Redacción BM Editores.
“El aturdido correcto de las aves es un proceso clave en la actividad de sacrificio en las plantas industriales que trabajan con estos animales para abastecer la cadena alimenticia del ser humano”, aseguró el Consultor de Empresas de Procesamiento de Aves, Ing. Fabio G. Nunes.
Experto reconocido en bienestar animal, manejo y faena de aves, por su actividad profesional durante dos décadas en América Latina, Europa y Asia, Fabio G. Nunes en su documento Procesamiento Primario, que publica en el portal CARNETEC, aclaró que en algunos países o regiones el aturdido de las aves no es aceptado, por cumplir con preceptos religiosos, y en donde se produce la carne para los mercados kosher y hallal.
Precisó que el objeto de el aturdido de las aves es para evitarles el dolor durante la sangría, pero también y sobre todo como una respuesta clara de atención al bienestar animal, pero además su utilización correcta mejora la calidad de la carne.
En los mercados tecnológicos mundiales ya existen muchos equipos que contribuyen a un trabajo ordenado y que procuran el bienestar animal de la especie que entra a la cadena alimenticia humana.
Tal es el caso, dijo, del aturdidor eléctrico, el cual tiene una baja complejidad, además de que su mantenimiento es sencillo y económico, cuesta poco, por lo que su uso se ha ampliado a todo el mundo.
Debe quedar claro, que de un buen aturdido, o una buena sangría de las aves, se procura y preserva la calidad de la carne y el rendimiento de la canal.
El equipo que se use debe poseer dimensiones compatibles con las aves que se van a faenar, para que éstas se desplacen de entrada y salida sin que se golpeen contra las paredes de la cabina.
También debe ser de materiales inoxidables, durables y capaces de resistir al proceso de lavado y desinfección diarios. Cualquier equipo que se adquiera debe contemplar la velocidad a la que se va a desempeñar el proceso de la faena de las aves.
Es imprescindible que el aturdidor disponga de medios mecánicos, o preferiblemente hidráulicos, que permitan su movilización vertical, ágil y rápida para ajustarlo a las aves en proceso, para que contribuya a la calidad y al rendimiento de la canal, sobre todo cuando la empresa trabaja con aves de distintos pesos.
El aturdidor puede venir equipado con un dosificador de solución salina. La adición continua de sal al agua, en concentraciones que van de 0.5% a 1%, es un recurso eficaz en mejorar su conectividad eléctrica durante las horas laborales.
Fabio G. Nunes señaló que después de adquirir el equipo éste debe ser posicionado en la cadena de faena, respetando el intervalo de tiempo que debe haber entre el colgado y su entrada, y de su salida a la estación de sangría, por el papel que ambos tiempos juegan en la efectividad del proceso y en la calidad de la sangría.
También deben hacerse pruebas con pollos de distintos pesos para asegurar su funcionamiento correcto y ausencia de riesgo a la integridad de las aves.
El buen aturdido inicia con un buen colgado, las patas deben ser todas uniformemente y posicionadas en los ganchos y que no debe haber ganchos vacíos o faltantes en la línea, por la interferencia en la cantidad de corriente recibida por los pollos al ser aturdidos.
Por eso, concluyó, la atención que se ponga al procesamiento primario de las aves depende la calidad del producto que va a la cadena alimentaria del ser humano.
