Entrevista con Isidro Molfese.

Conocimiento, Experiencia y Desarrollo de la Industria Avícola Latinoamericana

Entrevista con Isidro Molfese. Conocimiento entrevista“Mi vínculo con la avicultura latinoamericana surgió en abril de 1970, cuando el Primer Congreso Latinoamericano de Avicultura, por la suerte que se llevara a cabo en Buenos Aires, Argentina”, exclama Isidro Molfese, en entrevista para “Los Avicultores y su Entorno”, revista de BM Editores. Y agrega que en agosto de 1971, en oportunidad que se llevara a cabo el Congreso Mundial de Avicultura en el Distrito Federal (hoy Ciudad de México) y lo vincularan con el Dr. Cuadra, para que hiciera trabajo de campo siempre en México, “en 1976, fui a visitar la empresa “El Mezquital del Oro” en Hermosillo, en el Estado de Sonora, y establecí un vínculo estrecho con Laboratorios Serva por medio del cual pude traer a Argentina uno de los primeros equipos para vacunación por spray, y luego, una de las primeras importaciones de vacunas contra la Enfermedad de Gumboro”, comenta.

Más adelante, Molfese relató cómo fueron sus primeros contactos con la ALA: “En 1977 como secretario de la Asociación de Productores de Huevos (APROHUE) de Argentina, tomé contacto con el entonces presidente de la Asociación Latinoamericana de Avicultura (ALA), don Bernardo de la Pava, con el objetivo de asociar la primera a la segunda. En 1981 asistí al Congreso Latinoamericano de Avicultura en Guatemala y en 1985 tenía tres stands con la empresa argentina para la que trabajaba, TAD y Lohmann. En 1989 asistí al Congreso Latinoamericano de Avicultura en el hotel Cariari de San José, en Costa Rica. Desde 1993 hasta septiembre de 2017, nunca más falté a un Congreso Latinoamericano de Avicultura, como empresario, Delegado Suplente por CAPIA ante ALA, integrante del Consejo Directivo de ALA como Secretario en el período 1999 – 2001. Luego la historia conocida por muchos, como Director Ejecutivo de ALA, Coordinador del Comité Interamericano de Sanidad Avícola (CISA) y Observador por ALA al Codex Alimentarius, integrante la Mesa Ejecutiva de todos los Comités internos de ALA, atendiendo el stand institucional en las muestras comerciales de muchos eventos regionales, fundador del Comité Técnico Científico (CTC) de ALA y responsable editor de los Boletines: Boletín de Noticias ALA de edición mensual por unas 160 ediciones y del Boletín ALA Noticias CTC Informa de edición diaria con algo más de 1.200 Ediciones.

En julio de 2010, estando en Ginebra con la Asistente Técnica viendo el tema Salmonella en carne de pollo y la necesidad de fijar posición regional propuse un evento que la colega dio en denominar Seminario, y así nacieron los Seminarios Internacionales ALA. Creo que toda esta actividad hizo que en 2015 llegara al Salón de la Fama de la Avicultura Latinoamericana. En 2017 y contra la voluntad de un gran dirigente mexicano y otras dos Delegaciones, con el silencio de varios, decidieron dejar de llevar a cabo todas las acciones que realizaba y prescindieron de mis servicios. En julio de 2015 había abierto un grupo en Facebook denominado Las plumas – ala, que reactivé en octubre de 2017 cuando éramos poco más de 500 y en tres años somos más de 5.300. Abrí un sitio web del mismo nombre y en 2018 me invitó Devora Dorensztein para que volviera a la actividad y así, y como consecuencia de la pandemia, estoy nuevamente en comunicación, con toda la región”.

Entrevista con Isidro Molfese. Conocimiento entrevista 5¿Qué representa la actividad de la avicultura en Latinoamérica?

“La avicultura latinoamericana representa muchísimo desde el ángulo que se le observe. Como fuente de proteína animal, tanto el pollo como el huevo, tienen innumerables ventajas. La avicultura en general y la latinoamericana en particular, cumple una función social importantísima, dando trabajo directo a innumerable cantidad de familias que viven dignamente en el medio rural. También apoya a las comunidades, con el trabajo indirecto de tantos actores, que también participan a tiempo parcial en la actividad avícola. La avicultura permite agregar valor y así los países que son productores y exportadores de materias primas, pueden transformar los productos de pollo y huevo, dando ingresos para los países. Sabemos que la lucha en el mundo es grande por la mano de obra para evitar problemas económicos, con las consecuencias sociales y políticas, que las acompañan. Obviamente aporta al PBI agropecuario en los distintos países en porcentajes diferentes, pero siempre en números, que están de acuerdo a las posibilidades y políticas de cada país. Como generadora de riqueza, es una opción muy importante para hacer inversiones, que brinda retorno conveniente. Es amigable con el medio ambiente, tomando ciertas precauciones, para evitar algún tipo de contaminación. Sabemos que el recurso hídrico no es ilimitado y la producción avícola colabora, utilizando proporciones relativas inferiores, para producir unidades de carne y huevo. Vemos que está naciendo una forma nueva de hacer avicultura, con cuidados del medio ambiente y el bienestar de los animales que va a dar trabajo por las escalas en que se maneja, a muchas familias emprendedoras”.

¿Cuál es la calidad de la proteína animal avícola?

“La calidad de la proteína animal avícola tiene muchas ventajas en la alimentación humana, estamos ante el aporte de proteínas de alto valor biológico, siendo llamadas de alto valor biológico las que en su perfil de aminoácidos aportan un mayor número de éstos que se incorporan directamente a las estructuras corporales. Según la FAO la carne de pollo y los huevos, son la mejor fuente de proteína de calidad, son extremadamente necesarios para los muchos millones de personas que viven en la pobreza. Cuando hay desnutrición (escasa nutrición) o malnutrición (nutrición inadecuada), éstas están estrechamente relacionadas con la pobreza. Estas condiciones afectan al sistema inmunológico. La proteína del huevo es una proteína completa, ya que aporta todos los aminoácidos esenciales; es decir, aquellos que el cuerpo no produce. Esta característica lo hace un alimento casi funcional, entendiendo que alimentos funcionales son aquéllos que se consumen como parte de una dieta normal y que contienen ingredientes biológicamente activos, que ofrecen beneficios para la salud y reducen el riesgo de sufrir enfermedades. Un huevo aporta alrededor de 6 g de proteínas, por lo que cubre aproximadamente el 5 a 10% del requerimiento diario de proteínas de un adulto de peso medio. La UNP de los cereales es normalmente inferior a 40. El arroz es la excepción, con una UNP de alrededor de 60, pero es pobre en proteínas (7,5 por ciento). La UNP de los huevos de gallina es de 87. Por regla general, los cereales carecen de los aminoácidos más importantes para los seres humanos, a saber, la lisina, la treonina, los aminoácidos sulfurosos (metionina y cisteína) y, en ocasiones, el triptófano. Los huevos y la carne de pollo son ricos en estos aminoácidos esenciales”.

¿Qué opinas de las campañas que realizan diversos países en Latinoamérica para incrementar el consumo del pollo y huevo?

“Me ha tocado participar indirectamente en la actividad de promoción y desmitificación del huevo, primero desde la Comisión Directiva de la Cámara Avícola en Argentina, donde se creó el Centro de Información Nutricional (CIN) en la década del 90 y luego, como integrante del Comité Ejecutivo del Instituto Latinoamericano del Huevo (ILH). Con carácter multidisciplinario, el Instituto ayudó a sus réplicas en los países, a aumentar el consumo del huevo. A la acción de las organizaciones nacionales y regionales, se suma la acción de la Comisión Internacional del Huevo (IEC). Lo mismo ha hecho el pollo con organizaciones nacionales, el Instituto Latinoamericano del Pollo (ILP) a nivel regional y a nivel internacional el International Poultry Council (IPC). Veo muy activo al Instituto Nacional Avícola (INA) de México, he participado en webinar organizados donde participó su Directora, la colega Pilar Castañeda Serrano. Veo que trabajan muy activamente en la promoción del consumo de pollo y huevo. Sigo muy de cerca también el trabajo del Instituto Huevos de Brasil (IOB), que ha estado más activo que normalmente con motivo de la Semana del Huevo y Día Mundial del Huevo. FENAVI Colombia trabaja organizados en áreas para pollo y para huevo. He tenido la oportunidad de participar en un webinar de la Comisión Nacional del Huevo de Panamá y así, podemos continuar mencionando el trabajo en cada uno de los países para promocionar el consumo del pollo y el huevo, insistiendo en sus bondades y trabajando contra los mitos. Sabemos que es muy difícil el romper paradigmas y es por esto, que vemos cómo los trabajos se orientan mucho a los niños y formadores de profesionales, que van a trabajar en la nutrición humana”.

Entrevista con Isidro Molfese. Conocimiento entrevista 4¿Cómo abordar y acabar con los mitos que existen alrededor del consumo de la carne de pollo y del huevo?

“Si bien nuestros productos son extraordinarios por sus cualidades nutricionales, compiten con otros, que quieren una parte del mercado. Así se difunden ideas y se han creado y crean paradigmas que denominamos mitos, que perjudican la imagen de pollo y huevo, afectando un consumo beneficioso. Todos sabemos la dificultad que existe para romper paradigmas, por eso se ve con satisfacción el orientar las campañas de divulgación, a los más jóvenes. Como comentaba, el huevo tiene su Día Mundial y en muchos países se lo transforma en Semana del Huevo y ya he visto que hablan del mes del huevo. El pollo no tiene un día mundial tan reconocido, pero los países individualmente tienen el Festival del pollo, el Día del pollo a la brasa, así como existe el Día del Pollo frito. Por otra parte, se presenta batalla a los mitos como que el pollo tiene hormonas o se les suministran hormonas, que consumen alimentos transgénicos, etc…, como que el huevo afecta el funcionamiento del hígado o que eleva los niveles de colesterol sanguíneo. Tenemos que reconocer las acciones que llevan a cabo las organizaciones internacionales, regionales y nacionales, tratando de informar clara y adecuadamente a las poblaciones, comenzando por los niños y actualizando la formación de médicos y nutricionistas humanos”.

¿Cuáles son las fortalezas que presenta la avicultura como actividad esencial?

“La avicultura tiene varios aspectos que le son fortalezas como el nivel de conversión alimenticia, superada únicamente por la actividad ictícola que como vemos, gana espacio en muchos países. Otra ventaja comparativa está en el consumo de agua, si medimos el consumo diario de agua; una vaca consume entre 30 y 60 litros, un cerdo consume entre 11 y 19, una oveja entre 5 y 15 litros mientras un ave consumiendo el doble de su consumo de alimento está entre 0,2 y 0,4 litros de agua por día. Conocemos la importancia del agua como recurso, comenzando por el consumo humano. Relacionada con la huella hídrica, está la huella de Carbono que es un certificado en el que se miden las emisiones de dióxido de carbono (CO2) que se realizan en la cadena de producción, desde la obtención de materias primas hasta el tratamiento de desperdicios, pasando por la manufactura y el transporte. Por tanto, la huella de CO2 es la medida del impacto que provocan las actividades del ser humano en el medio ambiente y se determina según la cantidad de gases de efecto invernadero producidos, medidos en unidades de dióxido de carbono. Aquí también lleva ventaja, sobre otras producciones animales, la producción avícola. Y vuelvo a remarcar la capacidad para transformar proteínas de bajo valor biológico, en proteínas de alto valor biológico como lo son las del pollo y del huevo teniendo en cuenta que el valor biológico de la proteína se mide según la cantidad de nitrógeno procedente del alimento que podemos absorber”.

La industria avícola es una de las actividades más tecnificadas del sector pecuario ¿en qué áreas consideras que se nota más esta tecnología?

“Tiene varias áreas en las que he podido ver la evolución o avances medidas por años; primero la tecnología genética, recuerdo hace algo más de 60 años un pollo se criaba en el campo durante 180 días y estando castrados se lograban 1,800 kg vivo, con una ganancia de peso de 10 gramos por día y hoy estamos en 60 gramos diarios, dependiendo de las exigencias del mercado en cuanto al tamaño del pollo en la góndola del supermercado. Acompañando el mejoramiento genético, mejoró la formulación de las raciones y uso de distintas materias primas, recuerdo formulaba con regla de cálculo y midiendo solo energía/proteína. Con la computación y los métodos de análisis de las materias primas, se ha ido mejorando los criterios para formular de acuerdo a las necesidades de cada tipo y estirpe de ave, y según su edad y peso. La soya y su subproducto, que recuerdo de inicio de los 80, mejoró muchísimo las posibilidades para las formulaciones de alimentos para las aves. Para los niveles de producción que estamos hablando hizo falta ir mejorando las condiciones ambientales de las aves, usando tecnologías de mediciones para dar condiciones adecuadas de temperatura ambiente, circulación de aire, niveles de humedad, suministro de agua y del alimento. También se han debido acompañar todas estas mejoras tan significativas, con mejoras en las condiciones sanitarias, desde evitar, hasta controlar y erradicar enfermedades. El concepto de bioseguridad, las tecnologías para diagnosticar las enfermedades, en la fabricación de vacunas, medicaciones, etc… Estamos viendo el uso de la energía solar en granjas de zonas con períodos lumínicos favorables y costos de energía elevados”.

En esta nueva normalidad el consumidor cada vez es más exigente y quiere saber lo que está comiendo ¿Qué tendencias visualizas para el consumo de pollo y huevo?

“Me permito hacer una pequeña observación a la pregunta, creo que a los compradores se los está guiando a que tengan tal o cual exigencia a la hora de comprar y es por esto que no sé si son los consumidores o una consecuencia, de los trabajos en marketing con orientaciones determinadas. De acuerdo con la orientación que se da a los consumidores, ellos están pidiendo etiquetado, aunque no sé realmente cuánta gente sabe y puede leer las etiquetas. No somos todos especialistas en nutrición, no tenemos tanto tiempo frente a las góndolas de los supermercados para leer la composición de cada producto y muchos como en mi caso, que no podemos leer letra tan pequeña como se puede poner en un envase. Así la gente habla de hormonas, de pesticidas, productos químicos en general, antibióticos, sistemas de cría y paralelamente tienen sus limitaciones financieras. Creo que es el marketing el que crea nuevas exigencias que todos sabemos, son para diferenciar productos y en la mayoría de los casos, encareciendo el precio final. Es aquí donde creo que podemos asociar un poco esta pregunta, con la que hizo referencia a los mitos, pero éstos no son negativos para con los productos”.

Entrevista con Isidro Molfese. Conocimiento entrevista 3¿Qué percepción tienes sobre la avicultura y el bienestar animal?

“Conocí la palabra “bienestar animal” en 1990, cuando organizábamos el Primer Seminario de Ciencias Avícolas de CAPIA en Argentina y recuerdo que quién lo informó cuestionó: “¿y si averiguan cómo viajamos en el subterráneo -METRO-, cuando vamos a trabajar o en hora pico de salida?”. En 2002 asistiendo a una Reunión de un Comité del Codex, solicité en nombre de los países de ALA que representaba, que el bienestar animal saliera del área del Codex y pasara al de la OIE por tratarse de un tema de la producción primaria. Luego y a principios de este milenio, asistí al Primer Congreso Hemisférico del tema organizado por la Unión Europea con la colaboración de dos países chicos de la región que manifestaron: “no podemos competir a nivel de escalas y nos conviene ofrecer productos diferenciados”. Aún recuerdo las manifestaciones de los representantes de los Ministerios de Agricultura de Bolivia y Paraguay que al momento de volver a sus países, debían hablar de bienestar animal cuando su problema, era el bienestar humano”. Hay muchas prácticas que han ido cambiando de nombre, creo que se ha dado un nombre nuevo a lo que se denominó genéricamente Buenas Prácticas y se ha sacado del marco que daban las pruebas biológicas de producción. En un momento le consideré una OTC (Obstrucción Técnica al Comercio), la OMC (Organización Mundial de Comercio) no le reconocía base científica. Ahora el tema es una realidad, aunque de importancia no significativa, dado que no involucra el 5% de la producción total de pollo o huevo. El tema está impuesto y se va a ir instalando, sobre todo en los países exportadores por el Principio de Equivalencia de la OMC que dice que todo lo que se exige a los productores locales, se puede exigir a los países proveedores. La OIE está fijando los Estándares de aplicación en cada especie y lo más importante, es materia de formación de los profesionales en sanidad animal, que se forman en las Universidades. Estas actividades nos ratifican que es una realidad, hacia dónde se orienta el mercado, aunque hoy en el sector avícola hay aspectos del bienestar animal a niveles de sus costos para llegar a precios competitivos a los consumidores. En la producción de huevos, al límite se lo va a poner la capacidad de compra de un producto tan noble y nutritivo, para una parte de la población mundial muy significativa. Si antes de la pandemia había sobre 3.000 millones de seres humanos con inconvenientes en sus ingresos, no estaría lejos de la realidad que sean más de 4.000 millones, a la salida de la misma. La transición va a ser larga en el tiempo”.

Dr. Molfese, eres una persona muy conocida y apreciada en México ¿algún mensaje que quieras enviarle a la gente de la industria avícola mexicana?

“Primero quiero agradecer toda la ayuda y consideraciones favorables, que he recibido desde ese país, del que guardo recuerdos imborrables desde que les visité por primera vez en agosto de 1971. Veo tienen una ventaja significativa en la formación de técnicos y profesionales en su vecino país del norte, teniendo que evaluar periódicamente el hecho que están vinculados comercialmente en el NAFTA y las consecuencias en la actividad agrícola, por la no liberación del comercio agrícola. También tienen consecuencias sanitarias por su comercialización del pollo vivo, que supongo no se intenta prohibir, por lo que influiría en el comercio del ave muerta y pelada (argentinismo para decir sin plumas), sometida a frío por lo que sería competir con el pollo congelado de los hermanos del norte. Veo con satisfacción que mientras no pueden satisfacer la demanda local, están mirando al sur, para encontrar parte de la mercadería que les está faltando. Con respecto al huevo, solo felicitarlos por los niveles de consumo logrado, que les ubica en primer lugar a nivel mundial

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