Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias

Phd. Marilú Alonso-spilsbury
M. en C. Celin Rivera Martínez
M. en C. Reyes López Ordáz
Phd. Ramiro Ramírez- Necoechea

De acuerdo con la Ley de Bienestar de los Animales publicada el 6 de febrero de 2009 en la Gaceta Oficial de la República de Serbia, con no. 41/2009 (Maslić-Strižak, 2011), se define como Tecnopatía a aquel desorden de la salud causado durante el proceso de crianza o reproducción de animales, y se manifiesta como enfermedad, lesión o desorden conductual. En otras palabras, las tecnopatías son los desórdenes en la salud física y mental de los animales, provocados por errores técnicos y complicados por condiciones adversas durante el confinamiento (Sobestiansky y cols., s/a; Sobestiansky y Barcellos, 2012). Haciendo un poco de historia, debemos señalar que el término ya había sido acuñado en nuestro país cuatro décadas antes por el Dr. Ramírez Necoechea, justamente, a raíz del boom en la intensificación de las granjas porcinas.

Actualmente el término tecnopatía está en boga, pero con su uso en nuestra especie. Para entenderlo en este contexto, se ha señalado (Bonet y Garrote, 2017) que un uso excesivo de medios electrónicos como teléfono celular, tabletas, laptop, computadoras, consolas asociadas a televisores y videojuegos, puede ocasionar problemas de salud física y mental en los usuarios como: pérdida de audición, tinnitus, disminución de la agudeza auditiva; cefalea, mareo, sequedad ocular, síndrome del túnel carpiano, insomnio tecnológico, dolor cervical, falta de memoria, nomofobia, cibercondría, adicción a las redes sociales y depresión social, entre otras; a todo esto se le conoce también como tecnopatías. Empero, lo señalamos solo como ejemplo puesto que nuestro interés es abordar las tecnopatías en otra especie, los cerdos.

En las tecnopatías los microorganismos no desempeñan un papel importante (Sobestiansky y cols., s/a) pues insistimos, se trata de errores en el manejo de los animales, aunado a instalaciones defectuosas o errores en su diseño. Con esta primera parte, esperamos que los porcicultores, profesionistas y estudiantes de medicina veterinaria y zootecnia, reconozcan las hernias como tecnopatías que amenazan el bienestar de la piara y el rendimiento productivo en la granja, y que los productores identifiquen y cuantifiquen su ocurrencia (tasa de morbilidad y de mortalidad), y a la vez, la disminuyan con buenas prácticas de manejo y el uso correcto de las instalaciones y el equipo. Para ello, describimos los tipos de hernias, su prevalencia, los factores de riesgo para su ocurrencia y recomendaciones para reducirlas en la piara.

La hernia puede definirse como la “dislocación de las vísceras y órganos a través de una abertura normal, teratológica o accidental, que sin entrar en contacto con el medio externo (por lo que se diferencia del prolapso), produce alteraciones en forma mecánica o en la fisiología normal del individuo” (Mensa, 1950; citado en Reta y Berruecos, 1964).

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 1
Las hernias umbilicales pequeñas no se consideran un problema.

Las hernias umbilicales pequeñas no se consideran un problema.

La hernia puede ser de dos tipos: hereditaria (congénita) y adquirida. En esta última puede existir una causa predisponente relacionada con el ambiente o con el manejo, como analizaremos en este artículo. Por tratarse de tecnopatías, no hablaremos del tipo hereditario.

En los cerdos es común la presentación de la hernia en las zonas umbilical (abdominal) y escrotal (inguinal). Las hernias umbilicales se presentan en animales de ambos sexos, mientras que las escrotales son exclusivas de los machos, aunque en algunos casos se han observado hernias inguinales en hembras.

Las hernias umbilicales se producen debido al debilitamiento de los músculos de apoyo alrededor del muñón umbilical o del ombligo del cerdo. Esto provoca que la apertura del cordón umbilical no cierre correctamente y que los intestinos sobresalgan a través de la pared intestinal para formar una estructura “parecida a una bola” que a menudo se ve en el animal. La frecuencia de este desorden varía entre 0.4 y 6.7% (Searcy-Bernal y cols., 1994; Jackson y Cockcroft, 2009; Greiner, 2012; Atkinson y cols., 2017). Por su parte, Muirhead y Alexander (1997) consideran que prevalencias de esta tecnopatía por arriba del 2% constituyen un problema, en tanto que el protocolo Welfare Quality® (2009) para la evaluación del bienestar animal, señala que un 5% de cerdos con hernias sin sangrar y sin tocar el piso, son indicadores de alarma, siendo 2.4% una frecuencia para preocuparse; mientras que si 1.5% de ellos si tienen hernia sanguinolenta o que toca el piso, se considera alarmante y ante un 0.6%, es motivo de preocupación.

La prevalencia que nosotros hemos calculado en dos piaras del paísfue 0.51% y 0.61% (Rivera, 2020; Alonso- Spilsbury y cols., 2021, sin publicar), por debajo de la observada en otras latitudes (Petersen y cols., 2004, 2008; Temple y cols., 2011).

Factores de manejo como el estiramiento anormal del cordón umbilical (durante el parto o el colocar ganchos umbilicales demasiado cerca de la piel), o bien, la infección del muñón umbilical (onfalitis neonatal), pueden contribuir a que no cierre apropiadamente la abertura del cordón umbilical. La recomendación aquí sería revisar durante el parto que los lechones no sean jalados por la cerda o por el operario cuando salen del canal de parto, para evitar el estiramiento del cordón umbilical. En caso de que se empleen ganchos umbilicales para prevenir el sangrado umbilical, no deberán colocarse muy cerca de la piel, de otra forma, el tejido se daña y debilita favoreciendo la presentación de hernias umbilicales.

Las hernias son fáciles de distinguir, se observan como protrusiones a través de la pared corporal.

En el caso de hernias producidas por la atención de un parto en condiciones sépticas sin desinfección del cordón umbilical, puede haber múltiples abscesos con tejido de granulación crónico extenso y puede ocurrir incarceración y estrangulación intestinal (Jackson y Cockcroft, 2009), con consecuencias fatales si no se realiza la resección del intestino, procedimiento que, dicho sea de paso, resulta poco práctico en condiciones comerciales de producción ya que el costo de la reparación excede el valor económico del animal. Después del nacimiento, la infección del ombligo impide que el cordón umbilical se encoja a su tamaño normal, el cordón agrandado aunado a la presencia de abscesos expande los músculos abdominales al ombligo y el omento y los intestinos que llenan esta cavidad continúan agrandando el anillo herniario (Becker, 1981).

Otras causas probables de hernia umbilical son aquellas ocasionadas al nacimiento del lechón, por cortar el cordón umbilical muy cerca de la pared abdominal (Petersen y cols., 2008; Monsang y cols., 2014) o bien, por la conducta de mamado de abdomen que llegan a desplegar cerdos del corral (Reesink, 2017). La recomendación será no dejar muy corto el cordón umbilical al cortarlo pues predispone a infecciones, hernias umbilicales o ambas, con dejar 5 cm, será suficiente y se deberá secar antes de cortarlo y no sumergirlo en soluciones antisépticas porque la humedad favorece infecciones bacterianas (MSU Extension, 2019). Según Taylor (1992, 1995), otras posibles causas de presencia de hernia abdominal en el cerdo son consecutivas a peleas, peritonitis, enteritis o Enfermedad de Glasser.

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 2
Las hernias son fáciles de distinguir, se observan como protrusiones a través de la pared corporal.

Respecto a los factores ambientales, sabemos que cuando la temperatura ambiental donde se mantiene a los cerdos es baja, éstos tienden a acurrucarse. Sin embargo, lo que pocos conocen es que este amontonamiento provoca un aumento de la presión intra-abdominal, que, si ocurre a temprana edad, puede predisponer la aparición de hernias (Muirhead y Alexander, 1997). Esto quedó confirmado en un estudio reciente que llevamos a cabo en granjas Sitio 3, donde observamos que hubo una correlación negativa (empleando el Coeficiente de Correlación de Rangos de Spearman, Rs) entre la presencia de hernias y la temperatura ambiental (Rs: -0.56, P=0.0003) (Rivera, 2020; Alonso-Spilsbury y cols., 2021; sin publicar). Por lo tanto, ante la presencia de acurrucamiento en los cerdos, la recomendación será revisar la temperatura ambiental.

También la densidad en los corrales está asociada a la tecnopatía; en este sentido, Rivera (2020) observó una correlación positiva entre la presencia de hernias y el espacio por cerdo en los corrales (Rs: 0.44, P=0.004). Por eso, ante la prevalencia elevada de hernias se sugiere revisar y en su caso, corregir la cantidad de animales por espacio disponible.

En nuestro estudio (Rivera, 2020; Alonso-Spilsbury y cols., 2021; sin publicar), las hernias también estuvieron correlacionadas de forma negativa, con el porcentaje de humedad superior al 30% de la superficie del piso (Rs: -0.59, P=0.002) y con la relación de bebederos por corral (Rs: -0.41, P=0.04), y de forma positiva con la conducta lamido de paredes (Rs: 0.44, P=0.03). Nuestra recomendación en este sentido será procurar mantener al menos 75% del área del corral seco y respetar el número de bebederos que debe haber por corral en función del número de cerdos alojados. Respecto a la conducta lamido de paredes la trataremos en otra entrega de esta columna pues en nuestra experiencia este signo está correlacionado a su vez con otras tecnopatías e indicadores de bienestar animal.

Muirhead y Alexander (1997), han determinado que en aquellas naves donde los cerdos pasan a la zona de defecación con pisos que tienen una abertura pequeña, la presión abdominal repentina y grave puede dar lugar a la presencia de hernia umbilical. De nuevo, este hecho fue corroborado por nuestro equipo (Rivera, 2020; Alonso-Spilsbury y cols., 2021; sin publicar), al identificar una correlación negativa entre la separación de slats (los listones del piso enrejillado) y la presencia de hernias (CCI: -0.57, LI: -0.79, LS: -0.21, P=0.004); en este caso empleamos el Coeficiente de Concordancia Intraclase (CCI).

Desafortunadamente las hernias umbilicales se observan hasta que el cerdo está en la fase de crecimiento- finalización, entre las 9 y 14 semanas de edad (Saercy-Bernal y cols., 1994). Es posible que la condición se reconozca a esa edad por el rápido crecimiento de los cerdos combinado con un aumento en el tamaño de los órganos abdominales que conllevan a que la hernia tenga un tamaño significativo (Reesink, 2017).

Las hernias pueden afectar el crecimiento del animal, así como su tasa de supervivencia y el valor de la canal (Searcy-Bernal y cols., 1994; Morrow y cols., 2006; Straw y cols., 2009). Esta tecnopatía produce pérdidas económicas, ya que los animales que la padecen no tienen el metabolismo adecuado y su ganancia en peso es reducida en comparación con los animales no herniados. El contacto directo de los intestinos con la piel estimula la formación de adherencias que interfieren con la digestión normal del animal (Monsang y cols., 2014) independientemente del tamaño de la hernia umbilical (Bates y Straw, 2008).

Al cerrarse el anillo herniario se produce una obstrucción intestinal que puede terminar con la vida del animal. La zona herniada, por la presión del contenido intestinal, además de la molestia que ocasiona al animal, es una región débil que por acciones traumáticas locales puede inducir a una inflamación y necrosis del tejido (Reta y Berruecos, 1964); además, dependiendo del tamaño, le puede causar al cerdo dificultad para desplazarse. De acuerdo con Straw y cols. (2009), la mortalidad calculada según el tamaño de la hernia umbilical fue de 4%, 3.1% y 8.3% (P=0.30), para los cerdos con hernias calificadas como chicas, medianas y grandes, respectivamente.

Si bien el peligro de una hernia umbilical es el hecho de que las vísceras involucradas lleguen a una torsión o estrangulamiento en cuyo caso es fatal, esa es la excepción; la mayoría de las pérdidas que ocasionan las hernias muchas veces no son contabilizadas ya que el cerdo que las padece, tarde o temprano llega a la edad al mercado. Cabe señalar que la estrangulación de los intestinos se puede dar en ambos tipos de hernias, umbilical o inguinal (Glock, 1981).

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 3
La presentación de la hernia se acentúa en la edad adulta por aumento de la presión intra-abdominal.

Como ha sido mencionado, uno de los principales problemas de una hernia con estrangulamiento es el dolor abdominal por la distensión (Taylor, 1995), así como la incomodidad que le ocasiona al cerdo al ser molestado por los demás integrantes del corral, lo que los hace también susceptibles a enfermedades. No obstante, en un estudio reciente Atkinson y cols. (2017) observaron que no hubo diferencias en el comportamiento de lechones con hernia umbilical al compararlos con controles sin hernia; los lechones jugaron con la misma frecuencia en ambos casos.

Si la hernia es grande y el cerdo se encuentra en pisos de cemento (hormigón) o rejilla (emparrillado, slat) deberá de trasladarse a un corral con cama de manera que la piel que recubre la hernia no se dañe y ulcere. En ocasiones una hernia puede ser tan grande o estar ulcerada y se le deberá dar eutanasia de emergencia al animal. El tamaño depende de la distensión de los intestinos en la hernia; las puede haber de 30 a 200 mm. En algunas granjas del país se tiene la costumbre de medirlas con las dos manos, si al palparlas son del tamaño de una pelota de futbol, se toma la decisión de separar al cerdo en un corral de recuperación u hospitalización.

Permitir que las hernias aumenten de tamaño al grado de que se puedan infectar y erosionar ocasionando dolor a los cerdos, se considera negligencia porque ocasiona sufrimiento innecesario a los animales. De acuerdo con Reesink (2017) resulta apropiado enviar al rastro a un cerdo después de que pasó un mes de la detección de la hernia, antes de que se presente la estrangulación, evisceración o fístula. En el oeste de Australia, por ejemplo, para prevenir crueldad hacia los animales, deben cumplir protocolos que indican por ejemplo que a los cerdos con hernias ya sean umbilicales o escrotales, de más de 30 cm, lesionadas o que tocan el piso, deberá dárseles eutanasia.

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 4
Los cerdos herniados que son desatendidos, llegan a morir dependiendo de su gravedad.

De forma similar, en la Unión Europea, la legislación establece que una hernia se considera grave si es superior a 15-20 cm de anchura y presenta úlceras, en cuyo caso está prohibido transportar al animal, ya que además del problema de bienestar, existe mayor riesgo de que muera durante el trayecto al matadero (Eurogroup for Animals, 2015).

En los Estados Unidos se ha estimado que los cerdos herniados son pagados a la mitad de su precio en los rastros (Greiner, 2012), con la desventaja de que la punción de los intestinos contamina la canal. También se ha visto que se deprecia el valor de un cerdo destetado herniado, además de que se incrementa la tasa de animales desechados en granja (Anderson y Mulon, 2019).

Por otra parte, la masa unilateral abultada localizada en la parte posterior de las patas traseras por debajo del ano es una hernia escrotal y está influenciada por genética (Sevillano y cols., 2015) pero también por factores de manejo. La frecuencia de este tipo de hernia va de un 0.6% a 6.7% (Vogt y cols., 1990; Thaller y cols., 1996). La frecuencia mundial se reporta entre 0 y 15.7%, aunque en términos reales se estima que es de 1% (Callan y cols., 2017); sin embargo, en nuestro país no conocemos la prevalencia de esta tecnopatía.

De acuerdo con un estudio realizado en Rusia (Anónimo, 2014), el porcentaje de cerdos con hernia en 2012 y 2013 fue de 2.7% y 3.0, respectivamente; 86% de los casos se trataron de hernia escrotal-inguinal mientras que 11.9% fueron de hernia umbilical, el 98.3% fueron hernias escrotales que ocurrieron en machos y el resto fueron casos aislados de hernia inguinal en hembras. Las hernias umbilicales se encontraron en un 50% para cada uno de los sexos, igual que en el estudio previo de Straw y cols. (2009), aunque hay quien indica que las hembras tienen mayor riesgo de presentarlas (Reesink, 2017). En el estudio referido (Anónimo, 2014), 92.2% de los pacientes fueron lechones destetados, 4.8% animales en crecimiento, 2.7% cerdos de engorda, y solo un 0.6%, cerdas pie de cría. En particular, las hernias escrotales fueron registradas en el 92.2% de los lechones estudiados, antes del destete.

Se cree que las hernias escrotales son causadas por la obliteración fallida del proceso vaginalis después de la bajada del testículo (Clarnette y cols., 1998), o de la involución fallida en el anillo inguinal interno (Clarnette Hudson, 1997), que no cierra correctamente después que los testículos descienden en el escroto. Normalmente los testículos descienden al escroto al nacimiento y el canal inguinal comienza a cerrarse unos 14 a 16 días antes, toda vez que los testículos han pasado a través del anillo inguinal externo (Edwards y Mulley, 1981).

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 5
Casos que ameritan la eutanasia de emergencia.

Los testículos se encuentran en un saco o túnica que es la continuación del peritoneo o cubierta interna del abdomen. Tanto los vasos sanguíneos como el conducto deferente dejan la cavidad abdominal para alcanzar los testículos por un agujero pequeño que constituye el canal inguinal, éste se alarga y los intestinos y contenido abdominal entran al saco para generar la hernia (Muirhead y Alexander, 1997). Si un cerdo con hernia escrotal es castrado sin el previo conocimiento de que está herniado y se realiza la castración rutinaria, los intestinos estarán expuestos; en cambio, cuando una hernia es detectada antes de la castración, es mucho más fácil repararla. Sin embargo, este tipo de hernia cuando no se trata de causas poligénicas, generalmente ocurre después de la castración (Becker, 1981) y una forma de prevenirla consiste en no apretar del abdomen de los cerdos al momento de castrarlos.

En los cerdos comerciales, las hernias escrotales se localizan con mayor frecuencia sobre el lado izquierdo (Becker, 1981; Jackson y Cockcroft, 2009), aunque puede afectar los dos canales (Edwards y Mulley, 1981). Los contenidos de una hernia inguinal al igual que la umbilical, son el omento (epiplón) y los intestinos. En una hernia inguinal crónica, es común observar incarceración y estrangulamiento intestinal (St. Jean y Anderson, 2004).

Tecnopatías de los Cerdos. 1. Las Hernias Tecnopatias Cerdos 6
Casos de hernia escrotal, comúnmente son unilaterales y obviamente solo las expresan los machos.

Las hernias son muy fáciles de distinguir por el desplazamiento de asas del intestino dentro del saco herniario. En un estudio reciente (Rivera, 2020) la concordancia entre observadoras (medida como CCI) para la observancia de esta tecnopatía tanto para el caso umbilical como escrotal, fue casi perfecta, de 0.87 (P<0.0001).

En resumen, las hernias constituyen un problema cuando su prevalencia es mayor al 2% (Muirhead y Alexander, 1997), cuando se agrandan de tal forma que rozan el suelo y se ulceran, cuando son lesionadas por otros cerdos, durante la castración y cuando se estrangulan los intestinos (Taylor, 1995), lo que afecta negativamente el estado de bienestar del animal y la economía del porcicultor.

Por último, sabemos que el tratamiento de las hernias representa un dilema para los porcicultores debido al problema de bienestar y las consideraciones económicas que conlleva; sin embargo, esperamos que con la información aquí descrita haya más consciencia para prevenir su presentación y procurar la eutanasia de emergencia en casos graves. No olvidemos que estamos viviendo en una época en la que cada vez más, se manifiesta la demanda del público por un buen trato hacia los animales de granja bajo una crianza más responsable.

Artículo publicado en Los Porcicultores y su Entorno Julio- Agosto 2021

×
BM Editores We would like to show you notifications for the latest news and updates.
Descartar
Permitir Las Notificaciones