Dogmas y paradigmas de la crianza de vaquillas de reemplazo en México

Dvm Ph.D  Nicolás Arias V. 
Lattech Consultores

¿Qué tan buenos hemos sido criando nuestros reemplazos? Si hago memoria recuerdo perfectamente cuando éramos deficitarios en reemplazos y era una práctica común la importación de jaulas de vaquillas provenientes de nuestros dos vecinos del norte según nos gustara esa genética.

Posteriormente, cuando a estos dos vecinos les aparecieron casos de encefalopatía espongiforme, conocida como enfermedad de la vaca loca, y se cerrara la frontera a la importación de ganado, empezamos a traer reemplazos de Nueva Zelanda y Australia, y vimos las diferencias de dicho ganado con el nacional y no nos gustaron los desempeños de dichos animales, fue que entonces la vida nos forzó a mejorar la crianza de reemplazos, y reducimos la mortalidad de becerras neonatas, pero por un tiempo con eso nos conformamos y llevamos nuestras becerras mal desarrolladas y perdiendo rentabilidad en este sector, hoy con todo lo que hemos aprendido y entendido de la biología del crecimiento, hemos visto que no hay diferencia en producción de leche en la primera lactancia si nuestras becerras tienen su primer parto a los 21 meses o a los 24 meses, solo con la condición de que ambas hayan sido inseminadas y quedado preñadas con el mismo peso que hoy sabemos que deberá ser el 55% del peso maduro de nuestras vacas, el cual se alcanza entre la 3ª y 4ª lactancia, y están entre los días 100 y 120 días en leche con una condición corporal de 3.0, en lo medido de manera personal, en 6 establo de la Comarca Lagunera el peso promedio fue de 700 kilos +/- 40 kilos, lo que nos llevó a determinar un rango de peso de becerras a primera inseminación de 370-402 kilos, lo que nos dio un peso promedio objetivo de 386 kilos, entonces fue que nos dimos a la tarea de lograr ese peso objetivo a la edad de 12 meses, y siguiendo con objetivos de la Asociación de Criadores de Becerras Holstein donde fijaron un objetivo de ganancia de 850 gramos diarios en la etapa de 0-60 días, fue que nos dimos cuenta que no lo estábamos logrando y empezamos con un sistema diferenciado de alimentación en la terneras neonatas.

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Lo primero que hicimos fue destruir el dogma de que a las becerras hay que darles el 10% de su peso corporal de leche, ya que este conocimiento fue generado bajo las observaciones de Savage & MCkay publicado en 1942, y que hace referencia a trabajos publicados en 1923 por Maynard y Morris quienes describen cómo criar reemplazos con una limitación en el ofrecimiento de leche, dados los resultados que fueron descritos como crecimiento normal investigado por Eckles en 1920 quien para su observación la ganancia diaria la cual determinó normal de 640 gramos/d, y si multiplicamos esa ganancia diaria por los 60 días vemos que ganaban 38.4 kilos, que es muy similar al peso con el que nacieron y así fue como nació el dogma de que las becerras que duplican su peso de nacimiento estaban haciendo un buen papel, pero con la determinación de que deben ganar ≥850 gramos / día, vemos que quedan muy por debajo de lo esperado.

¿Cómo empezamos a solventar esta deficiencia?… Con un sistema de incremento de nutrientes provenientes de la leche, enriqueciendo la leche que damos que es la leche de vacas enfermas más la leche de la línea de ordeña toda propiamente pasteurizada, y que nos salía con 12% de sólidos, le incrementamos estos sólidos con un sustituto de leche alto en proteína y bajo en grasa para lograr que esta leche adicionada o enriquecida tuviera 15% de sólidos, entendiendo que la fuente de energía más importante para la ternera neonata no es la grasa, siendo la lactosa más importante, todo esto nos apoyamos en el conocimiento de varios autores que demostraron que las ganancias mejoradas en la jaula impactaban la producción de leche en la primera lactancia.  Llegando a un resultado expuesto por Alex Bach en 2012 quien determinó que por cada 100 gramos de ganancia diaria más en la etapa de 1-60 días ganarían una producción de leche de 226 kilos.Dogmas y paradigmas de la crianza de vaquillas de reemplazo en México Dogmas paradigmas crianza vaquillas reemplazo

Pero ¿Qué fue todo este río de ciencia en nuestra realidad cuando pusimos en marcha este plan de alimentación mejorada?… Como lo podemos ver en las gráficas siguientes, logramos 8.46 kilos más pesadas nuestras becerras con esta nueva idea de alimentación que nuestras terneras con la alimentación convencional, y hasta 198% más de Ganancia Diaria de Peso en los primeros 15 días de vida.

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A estos grupos de terneras les estuvimos dando seguimiento hasta que tuvieron su primer lactancia y la completaron, y lo observado fue que llegaron más tempranamente a la edad fisiológica donde tuvieron sus primeros celos más jóvenes y con más peso, lo que nos permitió inseminarlas a la edad 12.5 meses de edad, y al ya poder ver sus desempeños productivos durante esta primer lactancia nos arrojó que estos animales con alimentación mejorada produjeron 700 kilos más de leche que el grupo de vaquillas que 198% tuvieron una alimentación tradicional, si sumamos el beneficio económico de parir 60 días antes, y más leche nos convenció de adoptar este modelo que parecería más costoso por la inversión en incrementar los sólidos de la leche con un retorno de inversión de 4:1 haciendo una toma de decisión muy sencilla con estos números.

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Con todo lo anterior descrito fue que primero rompimos el paradigma de que existe una diferencia entre la edad a primer parto y la producción de leche en esa primera lactancia, y rompimos con un dogma que la ganancia diaria de peso debe ser de 640 gramos diarios o que el simple hecho de duplicar el peso al nacimiento fuera lo ideal en la etapa de los primeros 60 días de vida de una ternera.

En conclusión, quiero decir que si usted quiere tener buenas vaquillas de producción, primero tenga buenas becerras, que ellas no olvidan, si les damos bien en su formación ellas nos darán bien en su producción.

Artículo publicado en “Entorno Ganadero Diciembre Enero 2024

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