La problemática de plagas en ranchos ganaderos y su control

MVZ. Mario Alberto Marín.

La miasis comúnmente conocida como “gusanera” es de distribución mundial, principalmente en las regiones tropicales y subtropicales (FAO,2010b). Estas miasis, se alimentan de los tejidos vivos o muertos del hospedero, de líquidos corporales o de alimentos ingeridos, donde la infestación de humanos y animales con larvas de dípteros es muy común. Las pérdidas económicas en la industria se deben a su efecto sobre la piel, el tejido muscular, donde predisponen la entrada de bacterias u otras especies de dípteros que complican el cuadro (Villar, 2007), con esto hay también reducción de la producción de leche, pérdidas en términos de ganancia de peso y fertilidad.

ETOLOGÍA Y CLASIFICACIÓN DE LAS MIASIS

MIASIS ESPECÍFICAS (OBLIGATORIAS PRIMARIAS): Son aquellas parasitosis que necesitan un hospedador para el desarrollo de sus fases larvarias. Se nutren siempre de tejidos vivos (Biontófagos), sin tener otro modo de vida que la invasión de éstos (Soler, 2000), pudiendo comprometer el estado de salud general. Las principales especies del trópico americano incluidas en esta categoría son: Cochliomyia hominivorax (gusano barrenador), Dermatobia hominis y Oestrus ovis (Valderrama, 1991).

MIASIS SEMI-ESPECÍFICAS (SECUNDARIAS O FACULTATIVAS): las larvas viven normalmente en materia orgánica en descomposición o en deyecciones de animales, pero pueden invadir tejidos necrosados o lesiones ulceradas. Son necrobióntofagas (consumo de tejidos tanto vivos como muertos) y por lo tanto, después de consumir el área afectada, inician el consumo de tejido sano. Es raro que originen una miasis como agente causal primario; se pueden encontrar como saprófagas en heridas o en cavidades infestadas por larvas del grupo específico.

Las principales especies de este grupo pertenecen a los siguientes géneros: Sarcophaga, Lucilia, Phaenicia, Calliphora, Muscina y Fannia (Valderrama, 1991).

MIASIS ACCIDENTALES: a este grupo pertenecen las larvas introducidas fortuitamente al organismo, asociadas por lo general con la ingestión de alimentos; por ello se encuentran en el tracto gastrointestinal; raras veces invaden vejiga, uretra, pulmón, u otros órganos. En este grupo podrían incluirse especies que infestan frutas y otros alimentos (Musca domestica, Drosophila spp. Piophila casei, Anastrepha spp.) (Valderrama, 1991).

La problemática de plagas en ranchos ganaderos y su control problematica plagas ranchos ganaderos 1CICLO DE VIDA

En general, los dípteros productores de miasis presentan varias formas en su ciclo biológico. Un adulto alado, un huevo, una fase larvaria, que pasa por 3 estadios: larva 1, larva 2 y larva 3, así como también otros 2 estadios (vermiforme y pupa). Adulto y pupa (se encuentran en el suelo) son fases de vida libre; sólo las larvas son parásitas (Duany et al., 2008; soler, 2000) y son las encargadas de producir las lesiones debido a sus hábitos alimenticios.

EPIDEMIOLOGÍA Y TRANSMISIÓN

C. homivorax, es endémica de las regiones tropicales y subtropicales del Nuevo Mundo (América del Norte, Central y del Sur, y las islas del Caribe). Los climas calurosos y húmedos son óptimos para su desarrollo (FAO, 1993), y pueden volar grandes distancias (20 Km/día) si las condiciones son favorables (Bárcenas, 2009). Las miasis zoonóticas por el C. hominivorax no es contagiosa, en la medida que un individuo enfermo no transmite la enfermedad a uno susceptible, pero se constituye en reservorio de este parásito externo (Forero et al., 2007b).

PATOGÉNESIS

Existen dos vías de infestación: la primera es directa, donde las moscas adultas buscan activamente al hospedero, como C. hominivorax y la mayoría de las especies que originan miasis específicas o semiespecíficas. En la segunda vía de infestación (indirecta), las moscas “utilizan” en una relación no parasitaria, otros artrópodos, generalmente hematófagos, como zancudos, moscas picadoras del ganado e incluso garrapatas, para hacer llegar las larvas hasta el hospedero vertebrado; este fenómeno se llama foresis; así procede por ejemplo, Dermatobia hominis (Valderrama, 1991), utilizando como vector la mosca Stomoxis calcitrans (Miranda, 2007). Los sitios típicos de infestación de C. hominivorax son heridas causadas por rasguños, picaduras de mosca y garrapatas, mordidas de perros y murciélagos vampiros, luchas con otros animales, heridas dejadas por la castración, el descorné, por esquileo, el marcado de animales con hierro para identificarlos, heridas causadas por alambre de púas y frecuentemente en los ombligos de los mamíferos recién nacidos (Bárcenas, 2009; APHIS, 2002).

Un animal infestado puede sobrevivir sólo unos días si la infestación es grave y no se trata pronto. En regiones infestadas por el gusano barrenador, hasta 90% de los animales recién nacidos pueden morir de la enfermedad si se descuida el tratamiento del cordón umbilical no cicatrizado (FAO, 1993). Aun con tratamiento, en particular si se demora, las infecciones secundarias pueden difundirse por el torrente sanguíneo y provocar septicemia. Las excreciones del gusano barrenador producen necrosis del tejido infestado, que por su olor, atrae otras especies de dípteros que infestan la zona externa mientras los gusanos barrenadores siguen agrandando y ahondando la herida (FAO, 2010a).

PATOLOGÍA

Según la FAO (2010a), los efectos patológicos de las infestaciones de la mosca C. hominivorax en el huésped parasitado pueden dividirse en cuatro grandes componentes: un efecto traumático (causado por las larvas al desgarrar los tejidos del huésped con los órganos bucales en forma de gancho), un efecto irritante (causado por el movimiento constante de las larvas dentro de la herida), infecciones secundarias de heridas exudativas (causadas por otros organismos contaminantes, como bacterias, virus, protozoos y hongos), y un efecto tóxico (causado por las excreciones larvarias de productos de desecho).

SINTOMATOLOGÍA

Los aspectos críticos de las miasis, con respecto a las lesiones y a los síntomas varían con la parte corporal afectada, especie de mosca y número de larvas presentes (Bárcenas, 2009). Cuando la miasis se presenta en la cabeza, hace que los animales la sacudan constantemente o la mantenga torcida, mientras que si afecta a los miembros puede originar cojera (Bárcenas, 2009). Los hospederos se muestran intranquilos, cesan su alimentación, pierden peso de manera significativa, se pueden alejar del resto de la manada y buscan áreas con sombra o aisladas donde echarse, la muerte puede ocurrir debido a toxemia, hemorragia o infección bacteriana secundaria. Además, la mayoría de los animales demuestra una falta de sensación en el sitio de la herida y en el área que lo rodea. La fiebre es ocasional, principalmente en animales recién nacidos (Forero et al., 2007b).

DIAGNÓSTICO

Las muestras de huevecillos, larvas o moscas deberán ser colocados en alcohol al 70%-95% y enviarse a un laboratorio de diagnóstico (Francesconi y Lupi, 2012). Debido a que las larvas del gusano barrenador penetran profundamente en una herida y a que pueden existir otras larvas facultativas más superficialmente en la misma herida, las muestras de larvas deberán ser colectadas de lo más profundo de la herida (Bárcenas, 2009). El diagnóstico de las miasis depende de la localización anatómica de las larvas en el cuerpo del huésped y se lleva a cabo normalmente por el examen parasitológico o por un examen post-mortem de los órganos internos. Existen además otros métodos de inmunodiagnóstico como ELISA (ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas) o PCR (reacción en cadena de la polimerasa) que reemplazan los exámenes parasitológicos y post-mortem, pero sólo se han estandarizado para unos cuantos tipos de moscas causantes de miasis (Otranto y Stevens, 2002; Traversa y Otranto, 2006).

TRATAMIENTO

Algunos de los compuestos aplicados para el tratamiento de la miasis incluyen: Cumafós (FAO, 1993), Doramectina (Anziani et al., 2000), Ivermectina (Anziani et al., 2000; Benitez et al., 1997; Jeannin, 1999; Osorio et al., 2006), Cipermetrina (Forero et al., 2007a), Fipronil 1% (Lima et al., 2004), Aceite de Turpentina (Rahman et al., 2009), pomada al 10-30% de semillas del árbol de Nim (Azaridachta indica) (Vidal et al., 2007). En el caso de miasis establecida, el tratamiento con ciertos insecticidas, en particular agentes organofosforados, permite destruir las larvas, sin embargo, la herida del animal 42 tiende a ser re-infestada, siendo necesario un monitoreo y el ulterior tratamiento de los animales (Jeannin, 1999).

La problemática de plagas en ranchos ganaderos y su control problematica plagas ranchos ganaderos 2PREVENCIÓN Y CONTROL

Para definir el manejo adecuado de las miasis se deben tener en cuenta el tipo, la localización y estado de las lesiones, el tiempo de evolución, las infecciones agregadas y el estado general del paciente. Deben evitarse prácticas como la extracción mecánica de larvas sin el conocimiento clínico necesario, ya que se puede puncionar o romper la larva dentro de la herida y sus fluidos pueden ser tóxicos o desencadenar un choque anafiláctico o, posteriormente, infecciones bacterianas (Valderrama, 1991). En los últimos años, se han venido desarrollando nuevas alternativas de manejo de las miasis, como el uso de vacunas, sin embargo, a pesar de su función protectora contra las larvas de las miasis, todavía es controvertido su uso debido a que no inducen el efecto de descenso rápido producido por los pesticidas químicos (Otranto, 2001; Otranto y Stevens, 2002).

Se deben cumplir las buenas prácticas ganaderas, reducir las posibilidades de contraer una miasis aplicando tratamientos adecuados y oportunos a las heridas (insecticidas) y realizando una lucha regular y sistemática contra otros ectoparásitos del ganado, siempre utilizando principios de sostenibilidad ambiental (FAO, 1993).

Considerar otras alternativas de control de las miasis, por ejemplo vacunas, métodos biológicos usando hongos entomopatógenos, Bacillus thuringiensis, y ácaros foréticos para combatir las larvas de D. hominis y O. ovis (Otranto y Stevens, 2002), o estrategias tales como la técnica de los insectos estériles (TIE), para erradicar C. hominivorax acompañado de las otras medidas de lucha y prevención (Anziani et al., 2000; Bárcenas, 2009; FAO, 1993; Forero et al., 2007a).

FUENTE:

• Betancur, O*, Giraldo, C**, Moncada, J***. Miasis (gusanera), un problema latente en la ganadería. Focus técnico No. 10. Publicación de Novartis de Colombia S. A. Sanidad Animal. Bogotá. Junio de 2013.
*MVZ. Esp. PhD © Director Científico Novartis de Colombia SA. Bogotá. Colombia.
**MVZ. Consultor particular.
***Representante de ventas Novartis de Colombia SA.

Artículo publicado en Entorno Ganadero

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