o fibra.

La serie clásica de estudios publicados por J. Hodgson en 1971 mostraban que el caso del desarrollo del rumen era por el consumo de alimento e indicaba el nivel del desarrollo del rumen en las becerras. Las becerras que consumían más alimento iniciador tenían un mayor desarrollo del rumen y así mismo, las becerras que tenían mayor desarrollo del rumen consumían más alimento iniciador. La aplicación práctica de este conocimiento es siempre proveer la mayor calidad, el alimento iniciador más denso en nutrientes para las becerras todo el tiempo. Si las becerras no comen, no ganan peso y no desarrollan su rumen.
Qué Información es conocida contra qué información es usada en la práctica

Se dice que la industria avícola utiliza el 85% de lo que se sabe sobre la cría de aves en la producción comercial. Al contrario, sólo el 15% de lo que sabemos a cerca del ganado es utilizado en la producción comercial. Con las becerras, se ha sabido por casi 50 años que el rumen se desarrolla debido al consumo de almidones fermentables y así muchos productores continúan alimentando con heno a las becerras jóvenes. Se sabe desde hace 20 años que las becerras que crecen más rápido durante los primeros 60 días producen más leche en su primera lactancia. Desde entonces se ha demostrado que esas vaquillas de crecimiento rápido producen más leche en cada lactancia. A pesar de este amplio conocimiento, muchos productores continúan manteniendo hambrientas a las becerras al alimentarlas sólo con 500 g/día de sustitutos bajos en proteína/altos en grasa. Así que, ¿cuál es el estado del conocimiento para la alimentación de las becerras y cómo podemos aplicar estos principios a las recrías?

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Cumpliendo con las necesidades de proteína y energía de la becerra – Tasa de alimentación y consumo del sustituto de leche

Las becerras tienen requerimientos de nutrientes para mantener funciones como la temperatura corporal, movimiento normal, etc. Los requerimientos para mantener la energía son bastante altos pero el requerimiento de proteínas es algo bajo (Cuadro 2). La situación opuesta existe para las necesidades de nutrientes para el crecimiento. Las becerras necesitan una alta cantidad de proteína para el crecimiento, pero bastante baja para energía adicional para el crecimiento. La Figura 6 muestra el promedio de la ganancia diaria de peso de las becerras alimentados con dos niveles de consumo de sustituto de leche, ya sea 1.25 ó 1.75% del peso corporal (BW) por día y alimentados con uno de cuatro diferentes niveles de proteína. Comparando la tasa de crecimiento de las becerras alimentadas con la baja contra el nivel alto de consumo, la tasa de crecimiento de las becerras alimentadas con 1.75% de BW tuvieron aproximadamente dos veces la tasa de crecimiento de las becerras alimentadas con 1.25% BW.

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FIGURA 4. Rumen de la Becerra, a las 6 semanas de edad alimentada con Leche y Heno (Heinrichs et al.).

Es notable que al alimentar con 140% de sustituto de leche resultó en un 200% de ganancia, por lo tanto, bajando el costo de ganancias por cerca del 24%. Usando los datos de Bartlett et al. (2006) que muestran que el incremento de la tasa de la alimentación del 1.25% BW al 1.75% BW resulta en un incremento promedio de la ganancia de peso del 0.41 al 0.69 kg/día (becerras alimentadas con un 22% Proteína Cruda). Si el sustituto de leche (o la leche) tiene un valor de $2.80 USD/kg de materia seca ($0.336 USD/kg por leche con 12% sólidos) luego alimentando a una becerra de 45 kg con 1.25% BW en costos de materia seca con costos de $0.336 USD/0.12 x 45 x 0.0125 = $1.575 USD/día lo cual incrementa en $2.025 USD/día cuando el consumo diario se incrementa a un 1.75% BW. El costo diario es importante, pero el costo por unidad de ganancia y a largo plazo de ganancia-sobre-inversión es un criterio más importante sobre el cual se construirá el programa de becerras. Con la tasa de alimentación de 1.25% BW, el costo/kg ganancia = $1.575 USD/0.41 = $3.84 USD/kg ganancia. En comparación, la tasa de alimentación 1.75% BW resulta en un costo de ganancia de $2.025 USD/0.69 = $2.93 USD/kg ganancia lo cual es un 23.7% de reducción en el costo de la ganancia.

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La investigación de Bartlett et al. (2006), también demostró varios principios que han demostrado previamente. Primero, el incremento del consumo de energía diaria, a través del incremento de la tasa del consumo de la alimentación del sustituto, incrementa la tasa de ganancia en la becerra. Más consumo de leche significa más crecimiento. Segundo, estos datos demostraron que el incremento de la cantidad de proteína en el sustituto de leche incrementa la tasa de ganancia, así mismo. Noté, sin embargo, que la tasa de la ganancia decrece para las becerras alimentadas con 1.25% BW cuando el contenido de proteína fue del 26% comparado con el 22%.

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FIGURA 5. Rumen de la Becerra, a las 6 semanas de edad alimentada con Leche y Granos (Heinrichs et al.).

Cuando la energía es limitada, en otras palabras, cuando el consumo de sustituto de leche diario es muy bajo y las becerras no tienen suficientes calorías para crecer, hay un costo metabólico a disponer del exceso de proteína y la ganancia se redujo realmente por el costo del exceso de proteína. Sin embargo, cuando el consumo de alimento fue del 1.75% BW, las becerras alimentadas con un 26% de proteína crecieron más rápido que las becerras alimentadas con el 24% de proteína porque a este nivel de energía ellas necesitan proteína adicional para crecer.

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FIGURA 6. Ganancia Diaria de Peso de Becerras Alimentadas con Niveles Crecientes de Proteína en Dos Tasas de Alimentación (Bartlett et al. 2006).

Debe haber siempre un balance entre el consumo de energía y de proteína para asegurar un crecimiento eficiente. Las becerras alimentadas sólo con 500 gramos de sustituto de leche por día necesitan sólo un 14% de proteína en el sustituto de leche, pero como el consumo diario se incrementa, los requerimientos de proteína se incrementan rápidamente y se estabiliza en un 26-28% de proteína.

Las vaquillas Jersey y las Holstein pequeñas requieren proteína elevada a un nivel dado de consumo porque ellas tienen un menor requerimiento de energía debido a sus bajos pesos corporales. Si se administra la proteína adecuada estas pequeñas becerras ganarán peso más rápido que becerras más grandes alimentadas con la misma cantidad de sustituto de leche cada día. Si la proteína es deficiente, las becerras crecerán más lentamente y almacenarán más grasa corporal. Si la energía es deficiente, usualmente debido al bajo consumo del sustituto de leche, el crecimiento es lento y los costos son muy altos pero las becerras tienen un crecimiento magro sobre un marco corporal adecuado. Cuando la proteína y la energía están en balance, las becerras generan músculo y hueso rápida y eficientemente.

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Es importante el mantener un apropiado balance de proteína: energía para las becerras para que generen músculo y hueso eficientemente con un costo mínimo por kg de ganancia. El contenido de proteína debe ser aproximadamente el doble del contenido de grasa pues las becerras no metabolizan la grasa bien y una gran proporción de la grasa en la leche o en el sustituto de leche es depositada como grasa corporal. Los productores de leche dicen que no quieren a sus vaquillas gordas, pero el alto contenido de grasa de los sustitutos de leche, incrementan la grasa corporal de las vaquillas que lo consumen. Los productores de leche, quienes alimentan con leche entera o leche de desecho deben de suplementar con un balanceador de alta-proteína/bajo en grasa para acercar la relación general de proteína: grasa a un 2:1 que se encuentra en la leche y proveer de vitaminas y minerales traza que están deficientes en la leche.

La ganancia rápida en los primeros seis días incrementa la producción de leche en cada lactancia.

Los investigadores Israelitas Bar Peled et al. (1997), publicaron su investigación la cual ha revolucionado la alimentación de las becerras en los pasados 19 años. Las becerras fueron alimentadas con uno de dos tratamientos: 1) sustitutos de leche en botellas dos veces por día en la forma tradicional; 2) se dejó a las becerras amamantarse de la vaca por 15 minutos, tres veces al día, con dos becerras por vaca. Los resultados de ambos fueron muy predecibles y muy sorprendentes. Las becerras que amantaron tuvieron un peso mayor durante los primeros 42 días que aquellas becerras alimentadas con botellas (73.4 contra 61.9 kg, P<.01).

Las becerras que fueron amamantadas, las que consumieron un promedio de 16.9 kg de leche por día, no consumieron el alimento concentrado iniciador o forraje cuando ambos estaban disponibles ad libitum. Después de un destete abrupto, las becerras que se amamantaron perdieron casi 1.5 kg/día durante la primera semana después del destete y pesaron menos que las becerras alimentadas tradicionalmente a las 12 semanas de edad (88.3 contra 98.2 kg, P<.05). Si esto fue la única información aprendida de esta investigación, es dudoso que el estudio hubiera sido publicado en la Revista de Dairy Science. La parte fascinante del estudio es lo que pasó a las vaquillas mucho después del periodo de destete.

Las becerras que se amamantaron concibieron a los 394 días de edad comparadas con los 426 días para las becerras alimentadas con botellas (P<.05) y aunque más pesadas (358.6 contra 327.2 kg, respectivamente), los pesos no fueron estadísticamente diferentes (P>.05) tampoco la tasa de concepción fue estadísticamente diferente (83.4 contra 74.2%, respectivamente). La primera producción de leche de la lactancia fue más alta para las vaquillas del grupo que fue amamantado que en las vaquillas de la alimentación tradicional (9624 contra 9171 kg, respectivamente, en 300 días, P=.08). Esto fue un descubrimiento importante para esta investigación: las becerras que ganaron más peso en los primeros 42 días parieron a una edad más joven (669 contra 700 días, respectivamente, P=.05) y produjeron más leche que las que fueron alimentadas en el programa tradicional con una tasa de crecimiento más lenta (cuadro 3).

Cerca de los veinte años de la publicación de la investigación de Bar-Peled et al. (1997), la investigación y la experiencia de campo mostraron que las becerras que crecieron a una tasa más rápida en los primeros 60 días produjeron más leche en cada lactancia.

Alimento iniciador para becerras y el destete.

Hay muchas recomendaciones diferentes en lo que concierne a cuando las becerras deben ser destetadas. Una investigación de la Universidad Estatal de Kansas por Greenwood et al. (1997), compararon tres criterios diferentes de destete basándose en el consumo de alimento de 1.0, 1.5 ó 2.0 por ciento del peso corporal de las becerras. En su estudio las becerras fueron desatadas a unas edades promedio de 31.7, 42.9 y 45.2 días para los tratamientos de 1.0, 1.5 y 2.0% BW, respectivamente.

Determinaron que las becerras fueron exitosamente destetadas cuando el siguiente criterio fue cumplido: 1) la becerra está saludable; 2) la becerra tiene al menos 21 días de edad; 3) la becerra está consumiendo el alimento iniciador igual o mayor al 1% del peso corporal inicial; y 4) el consumo acumulativo del iniciador es igual o mayor al 9% del peso corporal inicial de la becerra. La investigación anterior de la Universidad Estatal de Kansas ha mostrado un destete exitoso sólo a los 14 días de edad, pero hay una pequeña aplicación práctica al destete a los 14 días en grandes explotaciones.

Destetar a las becerras a los 28-42 días se ha vuelto muy común en varias explotaciones de becerras en EE.UU. que siguen estos 4 criterios para destetar. Siempre basando las decisiones de destete sobre el consumo del alimento iniciador y no sobre la edad o el peso de la becerra.

Incorporando la ciencia en el programa económico de alimentación en Establo.

La información científica es inútil si no se puede incorporar fácilmente en el programa de alimentación de becerras en establo y el mejor programa de alimentación fallará si no es económico para que el productor use dicho programa. Alimentar con una alta cantidad de leche por día, pero por pocos días con un destete temprano típicamente resulta en una cantidad total similar al del sustituto de leche por becerra, pero con menos días de trabajo y con instalaciones ocupadas por becerra.

Una comparación económica de cría convencional contra intensiva por Overton et al. (2014), demostró que el costo de una inversión general es similar por vaquilla (cuadro 4). Como era de esperarse, las vaquillas alimentadas en un programa intensivo de alimentación eran más jóvenes cuando parieron e iniciaron la producción de leche más temprano. Además, las vaquillas alimentadas en el programa intensivo produjeron una cantidad mayor de leche lo cual resultó en una ganancia adicional de $199 USD/cabeza de vaquilla criada en un programa intensivo.

El objetivo de un crecimiento rápido y eficiente requiere de una cantidad mayor de sustituto de leche a ser alimentado con programas tradicionales de sustituto de leche. La recomendación del programa manejo y alimentación actual es:

1) Alimentar con leche o sustituto de leche en 2 cuartos o 2 botellas de litro. Comparando las botellas con los baldes, las becerras alimentadas con botellas tienen menos problemas digestivos, menos trabajo asociado con la alimentación de leche, más limpieza, y una alimentación con una temperatura más consistente de la leche que las becerras alimentadas con baldes.

2) Alimentar primero a las becerras más jóvenes en la mañana y progresivamente con los más grandes hasta que los mayores sean alimentados al último en la mañana. Y en orden inverso en la tarde, los mayores primero y los menores al final. Este método le da a las becerras más jóvenes, que son las más sensibles, un período de tiempo mayor entre alimentaciones.

3) Programa de alimentación: tanto 2 botellas/día por 2 semanas, o 3 botellas/día por 3 semanas, o 2 botellas/día por 2 semanas, y después 1 botella/día por 1 semana y destetar al día 49 o el programa más nuevo de 2 botellas/día del día 1 al 6, 3 botellas/día del día 7 al 16, 2 botellas/día del día 17 al 28, 1 botella/día de los días 29 al 35, y destetar el día 35.

4) La composición de la leche o el sustituto de leche: 28% de proteína/15% grasa mezclado a una tasa de 180 gramos/litro o leche mezclada con un 30% de proteína/5% grasa y balanceador para proveer 180 gramos/litro en la mezcla final. La investigación de la Universidad de Minnesota (Chester-Jones et al., 2014) compararon el desempeño de las becerras alimentadas con 680 gramos/día con un 28% proteína/16% grasa con el sustituto de leche el cual se alimentó ya sea con 1.9 ó 2.85 litros por alimentación. Ambos grupos de becerras fueron alimentados con la misma cantidad de sustituto de leche por día con sólo siendo la diferencia de la cantidad total de la solución alimentada. Notablemente, las becerras alimentadas con 1.9 litros pesaron más que las alimentadas con 2.85 litros por alimentación. Las becerras alimentadas con 1.9 litros pesaron 81.7 kg y las alimentadas con 2.85 litros pasaron 76.8 kg en el día 56 (P<.05). En investigaciones previas con becerros para carne de ternera mostraron que el desempeño de los becerros fue mejor cuando la concentración de sustituto de leche está en un rango de 150-180 g/litro (datos no mostrados).

5) Los ingredientes del sustituto de leche incluyen: suero, proteína concentrada de suero o leche descremada en polvo, proteína hidrolizada de trigo (Nutrior), proteína concentrada de soya, Phodesweet (edulcorante), Phode VeO Smack (sabor y reductor de estrés), Lallemand MOS y Levucell SB, minerales traza orgánicos, y vitaminas.

6) El alimento iniciador de las becerras consta de: >50% centro entero de maíz, 5% avena entera o cebada rolada, 3% melaza líquida, y 37% suplemento de pellets conteniendo pasta de soya, harina de pescado, granos de destilería secos con solubles, harinilla de trigo, harina de alfalfa, minerales traza orgánicos, vitaminas, productos de extracto de plantas – Phode Optifeed (pre-iniciador) o Oleobiotec (alimento de corral), y Lallemand Levucell SC.

7) El Estándar de Oro de la Asociación de Becerras y Vaquillas Lecheras invitan a duplicar el peso al nacimiento de la vaquilla al día 60. El programa esbozado aquí producirá vaquillas que duplican el peso al nacimiento en los días 52 al 55. Alimentar con sustituto de leche alto en proteína/grasa media o leche Pasteurizada de desecho + balanceador junto con un destete temprano resulta en un crecimiento eficiente y económico en las becerras y una alta producción de leche en las vacas.

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Artículo publicado en Entorno Ganadero

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