A pesar de importaciones, productores de pavo esperan atender demanda nacional

Redacción BM Editores.

La producción de carne de pavo en México no alcanza a cubrir el volumen requerido por los establecimientos productores para la elaboración de productos de valor agregado.

Este suceso de mercado determina el nivel de las importaciones que se realizan anualmente. Durante 2023 el consumo mexicano de pavo cuantificó 162 mil 574 toneladas, el cual resultó mayor en 17.7% al año 2022.

El 88.8% de la ingesta nacional se satisface con volumen importado. Estados Unidos es el principal país de proveeduría del pavo importado por México, el volumen adquirido del referido país representó 85.2% en 2023, en segundo lugar, se encuentra Brasil con 11.2%, le precede el proveniente de Chile con 3%, el restante lo integraron otras tres naciones.

La alta dependencia mexicana a las importaciones del bien estadounidense sujetan el abasto nacional a las condiciones productivas y de negociación del indicado mercado, las cuales se traducen en sobresaltos en los niveles adquiridos y en los precios de compra, los cuales pueden ser matizados al ampliar la posibilidad de compra libre de arancel a la importación de otras naciones, y en el mejor de los casos, la implementación en el mediano y largo plazo de un plan de ampliación de la producción nacional que logre romper la barrera de las 19 mil toneladas por año.

En 2023 la industria mexicana de las carnes frías generó un volumen de 187 mil toneladas de jamón a partir de la carne de pavo, las importaciones cárnicas de la proteína determinaron por su compra una erogación externa de 311 millones de dólares.

Afortunadamente, en Estados Unidos los precios de pechuga, carne mecánicamente deshuesada y muslo de pavo observaron un retroceso anual de 52.6%, 42.4% y 26.6%, respectivamente, el cual se reflejó en una caída de 18.8% en el valor del volumen importado por México.

De acuerdo con el Consejo Mexicano de la Carne (COMECARNE) el inventario anual de esta especie fue de 3 mil 792 aves en el 2019; en el 2020, 3 mil 757; 2021, 3 mil 799; 2022, 3 mil 760 y en el 2023, 3 mil 834.

Por lo que respecta al sacrificio anual por tipo de establecimiento, en los Tipo Inspección Federal, en 2019 se sacrificaron 419 aves; 2020, 408; 2021, 377; 2022, 302 y en el 2023, 319; en tanto en los establecimientos privados se sacrificaron, en el 2019, 2 mil 511; 2020, 2 mil 502; 2021, 2 mil 793; 2022, 2 mil 918 y en el 2023, 2 mil 919.

La producción nacional de esta carne es de 18 mil 755 toneladas anuales en promedio; los principales estados productores son: Yucatán con 5 mil 163 toneladas; le siguen Puebla, con 2 mil 718 toneladas; Estado de México, 2 mil 213 toneladas; Veracruz, mil 417 toneladas;  Tabasco, mil 233 toneladas; Chiapas, mil 21 toneladas; Guerrero, mil 11 toneladas; Hidalgo, 974 toneladas; Campeche, 774 toneladas y Chihuahua con 758 toneladas; el resto de la producción provienen de otras entidades con una menor producción, como son: Oaxaca, Tlaxcala, Michoacán, Quintana Roo, San Luis Potosí, Querétaro, Zacatecas y Colima.

Cabe mencionar que, a pesar de las importaciones, los productores de esta carne se encuentran listo para atender la demanda nacional de esta proteína, la cual aumenta su consumo en las festividades de Navidad y Año Nuevo.

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