Gestión de nutrición sin el uso de antibióticos

Dr. Steve Blezinger
Artículo enviado por ICC

Consultor de gestión y nutrición, Sulphur Springs, Texas.
Dr. Steve Blezinger ou pelo
903 (352) -3475-0791

A partir de enero de 2017, la FDA (Agencia Federal del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos) ha implementado reglamentos más rigurosos para antibióticos comúnmente utilizados en la industria de alimentación animal. Productores de ganado y de aves fueron acusados del uso excesivo de antibióticos, en particular, los que estimulan el crecimiento, es decir, teniendo como objetivo el aumento de la eficiencia del alimento y de las ganancias.

Los antibióticos que más preocupan tanto la comunidad médica como los consumidores, son los considerados clínicamente importantes para el uso humano. Ha sido posible observar que diversos agentes infecciosos que afectan humanos se han vuelto más resistentes a los antibióticos comúnmente utilizados hace años para el tratamiento humano.

La transmisión de bacterias (en el caso, bacterias resistentes a antibióticos) de animales para humanos es sumamente compleja. La causa más probable para ese problema puede ser la prescripción excesiva de antibióticos por parte de los médicos y la mala administración de los medicamentos por parte de los pacientes. En cualquier caso, las industrias avícolas y de ganadería están bajo presión para reducir (o eliminar) el uso de antibióticos en el alimento.

Aunque en el inicio el enfoque haya sido los antibióticos administrados por medio del alimento, es decir, aquellos específicamente utilizados para promover el crecimiento, la discusión se extendió al uso de antibióticos inyectables para fines terapéuticos, en gran medida debido a la falta de comprensión del consumidor acerca de los aspectos básicos de la gestión de la sanidad animal. La demanda por productos alimenticios orgánicos y libres de antibióticos es una creciente tendencia. La industria de lácteos está liderando este cambio.

Afortunadamente, el uso de antibióticos en el alimento en los últimos años ha sido mínimo. El uso de antibióticos como la clortetraciclina ha sido común en programas para terneros para reducir la diarrea y los problemas respiratorios. El uso de otros antibióticos, como Rumensin, se ha hecho bastante difundido. Pero a pesar del Rumensin (monensina sódica) ser técnicamente un antibiótico, no fue objeto de tanto escrutinio por no ser considerado un medicamento relevante para los humanos, siendo utilizado solamente para la mejora de la eficiencia del alimento y no para promover el crecimiento.

Por ello, en general, la industria de lácteos puede no ser un objeto tan grande de la presión popular para la reducción/eliminación de los antibióticos como las industrias de carne porcina o de aves lo son, pero, aun así, la presión existe.

Gestión de nutrición sin el uso de antibióticos Gestion nutricion antibioticos 1MINIMIZANDO EL USO DE ANTIBIÓTICOS EN LA HACIENDA

La mayoría de las haciendas con las cuales he trabajado al largo de los años, productoras de lácteos o no, siempre tuvo la preocupación en minimizar el uso de antibióticos para, al menos, obtener una reducción de costos. Aunque los datos de base acerca de la eficacia de esos productos estén disponibles hace años, es posible que el costo adicional, que no siempre puede ser estimado, sea considerable. Además, los costos de otros medicamentos terapéuticos inyectables también han aumentado excepcionalmente durante los últimos años. Si hay una oportunidad para reducir completamente el uso de antibióticos en la ganadería, pero sin perjuicios de la salud y el bienestar animal, ella deberá ser considerada. Esto auxiliará la mejoría de la percepción del consumidor en función de las prácticas ganaderas y, potencialmente, reducirá costos.

Dicho esto, el productor debe trabajar conjuntamente con los veterinarios, los nutricionistas y el equipo de la hacienda, para establecer un plan viable que tenga como objeto la reducción del uso de antibióticos. La reducción del uso de los antibióticos no ocurre de la noche a la mañana, en particular si la hacienda es altamente dependiente de esas herramientas, lo que generalmente ocurre. En segundo lugar, implementar un programa de este tipo implica distintas fases, puesto que requiere cambios en diversas áreas de administración de la hacienda.

Uno de los aspectos significativos que constituye parte del plan de reducción de antibióticos es el programa de nutrición. Años de investigación y numerosos estudios han relacionado la nutrición y la salud de los animales a los lácteos. Establecemos programas de nutrición con el objetivo de alcanzar distintos aspectos. Esencialmente, el programa de nutrición fue diseñado para auxiliar en las ganancias de producción (así se espera), componentes y reproducción. La sanidad animal es un factor igualmente importante a considerarse cuando un programa de nutrición es diseñado e implementado. Consideremos algunas de las medidas a adoptarse para auxiliar la sanidad animal, con el objetivo de reducir el uso de antibióticos en la hacienda:

1. NUTRICIÓN BÁSICA Y SALUDABLE.
Aunque esto parezca muy básico y demasiado simple, puede ser difícil mantener un programa de nutrición estable y adecuadamente balanceado, en particular con la economía agrícola de los últimos años. Mantener un balance adecuado de entrega de nutrientes para el animal no es algo tan simple como parece, especialmente cuando ningún centavo debe ser desperdiciado. Es importante recordar que la ingestión de materia seca (IMS), el balance de proteína y energía, los niveles adecuados de fibra, minerales y vitaminas, y la digestibilidad global del alimento son todos factores muy importantes para la producción, la reproducción y la sanidad de los animales.

2. OFRECER DIETAS ADECUADAS PARA TRANSICIONES, etapas de producción, genética, edad/ paridad, entorno, niveles de estrés. Todos estos y otros factores afectan los requisitos de nutrición del animal y deben ser considerados. Cuanto más precisa sea la alimentación de las vacas (alimentación de precisión), mejor será el respaldo a la producción, reproducción y sanidad (PRS).

3. MEZCLAR Y OFRECER ALIMENTOS del modo más preciso posible.

4. AJUSTAR LOS ALIMENTOS, según sea necesario, cuando los ingredientes (especialmente forrajes) cambiaren.

5. EL SUMINISTRO ABUNDANTE DE AGUA limpia y fresca es imprescindible y no debe ser subestimado en ningún caso.

6. HACER LO NECESARIO PARA REDUCIR EL ESTRÉS. Esto incluye:

a. Garantizar que hayan lechos y locales para descanso suficientes – evita el hacinamiento del espacio.

b. Garantizar que haya espacio suficiente en el comedero.

c. Adoptar medidas para reducir el estrés debido al calor/frío.

d. Monitorizar la salud de las piernas y las patas. Recortar los cascos según sea necesario, utilizar pediluvios, etc.

7. MANTENER LA HIGIENE GENERAL DE LA HACIENDA

Esto incluye todas las áreas: corrales, sala de ordeño, almacén de alimentos, etc.

8. MONITORIZAR MICOTOXINAS.
Las micotoxinas son inmunosupresores encontrados prácticamente en todos los lugares. Proporcionar un buen aglutinante de toxinas de amplio espectro.

9. CONSIDERAR LA POSIBILIDAD DE PROPORCIONAR ADITIVOS científicamente comprobados que mejoren el rendimiento de la salud de la vaca y/o del ternero.

Ya han sido identificados diversos aditivos y productos que afectan positivamente la salud y el rendimiento animal. Entre estos productos, están incluidos los de levadura y de pared celular de levadura, diversos microbianos de alimentación directa, aceite esencial (extractos vegetales), aglutinantes de micotoxinas, fuentes de enzimas, etc. En muchos casos, el principal efecto de los aditivos alimentarios de esta naturaleza es auxiliar en la reducción del estrés. Es importante destacar que el estrés es conocido por suprimir el rendimiento inmunológico, por eso, acciones para reducir el estrés animal auxiliarán en la manutención de la salud y el rendimiento general del animal.

Existe una cantidad ilimitada de combinaciones de productos/aditivos que pueden trabajar sinérgicamente para la mejoría de la salud y del rendimiento de los animales, además de, potencialmente, reducir o eliminar la necesidad de adición de ciertos medicamentos al alimento. Para obtener la combinación adecuada de aditivos o el uso de aditivos aislados, así como los protocolos generales de gestión de la alimentación, es necesario realizar algunas investigaciones, intentos y errores para que sean establecidos en todas las producciones de lácteos.

Ninguna hacienda es igual, y por eso, necesitan de un programa específicamente diseñado para ellas. Certifique de que todo lo que sea utilizado tenga una finalidad específica y sea basado en datos concretos. Cada componente individual tiene un costo, que debe ser identificado y comprobado económicamente. Es necesario que haya una rentabilidad positiva en la inversión.

CONCLUSIONES

La presión sufrida por el productor de lácteos (y por ganaderos y avicultores) para reducir el uso de antibióticos ha llegado para quedarse. Aunque en algunos casos esto pueda dificultar la administración de la vida y de la hacienda, en otros, fuerza a los productores a volverse mejores administradores. Elementos que auxilian en la mejora de la administración (y, con la suerte, en las ganancias) deben ser considerados como algo positivo y que los colocan en la dirección correcta.

Artículo publicado en Entorno Ganadero Diciembre-Enero 2020

Fernando Puga
Fernando Pugahttps://bmeditores.mx/
Editor en BM Editores, empresa editorial líder en información especializada para la Porcicultura, Avicultura y Ganadería.
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