La reciente importancia de la bioseguridad de alto nivel.
MVZ Raul Cruz Garnica
Marisabel Caballero,
Gerente Técnico Global de Aves.
EW Nutrition.
Fellipe Freitas Barbosa
Gerente Técnico Global Porcino
EW Nutrition.
www.ewnutrition.com
La bioseguridad es la base de todos los programas de prevención de enfermedades (Dewulf, et al., 2018), y uno de los puntos más importantes en los escenarios de reducción de antibióticos. Incluye la combinación de todas las medidas adoptadas para reducir el riesgo de introducción y propagación de enfermedades. Se basa en la prevención y protección contra agentes infecciosos al subestimar los procesos de transmisión de la enfermedad.
La aplicación de estándares consistentemente altos de bioseguridad puede contribuir sustancialmente a la reducción de la resistencia a los antimicrobianos, no solo al evitar la introducción de genes de resistencia en la granja, sino también al reducir la necesidad de usar antimicrobianos (Davies y Wales, 2019).
Menor uso de antimicrobianos con mayor bioseguridad.
Varios estudios y evaluaciones relacionan que el alto estado de bioseguridad de la granja y/o las mejoras en la bioseguridad conducen a un menor uso de antimicrobianos (Laanen, et al., 2013, Gelaude, et al., 2014, Postma, et al., 2016, Collineau, et al., 2017 y Collineau, et al., 2017a). Laanen, Postma y Collineau estudiaron el perfil de los criaderos de cerdos en diferentes países europeos, encontrando una relación entre un alto nivel de bioseguridad interna, un control eficiente de enfermedades infecciosas y una menor necesidad de antimicrobianos.
Los informes sobre la reducción del uso de antibióticos debido a las intervenciones agrícolas también están disponibles. Gelaude, et al. (2014), evaluaron datos de varias granjas de pollos de engorde belgas, encontrando una reducción del uso de antimicrobianos en casi un 30% en un año cuando se mejoró la bioseguridad y otros problemas de la granja. Collineau et al. (2017) estudiaron granjas porcinas en Bélgica, Francia, Alemania y Suecia, en las cuales el uso de antibióticos se redujo en promedio de 47% en todas las granjas. Las investigaciones observaron que las granjas con los protocolos de bioseguridad más estrictos, un mayor cumplimiento y que también adoptaron un enfoque multidisciplinario (haciendo otros cambios, por ejemplo, en el manejo y la nutrición), lograron una mayor reducción del uso de antibióticos.
Las intervenciones de bioseguridad dan resultado
Por supuesto, las intervenciones necesarias para lograr un mayor nivel de bioseguridad conllevan algunos costos. Sin embargo, las intervenciones también han demostrado mejorar la productividad. Especialmente si se toman otras medidas, como un mejor manejo de los animales recién nacidos y mejoras nutricionales. Los mismos estudios que informan que las mejoras en la bioseguridad disminuyen el uso de antibióticos también muestran una mejora en el rendimiento de los animales. En el caso de los pollos de engorde, Laanen (2013) encontró una reducción de 0.5 puntos porcentuales en mortalidad y un punto en FCR; y Collineau (2017) informaron una reducción de la mortalidad en los cerdos durante el período previo al destete y en el engorde de 0,7 y 0,9 puntos porcentuales, respectivamente.
Ejecución
Aunque las mejoras de bioseguridad y otras intervenciones necesarias para los programas de reducción de antibióticos son bien conocidas, el cumplimiento continuo de estas intervenciones es a menudo bajo y difícil. La implementación, aplicación y ejecución de cualquier programa de bioseguridad implica la adopción de un conjunto de actitudes y comportamientos para reducir el riesgo de entrada y propagación de enfermedades en todas las actividades relacionadas con la producción o el cuidado de animales. Las medidas no deben ser restricciones, sino parte de un proceso destinado a mejorar la salud de los animales y las personas, y una parte del enfoque multidisciplinario para reducir los antibióticos y mejorar el rendimiento.
Diseño de programas efectivos de bioseguridad: considere cinco principios
Al diseñar o evaluar programas de bioseguridad, podemos identificar cinco principios que deben aplicarse (Dewulf, et al., 2018). Estos principios sientan las bases para considerar y evaluar las intervenciones de bioseguridad:
1. Separación: Conoce a tu enemigo, pero no lo mantengas cerca
Es vital tener una buena definición del perímetro de la granja, una separación entre animales de alto y bajo riesgo y áreas internas sucias y limpias en la granja. Esto evita no solo la entrada sino la propagación de la enfermedad, ya que las posibles fuentes de infección (por ejemplo, los animales que se introducen en el rebaño y las aves silvestres) no pueden llegar a la población sensible.
2. Reducción: Debilita a tu enemigo, por lo que no se propagará
El objetivo de las medidas de bioseguridad es mantener la presión de infección por debajo del nivel que permita que la inmunidad natural de los animales pueda hacer frente a las infecciones (Dewulf, et al., 2018). Disminuir la presión de infección, p. mediante un programa efectivo de limpieza y desinfección, mediante la reducción de la densidad de población y cambiando el calzado al ingresar a una casa de producción.
3. Atención: Caza al elefante en la habitación, espanta a las mariposas
En cada unidad de producción, algunos patógenos pueden identificarse como de gran importancia económica debido a su daño y frecuencia. Para cada uno de éstos, es aún más importante comprender las posibles rutas de introducción en una granja y cómo se puede propagar dentro de ella. Teniendo en cuenta que no todas las rutas de transmisión de enfermedades son igualmente significativas, el diseño del programa de bioseguridad debe centrarse primero en los agentes patógenos de alto riesgo y las rutas de transmisión, y solo posteriormente en los de menor riesgo (Dewulf, et al., 2018).
4. Repetición: Cuando el peligro es frecuente, aumenta la probabilidad de lesiones
Además de la probabilidad de transmisión de patógenos a través de las diferentes rutas de transmisión, la frecuencia de ocurrencia de la ruta de transmisión también es muy significativa al evaluar un riesgo (Alarcon, et al., 2013). Al diseñar programas de bioseguridad, las acciones riesgosas, como las visitas al veterinario, si se repiten regularmente, deben considerarse con un mayor riesgo.
5. Escalada: En la multitud, es fácil disfrazarse
Los riesgos relacionados con la introducción y propagación de enfermedades son mucho más importantes en las granjas grandes (Dorea, et al., 2010). Es posible que más animales se infecten y mantengan el ciclo de infección, también grandes manadas / rebaños aumentan la presión de infección y aumentan el riesgo por contacto con elementos externos como alimento, visitantes, etc.
¿Podemos seguir mejorando nuestra bioseguridad?
Casi el 100% de las operaciones avícolas y porcinas ya tienen un programa de bioseguridad nominal, pero no en todos los casos es completamente efectivo. BioCheck UGent, un cuestionario de bioseguridad estandarizado aplicado en granjas porcinas y de engorde en todo el mundo, muestra un promedio del 65% y 68% de conformidad, respectivamente, de más de 3000 granjas entre ambas especies (UGent, 2020). Por lo tanto, se pueden encontrar oportunidades para mejorar en las granjas a nivel mundial, y dan sus frutos.
Para encontrar estas oportunidades, considere tres situaciones que necesita saber:
1. Conoce tu amenaza: Identifique y priorice los agentes patógenos de mayor preocupación para su sistema de producción aplicando los principios de enfoque y repetición. Tenga en cuenta el tamaño de la instalación al evaluar los riesgos aplicando el principio de escala.
2. Conozca su lugar: Realizar una evaluación de la instalación. Un punto de partida es definir el status quo. Para eso, se pueden utilizar cuestionarios o auditorías existentes para la operación. Sin embargo, se debe aplicar el “principio de ojos nuevos” y se recomienda un cuestionario externo como BioCheck UGent (www.biocheck.ugent.be). El cuestionario lo ayudará a identificar las brechas en su plan de bioseguridad, así como los procesos que pueden permitir que los patógenos entren o se muevan de un lugar a otro, y medidas que se pueden implementar aplicando los principios de separación y reducción.
3. Conoce tus procesos: Implemente procesos y procedimientos que apliquen los principios de bioseguridad y ayuden a eliminar, prevenir o minimizar el potencial de enfermedad. Una evaluación profunda de los procesos diarios de la granja ayudará en la mitigación de riesgos, considerando, entre otros, el movimiento de personal, equipo y visitantes, entrada de mascotas, plagas y alimañas, lidiando con las entregas y el manejo de la mortalidad y la basura usada.
Cumplimiento: el eslabón débil en los programas de bioseguridad
Lograr el cumplimiento sistemático de los protocolos de bioseguridad en una granja es un proceso complejo, interactivo y continuo influenciado por varios factores (Delabbio, 2006) y un desafío continuo para las instalaciones de producción animal (Dewulf, et al., 2018). Por lo tanto, está claro que el plan de bioseguridad solo puede ser efectivo si todos en la operación lo siguen constantemente, es decir, si todos cumplen con el cumplimiento.
El cumplimiento puede definirse como la medida en que el comportamiento de una persona coincide con las reglas establecidas. Por lo tanto, el cumplimiento de las prácticas de bioseguridad debería formar parte de la cultura de la instalación. El cumplimiento deficiente en relación con la bioseguridad se puede conectar a:
• Falta de conocimiento o comprensión de los protocolos de bioseguridad (Alarcon, et al., 2013; Cui y Liu, 2016; Delpont, et al., 2020).
• Falta de consecuencias por incumplimiento (Racicot, et al., 2012a).
• Una cultura empresarial de aplicación inconsistente o baja de protocolos de bioseguridad (Dorea, et al., 2010).
En términos generales, se ha encontrado que el cumplimiento de los procedimientos de bioseguridad es incompleto en diferentes estudios (Delpont, et al., 2020; Dorea, et al., 2010; Gelaude, et al., 2014; Limbergen, et al., 2017). En un estudio (Racicot, et al., 2011) utilizaron cámaras ocultas para evaluar el cumplimiento de la bioseguridad en Quebec, Canadá, y encontraron 44 fallas de bioseguridad diferentes cometidas por 114 individuos (trabajadores agrícolas y visitantes) en las granjas avícolas participantes, en el transcurso de 4 semanas; en promedio se cometieron cuatro errores por visita. Los errores más frecuentes fueron ignorar la delimitación entre las áreas sucias y limpias, no cambiar las botas y no lavarse las manos en la entrada de los graneros; Estos tres errores se cometieron en más del 60% de las ocasiones, independientemente de ser empleados o visitantes de la granja. Estas son violaciones frecuentes no solo de las granjas en Quebec, sino que se encuentran con frecuencia en muchas unidades de producción animal en todo el mundo y tienen una alta probabilidad de causar la entrada y propagación de patógenos.
Cómo crear una cultura de alta bioseguridad: ¡comience ahora!
Crear, aplicar y mantener una cultura de bioseguridad es la forma más efectiva de garantizar que el cumplimiento del programa y los procedimientos de bioseguridad sea alto en la granja. Disminuyendo, por lo tanto, la probabilidad de entrada y propagación de patógenos, reduciendo el uso de antimicrobianos y manteniendo la salud animal. Se recomiendan algunas acciones para lograr una cultura de alta bioseguridad:
1. Nombre a una persona responsable
Cada operación debe tener un coordinador de bioseguridad responsable de desarrollar, implementar y mantener el programa de bioseguridad.
Esta importante posición debe ser designada teniendo en cuenta que ciertos rasgos de personalidad pueden facilitar el desempeño y la ejecución del trabajo (Delabbio, 2006; Racicot, et al., 2012; Laanen, et al., 2014; Delpont, et al., 2020) tales como responsabilidad, orientación a la acción y poder manejar la complejidad. Además, la experiencia (años trabajando en la industria) y la orientación para aprender son estratégicas (Racicot, et al., 2012).
2. Establecer el entorno
Cuando el diseño de la granja no facilita la bioseguridad, el cumplimiento es bajo (Delabbio, 2006), por lo que el espacio de trabajo debería facilitar los flujos de trabajo de bioseguridad y al mismo tiempo dificultar su ignorancia (Racicot, et al., 2011).
3. Permitir participación
Es importante mencionar que no solo la administración y el coordinador de bioseguridad son responsables de diseñar y mejorar los procedimientos de bioseguridad. Las prácticas de bioseguridad deben ser propiedad de todos los trabajadores agrícolas y deben ser la norma social.
La revisión anual o semestral de las medidas de bioseguridad debe realizarse junto con el personal de la granja. Esto no solo sirve para evaluar el cumplimiento, sino que también permite al personal sugerir medidas que aborden las lagunas existentes, a menudo pasadas por alto, y ser sincero sobre los procedimientos que no se siguen y las razones para ello. Al mismo tiempo, la participación aumenta la responsabilidad y la responsabilidad del programa de bioseguridad.
4. Entrena para aprender
No de por sentado el conocimiento. Incluso cuando una persona tiene experiencia en el trabajo agrícola y ha trabajado en la industria durante varios años, su comprensión y comprensión de la bioseguridad pueden tener lagunas.
Es más probable que las personas hagan algo cuando ven evidencia del beneficio de la actividad. Por lo tanto, si se informa a los trabajadores sobre la efectividad de las prácticas, que muestran los beneficios de la bioseguridad y analizan las consecuencias del incumplimiento, es más probable que sigan los procedimientos (Dewulf, et al., 2018). El conocimiento de las amenazas y los síntomas de la enfermedad también mejora la bioseguridad en la granja (Dorea, et al., 2010), por lo que los trabajadores deberían reconocer los primeros síntomas de la enfermedad en los animales y actuar sobre ellos.
La discusión de los escenarios “¿Qué pasaría si…?” Para obtener una comprensión de los aspectos clave de la bioseguridad de las granjas debe realizarse de manera regular. Los trabajadores deberían ver ejemplos de los beneficios del cumplimiento, y los riesgos de incumplimiento, como parte de su capacitación.
5. Predicar con el ejemplo
Una cultura de alta bioseguridad requiere que todos cumplan independientemente de su estado.
La práctica del personal de los procedimientos de bioseguridad no solo se ve afectada por la disponibilidad de recursos y capacitación, sino también por la posición que la gerencia adopta sobre la bioseguridad y la retroalimentación proporcionada. La gerencia y los propietarios deben transmitir un mensaje de compromiso al personal de la granja, poseer y seguir prácticas, procedimientos y protocolos de bioseguridad, dar retroalimentación positiva y negativa sobre el cumplimiento del personal, proporcionar información sobre el desempeño de la granja y relacionarlo con el cumplimiento de la bioseguridad y garantizar los recursos adecuados para la práctica de la bioseguridad (Delabbio, 2006).
Cuando sea necesario, la gerencia también debe exigir el cumplimiento del personal mediante medidas disciplinarias, despidos y crear conciencia sobre las consecuencias de la incidencia de la enfermedad. Sin embargo, el reconocimiento de la contribución de los trabajadores al desempeño de la salud animal también tiene un impacto positivo en el cumplimiento de la bioseguridad (Dorea, et al., 2010).
La línea de fondo
La bioseguridad es necesaria para la prevención de enfermedades en cualquier sistema de producción animal. Las acciones e intervenciones que evitan la entrada y propagación de enfermedades en una unidad de producción tienen una recompensa, ya que a menudo conducen a mejoras en el rendimiento y a un menor uso de antimicrobianos. Mantener una unidad de producción exitosa requiere un enfoque multidisciplinario en el que el cumplimiento de la bioseguridad debe tomarse en serio y también acciones para mejorar en otras áreas, como la gestión, la salud y la nutrición.
*Referencias disponibles a pedido
Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno
