Sabemos que la industria lechera en nuestro país ha sufrido desde hace muchos años diversos problemas que han puesto en peligro la permanencia de muchos establos y la estabilidad financiera de los ganaderos. El precio de venta de la leche no siempre es suficiente y en diversas ocasiones el productor debe vender por debajo del costo de producción, esto se ve aún más afectado por la sobreoferta de leche del mercado global. Las autorizaciones para importar leche en polvo muchas veces dejan fuera al productor nacional y por si eso fuera poco, hoy por hoy enfrentan el inminente efecto de tratados comerciales internacionales que traerán un ambiente en el mercado de mayor competencia y exigirá a los ganaderos ser más eficientes y más competitivos.
Sin ser capaces de influir en la inercia del mercado mundial, los productores de leche Mexicanos quedan con menos y menos opciones para controlar los márgenes y sobrevivir en las épocas difíciles.
Dado que la alimentación representa el gasto más grande en costos de producción, re-evaluar los programas de alimentación podría ayudar a los productores a mejorar su sustentabilidad económica a pesar de las adversidades que se viven actualmente. Por ejemplo el costo de la proteína de la dieta, ¿realmente se estará recuperando al final del proceso la inversión realizada en dicha proteína en su totalidad? y ¿cuánta de esta proteína es realmente necesaria?
La mayoría de las fuentes de proteína son descompuestas en amoníaco (alrededor del 65%) por los microorganismos rumiantes para luego reconstituirse como proteína microbiana y un pequeño porcentaje logra abandonar el rumen por sobrepaso siendo esta la Proteína no Degradable en Rumen (RUP por sus siglas en Inglés). Las proteínas (microbianas o del alimento) que consiguen llegar al intestino delgado se descomponen ahí y son absorbidas así como sus componentes de aminoácidos que son utilizados para construir proteínas de la leche. Entonces, ¿por qué alimentar a las vacas basándonos únicamente en Proteína Cruda y no en los aminoácidos que realmente necesitan para alcanzar su máximo potencial? ¿Cómo podría el hecho de considerar esta situación ahorrarnos dinero?
ANÁLISIS DE MATERIAS PRIMAS
Los ingredientes de una dieta son siempre diferentes. Todas las materias primas de origen vegetal tendrán un contenido nutricional con mucha variabilidad debido a las diferentes condiciones de cultivo y desarrollo, esta variabilidad es aún más extrema en las materias primas que han sufrido cualquier tipo de procesamiento. En la mayoría de las ocasiones solamente se cuenta con los valores aproximados del análisis nutricional de los forrajes, las fuentes de energía y fuentes de proteína, por lo que la Ración Total Mezclada (TMR por sus siglas en Inglés) se construye alrededor de estos datos. El contenido de aminoácidos de los productos de origen vegetal no tratados seguirá algunas veces, un patrón en relación con sus niveles de Proteína Cruda, sin embargo, los materiales que han sido sometidos a procesamiento o tratamiento térmico, tales como Pasta de Soya, Pasta de Canola, DDGS de Trigo o Maíz, son mucho más variables, ya que algunos aminoácidos pueden ser dañados o destruidos durante dicho proceso. Esto es especialmente importante en el caso de la Lisina, (que se somete a reacciones de Maillard con azúcares), la Arginina y la Histidina (que es el tercer aminoácido limitante en la producción lechera).
El conocimiento es poder, y conocer los perfiles de aminoácidos metabolizables de sus materias primas, asegurará una mayor precisión al optimizar la composición de la TMR. Algunas empresas fabricantes de aminoácidos ofrecen a sus clientes servicios de análisis mediante Espectrosco- pía NIRS además de los análisis tradicionales de química húmeda. Mirando en retrospectiva los resultados que se observan en este sentido año tras año, estos prueban que no siempre se puede confiar en los valores nutricionales “estándar”. La correlación cercana a 1 es la más deseable).
OPTIMIZACIÓN DE LAS DIETAS
La Metionina y la Lisina son ampliamente aceptadas como el primer y segundo aminoácido limitante en la producción lechera. La mayoría de los programas de formulación y evaluación de raciones, sugerirán los requerimientos para estos dos aminoácidos; pero pondrán poco o nada de atención a los otros 8 aminoácidos esenciales que la vaca es incapaz de sintetizar por sí misma y de los cuales necesita un suministro constante en la dieta.
Si bien es esencial que las dietas sean formuladas principalmente para cumplir con el forraje necesario (FDN), precursores de glucosa (CNF), la Proteína Degradable Ruminal y los requisitos de energía, calcular la aportación de los aminoácidos de las materias primas permite que las dietas sean balanceadas y cubran eficientemente los requerimientos, reduciendo cualquier exceso innecesario y costoso. La síntesis de la Proteína sólo puede continuar hasta el nivel tolerado por el aminoácido más limitante. Evitar desbalances mejora la eficiencia y ayuda a alcanzar el potencial genético de los animales, sin embargo, los aminoácidos proporcionados por encima de los requerimientos serán excretados sin haber sido utilizados, es decir, serán desperdiciados. Entonces, ¿por qué alimentar con toda esa proteína cara a las vacas cuando no sabemos si toda ella está siendo utilizada?
Los requerimientos de aminoácidos de la vaca lechera son dinámicos a lo largo de la curva de lactancia y variarán dependiendo de parámetros como raza, lactancia, producción de leche, composición de la leche, etc. Existen algunos programas de evaluación de raciones para el ganado lechero, uno de ellos proporcionado por fabricantes de aminoácidos, el cual analiza el perfil completo de aminoácidos de la TMR proporcionando al usuario una oportunidad para la optimización de la ración. Si todos los aminoácidos, excepto la Metionina están en exceso, algunas de las proteínas caras pueden intercambiarse por forraje o energía, dependiendo de qué ingrediente mejore la ración. La deficiencia de Metionina puede ser cubierta entonces directamente con la adición de Metionina protegida, la cual está totalmente disponible en el mercado desde hace varios años.
COSECHANDO LOS BENEFICIOS
Dependiendo de los precios actuales de alimentación, la optimización de aminoácidos y la utilización de una verdadera fuente de Metionina protegida, es posible ahorrar de 1 a 4 pesos por vaca por día y gracias a un adecuado balance de aminoácidos, existirá menos nitrógeno excedente que tendrá que desintoxicarse como amoníaco, contribuyendo de esta manera con el metabolismo del hígado y reduciendo las necesidades de energía adicional. Estudios recientes han apoyado más profundamente el beneficio de la función hepática (Luchini y Loor 2014) y muestran también que agregar Metionina puede mejorar la respuesta inmune y linfocitaria (Osorio et al., 2013), así como impactar positivamente en la supervivencia de embriones (Willbank et al 2014).
La importancia de balancear el suministro de aminoácidos de acuerdo a los requerimientos con la ayuda de aminoá- cidos cristalinos ya ha sido implementada durante décadas en el sector monogástrico y ahora, con mayor presión interna y externa para mejorar de la eficiencia y el impacto ambiental, es el momento para que la industria láctea también implemente estas prácticas donde aún no lo haya hecho y obtener los beneficios de las mismas.
Evonik tiene los servicios y la experiencia necesaria para apoyar el concepto de balance de aminoácidos, desde el análisis de materias primas vía NIRS o química húmeda en sus propios laboratorios, el software AMINOCow® para optimizar y evaluar las dietas, hasta su propuesta de Metionina protegida Mepron®, que es DL-Metionina recubierta de Etilcelulosa para protegerla durante su paso por el rumen, ofreciendo la mayor cantidad de Metionina metabolizable (60%) entre todas las fuentes de metionina disponibles comercialmente para las vacas lecheras; 1 gramo de Metionina proveniente de Mepron® es más barato que el proveniente de la proteína de cualquier alimento.
No afirmamos que la Metionina protegida sea la solución a todos los problemas que se presentan en tiempos difíciles, pero por lo menos su utilización mantiene o mejora el rendimiento de la vaca y su producción de leche, al tiempo que reduce los costos de alimentación, lo que la convierte en una posibilidad muy atractiva. Mientras sigan existiendo en nuestro país condiciones adversas en materia de precios de materias primas, precio de leche e importaciones de leche en polvo que no benefician al productor, ésta y otras medidas son las pequeñas cosas que pueden hacer al final del día una gran diferencia.
Artículo publicado en “Entorno Ganadero“